1. Número 1 · Enero 2015

  2. Número 2 · Enero 2015

  3. Número 3 · Enero 2015

  4. Número 4 · Febrero 2015

  5. Número 5 · Febrero 2015

  6. Número 6 · Febrero 2015

  7. Número 7 · Febrero 2015

  8. Número 8 · Marzo 2015

  9. Número 9 · Marzo 2015

  10. Número 10 · Marzo 2015

  11. Número 11 · Marzo 2015

  12. Número 12 · Abril 2015

  13. Número 13 · Abril 2015

  14. Número 14 · Abril 2015

  15. Número 15 · Abril 2015

  16. Número 16 · Mayo 2015

  17. Número 17 · Mayo 2015

  18. Número 18 · Mayo 2015

  19. Número 19 · Mayo 2015

  20. Número 20 · Junio 2015

  21. Número 21 · Junio 2015

  22. Número 22 · Junio 2015

  23. Número 23 · Junio 2015

  24. Número 24 · Julio 2015

  25. Número 25 · Julio 2015

  26. Número 26 · Julio 2015

  27. Número 27 · Julio 2015

  28. Número 28 · Septiembre 2015

  29. Número 29 · Septiembre 2015

  30. Número 30 · Septiembre 2015

  31. Número 31 · Septiembre 2015

  32. Número 32 · Septiembre 2015

  33. Número 33 · Octubre 2015

  34. Número 34 · Octubre 2015

  35. Número 35 · Octubre 2015

  36. Número 36 · Octubre 2015

  37. Número 37 · Noviembre 2015

  38. Número 38 · Noviembre 2015

  39. Número 39 · Noviembre 2015

  40. Número 40 · Noviembre 2015

  41. Número 41 · Diciembre 2015

  42. Número 42 · Diciembre 2015

  43. Número 43 · Diciembre 2015

  44. Número 44 · Diciembre 2015

  45. Número 45 · Diciembre 2015

  46. Número 46 · Enero 2016

  47. Número 47 · Enero 2016

  48. Número 48 · Enero 2016

  49. Número 49 · Enero 2016

  50. Número 50 · Febrero 2016

  51. Número 51 · Febrero 2016

  52. Número 52 · Febrero 2016

  53. Número 53 · Febrero 2016

  54. Número 54 · Marzo 2016

  55. Número 55 · Marzo 2016

  56. Número 56 · Marzo 2016

  57. Número 57 · Marzo 2016

  58. Número 58 · Marzo 2016

  59. Número 59 · Abril 2016

  60. Número 60 · Abril 2016

  61. Número 61 · Abril 2016

  62. Número 62 · Abril 2016

  63. Número 63 · Mayo 2016

  64. Número 64 · Mayo 2016

  65. Número 65 · Mayo 2016

  66. Número 66 · Mayo 2016

  67. Número 67 · Junio 2016

  68. Número 68 · Junio 2016

  69. Número 69 · Junio 2016

  70. Número 70 · Junio 2016

  71. Número 71 · Junio 2016

  72. Número 72 · Julio 2016

  73. Número 73 · Julio 2016

  74. Número 74 · Julio 2016

  75. Número 75 · Julio 2016

  76. Número 76 · Agosto 2016

  77. Número 77 · Agosto 2016

  78. Número 78 · Agosto 2016

  79. Número 79 · Agosto 2016

  80. Número 80 · Agosto 2016

  81. Número 81 · Septiembre 2016

  82. Número 82 · Septiembre 2016

  83. Número 83 · Septiembre 2016

  84. Número 84 · Septiembre 2016

  85. Número 85 · Octubre 2016

  86. Número 86 · Octubre 2016

  87. Número 87 · Octubre 2016

  88. Número 88 · Octubre 2016

  89. Número 89 · Noviembre 2016

  90. Número 90 · Noviembre 2016

  91. Número 91 · Noviembre 2016

  92. Número 92 · Noviembre 2016

  93. Número 93 · Noviembre 2016

  94. Número 94 · Diciembre 2016

  95. Número 95 · Diciembre 2016

  96. Número 96 · Diciembre 2016

  97. Número 97 · Diciembre 2016

  98. Número 98 · Enero 2017

  99. Número 99 · Enero 2017

  100. Número 100 · Enero 2017

  101. Número 101 · Enero 2017

  102. Número 102 · Febrero 2017

  103. Número 103 · Febrero 2017

  104. Número 104 · Febrero 2017

  105. Número 105 · Febrero 2017

  106. Número 106 · Marzo 2017

  107. Número 107 · Marzo 2017

  108. Número 108 · Marzo 2017

  109. Número 109 · Marzo 2017

