1. Número 1 · Enero 2015

  2. Número 2 · Enero 2015

  3. Número 3 · Enero 2015

  4. Número 4 · Febrero 2015

  5. Número 5 · Febrero 2015

  6. Número 6 · Febrero 2015

  7. Número 7 · Febrero 2015

  8. Número 8 · Marzo 2015

  9. Número 9 · Marzo 2015

  10. Número 10 · Marzo 2015

  11. Número 11 · Marzo 2015

  12. Número 12 · Abril 2015

  13. Número 13 · Abril 2015

  14. Número 14 · Abril 2015

  15. Número 15 · Abril 2015

  16. Número 16 · Mayo 2015

  17. Número 17 · Mayo 2015

  18. Número 18 · Mayo 2015

  19. Número 19 · Mayo 2015

  20. Número 20 · Junio 2015

  21. Número 21 · Junio 2015

  22. Número 22 · Junio 2015

  23. Número 23 · Junio 2015

  24. Número 24 · Julio 2015

  25. Número 25 · Julio 2015

  26. Número 26 · Julio 2015

  27. Número 27 · Julio 2015

  28. Número 28 · Septiembre 2015

  29. Número 29 · Septiembre 2015

  30. Número 30 · Septiembre 2015

  31. Número 31 · Septiembre 2015

  32. Número 32 · Septiembre 2015

  33. Número 33 · Octubre 2015

  34. Número 34 · Octubre 2015

  35. Número 35 · Octubre 2015

  36. Número 36 · Octubre 2015

  37. Número 37 · Noviembre 2015

  38. Número 38 · Noviembre 2015

  39. Número 39 · Noviembre 2015

  40. Número 40 · Noviembre 2015

  41. Número 41 · Diciembre 2015

  42. Número 42 · Diciembre 2015

  43. Número 43 · Diciembre 2015

  44. Número 44 · Diciembre 2015

  45. Número 45 · Diciembre 2015

  46. Número 46 · Enero 2016

  47. Número 47 · Enero 2016

  48. Número 48 · Enero 2016

  49. Número 49 · Enero 2016

  50. Número 50 · Febrero 2016

  51. Número 51 · Febrero 2016

  52. Número 52 · Febrero 2016

  53. Número 53 · Febrero 2016

  54. Número 54 · Marzo 2016

  55. Número 55 · Marzo 2016

  56. Número 56 · Marzo 2016

  57. Número 57 · Marzo 2016

  58. Número 58 · Marzo 2016

  59. Número 59 · Abril 2016

  60. Número 60 · Abril 2016

  61. Número 61 · Abril 2016

  62. Número 62 · Abril 2016

  63. Número 63 · Mayo 2016

  64. Número 64 · Mayo 2016

  65. Número 65 · Mayo 2016

  66. Número 66 · Mayo 2016

  67. Número 67 · Junio 2016

  68. Número 68 · Junio 2016

  69. Número 69 · Junio 2016

  70. Número 70 · Junio 2016

  71. Número 71 · Junio 2016

  72. Número 72 · Julio 2016

  73. Número 73 · Julio 2016

  74. Número 74 · Julio 2016

  75. Número 75 · Julio 2016

  76. Número 76 · Agosto 2016

  77. Número 77 · Agosto 2016

  78. Número 78 · Agosto 2016

  79. Número 79 · Agosto 2016

  80. Número 80 · Agosto 2016

  81. Número 81 · Septiembre 2016

  82. Número 82 · Septiembre 2016

  83. Número 83 · Septiembre 2016

  84. Número 84 · Septiembre 2016

  85. Número 85 · Octubre 2016

  86. Número 86 · Octubre 2016

  87. Número 87 · Octubre 2016

  88. Número 88 · Octubre 2016

  89. Número 89 · Noviembre 2016

  90. Número 90 · Noviembre 2016

  91. Número 91 · Noviembre 2016

  92. Número 92 · Noviembre 2016

  93. Número 93 · Noviembre 2016

  94. Número 94 · Diciembre 2016

  95. Número 95 · Diciembre 2016

  96. Número 96 · Diciembre 2016

  97. Número 97 · Diciembre 2016

  98. Número 98 · Enero 2017

  99. Número 99 · Enero 2017

  100. Número 100 · Enero 2017

  101. Número 101 · Enero 2017

  102. Número 102 · Febrero 2017

  103. Número 103 · Febrero 2017

  104. Número 104 · Febrero 2017

  105. Número 105 · Febrero 2017

  106. Número 106 · Marzo 2017

  107. Número 107 · Marzo 2017

