El medio digital se ha convertido en una parte fundamental en la vida de prácticamente cualquier persona, sobre todo en el caso de los y las más jóvenes. Por eso, y con el objetivo de sacar conclusiones con respecto a las consecuencias de esta omnipresencia de las nuevas tecnologías, el Observatorio Nacional de Tecnología y Sociedad ha publicado el informe ‘Impacto del aumento del uso de Internet y las redes sociales en la salud mental de jóvenes y adolescentes’.

El enfoque del mismo coloca el período de pandemia de covid-19 en un lugar central de la investigación, puesto que fue un momento en el que “aumentó el uso de tecnologías digitales e Internet, y muy particularmente las plataformas y servicios online como las redes sociales y los videojuegos”. Así, el estudio se cuestiona acerca del uso compulsivo de Internet como un trastorno en el ámbito de la salud mental.

El dato más preocupante tiene que ver con el uso entre la juventud, pues una de cada tres personas (33%) de entre 12 y 16 años se encuentra “en riesgo elevado de hacer uso compulsivo de servicios digitales”. Ese porcentaje desciende hasta el 11,3% cuando se trata de adolescentes de entre 15 y 24 años, aunque ha crecido en casi dos puntos porcentuales con respecto al año 2017.

Llama la atención también que un 26% de los y las jóvenes aseguran pasar “bastante o mucho tiempo” en soledad desde que usan dispositivos tecnológicos, un 12,9% ha reducido bastante o mucho el tiempo dedicado a salidas culturales y un 22,5% ha reducido considerablemente el tiempo dedicado a actividades que no requieren de acceso a internet, como por ejemplo el deporte.

Un 78% de jóvenes asegure recibir “siempre o casi siempre” comentarios positivos en sus publicaciones, lo que contradice la imagen de las RRSS 

Son muchos los prejuicios que rodean las redes sociales y, en general, Internet, así que el informe ha tratado de esclarecer cuáles son realmente las consecuencias que pueden relacionarse directamente con el medio digital. En 2021, el 21,1% de adolescentes y jóvenes consideraba que la interacción a través de las redes sociales les generaba mucho estrés. Según Unicef, “los niveles de bienestar emocional, integración social y satisfacción con la vida son siempre inferiores entre los que presentan un uso problemático de Internet”. De hecho, y aunque la organización advierte de que no se puede establecer una relación clara de causa-efecto, la tasa de depresión se triplica en estos casos.

La autopercepción es otro de los elementos que más fácilmente salen a la palestra al hablar sobre la adicción a las redes sociales, y la realidad es que las mujeres de entre 14 y 24 años que utilizan Instagram durante más de dos horas al día presentan mayores niveles de descontento con su propio cuerpo que el resto, así como autoestima baja y deseos de perder peso.

A pesar de todo ello, es importante huir de la tecnofobia, y el informe deja claros algunos motivos de peso. Citando resultados de otros estudios, se enumeran una serie de beneficios mencionados por muchos y muchas adolescentes al ser cuestionados acerca del uso de Internet. La mayoría sienten que son más aceptados en el medio digital (58%), encuentran personas que les muestran su apoyo en momentos difíciles (67%) y sienten más libertad para mostrar su lado creativo (71%). El hecho de que un 78% de jóvenes asegure recibir “siempre o casi siempre” comentarios positivos en sus publicaciones contradice la imagen de las redes sociales como un lugar esencialmente tóxico.