1. Número 1 · Enero 2015

  2. Número 2 · Enero 2015

  3. Número 3 · Enero 2015

  4. Número 4 · Febrero 2015

  5. Número 5 · Febrero 2015

  6. Número 6 · Febrero 2015

  7. Número 7 · Febrero 2015

  8. Número 8 · Marzo 2015

  9. Número 9 · Marzo 2015

  10. Número 10 · Marzo 2015

  11. Número 11 · Marzo 2015

  12. Número 12 · Abril 2015

  13. Número 13 · Abril 2015

  14. Número 14 · Abril 2015

  15. Número 15 · Abril 2015

  16. Número 16 · Mayo 2015

  17. Número 17 · Mayo 2015

  18. Número 18 · Mayo 2015

  19. Número 19 · Mayo 2015

  20. Número 20 · Junio 2015

  21. Número 21 · Junio 2015

  22. Número 22 · Junio 2015

  23. Número 23 · Junio 2015

  24. Número 24 · Julio 2015

  25. Número 25 · Julio 2015

  26. Número 26 · Julio 2015

  27. Número 27 · Julio 2015

  28. Número 28 · Septiembre 2015

  29. Número 29 · Septiembre 2015

  30. Número 30 · Septiembre 2015

  31. Número 31 · Septiembre 2015

  32. Número 32 · Septiembre 2015

  33. Número 33 · Octubre 2015

  34. Número 34 · Octubre 2015

  35. Número 35 · Octubre 2015

  36. Número 36 · Octubre 2015

  37. Número 37 · Noviembre 2015

  38. Número 38 · Noviembre 2015

  39. Número 39 · Noviembre 2015

  40. Número 40 · Noviembre 2015

  41. Número 41 · Diciembre 2015

  42. Número 42 · Diciembre 2015

  43. Número 43 · Diciembre 2015

  44. Número 44 · Diciembre 2015

  45. Número 45 · Diciembre 2015

  46. Número 46 · Enero 2016

  47. Número 47 · Enero 2016

  48. Número 48 · Enero 2016

  49. Número 49 · Enero 2016

  50. Número 50 · Febrero 2016

  51. Número 51 · Febrero 2016

  52. Número 52 · Febrero 2016

  53. Número 53 · Febrero 2016

  54. Número 54 · Marzo 2016

  55. Número 55 · Marzo 2016

  56. Número 56 · Marzo 2016

  57. Número 57 · Marzo 2016

  58. Número 58 · Marzo 2016

  59. Número 59 · Abril 2016

  60. Número 60 · Abril 2016

  61. Número 61 · Abril 2016

  62. Número 62 · Abril 2016

  63. Número 63 · Mayo 2016

  64. Número 64 · Mayo 2016

  65. Número 65 · Mayo 2016

  66. Número 66 · Mayo 2016

  67. Número 67 · Junio 2016

  68. Número 68 · Junio 2016

  69. Número 69 · Junio 2016

  70. Número 70 · Junio 2016

  71. Número 71 · Junio 2016

  72. Número 72 · Julio 2016

  73. Número 73 · Julio 2016

  74. Número 74 · Julio 2016

  75. Número 75 · Julio 2016

  76. Número 76 · Agosto 2016

  77. Número 77 · Agosto 2016

  78. Número 78 · Agosto 2016

  79. Número 79 · Agosto 2016

  80. Número 80 · Agosto 2016

  81. Número 81 · Septiembre 2016

  82. Número 82 · Septiembre 2016

  83. Número 83 · Septiembre 2016

  84. Número 84 · Septiembre 2016

  85. Número 85 · Octubre 2016

  86. Número 86 · Octubre 2016

  87. Número 87 · Octubre 2016

  88. Número 88 · Octubre 2016

  89. Número 89 · Noviembre 2016

  90. Número 90 · Noviembre 2016

  91. Número 91 · Noviembre 2016

  92. Número 92 · Noviembre 2016

  93. Número 93 · Noviembre 2016

  94. Número 94 · Diciembre 2016

  95. Número 95 · Diciembre 2016

  96. Número 96 · Diciembre 2016

  97. Número 97 · Diciembre 2016

  98. Número 98 · Enero 2017

  99. Número 99 · Enero 2017

  100. Número 100 · Enero 2017

  101. Número 101 · Enero 2017

  102. Número 102 · Febrero 2017