  108. Número 108 · Marzo 2017

  109. Número 109 · Marzo 2017

  110. Número 110 · Marzo 2017

  111. Número 111 · Abril 2017

  112. Número 112 · Abril 2017

  113. Número 113 · Abril 2017

  114. Número 114 · Abril 2017

  115. Número 115 · Mayo 2017

  116. Número 116 · Mayo 2017

  117. Número 117 · Mayo 2017

  118. Número 118 · Mayo 2017

  119. Número 119 · Mayo 2017

  120. Número 120 · Junio 2017

  121. Número 121 · Junio 2017

  122. Número 122 · Junio 2017

  123. Número 123 · Junio 2017

  124. Número 124 · Julio 2017

  125. Número 125 · Julio 2017

  126. Número 126 · Julio 2017

  127. Número 127 · Julio 2017

  128. Número 128 · Agosto 2017

  129. Número 129 · Agosto 2017

  130. Número 130 · Agosto 2017

  131. Número 131 · Agosto 2017

  132. Número 132 · Agosto 2017

  133. Número 133 · Septiembre 2017

  134. Número 134 · Septiembre 2017

  135. Número 135 · Septiembre 2017

  136. Número 136 · Septiembre 2017

  137. Número 137 · Octubre 2017

  138. Número 138 · Octubre 2017

  139. Número 139 · Octubre 2017

  140. Número 140 · Octubre 2017

  141. Número 141 · Noviembre 2017

  142. Número 142 · Noviembre 2017

  143. Número 143 · Noviembre 2017

  144. Número 144 · Noviembre 2017

  145. Número 145 · Noviembre 2017

  146. Número 146 · Diciembre 2017

  147. Número 147 · Diciembre 2017

  148. Número 148 · Diciembre 2017

  149. Número 149 · Diciembre 2017

  150. Número 150 · Enero 2018

  151. Número 151 · Enero 2018

  152. Número 152 · Enero 2018

  153. Número 153 · Enero 2018

  154. Número 154 · Enero 2018

  155. Número 155 · Febrero 2018

  156. Número 156 · Febrero 2018

  157. Número 157 · Febrero 2018

  158. Número 158 · Febrero 2018

  159. Número 159 · Marzo 2018

  160. Número 160 · Marzo 2018

  161. Número 161 · Marzo 2018

  162. Número 162 · Marzo 2018

  163. Número 163 · Abril 2018

  164. Número 164 · Abril 2018

  165. Número 165 · Abril 2018

  166. Número 166 · Abril 2018

  167. Número 167 · Mayo 2018

  168. Número 168 · Mayo 2018

  169. Número 169 · Mayo 2018

  170. Número 170 · Mayo 2018

  171. Número 171 · Mayo 2018

  172. Número 172 · Junio 2018

  173. Número 173 · Junio 2018

  174. Número 174 · Junio 2018

  175. Número 175 · Junio 2018

  176. Número 176 · Julio 2018

  177. Número 177 · Julio 2018

  178. Número 178 · Julio 2018

  179. Número 179 · Julio 2018

  180. Número 180 · Agosto 2018

  181. Número 181 · Agosto 2018

  182. Número 182 · Agosto 2018

  183. Número 183 · Agosto 2018

  184. Número 184 · Agosto 2018

  185. Número 185 · Septiembre 2018

  186. Número 186 · Septiembre 2018

  187. Número 187 · Septiembre 2018

  188. Número 188 · Septiembre 2018

  189. Número 189 · Octubre 2018

  190. Número 190 · Octubre 2018

  191. Número 191 · Octubre 2018

  192. Número 192 · Octubre 2018

  193. Número 193 · Octubre 2018

  194. Número 194 · Noviembre 2018

  195. Número 195 · Noviembre 2018

  196. Número 196 · Noviembre 2018

  197. Número 197 · Noviembre 2018

  198. Número 198 · Diciembre 2018

  199. Número 199 · Diciembre 2018

  200. Número 200 · Diciembre 2018

  201. Número 201 · Diciembre 2018

  202. Número 202 · Enero 2019

  203. Número 203 · Enero 2019

  204. Número 204 · Enero 2019

  205. Número 205 · Enero 2019

  206. Número 206 · Enero 2019

  207. Número 207 · Febrero 2019

  208. Número 208 · Febrero 2019

