1. Número 1 · Enero 2015

  2. Número 2 · Enero 2015

  3. Número 3 · Enero 2015

  4. Número 4 · Febrero 2015

  5. Número 5 · Febrero 2015

  6. Número 6 · Febrero 2015

  7. Número 7 · Febrero 2015

  8. Número 8 · Marzo 2015

  9. Número 9 · Marzo 2015

  10. Número 10 · Marzo 2015

  11. Número 11 · Marzo 2015

  12. Número 12 · Abril 2015

  13. Número 13 · Abril 2015

  14. Número 14 · Abril 2015

  15. Número 15 · Abril 2015

  16. Número 16 · Mayo 2015

  17. Número 17 · Mayo 2015

  18. Número 18 · Mayo 2015

  19. Número 19 · Mayo 2015

  20. Número 20 · Junio 2015

  21. Número 21 · Junio 2015

  22. Número 22 · Junio 2015

  23. Número 23 · Junio 2015

  24. Número 24 · Julio 2015

  25. Número 25 · Julio 2015

  26. Número 26 · Julio 2015

  27. Número 27 · Julio 2015

  28. Número 28 · Septiembre 2015

  29. Número 29 · Septiembre 2015

  30. Número 30 · Septiembre 2015

  31. Número 31 · Septiembre 2015

  32. Número 32 · Septiembre 2015

  33. Número 33 · Octubre 2015

  34. Número 34 · Octubre 2015

  35. Número 35 · Octubre 2015

  36. Número 36 · Octubre 2015

  37. Número 37 · Noviembre 2015

  38. Número 38 · Noviembre 2015

  39. Número 39 · Noviembre 2015

  40. Número 40 · Noviembre 2015

  41. Número 41 · Diciembre 2015

  42. Número 42 · Diciembre 2015

  43. Número 43 · Diciembre 2015

  44. Número 44 · Diciembre 2015

  45. Número 45 · Diciembre 2015

  46. Número 46 · Enero 2016

  47. Número 47 · Enero 2016

  48. Número 48 · Enero 2016

  49. Número 49 · Enero 2016

  50. Número 50 · Febrero 2016

  51. Número 51 · Febrero 2016

  52. Número 52 · Febrero 2016

  53. Número 53 · Febrero 2016

  54. Número 54 · Marzo 2016

  55. Número 55 · Marzo 2016

  56. Número 56 · Marzo 2016

  57. Número 57 · Marzo 2016

  58. Número 58 · Marzo 2016

  59. Número 59 · Abril 2016

  60. Número 60 · Abril 2016

  61. Número 61 · Abril 2016

  62. Número 62 · Abril 2016

  63. Número 63 · Mayo 2016

  64. Número 64 · Mayo 2016

  65. Número 65 · Mayo 2016

  66. Número 66 · Mayo 2016

  67. Número 67 · Junio 2016

  68. Número 68 · Junio 2016

  69. Número 69 · Junio 2016

  70. Número 70 · Junio 2016

  71. Número 71 · Junio 2016

  72. Número 72 · Julio 2016

  73. Número 73 · Julio 2016

  74. Número 74 · Julio 2016

  75. Número 75 · Julio 2016

  76. Número 76 · Agosto 2016

  77. Número 77 · Agosto 2016

  78. Número 78 · Agosto 2016

  79. Número 79 · Agosto 2016

  80. Número 80 · Agosto 2016

  81. Número 81 · Septiembre 2016

  82. Número 82 · Septiembre 2016

  83. Número 83 · Septiembre 2016

  84. Número 84 · Septiembre 2016

  85. Número 85 · Octubre 2016

  86. Número 86 · Octubre 2016

  87. Número 87 · Octubre 2016

  88. Número 88 · Octubre 2016

  89. Número 89 · Noviembre 2016

  90. Número 90 · Noviembre 2016

  91. Número 91 · Noviembre 2016

  92. Número 92 · Noviembre 2016

  93. Número 93 · Noviembre 2016

  94. Número 94 · Diciembre 2016

  95. Número 95 · Diciembre 2016

  96. Número 96 · Diciembre 2016

  97. Número 97 · Diciembre 2016

  98. Número 98 · Enero 2017

  99. Número 99 · Enero 2017

  100. Número 100 · Enero 2017

  101. Número 101 · Enero 2017

  102. Número 102 · Febrero 2017

  103. Número 103 · Febrero 2017

  104. Número 104 · Febrero 2017

  105. Número 105 · Febrero 2017

  106. Número 106 · Marzo 2017

  107. Número 107 · Marzo 2017

  108. Número 108 · Marzo 2017

  109. Número 109 · Marzo 2017

  110. Número 110 · Marzo 2017

