LEYENDAS DEL DEPORTE
Tom Brady: una perseverancia de récord
Se retira uno de los mejores deportistas de la historia, tanto por palmarés como por trascendencia en su disciplina, el fútbol americano
Ricardo Uribarri 12/02/2023
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Llegar a ser el mejor en un deporte durante los años en que has desarrollado una carrera profesional tiene mucho mérito. Que te consideren el mejor de la historia en esa disciplina es más loable aún. Y que te incluyan ya no solo entre los mejores de tu actividad, sino a la altura de los deportistas más destacados de siempre en cualquier modalidad habla del nivel alcanzado. A esa altura se encuentra Tom Brady, la leyenda de la NFL, la liga de fútbol americano, que a sus 45 años ha anunciado que se retira después de 23 temporadas en la élite. Ya declaró lo mismo el año pasado y luego volvió, pero parece que esta vez será la definitiva, poniendo así fin a una exitosa trayectoria en los campos en la que también aparecen algunas sombras importantes fuera de ellos, como su relación de amistad con el expresidente Donald Trump, que le llevó a convertirse en uno de sus grandes apoyos electorales en la carrera hacia la presidencia de los EE.UU.
Retrocedamos en el tiempo hasta el 10 de enero de 1982. En el estadio Candlestick Park de San Francisco se juega el partido decisivo por el título de la NFC, la conferencia Oeste, entre los San Francisco 49ers y los Dallas Cowboys. Entre los miles de asistentes se encuentra un niño de cuatro años que presencia cómo, a falta de 58 segundos para el final del partido, el quarterback de los 49ers, Joe Montana, daba un pase impresionante a su compañero Dwight Clark, que finalizaba en un ensayo que suponía la victoria del equipo y su clasificación para la Super Bowl, la gran final de la NFL, en la que lograrían su primer título. Aquel niño se llamaba Tom Brady y salió del estadio camino de su casa en la localidad de San José, a 25 kilómetros, con un nuevo ídolo, Joe Montana, y con una idea en la cabeza: quería hacer lo mismo que él.
El deporte estuvo muy presente en sus años de estudiante en el instituto Junípero Serra. De hecho, además del fútbol americano también practicó baloncesto y béisbol. Este último no se le dio nada mal, hasta el punto de que en 1995 fue seleccionado en la decimoctava ronda del draft de la Liga Mayor de Béisbol por los Montreal Expos. Pero Brady rechazó la oportunidad. Tenía claro que lo que más le gustaba era el fútbol americano y estaba decidido a cumplir su ilusión de convertirse en un jugador profesional, a pesar de que la experiencia que tuvo en esa etapa escolar no fue del todo positiva. Jugó con los “Padres”, el equipo del centro educativo en el que estaba, pero el primer año fue suplente y no ganaron ningún partido. Una lesión del compañero que ocupaba su puesto le permitió terminar jugando de titular hasta que se graduó. Pero ningún equipo universitario le ofreció de inicio una beca para que se uniera a su equipo.
En la carrera de Brady hubo una constante: en los momentos de mayor dificultad siempre sucedió algo que le permitió avanzar
Los Brady no se rindieron. Tom y su padre grabaron un vídeo con alguna de sus mejores jugadas que mandaron a una gran cantidad de universidades. La USC y UCLA mostraron interés, pero prefirió aceptar la oferta de Michigan a pesar de que en su equipo de fútbol americano, los Wolverines, tenía a varios jugadores por delante en su posición. En sus dos primeros años apenas jugó. Su frustración fue tan grande que incluso llegó a ponerse en manos de un psicólogo y pensó en pedir el traslado a otra universidad. Sin embargo, en la carrera de Brady hubo una constante: en los momentos de mayor dificultad siempre sucedió algo que le permitió avanzar. En esta ocasión fue la marcha del quarterback titular del equipo a la NFL. Ahí encontró Tom una oportunidad para empezar a jugar y demostrar que era mejor que el resto de los compañeros que optaban al puesto. Comenzó a batir récord de pases y con él de titular lograron ganar en 1999 el Orange Bowl, el torneo nacional universitario.
En el año 2000 llegó un momento decisivo en su vida. El ansiado salto a la NFL. Antes de afrontar el draft, el sorteo donde los equipos eligen cada temporada a nuevos integrantes de sus plantillas, los jugadores que han acabado la universidad deben afrontar un evento llamado Scouting Combine, en el que a lo largo de una semana realizan distintas pruebas físicas y técnicas delante de los responsables técnicos de los clubes. Vean lo que pusieron en el informe técnico sobre él: “Mala constitución física. Delgado. Le falta altura y fortaleza. Carece de movilidad y capacidad de quitarse la presión dentro de la bolsa de protección. No tiene un brazo fuerte. No puede completar pases largos. No lanza pases con buena espiral. Es un quarterback de sistema que puede ser expuesto cuando tiene que improvisar. Va al suelo mucho”.
Con esa valoración es lógico que los equipos no le tuvieran entre sus primeras preferencias. Tom confiaba en salir entre la segunda y la tercera ronda, pero no fue hasta la sexta, en el puesto 199 en el global, cuando fue elegido por los New England Patriots, de Boston. Hasta seis quarterbacks fueron escogidos por otros equipos antes que él. Su sueño de ser seleccionado por los San Francisco 49ers no se hizo realidad. La decepción fue tan grande que tras ver el acto por televisión se fue a llorar a las escaleras de su casa.