  209. Número 209 · Febrero 2019

  210. Número 210 · Febrero 2019

  211. Número 211 · Marzo 2019

  212. Número 212 · Marzo 2019

  213. Número 213 · Marzo 2019

  214. Número 214 · Marzo 2019

  215. Número 215 · Abril 2019

  216. Número 216 · Abril 2019

  217. Número 217 · Abril 2019

  218. Número 218 · Abril 2019

  219. Número 219 · Mayo 2019

  220. Número 220 · Mayo 2019

  221. Número 221 · Mayo 2019

  222. Número 222 · Mayo 2019

  223. Número 223 · Mayo 2019

  224. Número 224 · Junio 2019

  225. Número 225 · Junio 2019

  226. Número 226 · Junio 2019

  227. Número 227 · Junio 2019

  228. Número 228 · Julio 2019

  229. Número 229 · Julio 2019

  230. Número 230 · Julio 2019

  231. Número 231 · Julio 2019

  232. Número 232 · Julio 2019

  233. Número 233 · Agosto 2019

  234. Número 234 · Agosto 2019

  235. Número 235 · Agosto 2019

  236. Número 236 · Agosto 2019

  237. Número 237 · Septiembre 2019

  238. Número 238 · Septiembre 2019

  239. Número 239 · Septiembre 2019

  240. Número 240 · Septiembre 2019

  241. Número 241 · Octubre 2019

  242. Número 242 · Octubre 2019

  243. Número 243 · Octubre 2019

  244. Número 244 · Octubre 2019

  245. Número 245 · Octubre 2019

  246. Número 246 · Noviembre 2019

  247. Número 247 · Noviembre 2019

  248. Número 248 · Noviembre 2019

  249. Número 249 · Noviembre 2019

  250. Número 250 · Diciembre 2019

  251. Número 251 · Diciembre 2019

  252. Número 252 · Diciembre 2019

  253. Número 253 · Diciembre 2019

  254. Número 254 · Enero 2020

  255. Número 255 · Enero 2020

  256. Número 256 · Enero 2020

  257. Número 257 · Febrero 2020

  258. Número 258 · Marzo 2020

  259. Número 259 · Abril 2020

  260. Número 260 · Mayo 2020

  261. Número 261 · Junio 2020

  262. Número 262 · Julio 2020

  263. Número 263 · Agosto 2020

  264. Número 264 · Septiembre 2020

  265. Número 265 · Octubre 2020

  266. Número 266 · Noviembre 2020

  267. Número 267 · Diciembre 2020

  268. Número 268 · Enero 2021

  269. Número 269 · Febrero 2021

  270. Número 270 · Marzo 2021

  271. Número 271 · Abril 2021

  272. Número 272 · Mayo 2021

  273. Número 273 · Junio 2021

  274. Número 274 · Julio 2021

  275. Número 275 · Agosto 2021

  276. Número 276 · Septiembre 2021

  277. Número 277 · Octubre 2021

  278. Número 278 · Noviembre 2021

  279. Número 279 · Diciembre 2021

  280. Número 280 · Enero 2022

  281. Número 281 · Febrero 2022

  282. Número 282 · Marzo 2022

  283. Número 283 · Abril 2022

  284. Número 284 · Mayo 2022

  285. Número 285 · Junio 2022

  286. Número 286 · Julio 2022

  287. Número 287 · Agosto 2022

  288. Número 288 · Septiembre 2022

  289. Número 289 · Octubre 2022

  290. Número 290 · Noviembre 2022

  291. Número 291 · Diciembre 2022

  292. Número 292 · Enero 2023

  293. Número 293 · Febrero 2023

  294. Número 294 · Marzo 2023

  295. Número 295 · Abril 2023

  296. Número 296 · Mayo 2023

  297. Número 297 · Junio 2023

  298. Número 298 · Julio 2023

  299. Número 299 · Agosto 2023

  300. Número 300 · Septiembre 2023

  301. Número 301 · Octubre 2023

  302. Número 302 · Noviembre 2023

  303. Número 303 · Diciembre 2023

  304. Número 304 · Enero 2024

  305. Número 305 · Febrero 2024

  306. Número 306 · Marzo 2024

  307. Número 307 · Abril 2024

  308. Número 308 · Mayo 2024

  309. Número 309 · Junio 2024