  111. Número 111 · Abril 2017

  112. Número 112 · Abril 2017

  113. Número 113 · Abril 2017

  114. Número 114 · Abril 2017

  115. Número 115 · Mayo 2017

  116. Número 116 · Mayo 2017

  117. Número 117 · Mayo 2017

  118. Número 118 · Mayo 2017

  119. Número 119 · Mayo 2017

  120. Número 120 · Junio 2017

  121. Número 121 · Junio 2017

  122. Número 122 · Junio 2017

  123. Número 123 · Junio 2017

  124. Número 124 · Julio 2017

  125. Número 125 · Julio 2017

  126. Número 126 · Julio 2017

  127. Número 127 · Julio 2017

  128. Número 128 · Agosto 2017

  129. Número 129 · Agosto 2017

  130. Número 130 · Agosto 2017

  131. Número 131 · Agosto 2017

  132. Número 132 · Agosto 2017

  133. Número 133 · Septiembre 2017

  134. Número 134 · Septiembre 2017

  135. Número 135 · Septiembre 2017

  136. Número 136 · Septiembre 2017

  137. Número 137 · Octubre 2017

  138. Número 138 · Octubre 2017

  139. Número 139 · Octubre 2017

  140. Número 140 · Octubre 2017

  141. Número 141 · Noviembre 2017

  142. Número 142 · Noviembre 2017

  143. Número 143 · Noviembre 2017

  144. Número 144 · Noviembre 2017

  145. Número 145 · Noviembre 2017

  146. Número 146 · Diciembre 2017

  147. Número 147 · Diciembre 2017

  148. Número 148 · Diciembre 2017

  149. Número 149 · Diciembre 2017

  150. Número 150 · Enero 2018

  151. Número 151 · Enero 2018

  152. Número 152 · Enero 2018

  153. Número 153 · Enero 2018

  154. Número 154 · Enero 2018

  155. Número 155 · Febrero 2018

  156. Número 156 · Febrero 2018

  157. Número 157 · Febrero 2018

  158. Número 158 · Febrero 2018

  159. Número 159 · Marzo 2018

  160. Número 160 · Marzo 2018

  161. Número 161 · Marzo 2018

  162. Número 162 · Marzo 2018

  163. Número 163 · Abril 2018

  164. Número 164 · Abril 2018

  165. Número 165 · Abril 2018

  166. Número 166 · Abril 2018

  167. Número 167 · Mayo 2018

  168. Número 168 · Mayo 2018

  169. Número 169 · Mayo 2018

  170. Número 170 · Mayo 2018

  171. Número 171 · Mayo 2018

  172. Número 172 · Junio 2018

  173. Número 173 · Junio 2018

  174. Número 174 · Junio 2018

  175. Número 175 · Junio 2018

  176. Número 176 · Julio 2018

  177. Número 177 · Julio 2018

  178. Número 178 · Julio 2018

  179. Número 179 · Julio 2018

  180. Número 180 · Agosto 2018

  181. Número 181 · Agosto 2018

  182. Número 182 · Agosto 2018

  183. Número 183 · Agosto 2018

  184. Número 184 · Agosto 2018

  185. Número 185 · Septiembre 2018

  186. Número 186 · Septiembre 2018

  187. Número 187 · Septiembre 2018

  188. Número 188 · Septiembre 2018

  189. Número 189 · Octubre 2018

  190. Número 190 · Octubre 2018

  191. Número 191 · Octubre 2018

  192. Número 192 · Octubre 2018

  193. Número 193 · Octubre 2018

  194. Número 194 · Noviembre 2018

  195. Número 195 · Noviembre 2018

  196. Número 196 · Noviembre 2018

  197. Número 197 · Noviembre 2018

  198. Número 198 · Diciembre 2018

  199. Número 199 · Diciembre 2018

  200. Número 200 · Diciembre 2018

  201. Número 201 · Diciembre 2018

  202. Número 202 · Enero 2019

  203. Número 203 · Enero 2019

  204. Número 204 · Enero 2019

  205. Número 205 · Enero 2019

  206. Número 206 · Enero 2019

  207. Número 207 · Febrero 2019

  208. Número 208 · Febrero 2019

  209. Número 209 · Febrero 2019

  210. Número 210 · Febrero 2019

  211. Número 211 · Marzo 2019

  212. Número 212 · Marzo 2019

  213. Número 213 · Marzo 2019