Los Patriots no tenían un gran historial de éxitos. Dos finales perdidas de Super Bowl eran su mayor logro. Al mismo tiempo que llegó Brady al equipo lo hizo Bill Belichick como entrenador-jefe. En aquel momento nadie podía suponerlo, pero esas dos incorporaciones iban a cambiar el destino de la franquicia. Y eso que, una vez más, los inicios fueron muy complicados para Tom. En su primer año apenas jugó los últimos minutos de un único partido. Por delante tenía a tres quarterbacks, entre ellos a un número uno del draft. Pese a ello, seguía confiando en sus posibilidades. El dueño del equipo, Robert Kraft, siempre recuerda lo que le dijo un día tras un entrenamiento: “Sé que soy una elección de sexta ronda, pero voy a ser la mejor decisión que la franquicia haya tomado nunca”.
De nuevo, cuando peor pintaban las cosas, apareció un hecho que le favoreció. El quarterback titular recibió un duro golpe en el cuello que le tuvo un tiempo de baja. Belichick le dio la oportunidad de jugar y Brady la agarró y no la soltó. Con él al mando, el equipo llegó a la final de la NFL, donde se impuso a los St. Louis Rams, logrando en 2002 el primer título para la franquicia y para él. Una temporada que empezó siendo un desconocido para el gran público terminaba siendo designado el MVP, el jugador más valioso, de la Super Bowl.
En más de 100 años de trayectoria de fútbol americano en EE.UU., solo tres equipos tienen más coronas que Brady
A partir de ahí llegaron seis títulos más, cinco con los Patriots, en 2003, 2004, 2014, 2016 y 2017, y uno, en 2020, conseguido con los Tampa Bay Buccaneers, equipo al que se fue ese mismo año buscando nuevos desafíos y en el que ha terminado su carrera. Como verán hubo una travesía de nueve años sin que cayera ningún cetro. Durante ese tiempo llegaron a dos finales más de Super Bowl, en 2007 y 2011, perdiendo ambas en el último minuto cuando iban en ventaja, mientras que en 2006 y 2013 cayeron en la final de su conferencia. En 2008 sufrió una lesión de rodilla en el primer partido de la temporada que le tuvo de baja todo el curso.
Habrá quien piense que siete títulos en 23 años de carrera no son tantos (Montana se quedó en cuatro), pero el dato adquiere la trascendencia histórica que tiene si decimos que es el jugador con más cetros de campeón en toda la historia de la Super Bowl. En más de 100 años de trayectoria de fútbol americano en Estados Unidos solo hay tres equipos que tengan más coronas que él, y si contamos a partir de cuando empezó a jugarse con el actual formato de Super Bowl, en 1966, ninguna franquicia tiene más triunfos que Brady. Además es el jugador que ha disputado más finales de la Super Bowl, 10; el que más veces ha sido designado el mejor de la Super Bowl, cinco; el quarterback con más victorias tanto en la temporada regular (251), como en los play-offs (35); el jugador con mayor número de pases dados para hacer ensayos (649); y el mayor número de pases conseguidos (7.753). Por estos, y por otros muchos más récords que podríamos citar, Brady o TB12, el logo por el que se le conoce y que registró en 2008, es el mejor de la historia.
A lo largo de su carrera, Brady ha tenido que hacer frente a algunos episodios controvertidos. Como la sanción de cuatro partidos que le impuso la NFL en 2015 al considerar que conocía que los Patriots habían quitado algo de aire a las pelotas, después de ser revisadas por el árbitro, en el segundo tiempo de un partido ante Indianápolis en el que lograron la victoria que les dio el pase a la Super Bowl. De esa manera eran más fáciles de agarrar en condiciones de frío y lluvia como las que había aquel día. Brady siempre negó las acusaciones y recurrió a la justicia, que le dio la razón meses más tarde. También ha generado mucha polémica su cercanía con el expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, con el que ha jugado al golf en varias ocasiones, apareciendo en 2015 en público con una gorra con el lema que popularizó el político y empresario: “Make América Great Again”. A raíz de la controversia que generó esa relación, Brady ha preferido no dar muchas explicaciones al respecto cuando ha sido preguntado por ello, aunque nunca ha negado su amistad. En 2017 no dudó en acudir a la Casa Blanca a la recepción dada por Trump a los Patriots por el título obtenido. Varios de sus compañeros, por el contrario, se negaron a ir al acto.
Padre de tres hijos, el primero de la relación que tuvo con la actriz Bridget Moynahan y los otros dos con la modelo brasileña Giselle Bundchen, de quien se separó hace un año, según se dice, por culpa de la decisión de Tom de volver a competir. A lo largo de su carrera se calcula que ha ganado unos 300 millones de dólares solamente por su desempeño deportivo. A eso habría que añadir el dinero obtenido por sus numerosos patrocinios y por los negocios que ha desarrollado, entre ellos una marca de ropa, una productora audiovisual llamada 199 Productions (haciendo referencia al número con el que fue elegido en el draft), una empresa dedicada a la venta de productos y experiencias relacionadas con deportistas y artistas a través del uso de NFT (non-fungible token, piezas de contenido digital), y una compañía de fitness y alimentación, un aspecto al que ha dado mucha importancia en su vida y que ha podido ayudarle a estirar su carrera. Por si fuera poco, ha firmado un contrato con la cadena Fox Sports para ser comentarista de partidos de la NFL durante 10 años que le va a hacer ingresar 375 millones de dólares. Hasta en eso, Brady es el hombre récord.
Llegar a ser el mejor en un deporte durante los años en que has desarrollado una carrera profesional tiene mucho mérito. Que te consideren el mejor de la historia en esa disciplina es más loable aún. Y que te incluyan ya no solo entre los mejores de tu actividad, sino a la altura de los deportistas más destacados...
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Ricardo Uribarri
Periodista. Empezó a cubrir la información del Atleti hace más de 20 años y ha pasado por medios como Claro, Radio 16, Época, Vía Digital, Marca y Bez. Actualmente colabora con XL Semanal y se quita el mono de micrófono en Onda Madrid.
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