  110. Número 110 · Marzo 2017

  111. Número 111 · Abril 2017

  112. Número 112 · Abril 2017

  113. Número 113 · Abril 2017

  114. Número 114 · Abril 2017

  115. Número 115 · Mayo 2017

  116. Número 116 · Mayo 2017

  117. Número 117 · Mayo 2017

  118. Número 118 · Mayo 2017

  119. Número 119 · Mayo 2017

  120. Número 120 · Junio 2017

  121. Número 121 · Junio 2017

  122. Número 122 · Junio 2017

  123. Número 123 · Junio 2017

  124. Número 124 · Julio 2017

  125. Número 125 · Julio 2017

  126. Número 126 · Julio 2017

  127. Número 127 · Julio 2017

  128. Número 128 · Agosto 2017

  129. Número 129 · Agosto 2017

  130. Número 130 · Agosto 2017

  131. Número 131 · Agosto 2017

  132. Número 132 · Agosto 2017

  133. Número 133 · Septiembre 2017

  134. Número 134 · Septiembre 2017

  135. Número 135 · Septiembre 2017

  136. Número 136 · Septiembre 2017

  137. Número 137 · Octubre 2017

  138. Número 138 · Octubre 2017

  139. Número 139 · Octubre 2017

  140. Número 140 · Octubre 2017

  141. Número 141 · Noviembre 2017

  142. Número 142 · Noviembre 2017

  143. Número 143 · Noviembre 2017

  144. Número 144 · Noviembre 2017

  145. Número 145 · Noviembre 2017

  146. Número 146 · Diciembre 2017

  147. Número 147 · Diciembre 2017

  148. Número 148 · Diciembre 2017

  149. Número 149 · Diciembre 2017

  150. Número 150 · Enero 2018

  151. Número 151 · Enero 2018

  152. Número 152 · Enero 2018

  153. Número 153 · Enero 2018

  154. Número 154 · Enero 2018

  155. Número 155 · Febrero 2018

  156. Número 156 · Febrero 2018

  157. Número 157 · Febrero 2018

  158. Número 158 · Febrero 2018

  159. Número 159 · Marzo 2018

  160. Número 160 · Marzo 2018

  161. Número 161 · Marzo 2018

  162. Número 162 · Marzo 2018

  163. Número 163 · Abril 2018

  164. Número 164 · Abril 2018

  165. Número 165 · Abril 2018

  166. Número 166 · Abril 2018

  167. Número 167 · Mayo 2018

  168. Número 168 · Mayo 2018

  169. Número 169 · Mayo 2018

  170. Número 170 · Mayo 2018

  171. Número 171 · Mayo 2018

  172. Número 172 · Junio 2018

  173. Número 173 · Junio 2018

  174. Número 174 · Junio 2018

  175. Número 175 · Junio 2018

  176. Número 176 · Julio 2018

  177. Número 177 · Julio 2018

  178. Número 178 · Julio 2018

  179. Número 179 · Julio 2018

  180. Número 180 · Agosto 2018

  181. Número 181 · Agosto 2018

  182. Número 182 · Agosto 2018

  183. Número 183 · Agosto 2018

  184. Número 184 · Agosto 2018

  185. Número 185 · Septiembre 2018

  186. Número 186 · Septiembre 2018

  187. Número 187 · Septiembre 2018

  188. Número 188 · Septiembre 2018

  189. Número 189 · Octubre 2018

  190. Número 190 · Octubre 2018

  191. Número 191 · Octubre 2018

  192. Número 192 · Octubre 2018

  193. Número 193 · Octubre 2018

  194. Número 194 · Noviembre 2018

  195. Número 195 · Noviembre 2018

  196. Número 196 · Noviembre 2018

  197. Número 197 · Noviembre 2018

  198. Número 198 · Diciembre 2018

  199. Número 199 · Diciembre 2018

  200. Número 200 · Diciembre 2018

  201. Número 201 · Diciembre 2018

  202. Número 202 · Enero 2019

  203. Número 203 · Enero 2019

  204. Número 204 · Enero 2019

  205. Número 205 · Enero 2019

  206. Número 206 · Enero 2019

  207. Número 207 · Febrero 2019

  208. Número 208 · Febrero 2019

  209. Número 209 · Febrero 2019

  210. Número 210 · Febrero 2019

  211. Número 211 · Marzo 2019

  212. Número 212 · Marzo 2019