  214. Número 214 · Marzo 2019

  215. Número 215 · Abril 2019

  216. Número 216 · Abril 2019

  217. Número 217 · Abril 2019

  218. Número 218 · Abril 2019

  219. Número 219 · Mayo 2019

  220. Número 220 · Mayo 2019

  221. Número 221 · Mayo 2019

  222. Número 222 · Mayo 2019

  223. Número 223 · Mayo 2019

  224. Número 224 · Junio 2019

  225. Número 225 · Junio 2019

  226. Número 226 · Junio 2019

  227. Número 227 · Junio 2019

  228. Número 228 · Julio 2019

  229. Número 229 · Julio 2019

  230. Número 230 · Julio 2019

  231. Número 231 · Julio 2019

  232. Número 232 · Julio 2019

  233. Número 233 · Agosto 2019

  234. Número 234 · Agosto 2019

  235. Número 235 · Agosto 2019

  236. Número 236 · Agosto 2019

  237. Número 237 · Septiembre 2019

  238. Número 238 · Septiembre 2019

  239. Número 239 · Septiembre 2019

  240. Número 240 · Septiembre 2019

  241. Número 241 · Octubre 2019

  242. Número 242 · Octubre 2019

  243. Número 243 · Octubre 2019

  244. Número 244 · Octubre 2019

  245. Número 245 · Octubre 2019

  246. Número 246 · Noviembre 2019

  247. Número 247 · Noviembre 2019

  248. Número 248 · Noviembre 2019

  249. Número 249 · Noviembre 2019

  250. Número 250 · Diciembre 2019

  251. Número 251 · Diciembre 2019

  252. Número 252 · Diciembre 2019

  253. Número 253 · Diciembre 2019

  254. Número 254 · Enero 2020

  255. Número 255 · Enero 2020

  256. Número 256 · Enero 2020

  257. Número 257 · Febrero 2020

  258. Número 258 · Marzo 2020

  259. Número 259 · Abril 2020

  260. Número 260 · Mayo 2020

  261. Número 261 · Junio 2020

  262. Número 262 · Julio 2020

  263. Número 263 · Agosto 2020

  264. Número 264 · Septiembre 2020

  265. Número 265 · Octubre 2020

  266. Número 266 · Noviembre 2020

  267. Número 267 · Diciembre 2020

  268. Número 268 · Enero 2021

  269. Número 269 · Febrero 2021

  270. Número 270 · Marzo 2021

  271. Número 271 · Abril 2021

  272. Número 272 · Mayo 2021

  273. Número 273 · Junio 2021

  274. Número 274 · Julio 2021

  275. Número 275 · Agosto 2021

  276. Número 276 · Septiembre 2021

  277. Número 277 · Octubre 2021

  278. Número 278 · Noviembre 2021

  279. Número 279 · Diciembre 2021

  280. Número 280 · Enero 2022

  281. Número 281 · Febrero 2022

  282. Número 282 · Marzo 2022

  283. Número 283 · Abril 2022

  284. Número 284 · Mayo 2022

  285. Número 285 · Junio 2022

  286. Número 286 · Julio 2022

  287. Número 287 · Agosto 2022

  288. Número 288 · Septiembre 2022

  289. Número 289 · Octubre 2022

  290. Número 290 · Noviembre 2022

  291. Número 291 · Diciembre 2022

  292. Número 292 · Enero 2023

  293. Número 293 · Febrero 2023

  294. Número 294 · Marzo 2023

  295. Número 295 · Abril 2023

  296. Número 296 · Mayo 2023

  297. Número 297 · Junio 2023

  298. Número 298 · Julio 2023

  299. Número 299 · Agosto 2023

  300. Número 300 · Septiembre 2023

  301. Número 301 · Octubre 2023

  302. Número 302 · Noviembre 2023

  303. Número 303 · Diciembre 2023

  304. Número 304 · Enero 2024

  305. Número 305 · Febrero 2024

  306. Número 306 · Marzo 2024

  307. Número 307 · Abril 2024

  308. Número 308 · Mayo 2024

  309. Número 309 · Junio 2024

  310. Número 310 · Julio 2024

  311. Número 311 · Agosto 2024

  312. Número 312 · Septiembre 2024

  313. Número 313 · Octubre 2024

Ayúdanos a perseguir a quienes persiguen a las minorías. Total Donantes 1404 Conseguido 70146€ Objetivo 140000€