  103. Número 103 · Febrero 2017

  104. Número 104 · Febrero 2017

  105. Número 105 · Febrero 2017

  106. Número 106 · Marzo 2017

  107. Número 107 · Marzo 2017

  108. Número 108 · Marzo 2017

  109. Número 109 · Marzo 2017

  110. Número 110 · Marzo 2017

  111. Número 111 · Abril 2017

  112. Número 112 · Abril 2017

  113. Número 113 · Abril 2017

  114. Número 114 · Abril 2017

  115. Número 115 · Mayo 2017

  116. Número 116 · Mayo 2017

  117. Número 117 · Mayo 2017

  118. Número 118 · Mayo 2017

  119. Número 119 · Mayo 2017

  120. Número 120 · Junio 2017

  121. Número 121 · Junio 2017

  122. Número 122 · Junio 2017

  123. Número 123 · Junio 2017

  124. Número 124 · Julio 2017

  125. Número 125 · Julio 2017

  126. Número 126 · Julio 2017

  127. Número 127 · Julio 2017

  128. Número 128 · Agosto 2017

  129. Número 129 · Agosto 2017

  130. Número 130 · Agosto 2017

  131. Número 131 · Agosto 2017

  132. Número 132 · Agosto 2017

  133. Número 133 · Septiembre 2017

  134. Número 134 · Septiembre 2017

  135. Número 135 · Septiembre 2017

  136. Número 136 · Septiembre 2017

  137. Número 137 · Octubre 2017

  138. Número 138 · Octubre 2017

  139. Número 139 · Octubre 2017

  140. Número 140 · Octubre 2017

  141. Número 141 · Noviembre 2017

  142. Número 142 · Noviembre 2017

  143. Número 143 · Noviembre 2017

  144. Número 144 · Noviembre 2017

  145. Número 145 · Noviembre 2017

  146. Número 146 · Diciembre 2017

  147. Número 147 · Diciembre 2017

  148. Número 148 · Diciembre 2017

  149. Número 149 · Diciembre 2017

  150. Número 150 · Enero 2018

  151. Número 151 · Enero 2018

  152. Número 152 · Enero 2018

  153. Número 153 · Enero 2018

  154. Número 154 · Enero 2018

  155. Número 155 · Febrero 2018

  156. Número 156 · Febrero 2018

  157. Número 157 · Febrero 2018

  158. Número 158 · Febrero 2018

  159. Número 159 · Marzo 2018

  160. Número 160 · Marzo 2018

  161. Número 161 · Marzo 2018

  162. Número 162 · Marzo 2018

  163. Número 163 · Abril 2018

  164. Número 164 · Abril 2018

  165. Número 165 · Abril 2018

  166. Número 166 · Abril 2018

  167. Número 167 · Mayo 2018

  168. Número 168 · Mayo 2018

  169. Número 169 · Mayo 2018

  170. Número 170 · Mayo 2018

  171. Número 171 · Mayo 2018

  172. Número 172 · Junio 2018

  173. Número 173 · Junio 2018

  174. Número 174 · Junio 2018

  175. Número 175 · Junio 2018

  176. Número 176 · Julio 2018

  177. Número 177 · Julio 2018

  178. Número 178 · Julio 2018

  179. Número 179 · Julio 2018

  180. Número 180 · Agosto 2018

  181. Número 181 · Agosto 2018

  182. Número 182 · Agosto 2018

  183. Número 183 · Agosto 2018

  184. Número 184 · Agosto 2018

  185. Número 185 · Septiembre 2018

  186. Número 186 · Septiembre 2018

  187. Número 187 · Septiembre 2018

  188. Número 188 · Septiembre 2018

  189. Número 189 · Octubre 2018

  190. Número 190 · Octubre 2018

  191. Número 191 · Octubre 2018

  192. Número 192 · Octubre 2018

  193. Número 193 · Octubre 2018

  194. Número 194 · Noviembre 2018

  195. Número 195 · Noviembre 2018

  196. Número 196 · Noviembre 2018

  197. Número 197 · Noviembre 2018

  198. Número 198 · Diciembre 2018