  213. Número 213 · Marzo 2019

  214. Número 214 · Marzo 2019

  215. Número 215 · Abril 2019

  216. Número 216 · Abril 2019

  217. Número 217 · Abril 2019

  218. Número 218 · Abril 2019

  219. Número 219 · Mayo 2019

  220. Número 220 · Mayo 2019

  221. Número 221 · Mayo 2019

  222. Número 222 · Mayo 2019

  223. Número 223 · Mayo 2019

  224. Número 224 · Junio 2019

  225. Número 225 · Junio 2019

  226. Número 226 · Junio 2019

  227. Número 227 · Junio 2019

  228. Número 228 · Julio 2019

  229. Número 229 · Julio 2019

  230. Número 230 · Julio 2019

  231. Número 231 · Julio 2019

  232. Número 232 · Julio 2019

  233. Número 233 · Agosto 2019

  234. Número 234 · Agosto 2019

  235. Número 235 · Agosto 2019

  236. Número 236 · Agosto 2019

  237. Número 237 · Septiembre 2019

  238. Número 238 · Septiembre 2019

  239. Número 239 · Septiembre 2019

  240. Número 240 · Septiembre 2019

  241. Número 241 · Octubre 2019

  242. Número 242 · Octubre 2019

  243. Número 243 · Octubre 2019

  244. Número 244 · Octubre 2019

  245. Número 245 · Octubre 2019

  246. Número 246 · Noviembre 2019

  247. Número 247 · Noviembre 2019

  248. Número 248 · Noviembre 2019

  249. Número 249 · Noviembre 2019

  250. Número 250 · Diciembre 2019

  251. Número 251 · Diciembre 2019

  252. Número 252 · Diciembre 2019

  253. Número 253 · Diciembre 2019

  254. Número 254 · Enero 2020

  255. Número 255 · Enero 2020

  256. Número 256 · Enero 2020

  257. Número 257 · Febrero 2020

  258. Número 258 · Marzo 2020

  259. Número 259 · Abril 2020

  260. Número 260 · Mayo 2020

  261. Número 261 · Junio 2020

  262. Número 262 · Julio 2020

  263. Número 263 · Agosto 2020

  264. Número 264 · Septiembre 2020

  265. Número 265 · Octubre 2020

  266. Número 266 · Noviembre 2020

  267. Número 267 · Diciembre 2020

  268. Número 268 · Enero 2021

  269. Número 269 · Febrero 2021

  270. Número 270 · Marzo 2021

  271. Número 271 · Abril 2021

  272. Número 272 · Mayo 2021

  273. Número 273 · Junio 2021

  274. Número 274 · Julio 2021

  275. Número 275 · Agosto 2021

  276. Número 276 · Septiembre 2021

  277. Número 277 · Octubre 2021

  278. Número 278 · Noviembre 2021

  279. Número 279 · Diciembre 2021

  280. Número 280 · Enero 2022

  281. Número 281 · Febrero 2022

  282. Número 282 · Marzo 2022

  283. Número 283 · Abril 2022

  284. Número 284 · Mayo 2022

  285. Número 285 · Junio 2022

  286. Número 286 · Julio 2022

  287. Número 287 · Agosto 2022

  288. Número 288 · Septiembre 2022

  289. Número 289 · Octubre 2022

  290. Número 290 · Noviembre 2022

  291. Número 291 · Diciembre 2022

  292. Número 292 · Enero 2023

  293. Número 293 · Febrero 2023

  294. Número 294 · Marzo 2023

  295. Número 295 · Abril 2023

  296. Número 296 · Mayo 2023

  297. Número 297 · Junio 2023

  298. Número 298 · Julio 2023

  299. Número 299 · Agosto 2023

  300. Número 300 · Septiembre 2023

  301. Número 301 · Octubre 2023

  302. Número 302 · Noviembre 2023

  303. Número 303 · Diciembre 2023

  304. Número 304 · Enero 2024

  305. Número 305 · Febrero 2024

  306. Número 306 · Marzo 2024

  307. Número 307 · Abril 2024

  308. Número 308 · Mayo 2024

  309. Número 309 · Junio 2024

  310. Número 310 · Julio 2024

CTXT necesita 15.000 socias/os para seguir creciendo. Suscríbete a CTXT

Moisés Ninco / Embajador colombiano en México

“Los jóvenes hemos construido el cambio en Colombia”