PROCESANDO EL YUYU

“Matadla”

La brutalidad de la Comisión en Francia puede ser perturbadora en España porque, agárrense, la izquierda española es poco más que las políticas de la Comisión

Guillem Martínez 18/03/2023

<p>Ursula von der Leyen y Pedro Sánchez, durante la rueda de prensa en La Moncloa del pasado 5 de marzo de 2022.</p>

Ursula von der Leyen y Pedro Sánchez, durante la rueda de prensa en La Moncloa del pasado 5 de marzo de 2022.

Borja Puig (La Moncloa)

En CTXT podemos mantener nuestra radical independencia gracias a que las suscripciones suponen el 70% de los ingresos. No aceptamos “noticias” patrocinadas y apenas tenemos publicidad. Si puedes apoyarnos desde 3 euros mensuales, suscribete aquí

1- La reforma de las pensiones en Francia explica el carácter no definitivo, endeble, poco agresiva incluso, de la reciente reforma española de las pensiones. Ya veremos, pero la sensación es que esta reforma es sumamente transitoria, y que hubo tratados con la Nación Sioux más estables y duraderos que esta reforma española, no excesivamente gore –lo gore en ella ya ocurrió, fue paulatino hasta desbocarse; se inició con la reforma de 1985, y progresó muy adecuadamente con el pack de reformas de 2011-13– y, por ello, sensible de asumir más intensidad gore. Hay aún espacio entre el sistema español y la brutalidad del alemán, reformado en su día por Schröder/el SPD, o el francés, tan en boca de todo el mundo en estos entrañables días. Francia apunta, en ese sentido, maneras, perspectivas. El horizonte. A partir de este par de tendencias: retraso perceptible en la edad de jubilación, y periodo de cotización descomunal, que pasa a serlo más, de 42 a 43 años. Es necesaria, vamos, una vida laboral completa, sin malos rollos y apañada, para cobrar una pensión completa, con malos rollos y no tan apañada. Si se fijan –hola, España–, se están recortando las pensiones no con tijeras, esa cosa tan espectacular y rechazable, sino a través de ir aumentando los años de cotización, y de ir estilizando el periodo de cálculo, lo que dibuja biografías estresadas, castigadas y, en cierta manera, controladas, vigiladas. La pensión ha dejado de ser un derecho para pasar a ser un premio. Un premio débil, de consolación, al comportamiento, en el caso de los asalariados y autónomos –los autónomos: son los grandes perdedores, de forma dramática, en las reformas españolas; esa derrota les está orientado, por cierto, hacia la extrema derecha–. Y un premio alto, en el caso de personas con acceso al botín, ese premio especial al que se accede vía política, como se apunta en el punto 2.

2- Las pensiones están cambiando de sentido y función. Son una experiencia diferente a la vivida en los años 60 y 70, cuando eran concebidas no como premio o caridad, sino como un derecho, como una compensación al trabajo vivido. Con la caída del muro –esa cosa que cayó sobre nosotros, que tanto odiamos el muro– ya no eran necesarias esas pensiones. Quedaron amortizadas en la última década del muro, en los 80, momento en el que la Guerra Fría empezó a decantarse, y las pensiones a recortarse. Las pensiones son hoy cantidades incompletas, insuficientes. Hasta tal punto que la pensión completita y excesiva se ha reconvertido en, lo dicho, un premio, una suerte de premio gordo, descomunal, sensible de ser utilizado, por eso mismo, como reclamo y pago en la corrupción política, esa tienda en la que solo se ofrecen delikatessen difíciles de encontrar en las tiendas a las que vamos todos. Las pensiones o/y complementos a la jubilación paralegales, desproporcionadas, políticamente fraudulentas, detectadas en parlamentos –el catalán, lo que no sorprende a nadie, pero también el europeo, lo que abre notoriamente y de manera incalculable el abanico– explican que una pensión autosuficiente es un objeto del deseo, que hace ya mucho tiempo que no se encuentra en la realidad, por lo que, para dar con una, hay que forzar la realidad. Que esto suceda en parlamentos indica que los parlamentos son instituciones más transparentes que otras. Lo que hace suponer que el pitote de las pensiones puede ser igual, o aún más radical, en otras instituciones, no electas. Casi todo lo importante ocurre, desde hace un tiempo, en instituciones no electas, si se fijan. Es la época. Una época en la que la democracia ya no es un corpus estricto. Ya no es 24 sur 24