  199. Número 199 · Diciembre 2018

  200. Número 200 · Diciembre 2018

  201. Número 201 · Diciembre 2018

  202. Número 202 · Enero 2019

  203. Número 203 · Enero 2019

  204. Número 204 · Enero 2019

  205. Número 205 · Enero 2019

  206. Número 206 · Enero 2019

  207. Número 207 · Febrero 2019

  208. Número 208 · Febrero 2019

  209. Número 209 · Febrero 2019

  210. Número 210 · Febrero 2019

  211. Número 211 · Marzo 2019

  212. Número 212 · Marzo 2019

  213. Número 213 · Marzo 2019

  214. Número 214 · Marzo 2019

  215. Número 215 · Abril 2019

  216. Número 216 · Abril 2019

  217. Número 217 · Abril 2019

  218. Número 218 · Abril 2019

  219. Número 219 · Mayo 2019

  220. Número 220 · Mayo 2019

  221. Número 221 · Mayo 2019

  222. Número 222 · Mayo 2019

  223. Número 223 · Mayo 2019

  224. Número 224 · Junio 2019

  225. Número 225 · Junio 2019

  226. Número 226 · Junio 2019

  227. Número 227 · Junio 2019

  228. Número 228 · Julio 2019

  229. Número 229 · Julio 2019

  230. Número 230 · Julio 2019

  231. Número 231 · Julio 2019

  232. Número 232 · Julio 2019

  233. Número 233 · Agosto 2019

  234. Número 234 · Agosto 2019

  235. Número 235 · Agosto 2019

  236. Número 236 · Agosto 2019

  237. Número 237 · Septiembre 2019

  238. Número 238 · Septiembre 2019

  239. Número 239 · Septiembre 2019

  240. Número 240 · Septiembre 2019

  241. Número 241 · Octubre 2019

  242. Número 242 · Octubre 2019

  243. Número 243 · Octubre 2019

  244. Número 244 · Octubre 2019

  245. Número 245 · Octubre 2019

  246. Número 246 · Noviembre 2019

  247. Número 247 · Noviembre 2019

  248. Número 248 · Noviembre 2019

  249. Número 249 · Noviembre 2019

  250. Número 250 · Diciembre 2019

  251. Número 251 · Diciembre 2019

  252. Número 252 · Diciembre 2019

  253. Número 253 · Diciembre 2019

  254. Número 254 · Enero 2020

  255. Número 255 · Enero 2020

  256. Número 256 · Enero 2020

  257. Número 257 · Febrero 2020

  258. Número 258 · Marzo 2020

  259. Número 259 · Abril 2020

  260. Número 260 · Mayo 2020

  261. Número 261 · Junio 2020

  262. Número 262 · Julio 2020

  263. Número 263 · Agosto 2020

  264. Número 264 · Septiembre 2020

  265. Número 265 · Octubre 2020

  266. Número 266 · Noviembre 2020

  267. Número 267 · Diciembre 2020

  268. Número 268 · Enero 2021

  269. Número 269 · Febrero 2021

  270. Número 270 · Marzo 2021

  271. Número 271 · Abril 2021

  272. Número 272 · Mayo 2021

  273. Número 273 · Junio 2021

  274. Número 274 · Julio 2021

  275. Número 275 · Agosto 2021

  276. Número 276 · Septiembre 2021

  277. Número 277 · Octubre 2021

  278. Número 278 · Noviembre 2021

  279. Número 279 · Diciembre 2021

  280. Número 280 · Enero 2022

  281. Número 281 · Febrero 2022

  282. Número 282 · Marzo 2022

  283. Número 283 · Abril 2022

  284. Número 284 · Mayo 2022

  285. Número 285 · Junio 2022

  286. Número 286 · Julio 2022

  287. Número 287 · Agosto 2022

  288. Número 288 · Septiembre 2022

  289. Número 289 · Octubre 2022

  290. Número 290 · Noviembre 2022

  291. Número 291 · Diciembre 2022

  292. Número 292 · Enero 2023

  293. Número 293 · Febrero 2023

  294. Número 294 · Marzo 2023

