El pensamiento tecnocrático hace hincapié en la importancia del conocimiento técnico a la hora de tomar decisiones políticas. Aboga por la presencia de más expertos en altos cargos o, directamente, por sustituir a los actuales políticos por técnicos, pues considera que los problemas de la sociedad están relacionados con la incompetencia de los cargos políticos.

Diversos estudios muestran que las crisis económicas y los desastres naturales pueden reducir el apoyo a los partidos del gobierno y la confianza en las instituciones políticas, por lo que son un buen caldo de cultivo para el deseo de un gobierno más técnico.

Por ello, los investigadores Francesc Amat y Marco Pastor Mayo de la Universitat de Barcelona han querido averiguar qué impacto tuvo la crisis de la covid-19 en la popularidad de este tipo de ideas en España.

Según su encuesta, las principales ideas tecnocráticas contaban con un amplio apoyo entre los españoles ya antes de la pandemia, pues, en enero de 2020, el 48% afirmaban preferir una buena gestión frente a compartir ideas con el Gobierno; el 64%, “soluciones técnicas” frente a “programas políticos”, y el 58%, que quienes tomaran decisiones para el país fueran técnicos en lugar de políticos. Además, eran muy pocos los que se manifestaban claramente en contra de estos conceptos (24%, 11% y 12%, respectivamente).

Aun así, el apoyo a estas tres ideas creció en la pandemia. En marzo del 2020, la preferencia por una buena gestión sobre las ideas subió el 14%; por soluciones técnicas, el 8%, y por expertos al mando, el 9%. La popularidad de estas tres ideas se mantuvo durante los siguientes meses y en septiembre de 2021 seguía siendo superior al de enero de 2020. 

Hay que destacar que los españoles de derechas se muestran más favorables a la tecnocracia que los de izquierdas. El apoyo a las tres ideas tecnocráticas por parte de los ciudadanos de derechas estaba, en una escala de 0 a 10, 0,5 puntos por encima del de los de izquierdas en enero del 2020. Sin embargo, con la pandemia esa brecha creció hasta llegar a 0,8 puntos.

Al inicio de la pandemia, entre enero y marzo, el aumento de la simpatía por las ideas tecnocráticas afectó por igual a los de derechas y a los de izquierdas. Sin embargo, estas tendencias comenzaron a divergir con el paso del tiempo. Los de derechas se volvieron más tecnocráticos y los de izquierdas tendieron a volver a sus posiciones previas. Para los investigadores, esto sugiere que la brecha tecnocrática no creció por la pandemia como tal, sino a partir de la respuesta del gobierno y las reacciones políticas a ella.

Una posible explicación a esto es que la pandemia, simplemente, ocurrió cuando la izquierda estaba en el Gobierno. Otro factor puede ser que la derecha, en general, “tiende a ser más escéptica de la gobernanza popular” y lo muestra con más claridad en tiempos de crisis.

La encuesta muestra que, en las comunidades autónomas gobernadas por la derecha, el crecimiento de las ideas tecnocráticas fue mayor, también entre los ciudadanos de derechas, por lo que, según los autores, la pandemia activó unas preferencias que eran latentes en estas regiones.

Los autores del estudio confirman que los ciudadanos de derechas son más susceptibles a criticar a los gobiernos desde un punto de vista tecnocrático y que esa actitud se ha vuelto más común durante la pandemia, pero expresan sus dudas sobre si este cambio en las preferencias tendrá algún impacto en el panorama político, debido a que refleja una actitud de desconfianza general en los políticos que tal vez no tenga repercusión en el voto.