Casi todo lo importante ocurre, desde hace un tiempo, en instituciones no electas, si se fijan

3-  Es importante saber, en todo caso, que la reforma francesa, aprobada por los pelos en el Sénat, no se podrá votar en l’Assemblée, donde era dudosa su aprobación. Ante ese posible fracaso Macron se marcó un arbitraje F.C. Barcelona, y optó por el artículo 49.3, la porción de mal rollo presente en toda constitución planetaria, que permite, en este caso, aprobar una ley sin posterior voto en el parlamento. Así como suena. Lo que supone, con todas las letras, la solemne apertura de una crisis democrática. Y social. Y, tal vez, una crisis económica –por bocas; Macron aludió, para aprobar la reforma de esa manera, a “un riesgo financiero demasiado grande”; esto es, a la vez que lo describía lo convocaba–. El partido queda abierto, en todo caso. Lo que es una mala noticia cuando se quiso cerrar, directamente, y sin pasar por la casilla de salida, vía 49.3. En esta ocasión no son griegos, a los que ya se les ha saqueado todo, manifestándose por sus pensiones, sino la segunda economía UE manifestándose por sus pensiones. Lo que es un matiz importante. Es una segunda economía muy enojada, por otra parte. Un 80% de la sociedad está en contra de la maniobra de Macron. La respuesta social y sindical francesa, en todo caso, era diferente a la española hasta el macronazo. Ahora será, incluso, diferente a la francesa. Mucho más visceral y tremenda. Y espontánea, que es el peor tipo de protesta para un Gobierno. La espontaneidad solidificada es la protesta más profunda, la que puede dejar más huella, porque ya no es una protesta, sino una cosmovisión. Francia, el punto del planeta en el que nacieron las palabras huelga-general, domina aún esa disciplina, por cierto. En Francia, además, hay una nueva extrema derecha con ganas de divertirse. Una derecha protestona, en la calle, se gusta mucho a sí misma. Y puede hacerlo, pues las nuevas extremas derechas –Trump, Meloni, los brexiters, Le Pen, Vox & The Tamamettes, Borràs…– son revolucionarias, de cintura para arriba, en la traquea, más concretamente. Macron aún no es eso. No es ese desparpajo. Macron, los macronismos, es la casilla anterior a la llegada de la extrema derecha al poder. Son tendencias presentes en toda Europa. Sánchez tiene días enteros macronistas. Este final de legislatura, por lo que se vio la semana pasada, corre el riesgo de ser eso. En Francia también hay una nueva izquierda, segunda fuerza en el parlamento, que se acerca frecuentemente al populismo. Esta nueva crisis puede orientar sobre si es una izquierda con aportaciones novedosas respecto a la española, o si es un populismo ya transitadoZzzzzz en España, sustentado en el lenguaje y en la guerra cultural, esas cosas que hacen mejor y más barato las extremas derechas. 

4- En todo caso, son malas noticias para la Comisión, me temo. En un momento en el que los bancos centrales –aka los Estados– vuelven a meter, a fondo perdido, dinero a la banca, no son edificantes sucesos como los de Francia, que explican más de lo que deberían. Explican que hay dinero, à gogó, para bancos. Ese ha sido, por cierto, el mensaje del BCE, que desestima la intervención bancaria, pero que anuncia a navegantes, para evitar “un riesgo financiero demasiado grande”, que estaría dispuesto a hacerla, si llegara el caso. Puede no llegar el caso, a pesar incluso de la descripción que ha hecho Financial Times de la gestión de los últimos años en Credit Suisse. Surreal, delirante, caótica, si bien asumible, siempre que se trate de un banco sistémico. Sistémico es el palabro, el trade-mark triunfador en esta crisis bancaria. Un banco sistémico –Credit Suisse; más para aquí abajo, el Santander, el BBVA– es un banco innegociable, que ha dejado de ser banco para pasar a ser paisaje. Son el Soldado Ryan. O, mejor, el General Ryan. Da igual las bajas que supongan su rescate. Estamos en una época en la que un banco, que no es Estado, puede ser sistémico para el Estado, pero no el sistema de pensiones de un Estado. Es más, como dice Macron, si un Estado no rebaja su tanto por ciento de porción del PIB empleado en pensiones, comunica al mundo “un riesgo financiero demasiado grande”, consistente en no disponer de esa pasta para las nuevas funciones del Estado. Que son financieras. De pago de su propia deuda, y de rescate o de subvención a empresas y mercados. De garantía de beneficios. Se dice rápido, snif. 