  310. Número 310 · Julio 2024

  311. Número 311 · Agosto 2024

  312. Número 312 · Septiembre 2024

  313. Número 313 · Octubre 2024

  314. Número 314 · Noviembre 2024

Ayúdanos a perseguir a quienes persiguen a las minorías. Total Donantes 3.340 Conseguido 91% Faltan 16.270€

Jorge Vicente Paladines / Especialista en políticas de drogas

“La sociedad ecuatoriana es un reflejo de las masacres carcelarias”

David Roca Basadre 18/01/2024

<p>El profesor Jorge Vicente Paladines, especialista en políticas de drogas y derecho penal. / <strong>Foto cedida por el entrevistado</strong></p>

El profesor Jorge Vicente Paladines, especialista en políticas de drogas y derecho penal. / Foto cedida por el entrevistado

En CTXT podemos mantener nuestra radical independencia gracias a que las suscripciones suponen el 70% de los ingresos. No aceptamos “noticias” patrocinadas y apenas tenemos publicidad. Si puedes apoyarnos desde 3 euros mensuales, suscribete aquí

Ecuador vive una ola de violencia vinculada al narcotráfico. La tasa de homicidios ha pasado de seis por cada 100.000 habitantes en 2019 a 45 en 2023, muy por encima de las de Colombia, México o Brasil. El año 2024 comenzó con motines violentos en seis cárceles y la fuga de Fito, líder de Los Choneros, una de las principales bandas del país.

A principios de enero, un grupo armado de enmascarados irrumpió en las instalaciones de la televisión TC TV en Guayaquil y amenazó a los periodistas durante la emisión de un programa en directo. Las imágenes dieron la vuelta al mundo. El presidente Daniel Noboa, recién llegado al cargo, declaró oficialmente que el país sufría un “conflicto armado interno” y decretó el estado de excepción, que supone la movilización del ejército, la supresión de los derechos de reunión e inviolabilidad del domicilio y un toque de queda nocturno. Una semana después, el fiscal que investigaba el asalto a la televisión y otras cuestiones relacionadas con el crimen organizado, César Suárez, fue asesinado a tiros.

Hablamos con Jorge Vicente Paladines, profesor de la Universidad Central del Ecuador y especialista en políticas de drogas y derecho penal, sobre el desarrollo de la violencia criminal en Ecuador y cómo el Gobierno aprovecha para militarizar el país y profundizar las políticas antisociales.

¿Cuál es el contexto general en el que ocurre ese proceso del paso de un momento pacífico a esta explosión de violencia en el Ecuador?

Una cosa es el epicentro de la violencia, de dónde surgió, y otra es la causa de la violencia. El epicentro son las cárceles. Muchos opinólogos, académicos y políticos en Ecuador hacen distintas interpretaciones, pero desenfocan el problema del epicentro en la cárcel. Yo escribí un libro [Crisis carcelaria en Ecuador: matar y dejar matar] el año antepasado donde digo que es importante no olvidar lo que fueron las masacres carcelarias. Y no solamente en términos criminológicos, sino también políticos. Cerca de 700 personas privadas de la libertad fueron descuartizadas, desmembradas e incineradas en menos de dos años, y por parte de los políticos y de los gobiernos solo hubo negación. La Secretaría de Cárceles ni siquiera informaba de lo que estaba sucediendo, y el propio expresidente, el banquero Guillermo Lasso, decía públicamente que solo eran riñas entre bandas. Nada que preocupe a la “sociedad de bien”.