Liliana David 2/05/2024

<p>Moisés Ninco en una reunión de Embajadoras/es del Grupo de Latinoamérica y el Caribe, 2023, Ciudad de México. / <strong>Embajada de Colombia en México</strong></p>

Moisés Ninco en una reunión de Embajadoras/es del Grupo de Latinoamérica y el Caribe, 2023, Ciudad de México. / Embajada de Colombia en México

En CTXT podemos mantener nuestra radical independencia gracias a que las suscripciones suponen el 70% de los ingresos. No aceptamos “noticias” patrocinadas y apenas tenemos publicidad. Si puedes apoyarnos desde 3 euros mensuales, suscribete aquí

Álvaro Moisés Ninco Daza es un joven colombiano de treinta años que a mediados de febrero fue nombrado por el presidente Gustavo Petro embajador de la República de Colombia en México. Su designación ha sido polémica desde el inicio, sobre todo porque existe la idea generalizada de que para ocupar tal cargo se debería contar con más años de edad y una mayor experiencia en el mundo de la diplomacia internacional. Él explica su nombramiento, para algunos inaceptable, como una nueva forma de hacer política, que transgrede las formas y fondos habituales, heredados de un modelo envejecido: “Tradicionalmente los espacios del Estado han sido cooptados por una autocracia y, lógicamente, las infancias y los jóvenes hemos sido relegados. Mientras que ese adultocentrismo ha generado una cooptación de lo público, las élites se sientan a tomar las decisiones. La diplomacia, en ese sentido, en la lógica de esas élites, es un ámbito propio de reyes, virreyes, príncipes, condes y sus séquitos y no del pueblo plebeyo, que asume hoy en día la dirección del país colombiano, a partir del mandato popular, en el 2022, con el Gobierno del cambio. Hoy se ve como algo completamente normal que un empresario llegue a puestos diplomáticos, aunque no tenga la carrera o los estudios en ese campo; también se asume con naturalidad que llegue a ese cargo una persona periodista, al menos en Colombia, o bien un exmilitar, pero si llega un militante, hay que poner las alarmas”.

La reciente carrera política de Ninco tuvo un parteaguas al convertirse en miembro y fundador del partido político Colombia Humana. Fue igualmente impulsor de las juventudes de la campaña presidencial de Gustavo Petro, Jóvenes Con Petro, y de las juventudes del Movimiento Colombia Humana, Juventud Humana. Estos acontecimientos marcaron sin duda un rumbo nuevo en el desarrollo de su vocación como activista y militante, pero cuyo camino venía forjándose desde que era estudiante, tras participar en diversos movimientos sociales e iniciativas con grupos civiles. Además, en 2016 colaboró en la campaña presidencial demócrata de Bernie Sanders en Nueva York y Nueva Jersey, y en la nominación como candidato al Senado de Alex Law (Partido Demócrata, South Jersey), como destaca la Embajada de Colombia en México.

Su trayectoria, si bien breve, ha sido sustanciosa y activa; una cuestión que, como él mismo refiere, no cuentan del todo los medios de comunicación. “Ellos plantean que no tenemos cualidades suficientes para gobernar y que todo lo del pobre es robado, como decimos en Colombia. Todo ello lo plantean básicamente para decir que lo que no viene de la oligarquía es impuro y no clasifica en el nivel que se necesita para gobernar, pero nosotros estamos demostrando a través de este proceso de cambio que es todo lo contrario”.

Más allá de su activismo político y de los estudios cursados aunque sin título –otra cuestión que lo ha puesto en el punto de mira y sobre la que explica sus razones más adelante–, Ninco se asume como integrante de una generación reciente de jóvenes colombianos que dijeron “¡Ya basta!” y decidieron enfrentarse al acumulado de desigualdades, represiones, abusos y discriminaciones, movilizando sus fuerzas por todo el país.

El gabinete de Petro está conformado por gente joven; en su gobierno aparecen las caras de los excluidos

¿Cómo se conformó ese gran movimiento de jóvenes que vieron en Petro una esperanza de cambio? ¿Cuál es el rol que juegan hoy en Colombia y en su gobierno?