Las nuevas funciones del Estado son financieras. De pago de su propia deuda, y de rescate o de subvención a empresas

5- A su vez, lo sucedido en Francia es una buena noticia para la reforma de las pensiones en España y en Italia. En España, aunque sea por tan solo unos días, la reforma no queda salpicada, ni contagiada, por su objeto más cercano, el realismo francés. La reforma española, gracias a eso, y a la sobreactuación de CCOO y UGT, que ponderan la reforma española más allá del deber, incluso de la realidad –no se pierdan el punto 9–, recibe un tratamiento y una percepción dulce. A Italia, a su vez, le puede venir bien el asunto francés porque es posible que la Comisión rebaje, visto lo visto, presión para la reforma de pensiones italiana, tras la francesa, la más temida por la Comisión. A los profesionales italianos –no confundir nunca con los políticos italianos; conforman una suerte de Deep State chachi; son los que mantienen más o menos un Estado, a pesar de la mala calidad de sus políticos–, les puede bastar eso para marcar una de sus famosísimas y legendarias pirulas italianas a la Comisión. 

6- La brutalidad de la reforma francesa, exigida por la Comisión, para quien otra cosa sería un “riesgo financiero demasiado grande”, aporta, no obstante, un objeto extraño, perturbador, en la política española. Ese objeto es tan raro que se merece un punto. De hecho, para llegar a ese punto me he puesto a escribir, hace 6 puntos. Ahí va:

7- La brutalidad de la Comisión en Francia puede ser perturbadora en España porque, agárrense, la izquierda española es poco más que las políticas de la Comisión, ese objeto en absoluto de izquierdas o, incluso, progresista.

8- Parece una tontería, pero el punto 7 es fundamental en la política española. Resume sus éxitos, sus fracasos y, más y mejor, su absurdo. Es, en cierta manera, lo que convierte la política local en lo que es: un viaje a ninguna parte, crispación y lucha a muerte entre dos polos, de naturaleza, en el mejor de los casos moderada.

Las derechas tienen comportamientos que exceden la cultura liberal. Su margen de libertad es muy amplio

9- PSOE es el partido de la Comisión, da igual cuando leas esto. Es así desde su refundación, en 1974, y en pleno centro del PSOE. Sus políticas no sobrepasan jamás a las de la Comisión. Lo sorprendente –para un marciano, quiero decir– es que la vuelta del PSOE al Gobierno –de coalición, en este caso–, tras el periodo iniciado en 2011, y cerrado a partir de 2015, en el que se formuló la crisis democrática europea, y la crisis de Régimen española, no le ha cambiado ni un milímetro. La agenda progresista de Sánchez no es otra que la de la Comisión. Esto es, no es necesariamente progresista. La Comisión confirma la agenda y el límite de lo posible, en todo caso. La reforma laboral solo llegó a lo que exigía la Comisión. Cuando las negociaciones iban a superar ese límite, Sánchez saboteó las negociaciones. Zas. La ley de vivienda, aplazada durante toda la legislatura, parece que se está encarando, con criterios que –ya veremos– satisfarán antes las reclamaciones de la Comisión que los itinerarios políticos españoles, nada radicales y presentes en otras legislaciones europeas. La reforma de las pensiones no ha tenido como límite lo no deseable o lo no justo, sino la Comisión. La ley mordaza –declarada constitucional por el TC, lo que habla más del TC que de esa ley– no ha sido cuestionada por la Comisión. Por lo que esa ley iliberal –imitada por Macron hasta que vio que no la aprobaría; los macronismos, como ven, no tienen muchos problemas con accesos puntuales a lo iliberal– no ha sido una prioridad en Moncloa. La ley del sí es sí, un producto absolutamente local –muchísimo, vamos–, no de la Comisión, ha sido, tal vez por eso mismo, un lío no solicitado y un lío escenográfico. En términos generales, resumiendo, lo señalado por la Comisión suele cumplirse, mientras que lo no señalado por la Comisión tiende a aplazarse, o a negarse. Con dos excepciones. Excepción a), los ERTEs. Que propiamente no fueron una medida de Moncloa/PSOE, sino de Trabajo Sumar/exUP. Y sí, los admitió y universalizó en breve la Comisión, y fueron una constante en la UE. Pero la propuesta, diseñada por Trabajo en febrero de 2020 –un mes antes del pitote de marzo–, e inicialmente recibida por Moncloa con la desconfianza hacia los objetos no-Comisión, nació sin Comisión que la ladrara. Excepción b), la Excepción Ibérica, un producto netamente PSOE, que garantiza los beneficios altos para las energéticas, no sea que venga “un riesgo financiero demasiado grande”, pero que supone una rebaja palpable en los recibos. El hecho de que la Comisión no haya aceptado para la UE esa fórmula de enriquecimiento asegurado para las energéticas explica la Comisión, esa joya, antes que el PSOE, esa otra joya. 