  295. Número 295 · Abril 2023

  296. Número 296 · Mayo 2023

  297. Número 297 · Junio 2023

  298. Número 298 · Julio 2023

  299. Número 299 · Agosto 2023

  300. Número 300 · Septiembre 2023

  301. Número 301 · Octubre 2023

  302. Número 302 · Noviembre 2023

  303. Número 303 · Diciembre 2023

  304. Número 304 · Enero 2024

  305. Número 305 · Febrero 2024

  306. Número 306 · Marzo 2024

  307. Número 307 · Abril 2024

  308. Número 308 · Mayo 2024

  309. Número 309 · Junio 2024

  310. Número 310 · Julio 2024

  311. Número 311 · Agosto 2024

  312. Número 312 · Septiembre 2024

  313. Número 313 · Octubre 2024

  314. Número 314 · Noviembre 2024

Ayúdanos a perseguir a quienes persiguen a las minorías. Total Donantes 3.347 Conseguido 91% Faltan 15.800€

CAFÉ BABEL (II)

Las uñas del imperio

Las reivindicaciones de las nuevas generaciones son
respetables pero, en la práctica, molestas

Alba E. Nivas 12/08/2023

<p>Salón de manicura en París. /<strong> pagesjaunes.fr</strong></p>

Salón de manicura en París. / pagesjaunes.fr

En CTXT podemos mantener nuestra radical independencia gracias a que las suscripciones suponen el 70% de los ingresos. No aceptamos “noticias” patrocinadas y apenas tenemos publicidad. Si puedes apoyarnos desde 3 euros mensuales, suscribete aquí

En la antipatía que me provocaba la mujer china latía una forma soterrada de racismo. Por más que me empeñara en atribuirla a otras razones, los malos ojos con que la miraba de refilón mientras le quitaba el candado a la bici por las mañanas, el breve sentimiento de superioridad frente a la sumisión de su rostro con mascarilla, concentrado en una actividad tan superficial y desdeñable como la manicura, contradecían mis prédicas altruistas. No me sentía orgullosa, pero no era cuestión de obviarlo, así que decidí escarbar en el sentimiento.

El contexto era poco propicio y me predisponía al recelo, por no decir al desprecio. Cuando abrieron el salón de manicura –especializado en uñas postizas–, calcado a otros dos en la misma manzana, todos ellos regentados por chinos, constaté el cambio sin sorpresa. El anterior era una boutique de ropa de inspiración africana que quebró con la pandemia. Otro dispensario de vanidad en el barrio, pensé. En París crecen los sombreros. La imaginación se dispersa en el adorno y no hay fantasía material decorativa de cualquier lugar del mundo que no halle su réplica expuesta en alguna vitrine. Las formas, que mariposean libremente entre los artesanos de la belleza, son amaestradas al vuelo raso de la creatividad mercantil y cristalizadas en los primorosos escaparates.

El orden natural de las cosas urbanas. En el salón de manicura las mujeres se sientan y entregan las manos a las empleadas chinas para dotarse de uñas falsas american style o cambiar la apariencia y el color de las naturales. Las más aventureras ponen los pies a remojo antes de la pedicura y se dejan masajear por un vibrante sillón negro. Nada nuevo bajo el sol. Un número incalculable de mujeres experimenta la necesidad de afilar sus garras seductoras sometiéndose a indelicadas operaciones de limado, corte y pulido mediante un ritual de tratamientos químicos altamente tóxicos.

