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Que el Atlético de Madrid gane al Cádiz en el Metropolitano entra dentro de la lógica del fútbol viendo el potencial de un equipo y de otro. Claro que si tenemos en cuenta que los rojiblancos afrontaban el partido con siete bajas, con ausencias en todas las líneas, y que a los 27 minutos iban perdiendo por 0-2, podemos acordar que el triunfo conseguido en el Metropolitano por los hombres de Simeone tuvo mucho mérito. Enfrente hubo un rival que se lo puso muy difícil, que durante bastantes minutos soñó con llevarse algo positivo, pero que finalmente terminó claudicando, entre otras cosas porque enfrente tuvo a un jugador como Ángel Correa, que cuando tiene su noche es una pesadilla para el rival. Y eso que jugó con molestias en la rodilla.
Un partido está compuesto de arreones por parte de uno y otro equipo, y cuando te tocan favorables hay que saber aprovechar. Si no lo haces, sabes que puedes tener problemas. Aquello tan manido de que el que perdona lo paga. El desarrollo del duelo podía haber sido otro muy distinto si en los primeros cinco minutos el Atleti hubiera aprovechado una de las dos oportunidades claras que tuvo, ambas en las botas de Griezmann, pero en la primera –tras recibir un taconazo de Correa (que empezaba su recital)– mandaba al poste un remate con la zurda en el área, y en la segunda no pudo batir al guardameta Ledesma en el mano a mano tras dejar atrás a varios rivales.
El Cádiz salió vivo de ese arreón inicial de los rojiblancos y empezó a ajustar marcajes en su defensa de cinco zagueros, novedad por la que apostó su técnico. Y la primera vez que se acercó al área de Oblak obtuvo recompensa, en una jugada que tuvo su polémica. A Riquelme le hicieron una falta no pitada, suponemos que por dar una discutible ley de la ventaja al caerle el balón a Koke, al que de forma inmediata le robaron la pelota en otra posible infracción. El caso es que Alcaraz avanzó, combinó con Chris Ramos y éste metió un pase raso cruzado en el área que, en el segundo palo, remató Lucas Pires a la red adelantándose a Nahuel. Protestaron los jugadores, el banquillo, Simeone, pero no sirvió de nada.
El gol dio moral y confianza al Cádiz, hasta el punto de que poco después, Fali se atrevió a disparar desde su propio campo viendo adelantado a Oblak y el balón no entró por unos pocos centímetros ante la mirada temerosa del esloveno, que no tuvo un plácido compromiso el día que cumplía 400 partidos como colchonero. Si llega a entrar habría sido uno de los goles más espectaculares de la temporada, sin duda. Griezmann buscó el empate con un disparo de falta directa, pero el balón salió rozando la escuadra. Sin embargo la zozobra en el Metropolitano se iba a multiplicar cuando un saque de puerta de Ledesma se encontró con un despeje de cabeza defectuoso de Azpilicueta, que mandó el balón hacia su propia portería, con la mala suerte de que dejó a Roger en situación de mano a mano ante Oblak, al que superó con una vaselina. Witsel reaccionó tarde y no llegó a tiempo de cortar la jugada.
La cosa pintaba fea para los atléticos, pero fue el momento en que apareció el ángel que acompaña a Correa. Al Cádiz no le dio mucho tiempo para disfrutar de su ventajosa situación, porque apenas cuatro minutos después de ampliar su ventaja llegó el 1-2. Pase filtrado entre la defensa por Koke para el delantero argentino, que en un primer intento en el mano a mano se encontró con Ledesma, pero el rechace lo recogió Llorente y, tras pasar el balón por Griezmann y Saúl, acabó en Azpilicueta, que metió un buen centro al área grande para que Angelito se desmarcara de Meré y rematara de cabeza a la red.
La cosa pintaba fea para los atléticos, pero fue el momento en que apareció el ángel que acompaña a Correa
En esa misma jugada se lesionó el defensa cadista Fali, una baja que notaría su equipo el resto del partido. El Atleti lo intentó hasta el descanso sin volver a inquietar la portería rival. A los colchoneros les costaba mucho superar la red defensiva visitante, y en eso tuvo que ver el papel gris que tuvieron en esos primeros 45 minutos sus jugadores de banda. Ni Nahuel ni Llorente por la derecha, ni Saúl ni Riquelme por la izquierda podían desnivelar la rocosa zaga amarilla.