10- Sería dramático que las izquierdas de un Estado tuvieran su límite intelectual en la Comisión. Si no fuera, claro, porque eso conlleva otro hecho aún más dramático. El límite de las derechas locales. Que no es la Comisión. Lo que dibuja unas derechas locales a) sin límite, y b) intrínsecamente antieuropeas. 

Es cuestión de tiempo que las izquierdas entren en contradicción, pues la Comisión es un itinerario muy corto para el progresismo

11- Las derechas españolas –dos partidos y medio– tienen comportamientos que exceden la cultura liberal. Su margen de libertad es muy amplio, y está asegurado por la hegemonía en medios de comunicación, y por la aplicación de las cuatro reglas –sencillas; que aún haya partidos de izquierdas que se planteen que hacer eso es un ejercicio complicado y meritorio, enternece– que dibujan y marcan la polarización social, ese corsé a las ideas y a los comportamientos, y que modula la vida cotidiana en zonas en las que no hay refugio ante esa apisonadora. Esas derechas solo tienen un problema. Europa. Esto es, otra idea del constitucionalismo, otra idea del conservadurismo, otra idea de liberalismo, otra idea de la Justicia, otra idea de la información. Incluso otra idea de la corrupción. Incluso otra idea del ridículo.

12- Es cuestión de tiempo que esas derechas pasen a ser explícitamente antieuropeas, como ya lo son cuando se enfrentan a las políticas gubernamentales. Que, en sus grandes tramos, solo son políticas de la Comisión.

13- Es cuestión de tiempo –quizás, de menos tiempo– que las izquierdas españolas –dos partidos y medio– entren en confrontación, en contradicción, pues la Comisión es un itinerario muy corto no ya para la izquierda, sino para el progresismo. La mayor contradicción de esas izquierdas es asumir el neoliberalismo. Incluso su lenguaje. Cotidianamente. 

14- Spain is different. De manera intensa. Tiene hasta neoliberalismo de izquierdas, que accede al poder cuando ya no se puede respirar debido al neoliberalismo español, anti-europeo, asfixiante, radical. Y que deja el poder cuando agota su lenguaje en políticas neoliberales, ese infierno. Molaría una izquierda que explicara eso. Sus límites.  

1- La reforma de las pensiones en Francia explica el carácter no definitivo, endeble, poco agresiva incluso, de la reciente reforma española de las pensiones. Ya veremos, pero la sensación es que esta reforma es sumamente transitoria, y que hubo tratados con la Nación Sioux más estables y...

Este artículo es exclusivo para las personas suscritas a CTXT. Puedes iniciar sesión aquí o suscribirte aquí

Autor >

Guillem Martínez

Es autor de 'CT o la cultura de la Transición. Crítica a 35 años de cultura española' (Debolsillo), de '57 días en Piolín' de la colección Contextos (CTXT/Lengua de Trapo), de 'Caja de brujas', de la misma colección y de 'Los Domingos', una selección de sus artículos dominicales (Anagrama). Su último libro es 'Como los griegos' (Escritos contextatarios).

Suscríbete a CTXT

Orgullosas
de llegar tarde
a las últimas noticias

Gracias a tu suscripción podemos ejercer un periodismo público y en libertad.
¿Quieres suscribirte a CTXT por solo 6 euros al mes? Pulsa aquí

Artículos relacionados >

Deja un comentario


Los comentarios solo están habilitados para las personas suscritas a CTXT. Puedes suscribirte aquí