Los jóvenes hemos asumido un rol central. Estamos a la vanguardia cuando hacemos las revoluciones, pero cuando nos quedamos en la retaguardia surgen las contrarrevoluciones. En esos términos, sabemos que hay distintas maneras de abordar la lucha, por ello es nuclear que los jóvenes seamos el corazón de la fuerza para el cambio. Más que incorporarnos al proceso de cambio, nosotros hemos construido el proceso, por eso hoy se ven jóvenes diplomáticos, ministras y ministros; el gabinete de Petro está conformado por gente joven; en su gobierno aparecen las caras de los excluidos históricamente, excluidos del Estado, que ahora asumen la dirección del gobierno. Nosotros llegamos con la responsabilidad histórica de consolidar el cambio para el cual hemos dispuesto nuestras vidas, pero creo que somos toda una generación que está cambiando a Colombia más allá de la edad; que coincidimos en esta tarea, en este proceso de luchas, en lo concreto; tenemos el compromiso para materializar un cambio profundo, y no hay cambio en Colombia sin las juventudes, que hemos sido, por otro lado, la carne de cañón de la guerra y la violencia.

Precisamente, los jóvenes de México y Colombia comparten esta experiencia en la que la violencia no deja muchas puertas de escape hacia otros escenarios de vida, pero con tu historia podemos ver que la juventud puede vincularse de otro modo a la vida social y política de un país. ¿Cómo se detona una movilización para que los jóvenes transiten por nuevas rutas que no sean las del neoliberalismo criminal?

Lo que yo he visto es que sólo es posible la democracia, la transformación y la vida con la participación de las juventudes en países que viven esta violencia. “Cambiar el mundo” es una etapa por la que todos pasamos, pero justamente es pasajera porque el capitalismo disciplina a partir de la represión, la precarización y el racismo que entraña el patriarcado. Pero estoy seguro de que, si somos capaces de asumir la rebeldía y la conciencia histórica, lo cual implica esta transformación más allá de ser rebeldes; si sabemos ser revolucionarios, lo que significa querer cambiar no sólo la política, sino el Estado, lo público, es decir, todo, toda nuestra vida, veo que otro escenario es posible. Solamente así las juventudes podemos asumir un rol central en la política, en el Estado y en la sociedad, pero con eso no es suficiente. Precisamente, desde Colombia estamos convocando a la movilización de toda la humanidad. Y para abolir la autocracia necesitamos a los adultos, contar con ese diálogo intergeneracional democrático para que pueda darse esa movilización. Ya lo decía Margaret Atwood en su libro Cultura y Compromiso, es necesario ese diálogo intergeneracional democrático, donde reconozcamos las posiciones diversas, nos encontremos con las demás sociedades, pero también valorando la sabiduría, el acumulado de la experiencia de las personas mayores, es decir, tenemos que intercambiar igualmente ideas con las generaciones más recientes, porque manejamos lenguajes, contextos, códigos y esquemas de pensamiento diferentes, pero muchas veces coincidentes, y con base en esas coincidencias y diferencias, debemos intentar cambiar el mundo.

Sin embargo, el contexto en el que nos encontramos es duro, incluso muchos jóvenes ya no creen en el futuro. ¿Cómo lo vislumbra?

Por el contexto en el que estamos, la esperanza es cada vez más un privilegio para los jóvenes, porque nosotros estamos luchando, sí, con esperanza, pero también desde la angustia, la ansiedad, desde la inquietud y desde un instinto de supervivencia. Así ocurre a las juventudes históricamente excluidas. Este tiempo que vivimos nos debe mover desde la indignación, pero también desde el hastío, para decir ya basta. Es un tiempo sobre todo de supervivencia, porque estamos hoy más que nunca al borde de la barbarie, de que la humanidad desaparezca. El presidente Petro ya lo decía en la pasada reunión de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) que se realizó en Chiapas, México; ahí refería que la demostración de violencia que está dando el norte global –lo que por otro lado nos moviliza a solidarizarnos por ejemplo con Palestina– es una advertencia de lo que nos espera a los pueblos del sur global si no nos decidimos a hacer los cambios. De acuerdo con nuestro Ministerio de Medio Ambiente, de aquí al 2070, al menos Colombia sería desértica si sigue creciendo la temperatura del planeta. La sostenibilidad de la vida misma pende de un hilo, porque nos encontramos en tiempos de emergencia climática, a la puerta de la extinción de la especie humana y en plena sexta extinción masiva de especies. Aunque nosotros los jóvenes tenemos la mala maña de querer seguir existiendo, de vivir. Pero sólo una conciencia ideológica, en la praxis, es la que nos puede movilizar para el cambio.