Más de uno apostaba en el descanso por retirar a Nahuel o Llorente para dar entrada a otros jugadores. Una vez más acertó Simeone al no quitarlos, especialmente en el caso del lateral, que en el segundo tiempo mejoró mucho sus prestaciones. Y si clave había sido marcar el 1-2 al poco de recibir el segundo tanto, igual de importante fue que en la primera jugada de la reanudación llegara el empate. Pase de Nahuel al área, donde recibe Correa, que pegado a la línea de fondo y con el defensa Mbaye junto a él se saca un pase de tacón a Llorente que toca lo justo ante la salida de Ledesma. El balón rechazado por el portero lo recoge el propio Nahuel, que seguía la jugada, y su disparo acaba en la red después de tocar en Javi Hernández, que estaba caído casi sobre la línea tras chocar con su guardameta.
El 2-2 fue una dosis de convencimiento para el Atleti de que la remontada era factible y un golpe anímico para el Cádiz, que veía perder una sustanciosa ventaja, tan difícil de conseguir en el campo de uno de los grandes. Subido a la ola de la euforia, a punto estuvo de llegar el tercero en un precioso remate en parábola de Griezmann desde fuera del área que buscaba la escuadra y que Ledesma desvió en una gran parada.
El Cádiz se fue difuminando poco a poco, aunque Chris Ramos aprovechó un buen pase de Lucas Pires para rematar de cabeza y obligar a Oblak a desviar a córner. Mientras, Correa seguía a lo suyo. Regateando jugadores en el área rival y buscando el gol con un disparo que se le fue alto. Simeone no tenía muchas alternativas en el banquillo, pero en el minuto 60 decidió meter de golpe al campo a Giménez, De Paul y Lino, al que había dado descanso de inicio tras acumular muchos minutos, por Llorente, Koke y Riquelme.
Apenas cinco minutos después, se culminó la remontada con una acción coral propia de ese juego preciosista que muchos de los que no ven nunca un partido de los de Simeone dicen que no sabe hacer. Envío de Azpilicueta desde la defensa para que Griezmann dé un pase de cabeza a la altura del medio campo para el desmarque de Nahuel Molina, quien tras avanzar unos metros cruza el balón de derecha a izquierda, siendo recogido por Lino, que espera por su izquierda la internada de Saúl y le pasa el balón ya dentro del área. El ilicitano ve desmarcado a Correa y su pase es aprovechado por el argentino para rematar a la altura de la línea del área pequeña y poner el 3-2. Maravillosa jugada que debería ser ejemplo de cómo ejecutar un contragolpe. Quinta asistencia de Saúl en la Liga. Que buena noticia para él y para el Atleti.
En la recta final del choque estuvo más cerca el cuarto de los locales, con oportunidades para Griezmann, De Paul y Lino, que el posible empate de un Cádiz que parecía no creer en ello. Tan solo tuvo un disparo de Iza a la salida de un córner, que se encontró con una buena respuesta de Oblak. Los rojiblancos enfriaron el juego hasta el pitido final con buenas combinaciones en las que asumió protagonismo De Paul, cuya vuelta tras la lesión debe ser positiva para el equipo.
Un triunfo que completa una semana exitosa para los rojiblancos, al sacar nueve puntos sobre nueve en condiciones difíciles por la plaga de lesiones que asolan la plantilla. Antes del nuevo parón de selecciones quedan otros dos importantes y difíciles compromisos en el Metropolitano. Esperan el Feyenoord en Champions y la Real Sociedad en Liga. Veremos si queda gasolina en los futbolistas rojiblancos más utilizados en estas últimas semanas hasta la recuperación de más compañeros.
Que el Atlético de Madrid gane al Cádiz en el Metropolitano entra dentro de la lógica del fútbol viendo el potencial de un equipo y de otro. Claro que si tenemos en cuenta que los rojiblancos afrontaban el partido con siete bajas, con ausencias en todas las líneas, y que a los 27 minutos iban perdiendo por 0-2,...
Autor >
Ricardo Uribarri
Periodista. Empezó a cubrir la información del Atleti hace más de 20 años y ha pasado por medios como Claro, Radio 16, Época, Vía Digital, Marca y Bez. Actualmente colabora con XL Semanal y se quita el mono de micrófono en Onda Madrid.
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