Pero esas masacres carcelarias configuraron hechos de violencia extrema que, poco a poco, se fue trasladando hacia las calles y contaminó a la sociedad. En Ecuador las cárceles no son un reflejo de la sociedad, es al revés: la sociedad es un reflejo de lo que ha venido sucediendo en las cárceles desde hace más de dos años, las masacres carcelarias configuraron un nuevo orden social.

El epicentro de esta violencia fue escalando de forma vertiginosa, vertical. Pues, materialmente, las cárceles son lugares de entrenamiento, de operación y de reclutamiento de las organizaciones criminales. Y así, la sangre de las cárceles pasó a la sociedad, y no solamente le pasó factura al nuevo orden social, sino también al nuevo orden económico. Las ciudades están cerradas, los comercios están cerrados, pierden ricos y pobres, son secuestrados ricos y pobres.

Hablaba usted de las causas…

Lo más complejo son las causas, causas próximas y causas finales, causas originarias. Estas tienen que ver con dos elementos. Uno es el papel de la cocaína. Y esto lo dice el informe de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito, publicado el año pasado en Viena. Recoge información de todo el mundo, de todas las policías del mundo, de cómo se ha expandido el mercado de la cocaína, de cómo intervienen nuevos actores, de cómo incluso ha logrado pudrir las bases sociales, ya no solo latinoamericanas, sino también africanas. Hay crimen organizado narcotraficante en África, donde antes no se veía eso.

El 40% de la cocaína colombiana sale por Ecuador

En ese marco general, Ecuador tiene algunos factores que se prestan para objetivamente coadyuvar a esta división internacional del crimen alrededor de la cocaína. En primer lugar, es vecino de Colombia, que tiene un serio problema de dispersión de organizaciones criminales; no solamente los grupos paramilitares, sino también los que no participaron del acuerdo de paz luego de desmantelar a las FARC. Todas esas organizaciones criminales encontraron en el Ecuador un nicho cercano y barato para catapultar la cocaína. Aproximadamente el 40% de la cocaína colombiana sale por Ecuador, gracias a otra característica, y es que Ecuador tiene puertos logísticamente más adecuados para el transporte, más cercanos, más modernos que los puertos colombianos del Pacífico.

Otro factor es el dólar, que facilita el tráfico de drogas. Ecuador es un país dolarizado, como se sabe, y el dólar facilita la intermediación a las organizaciones criminales. El dólar es un mecanismo no solo de intercambio y de coordinación de mercancías lícitas, sino también ilícitas, y entre esas, la cocaína. Es más fácil para las organizaciones criminales mexicanas trabajar solo con el dólar que convertir el peso mexicano a dólar y el dólar otra vez a peso colombiano.

¿Cuál es la relación en Ecuador entre la población pobre y la industria de la cocaína? Finalmente, ante la nada, puede ser una salida para su situación de pobreza.

Yo mencionaba que había un epicentro, que son las cárceles, pero las causas tienen dos elementos. Uno es la reconfiguración del tráfico internacional de cocaína y el papel de organizaciones criminales. Y el otro elemento es el empobrecimiento de las sociedades, como miseria planificada. Suena ilógico, pero si no se invierte en educación, se desinvierte en salud y se desmantelan las instituciones públicas, entonces se desmorona deliberadamente el Estado social de derecho y se están creando, a sabiendas, condiciones de pobreza que le quitan estructura social y oportunidades a la población. Esto es patente en Ecuador desde el gobierno neoliberal de Lenin Moreno. No fue algo implícito, fue explícito. Lenin Moreno despidió médicos y enfermeras, no solo antes de la pandemia, sino durante la pandemia, cuando los médicos y enfermeras que teníamos eran escasos y se estaba muriendo la gente. No construyó un solo hospital, eliminó el Ministerio de Justicia, que era el ministerio encargado de la administración de las cárceles, y lo convirtió en una secretaría que estaba al fondo a la derecha de otra secretaría que está al fondo a la derecha del Ministerio de Policía. Redujo el presupuesto para prisiones, algo que llamó la atención de la misma Comisión Interamericana de Derechos Humanos.