Es necesario un diálogo intergeneracional democrático, donde reconozcamos las posiciones diversas

Algo que nos ha hecho ver Colombia, a través del documental ‘Petro’, es que los jóvenes, hasta antes de la llegada de su actual gobierno, no habían sido tomados en cuenta en la vida política. Ahora, finalmente consiguen movilizarse y ser incluidos. ¿Cómo lo lograron, qué detonó ese proceso?

Hubo hitos importantes que, digamos, fueron la ebullición de este proceso, como el estadillo social del 2021, las grandes movilizaciones por el asesinato del abogado Javier Ordoñez a manos de la policía, o el paro nacional que inició con fuerza el 21 de noviembre de 2021. Sí hay todo un proceso social que nos antecede y nos lleva a estas protestas. Hay un acumulado histórico de movilizaciones, y podríamos remontarnos, tal y como lo hace el grupo de estudios de lucha social del Centro de Investigación y Educación Popular (CINEP), hasta el paro cívico de 1977, las marchas en contra del Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos, el paro estudiantil del 2011, así como el paro agrario del 2013, y luego del 2014, que llevó a la Cumbre Agraria Campesina, Étnica y Popular en la cual participamos, o la movilización de la consulta popular para frenar proyectos de extractivos de minería, en protección de las comunidades ancestrales. Hemos puesto una vitalidad a esas luchas y a todas estas causas, más allá de la militancia política que hemos mantenido desde el 2011 con el actual presidente. Este es el proceso histórico que normaliza que las juventudes estemos en el centro de la guerra, pero el poder se escandaliza con el hecho de que las juventudes estemos ahora en el centro del gobierno y lo ve como anormal. El adultocentrismo, como lo han reseñado académicos, significa que cuando el hombre adulto manda a las mujeres a la marginalidad, también manda a las infancias, a las juventudes; es un problema estructural y propio de las sociedades contemporáneas. Sin embargo, creo que el motor para que esto empiece a cambiar pasa por asumir una conciencia histórica generacional. Si uno lo ve desde la perspectiva de la crisis climática, puede ver desde esta mirada generacional que hay una violencia acumulada; las generaciones más recientes ven en la deforestación y la contaminación un acumulado que se resume en la devastación del planeta por el sistema capitalista que antecede a nuestra existencia. También podemos ver que nuestra generación, en el caso de Colombia ha sido así, somos de las generaciones que más tardamos en salir de la casa de nuestros padres y en proyectar nuevamente nuestra vida. En Estados Unidos, le han llamado la generación del desgaste mental; se le conoce como burnout, cuando los jóvenes estallan, se quiebran, están quemados: esto es un síntoma de la salud mental que se vive en todo el mundo.

Hacemos una pausa en la entrevista por interrupciones inesperadas, observo la estantería de libros que están detrás del escritorio del embajador, y este me advierte sobre una iconografía de Simón Bolívar, el gran personaje de la historia al que se conoció como el Libertador de América, y de quien asegura que “ya era un dirigente popular, siendo aún muy joven”. Así, pues, continuamos charlando. Le pregunto por los proyectos que están dirigiendo a los jóvenes y, en seguida, me cuenta que se ha puesto en marcha el programa nacional Jóvenes en Paz, el cual busca reconocer a este grupo de la población que ha sido la carne de cañón de la guerra en Colombia. En términos generales, refiere, se trata de llegar a jóvenes que viven en zonas con altos índices de violencia, y de promover su participación más activa, brindándoles una alternativa de vida, opciones de estudio, vinculación laboral, así como apoyo económico y asistencia social; en pocas palabras, “es un programa transversal de compromiso con las juventudes colombianas, porque en el gobierno de Gustavo Petro los jóvenes tienen un rol central”, vuelve a acentuar el joven diplomático.