Hipsters comiendo en hamburgueserías vegetarianas, tiendas de ropa de segunda mano a precio de primera

Lo normal. Hipsters comiendo en hamburgueserías vegetarianas, tiendas de ropa de segunda mano a precio de primera, gente caminando con orejas de ratón Disney, vernissages de tiendas de gafas, pizzerías de aire, boutiques efímeras, concept-stores inexplicables, norteamericanos con acento Netflix blandiendo fieramente sus baguettes, empleados de banco con viseras de baseball, militares de camuflaje del plan vigipirate patrullando la coherencia del conjunto.

Miro por la ventana y veo a las dependientas fumarse el aburrimiento a la puerta de las boutiques. En la atmósfera dorada de principios de verano apenas se aprecian las cicatrices del asfalto. Los servicios de limpieza del Ayuntamiento cumplieron con el cometido de no dejar rastros de las protestas. Pero el plástico quemado de las basuras se adhiere al asfalto y las costras de la cólera popular todavía no se han secado. En las venas de la otra ciudad late el pulso de una lucidez que no se somete a la anestesia autoritaria.

Poco a poco, empecé a vislumbrar que la irritación era, en realidad, una forma encubierta de envidia

Pronto advertí que la animadversión por la mujer china no sólo estaba relacionada con el servilismo con que desempeñaba su tarea. Contribuía sin duda el ambiente del local. Me exaspera ese tipo de mujeres con una conciencia corporal tan limitada que desperdician la existencia obedeciendo estereotipos de belleza y defendiéndose en vano del paso del tiempo. En París hay legiones de tarjetas doradas dedicadas a tal profesión. No era eso. Poco a poco, empecé a vislumbrar que la irritación era, en realidad, una forma encubierta de envidia. Incluso al otro lado del cristal y a varios metros de distancia, me parecía evidente que la empleada china realizaría cualquier tipo de trabajo con la misma absorción. Eso me interpelaba.

Su presencia se fundía con el decorado, era como si estuviera en una de esas fotografías de Liu Bolin, perfectamente mimetizada en el salón de belleza. Si semejante disposición traía causa de sus antepasados taoístas, seculares hábitos budistas o era cosa de la revolución cultural, poco me importaba. La cuestión era que entre la mujer y su trabajo no mediaba su yo, algo inalcanzable para el dicharachero-ego-reportero del mundo laboral que a mí me llevara de profesión en profesión hasta hacer incomprensible mi currículum. En la frente lisa de la china se reflejaba el diáfano espacio mental que posibilita la suspensión del juicio, hazaña máxima. El mío en comparación es un frontón de pelota vasca.

La confirmación de que no era una simple descerebrada aplastada por el número de sus congéneres y la mafia llegó una tarde, hace pocos meses. Al doblar la esquina de regreso a casa, de pronto la vi, por primera vez, fuera del salón de manicura, de rodillas. En medio de la acera había un tiesto de orquídeas que vaporizaba con meticulosa atención, desentendida de los vecinos que pasaban censurando la dérangeante ocupación del espacio público. Como finas antenas cósmicas, los tallos se erguían hacia la luz solar que hacía reverberar el rosa imposible de los pétalos, su delicada y tenaz curvatura. En contraste con el gris fatigado de la acera, fosforescían.

Desde hace algún tiempo tengo esa impresión al mirar las plantas; es como si sus colores vibraran con mayor intensidad, ofreciéndose desde un mundo paralelo, mudo e inmóvil, inmersas en un poderoso sueño activo. La obstinación con que se aferran a las ínfimas porciones de suelo, en ocasiones al borde mismo de las aceras o emergiendo de cualquier grieta para desplegar sus variadísimas artimañas existenciales, me deja perpleja. Su forma de estar en el mundo, completamente abiertas, integralmente expuestas y fundidas con el entorno, aceptando todas sus contingencias, todos sus matices, es digna de reverencia. No hacen distinciones. Bajo el sol o las nubes, mecidas por el viento o cubiertas de lluvia, su vida es pura cosmogonía en acción. Absorben y convierten la luz solar en sustancia orgánica, fijando su energía dispersa en la carne viva de la Tierra capaz de alimentar al resto de los cuerpos. Gracias a la fotosíntesis del reino vegetal, nuestro planeta produce la atmósfera en la que respiramos el resto de los seres animados, imbricados, recíproca e inexorablemente, en un mismo aliento solar.

