1. Número 1 · Enero 2015

  2. Número 2 · Enero 2015

  3. Número 3 · Enero 2015

  4. Número 4 · Febrero 2015

  5. Número 5 · Febrero 2015

  6. Número 6 · Febrero 2015

  7. Número 7 · Febrero 2015

  8. Número 8 · Marzo 2015

  9. Número 9 · Marzo 2015

  10. Número 10 · Marzo 2015

  11. Número 11 · Marzo 2015

  12. Número 12 · Abril 2015

  13. Número 13 · Abril 2015

  14. Número 14 · Abril 2015

  15. Número 15 · Abril 2015

  16. Número 16 · Mayo 2015

  17. Número 17 · Mayo 2015

  18. Número 18 · Mayo 2015

  19. Número 19 · Mayo 2015

  20. Número 20 · Junio 2015

  21. Número 21 · Junio 2015

  22. Número 22 · Junio 2015

  23. Número 23 · Junio 2015

  24. Número 24 · Julio 2015

  25. Número 25 · Julio 2015

  26. Número 26 · Julio 2015

  27. Número 27 · Julio 2015

  28. Número 28 · Septiembre 2015

  29. Número 29 · Septiembre 2015

  30. Número 30 · Septiembre 2015

  31. Número 31 · Septiembre 2015

  32. Número 32 · Septiembre 2015

  33. Número 33 · Octubre 2015

  34. Número 34 · Octubre 2015

  35. Número 35 · Octubre 2015

  36. Número 36 · Octubre 2015

  37. Número 37 · Noviembre 2015

  38. Número 38 · Noviembre 2015

  39. Número 39 · Noviembre 2015

  40. Número 40 · Noviembre 2015

  41. Número 41 · Diciembre 2015

  42. Número 42 · Diciembre 2015

  43. Número 43 · Diciembre 2015

  44. Número 44 · Diciembre 2015

  45. Número 45 · Diciembre 2015

  46. Número 46 · Enero 2016

  47. Número 47 · Enero 2016

  48. Número 48 · Enero 2016

  49. Número 49 · Enero 2016

  50. Número 50 · Febrero 2016

  51. Número 51 · Febrero 2016

  52. Número 52 · Febrero 2016

  53. Número 53 · Febrero 2016

  54. Número 54 · Marzo 2016

  55. Número 55 · Marzo 2016

  56. Número 56 · Marzo 2016

  57. Número 57 · Marzo 2016

  58. Número 58 · Marzo 2016

  59. Número 59 · Abril 2016

  60. Número 60 · Abril 2016

  61. Número 61 · Abril 2016

  62. Número 62 · Abril 2016

  63. Número 63 · Mayo 2016

  64. Número 64 · Mayo 2016

  65. Número 65 · Mayo 2016

  66. Número 66 · Mayo 2016

  67. Número 67 · Junio 2016

  68. Número 68 · Junio 2016

  69. Número 69 · Junio 2016

  70. Número 70 · Junio 2016

  71. Número 71 · Junio 2016

  72. Número 72 · Julio 2016

  73. Número 73 · Julio 2016

  74. Número 74 · Julio 2016

  75. Número 75 · Julio 2016

  76. Número 76 · Agosto 2016

  77. Número 77 · Agosto 2016

  78. Número 78 · Agosto 2016

  79. Número 79 · Agosto 2016

  80. Número 80 · Agosto 2016

  81. Número 81 · Septiembre 2016

  82. Número 82 · Septiembre 2016

  83. Número 83 · Septiembre 2016

  84. Número 84 · Septiembre 2016

  85. Número 85 · Octubre 2016

  86. Número 86 · Octubre 2016

  87. Número 87 · Octubre 2016

  88. Número 88 · Octubre 2016

  89. Número 89 · Noviembre 2016

  90. Número 90 · Noviembre 2016

  91. Número 91 · Noviembre 2016

  92. Número 92 · Noviembre 2016

  93. Número 93 · Noviembre 2016

  94. Número 94 · Diciembre 2016

  95. Número 95 · Diciembre 2016

  96. Número 96 · Diciembre 2016

  97. Número 97 · Diciembre 2016

  98. Número 98 · Enero 2017

  99. Número 99 · Enero 2017

  100. Número 100 · Enero 2017

  101. Número 101 · Enero 2017

  102. Número 102 · Febrero 2017

  103. Número 103 · Febrero 2017

  104. Número 104 · Febrero 2017

  105. Número 105 · Febrero 2017

  106. Número 106 · Marzo 2017

  107. Número 107 · Marzo 2017

  108. Número 108 · Marzo 2017

  109. Número 109 · Marzo 2017

  110. Número 110 · Marzo 2017

  111. Número 111 · Abril 2017

  112. Número 112 · Abril 2017