Precisamente es la juventud de Ninco la que ha jugado en su contra desde que fue nombrado embajador de Colombia en México, por lo que retomamos el tema de la controversia por su designación, que él refiere como “un quiebre con la opinión pública”. El debate que envuelve su designación no sólo tiene que ver con su juventud, sino también con el hecho de que el embajador Ninco Daza no cuente con un título universitario. Sobre esta cuestión, él mismo explica lo ocurrido: “Realmente, el hecho de que no tengo título responde a una cuestión muy concreta”. Ninco comenzó sus estudios en Política y Relaciones Internacionales en la Universidad Sergio Arboleda, en la que también Duque era profesor universitario. Pero en el 2018, junto a Marco Emilio Hincapié, quien fue el presidente del Consejo Nacional Electoral en Colombia, se convierte en responsable electoral como inscriptor de Colombia Humana. “En ese sentido, tenía una interacción con la Registraduría (la entidad que se encarga de los procesos electorales y la participación ciudadana) y, a partir de esa relación, es que veo que en el tema del cuidado del voto hay ciertas irregularidades, tendientes a afectar el resultado de la votación. Nosotros tenemos información directa respecto a un fraude en el 2018 a través del software de la Registraduría, y empezamos a ver el papel temporal de la empresa Disproel, que era la contratista de las elecciones. Lógicamente, la Registraduría subcontrata la organización de las elecciones en Colombia, y la principal empresa de esa unión temporal era Thomas Greg and Sons, que ha sido señalada por fraudulenta. Así que, con el senador Gustavo Bolívar, organizamos una investigación para abrir un debate sobre el fraude electoral, y ni siquiera lo dejaron programar: a ese nivel era la confrontación en el Congreso. Yo iba a hacer una tesis de grado sobre este tema, y elijo un tutor que, en cada mensaje que me llegaba, me decía que cambiara el tema porque no le iba a gustar al director de la facultad, que era justo el alto comisionado para la legalidad del expresidente Iván Duque. Así que, preferí dilatar mi proceso académico en aras de poder seguir mi investigación y hacerla pública en otra forma diferente a la tesis de grado, así eso me cueste la posibilidad de graduarme. Y aquí estamos, en medio de estas polémicas”.

Respecto de los nombramientos que hizo en la embajada de Colombia en México, el propio presidente Gustavo Petro ha declarado en su cuenta oficial de X (antes Twitter) que todas sus asignaciones fueron demandadas y los jueces fallaron en su contra: “Los funcionarios que nombré lograron la liberación de decenas de colombianos retenidos por bandas en México y salvaron la vida de decenas de mujeres que eran conducidas a la esclavitud sexual. El único funcionario de alto nivel no demandado y que permanecerá en su cargo es el que nombró Duque”, reza su mensaje. Hasta ahora, ha trascendido la anulación, por parte del Consejo de Estado, del nombramiento de Andrés Hernández como cónsul de Colombia en México. Mientras que Moisés Ninco está todavía en el ojo del huracán de la misión diplomática como embajador de Colombia en México. Sin embargo, él continúa con sus labores al frente de dicho cargo, atendiendo los diversos asuntos relacionados con el tránsito de migrantes colombianos a México, otro tema prioritario ante la política migratoria de contención de Estados Unidos, que hoy mantiene una crisis humanitaria en la zona de América Latina y el Caribe. Crisis que, como asegura el embajador, sólo puede enfrentarse no ya desde una política de izquierda o derecha, sino desde una política de la vida y no de la muerte, como la que perpetúa y promueve hoy el genocidio en Gaza. Al terminar nuestra conversación, Ninco me agradece el haberle permitido tener este espacio “para hacer justicia de nuestra historia y de nuestro nombre”.

Álvaro Moisés Ninco Daza es un joven colombiano de treinta años que a mediados de febrero fue nombrado por el presidente Gustavo Petro embajador de la República de Colombia en México. Su designación ha sido polémica desde el inicio, sobre todo porque existe la idea generalizada de que para ocupar tal cargo se...

Este artículo es exclusivo para las personas suscritas a CTXT. Puedes suscribirte aquí

Autora >

Liliana David

Periodista Cultural y Doctora en Filosofía por la Universidad Michoacana (UMSNH), en México. Su interés actual se centra en el estudio de las relaciones entre la literatura y la filosofía, así como la divulgación del pensamiento a través del periodismo.

Suscríbete a CTXT

Orgullosas
de llegar tarde
a las últimas noticias

Gracias a tu suscripción podemos ejercer un periodismo público y en libertad.
¿Quieres suscribirte a CTXT por solo 6 euros al mes? Pulsa aquí

Artículos relacionados >

Deja un comentario


Los comentarios solo están habilitados para las personas suscritas a CTXT. Puedes suscribirte aquí