Lasso dejó a la juventud a merced del narcotráfico

Hoy las prisiones se caen en pedazos. Los agentes de seguridad penitenciaria no han recibido capacitación, no hay pruebas de que merezcan confianza. Las cárceles quedaron a merced de la caridad pública. Lenin Moreno devolvió el neoliberalismo al Ecuador en un momento muy difícil, en un momento con pandemia y luego de la pandemia, donde lo que había que hacer era crear más Estado social de derecho.

Y el banquero Guillermo Lasso siguió implementando esas políticas, las radicalizó, y así dejó en 2022 al 26% de la población ecuatoriana en estado de pobreza, y a los otros en condición inestable. Lasso redujo los presupuestos sociales y le bajó las defensas al Ecuador, dejó a la juventud a merced del narcotráfico. Muchos jóvenes fueron reclutados para las dinámicas del tráfico internacional de drogas.

¿Qué papel juega Ecuador en el escenario mundial del tráfico de drogas?

Hay tres roles en la cadena de producción de las drogas. Uno es el de los países productores, que en el caso de América Latina son los países cultivadores. Hay otros tipos de países productores, como por ejemplo República Checa, que es un país productor de metanfetamina en Europa. En el otro extremo están los países de consumo, como son los países del Norte global: Estados Unidos, Canadá, Unión Europea. Y en medio de ellos están los países de tránsito. Ecuador siempre ha sido un país de tránsito.

Ecuador es el mayor proveedor de cocaína de Europa

Un país de tránsito significa que también es un país de almacenamiento, de distribución. Desde el Ecuador se decide si una droga va a los Estados Unidos, por ejemplo, por lancha o por contenedores, y si la otra va hacia Europa. Una cuestión a destacar es que la mayor cantidad de cocaína incautada proveniente de Ecuador no ha sido incautada en Estados Unidos, sino en Europa. Ecuador es el mayor proveedor de cocaína de Europa. No es Perú, no es Colombia, no es México; es Ecuador.

Todas estas bandas criminales tienen diversidad de actividades. Secuestros, las “vacunas”, como llaman en Ecuador al cobro de cupos por “protección”, también el sistema de préstamos a personas en pobreza, cobrados con intereses altísimos y bajo amenazas, llamado “gota a gota”, etc. No es solamente el narcotráfico.

Así es. En el caso ecuatoriano hay tres formas de medir la inseguridad en términos criminológicos. Primero, la tasa de homicidios. Ecuador ha devenido en el país más inseguro de América Latina en poco tiempo. Durante los gobiernos de Moreno y Lasso se incrementó la tasa de homicidios en un 850%. Eso significa que se disparó la tasa de homicidios, de 5,8 a 47 por cada 100.000 habitantes. Segundo, las encuestas sobre victimización ponen a la extorsión por delante. Tercero, las encuestas de inseguridad o percepción de inseguridad priorizan el robo en las calles.

Pero lo más peligroso no es el robo, es la extorsión que, a diferencia de los otros, es un delito no denunciado. Las personas que son extorsionadas no denuncian, porque si denuncian pueden ser asesinadas y, además, tampoco confían en la justicia.

¿Qué puede decirme de la participación de funcionarios públicos en esas actividades delictivas, dando cobertura y probablemente beneficiándose?

Hay crímenes de organizaciones abiertamente criminales que, en el caso del Ecuador, son los Negros, los Tiguerones, los Chones, etc. Luego también hay una criminalidad empresarial, los delitos de cuello blanco, que son los de corporaciones que actúan lícitamente en el mercado, pero cuyos capitales están contaminados de dinero ilícito; esta última es una criminalidad que poco se investiga. Y la otra es cuando el Estado también se convierte en organización criminal. Cuando se desarrolla el narcotráfico a niveles como los que tiene el Ecuador, estas tres formas de criminalidad cooperan, colaboran, y es lo que llamamos infiltración, generalmente del narcotráfico, en el Estado, pero también en las entidades privadas.