La mujer contemplaba las orquídeas con una mezcla de fascinación y agradecimiento que me era familiar. Las cuidaba con el mismo mimo que yo a los pensamientos azules del balcón. Seguro que sus minúsculos volcanes cromáticos le alegran la vida en el salón de manicura. Quién se resiste a semejante explosión de dicha estética, todas esas formas y colores, combinando texturas y apariencias para atraer el mundo hacia su interior, ofreciéndose al viento, los pájaros y las abejas para dejarse transformar y prolongar su ser más allá de la forma...

La mujer contemplaba las orquídeas con una mezcla de fascinación y agradecimiento que me era familiar

Me pregunto si a la china también le gustan los libros de botánica, aunque lo más probable es que vea vídeos de YouTube o Tiktok en el móvil cuando no hay clientes. En todo caso, encuentro positivo y alentador el nuevo fenómeno editorial de los libros sobre naturaleza. Parece que el gran público empieza a salir de la inopia paradigmática. También el mundo del arte se hace eco de la tendencia de reconexión con la Tierra. En los últimos años, sobre todo desde la pandemia, he visto anunciadas exposiciones sobre árboles y plantas en varios museos y fundaciones de la ciudad. El arte y la ciencia dialogan con creciente fluidez fuera de sus corralitos.

En los barrios del centro se multiplican los espacios vegetalizables que permiten a los vecinos experimentar sus propias plantaciones restando superficie al asfalto. Los nuevos parques, a su vez, reservan espacios de huertas a asociaciones y colectivos. En el espacio urbano, donde convergen tantos intereses y disputas, se abre paso una nueva sensibilidad social que busca otros horizontes de convivencia entre las especies. Ignoro si la oleada de perros en París –y me consta que en muchas otras ciudades– se debe a la misma tendencia o es sólo una extensión del narcisismo humano al inocente reino de los cánidos. La proliferación de clínicas veterinarias y tiendas de artículos perrunos de los últimos tiempos es cuando menos asombrosa. Me inclino a pensar, más compasivamente, que la oleada de amor perruno tiene mucho que ver con el miedo y la soledad durante la pandemia. La gente necesita poder confiar en algo.

Salgo a la calle con idea de sacar una foto del salón de manicura para ilustrar este texto. Para que no sospechen, me acuclillo y enfoco las uñas postizas buscando un ángulo que incluya también a la empleada china. Algo debe notar porque se gira hacia mí con recelo y sorpresa. En el breve contacto visual me imagino a todos sus antepasados, como aquellos guerreros de terracota, haciendo cola desde la meseta de Yunnan-Guizhou hasta las puertas del salón de manicura. Y pienso en las palabras de Confucio: “La vía no es seguida, lo sé. Los hombres inteligentes se pasan, los ignorantes se quedan cortos. La vía no es bien conocida, lo sé”.

Sigo caminando en dirección a la Bastille y el Port de l’Arsenal. En el boulevard Bourdon reparo en las nuevas jardineras que el Ayuntamiento ha creado abriendo zanjas entre los árboles. Son muy espaciosas y están repletas de vigorosas plantas vivaces en una mezcla arbitraria que poco tiene que ver con el clásico jardín francés bien ordenado. Según rezan los cartelitos, están concebidas para refrescar el aire en los picos de calor, supongo que como parte del plan de adaptación de París al cambio climático.

