obituario
Kiptum: el adiós prematuro del ‘elegido’
La muerte a los 24 años del plusmarquista mundial de maratón, en un accidente de tráfico, deja al atletismo sin el corredor que parecía destinado a bajar de las dos horas en la larga distancia
Ricardo Uribarri 14/02/2024
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Con apenas tres maratones disputados, Kelvin Kiptum se había convertido en uno de los nombres propios del deporte mundial actual. No es para menos cuando hablamos del plusmarquista mundial de una de las pruebas más emblemáticas del atletismo, pero sobre todo del primer hombre en recorrer la mítica distancia de los 42 kilómetros y 195 metros en menos de 2 horas y un minuto, concretamente en 2:00:35, que fue el tiempo con el que ganó y logró el récord el pasado mes de octubre en Chicago. A sus 24 años, todos los focos le señalaban como el destinado a ser el primero de la historia en bajar de las dos horas. Una carrera meteórica cortada de raíz por culpa de un accidente de tráfico en su Kenia natal que acabó con su vida y la de su entrenador.
Kiptum estaba concentrado en el Valle del Rift, santuario de los mejores maratonianos keniatas y etíopes, para preparar sus próximas citas, el maratón de Rotterdam del próximo 14 de abril y, sobre todo, los Juegos Olímpicos de París, prueba en la que se iba a estrenar representando a su país y en la que tenía puestas todas sus ilusiones, ya que era uno de los grandes favoritos a la victoria. Pero en un desplazamiento por carretera realizado entre las localidades de Eldoret y Kaptagat, el pasado domingo 11 sobre las once de la noche (hora local), perdió el control del coche que conducía y chocó con un árbol de grandes dimensiones. Cayó por un terraplén y falleció al instante junto a su entrenador Gervais Hakizimana. En el vehículo viajaba también una mujer que resultó herida. Pese a su juventud, Kelvin ya estaba casado y tenía dos hijos de siete y cuatro años. Había sido padre con apenas 16 años.
Nacido en Chepkorio, su infancia transcurrió en la granja que tenía su familia, donde ayudaba a cuidar el ganado. Su interés por el atletismo comenzó al ver a un primo suyo que hacía de liebre [corredores cuya función es marcar el ritmo en algunos tramos de la carrera] del gran corredor etíope Gebrselassie. Poco a poco fue dedicándole más tiempo al deporte y mostró su deseo de dedicarse al atletismo, lo que motivó el disgusto de su padre, que quería que se formara para ser electricista. Muy joven conoció al que ha sido su entrenador estos años, el también fallecido Hakizimana, antiguo atleta que se ejercitaba por los alrededores de la casa de Kelvin. “Entrenaba cerca de la casa de sus padres y él, con apenas 10 años, me veía y corría descalzo detrás de mí. Yo le intentaba ahuyentar”, recordaba el técnico hace unos meses.
Donde él vivía no había pistas donde entrenar, por lo que siempre se sumaba a grupos que corrían en carreteras. Eso fue lo que le hizo decantarse desde el principio por las pruebas de asfalto y no por las que se celebran en el tartán. Cuando Kelvin tenía 15 años, Hakizimana se convirtió en su entrenador. Un año después empezó a competir en pruebas locales y a los 18 ganó su primera carrera, la media maratón de Eldoret. Lo hizo con unas zapatillas prestadas, porque no tenía dinero para comprarse unas.
Pese a su juventud, Kelvin ya estaba casado y tenía dos hijos de siete y cuatro años. Había sido padre con apenas 16 años
Poco a poco pudo participar en medias maratones europeas. Completó hasta 11 pruebas de ese tipo entre 2018 y 2022. Debutó a nivel internacional en la de Lisboa, donde ni siquiera llevó su nombre en el dorsal, quedando quinto y ya con un registro inferior a la hora. Poco después ganó la francesa de Belfort y bajó de nuevo de los 60 minutos. Durante los meses de la pandemia de covid, en 2020, entrenó en Kenia, principalmente en el bosque, con la idea de empezar a correr maratones en 2022, algo inusual en un chico tan joven. Habitualmente, los grandes triunfadores de la maratón son corredores que han tenido una trayectoria en la pista y acaban su carrera en la larga distancia. Pero Kiptum iba a romper con ese estereotipo. A finales de 2020 participó en la media maratón de Valencia, presencia que repitió un año después.
Tan buen sabor le dejó su experiencia en la ciudad levantina que fue la que eligió para correr en diciembre de 2022 la primera maratón de su vida. No partía entre los favoritos, pero se llevó la victoria con un tiempo de 2:01:53, que se convertía en ese momento en la cuarta mejor marca de la historia, a tan solo 39 segundos del récord mundial. Por supuesto, era el mejor tiempo de un debutante en una maratón. Un aspecto llamó la atención. Cuando lo normal es que la segunda parte de la carrera se haga en un tiempo superior a la de la primera, Kiptum, hizo los últimos 21 kilómetros de la prueba en 1:00:11, es decir 91 segundos menos que los primeros 21. Una circunstancia que se iba a repetir posteriormente.