El presidente Noboa ha declarado oficialmente a Ecuador en situación de “conflicto armado interno”. Eso puede ser contraproducente. ¿Por qué hay ese debilitamiento de los sistemas de inteligencia, que suelen ser más eficaces?

El joven empresario bananero, presidente de Ecuador, decreta un estado de guerra y así les reconoce a los grupos delincuenciales el estatus de beligerantes. Allí donde están los narcos también hay escuelas, también hay tiendas, también hay hospitales públicos, también hay estaciones de policía. ¿Eso implica que el presidente los va a bombardear? Porque esa declaratoria es un reconocimiento de que hay dominio de territorio. La segunda es que al decirles que son beligerantes también les da el derecho a los criminales a declararle y hacerle la guerra al Estado ecuatoriano.

Lo que Ecuador necesita no son Rambos, necesita de Sherlock Holmes

Los militares, además, siempre quieren encontrar definiciones de objetivo militar. Y si eso está en una ley, en un decreto, en todo lo que tenga la firma del Gobierno, creen los militares que, por eso, están liberados para cometer ejecuciones extrajudiciales, falsos positivos, detenciones arbitrarias. Es un error jurídico con consecuencias, donde no se puso al Estado de derecho a resolver el problema. Eso no quiere decir que los militares no puedan ayudar, tienen que ayudar, pero la respuesta no es fundamentalmente militar. Esto se resuelve mejorando, fortaleciendo la investigación policialmente adecuada, fortaleciendo la persecución penal por parte de los fiscales, judicializando a los criminales. Es decir, en el marco del Estado de derecho. Pidamos, en ese marco, toda la cooperación internacional, a grupos de investigación de élite, a Scotland Yard, etc., existen muchos a quienes acudir. Pero es un problema que se tiene que resolver fundamentalmente desde lo policial. Lo que Ecuador necesita no son Rambos, necesita de Sherlock Holmes.

¿Cómo debió ser eso?

En un estado de excepción se puede limitar el derecho a la reunión, el derecho al libre tránsito, pero respetando los derechos humanos. Aunque esto último es lo que generalmente termina siendo demonizado. La magnitud de estos problemas hace que las personas pidan un Bukele. La gente piensa en dictaduras, quiere cambiar de un narcoEstado a un Estado fascista, a un Estado policial. Cuando se lee o escucha en redes sociales pedir que maten a esos criminales, que los lleven a una fosa común, pena de muerte, es entonces cuando vemos que –siguiendo a Theodor Adorno– el criptofascismo se convierte en fascismo. Así, en esta grave situación de inseguridad, calificada o nombrada por Noboa como de guerra, en medio de esta improvisación del Gobierno, donde también pide unidad nacional y, como en cualquier situación de guerra, pide que nos abracemos todas y todos los ecuatorianos, mientras tanto está privatizando y subiendo los impuestos indirectos para que esa guerra la paguen los pobres. O sea, más neoliberalismo con la declaratoria de guerra interna que tiene esas dos caras. Y es algo que se puede transformar en réditos políticos perversos, como una reelección.

Ecuador vive una ola de violencia vinculada al narcotráfico. La tasa de homicidios ha pasado de seis por cada 100.000 habitantes en 2019 a 45 en 2023, muy por encima de las de Colombia, México o Brasil. El año 2024 comenzó con motines violentos en seis cárceles y la fuga de Fito, líder de Los Choneros,...

Este artículo es exclusivo para las personas suscritas a CTXT. Puedes iniciar sesión aquí o suscribirte aquí

Autor >

David Roca Basadre

Suscríbete a CTXT

Orgullosas
de llegar tarde
a las últimas noticias

Gracias a tu suscripción podemos ejercer un periodismo público y en libertad.
¿Quieres suscribirte a CTXT por solo 6 euros al mes? Pulsa aquí

Artículos relacionados >

Deja un comentario


Los comentarios solo están habilitados para las personas suscritas a CTXT. Puedes suscribirte aquí