El paseo no dura mucho, precisamente porque hace demasiado calor. Me siento en un banco a la sombra de unos tilos centenarios, embriagada por el sutil aroma dulzón que exhalan. De pronto siento como si tuviera los ojos a medio metro detrás de la nuca. Observo las poderosas raíces de los árboles que están levantado los adoquines y formando pequeños montículos irregulares en el pavimento. Allí quieta, por unos segundos me siento literalmente detrás de las cosas, mirando el boulevard desde un espacio ciego y sin referencias, ilocalizable y no obstante dentro de esa otra realidad inconcebiblemente mayor en la que los árboles hunden sus raíces. Casi puedo oírlos respirar y expandirse, resquebrajando las apariencias de lo cotidiano.

Pienso en “Les Soulevements de la Terre”, cuya disolución acaba de ser decretada por el Gobierno de Macrón. Con esa decisión se desploma toda la retórica oficial sobre la transición ecológica. Puestos a elegir, prefieren defender los equipamientos de las empresas destructoras de eventuales daños materiales. Las reivindicaciones de las nuevas generaciones son respetables pero, en la práctica, molestas. De un tiempo a esta parte su estrategia es criminalizar sistemáticamente a los activistas ecologistas y evitar entrar en consideraciones de fondo.

De regreso por el boulevard Richard Lenoir, miro a los operarios desmontar los puestos del mercado de Bastille. Me cruzo con varios grupos de turistas norteamericanos sudorosos. En la atmósfera de pereza y despreocupación oficial que inauguran las vacaciones de verano, el recuerdo de la brutalidad policial de las manifestaciones de los meses pasados parece un mal sueño. Aún veo pasar los carros blindados en dirección a las multitudes. Todavía oigo las sirenas y las detonaciones de los lanzagranadas de gases lacrimógenos.

El imperio se defiende del sentido común con uñas y dientes.

NOTAS

Las consideraciones sobre las plantas se deben a la lectura del libro La vie des plants. Une métaphysique du mélange, de Emmanuele Coccia. Les Soulevements de la Terre (‘Los Levantamientos de la Tierra’) es un movimiento de resistencia ecologista en el que confluyen numerosas ONGs, asociaciones, colectivos, comités locales y varias organizaciones sindicales que cuenta con bastante respaldo de la opinión pública. En el momento de escritura de este texto aún no habían estallado los motines urbanos.  

En la antipatía que me provocaba la mujer china latía una forma soterrada de racismo. Por más que me empeñara en atribuirla a otras razones, los malos ojos con que la miraba de refilón mientras le quitaba el candado a la bici por las mañanas, el breve sentimiento de superioridad frente a la sumisión de su rostro...

Este artículo es exclusivo para las personas suscritas a CTXT. Puedes iniciar sesión aquí o suscribirte aquí

Autora >

Alba E. Nivas

Suscríbete a CTXT

Orgullosas
de llegar tarde
a las últimas noticias

Gracias a tu suscripción podemos ejercer un periodismo público y en libertad.
¿Quieres suscribirte a CTXT por solo 6 euros al mes? Pulsa aquí

Artículos relacionados >

2 comentario(s)

¿Quieres decir algo? + Déjanos un comentario

  1. antonio-toston-de-la-calle

    Desde el fondo de mi alma un abrazo MUY FUERTE para PABLO IGLESIAS, Y A IRENE Y SUS HIJOS Algún dia se hará JUSTICIA PARA VOSOTROS

    Hace 1 año 3 meses

  2. antonio-toston-de-la-calle

    Espero de vosotros que veáis en mi una persona responsable. Lo que escribo está pensado y documentado de mis miles de libros leídos a lo largo de mi vida ya larga donde he pasado por mi Magisterio (Maestro) y Licenciatura en Psicología y Derecho (no acabado). He hecho comentarios en Diario Pùblico y antes en El diario.es , cientos, pero últimamente no admiten COMENTARIOS me he dado de baja, Yo soy muy crítico pero la razón y su uso mi base. Hoy desde que nació me ilusionó PODEMOS. Y sigo. Muchas gracias.

    Hace 1 año 3 meses

Deja un comentario


Los comentarios solo están habilitados para las personas suscritas a CTXT. Puedes suscribirte aquí