Por ejemplo en Londres, donde en abril de 2023, volvía a repetir triunfo en la segunda maratón que disputaba, con un crono de 2:01:25. Es decir, en apenas cuatro meses logró rebajar su marca en 28 segundos, hasta quedarse a solo 16 segundos de la mejor marca mundial que tenía su idolatrado compatriota, Eliud Kipchoge. De nuevo, Kelvin volvió a mejorar su segundo parcial en la carrera, que en este caso fue de 59:45, menos de una hora. El segundo clasificado entró casi tres minutos después. Su táctica de acelerar el ritmo a la altura del kilómetro 30 resultaba imposible de seguir para los rivales.
Tres maratones y tres victorias, con sus tres marcas entre las siete mejores de todos los tiempos, incluido el mejor tiempo de la historia
El gran día llegó el pasado 8 de octubre de 2023, en la maratón de Chicago, cuando conseguía la victoria con un crono de 2:00:35, la mejor marca de la historia, rebajando nada menos que en 34 segundos el registro que tenía Kipchoge. Era la primera vez que un atleta conseguía bajar de las dos horas y un minuto en la maratón, salvo por la prueba específica que hizo Kipchoge en Viena en 2019, en la que valiéndose de hasta 41 liebres que entraban y salían del recorrido y de la presencia de un coche que marcaba el ritmo, logró bajar de las dos horas, un tiempo que no fue homologado por la Federación Internacional. En la ciudad estadounidense, Kiptum hizo la segunda parte del recorrido en 59:47 y corrió los últimos kilómetros a más de 21 km/h. El segundo clasificado llegó a meta casi tres minutos y medio más tarde. Lo más sorprendente es que tras la prueba confesó que no había entrenado como le hubiera gustado. La culpa la había tenido una época de lluvias en su país que llenó la zona de barro su lugar de entrenamiento, así como el padecimiento de una amigdalitis aguda que le dejó débil unos días. Como era de esperar, la Federación Internacional de Atletismo (IAAF) le declaró el mejor atleta en carreras de asfalto en 2023.
Tres carreras de maratón y tres victorias, con sus tres marcas entre las siete mejores de todos los tiempos, incluido el mejor tiempo de la historia. ¿Cómo consiguió eso Kiptum? A sus cualidades físicas innatas se sumaba una preparación casi obsesiva. Según su entrenador, su vida consistía en “entrenar, comer y dormir”. De hecho, veía a su familia un solo día a la semana. Kelvin confesó que “es una elección hecha a conciencia junto a mi esposa para centrarme al 100% en mis objetivos”. Los otros seis días los dedicaba al trabajo, y llegó a realizar una media de 250 kilómetros semanales, con picos que superaban los 300 kilómetros. Alguna vez, Hakizimana le aconsejó que bajara el ritmo por miedo a una posible lesión, “pero él nunca quería”, reconocía. Por buscar una comparación, su gran referencia, Kipchoge, suele correr entre 180 y 220 kilómetros semanales. Claro que él tiene 39 años, 15 más que Kiptum.
Los Juegos iban a convertirse en la primera vez que competiría con Kipchoge, un duelo que ya no podremos ver
El plan de trabajo habitual de Kelvin era: los lunes, sesiones de trote que entre la mañana y la tarde llegaban a los 40 kilómetros. Los martes hacía sesión de pista por la mañana o carrera alternando ritmos lentos y rápidos y 12 kilómetros de rodaje por la tarde. Los miércoles completaba unos 40 kilómetros de rodaje entre las sesiones de mañana y tarde. Los jueves el trabajo se intensificaba: dedicaba la mañana a hacer entre 30 y 40 kilómetros cerca del ritmo de maratón para después descansar por la tarde. El viernes volvía a hacer unos 40 kilómetros de rodaje entre las sesiones de mañana y tarde. El sábado repetía el plan del martes y el domingo copiaba el del jueves con descanso por la tarde. Con esta preparación iba a buscar la hazaña de bajar de las dos horas en Rotterdam y sobre todo, la medalla olímpica en París.
Los Juegos iban a convertirse en la primera vez que competiría con Kipchoge, un duelo que ya no podremos ver. De él siempre decía que “cuando era pequeño le veía entrenar y yo me decía que un día sería como él”. Tras conocer su fallecimiento, Eliud, ha señalado que está “profundamente triste por el trágico fallecimiento del plusmarquista mundial de maratón y estrella en ascenso. Un deportista que tenía toda una vida por delante para alcanzar una grandeza increíble. Ofrezco mi más sentido pésame a su joven familia”. Su país, Kenia, está conmocionado por la muerte del joven atleta. El presidente de la nación, William Ruto afirmó que “Kelvin era nuestro futuro. Un deportista extraordinario que ha dejado una huella extraordinaria en el mundo”. Kiptum parecía el elegido, pero ahora tendrá que ser otro el que haga realidad el lema que siempre decía: “No hay límite para la energía humana”.
Con apenas tres maratones disputados, Kelvin Kiptum se había convertido en uno de los nombres propios del deporte mundial actual. No es para menos cuando hablamos del plusmarquista mundial de una de las pruebas más emblemáticas del atletismo, pero sobre todo del primer hombre en recorrer la mítica distancia de...
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Ricardo Uribarri
Periodista. Empezó a cubrir la información del Atleti hace más de 20 años y ha pasado por medios como Claro, Radio 16, Época, Vía Digital, Marca y Bez. Actualmente colabora con XL Semanal y se quita el mono de micrófono en Onda Madrid.
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