  113. Número 113 · Abril 2017

  114. Número 114 · Abril 2017

  115. Número 115 · Mayo 2017

  116. Número 116 · Mayo 2017

  117. Número 117 · Mayo 2017

  118. Número 118 · Mayo 2017

  119. Número 119 · Mayo 2017

  120. Número 120 · Junio 2017

  121. Número 121 · Junio 2017

  122. Número 122 · Junio 2017

  123. Número 123 · Junio 2017

  124. Número 124 · Julio 2017

  125. Número 125 · Julio 2017

  126. Número 126 · Julio 2017

  127. Número 127 · Julio 2017

  128. Número 128 · Agosto 2017

  129. Número 129 · Agosto 2017

  130. Número 130 · Agosto 2017

  131. Número 131 · Agosto 2017

  132. Número 132 · Agosto 2017

  133. Número 133 · Septiembre 2017

  134. Número 134 · Septiembre 2017

  135. Número 135 · Septiembre 2017

  136. Número 136 · Septiembre 2017

  137. Número 137 · Octubre 2017

  138. Número 138 · Octubre 2017

  139. Número 139 · Octubre 2017

  140. Número 140 · Octubre 2017

  141. Número 141 · Noviembre 2017

  142. Número 142 · Noviembre 2017

  143. Número 143 · Noviembre 2017

  144. Número 144 · Noviembre 2017

  145. Número 145 · Noviembre 2017

  146. Número 146 · Diciembre 2017

  147. Número 147 · Diciembre 2017

  148. Número 148 · Diciembre 2017

  149. Número 149 · Diciembre 2017

  150. Número 150 · Enero 2018

  151. Número 151 · Enero 2018

  152. Número 152 · Enero 2018

  153. Número 153 · Enero 2018

  154. Número 154 · Enero 2018

  155. Número 155 · Febrero 2018

  156. Número 156 · Febrero 2018

  157. Número 157 · Febrero 2018

  158. Número 158 · Febrero 2018

  159. Número 159 · Marzo 2018

  160. Número 160 · Marzo 2018

  161. Número 161 · Marzo 2018

  162. Número 162 · Marzo 2018

  163. Número 163 · Abril 2018

  164. Número 164 · Abril 2018

  165. Número 165 · Abril 2018

  166. Número 166 · Abril 2018

  167. Número 167 · Mayo 2018

  168. Número 168 · Mayo 2018

  169. Número 169 · Mayo 2018

  170. Número 170 · Mayo 2018

  171. Número 171 · Mayo 2018

  172. Número 172 · Junio 2018

  173. Número 173 · Junio 2018

  174. Número 174 · Junio 2018

  175. Número 175 · Junio 2018

  176. Número 176 · Julio 2018

  177. Número 177 · Julio 2018

  178. Número 178 · Julio 2018

  179. Número 179 · Julio 2018

  180. Número 180 · Agosto 2018

  181. Número 181 · Agosto 2018

  182. Número 182 · Agosto 2018

  183. Número 183 · Agosto 2018

  184. Número 184 · Agosto 2018

  185. Número 185 · Septiembre 2018

  186. Número 186 · Septiembre 2018

  187. Número 187 · Septiembre 2018

  188. Número 188 · Septiembre 2018

  189. Número 189 · Octubre 2018

  190. Número 190 · Octubre 2018

  191. Número 191 · Octubre 2018

  192. Número 192 · Octubre 2018

  193. Número 193 · Octubre 2018

  194. Número 194 · Noviembre 2018

  195. Número 195 · Noviembre 2018

  196. Número 196 · Noviembre 2018

  197. Número 197 · Noviembre 2018

  198. Número 198 · Diciembre 2018

  199. Número 199 · Diciembre 2018

  200. Número 200 · Diciembre 2018

  201. Número 201 · Diciembre 2018

  202. Número 202 · Enero 2019

  203. Número 203 · Enero 2019

  204. Número 204 · Enero 2019

  205. Número 205 · Enero 2019

  206. Número 206 · Enero 2019

  207. Número 207 · Febrero 2019

  208. Número 208 · Febrero 2019

  209. Número 209 · Febrero 2019

  210. Número 210 · Febrero 2019

  211. Número 211 · Marzo 2019

  212. Número 212 · Marzo 2019

  213. Número 213 · Marzo 2019

  214. Número 214 · Marzo 2019

  215. Número 215 · Abril 2019

  216. Número 216 · Abril 2019

  217. Número 217 · Abril 2019

  218. Número 218 · Abril 2019

  219. Número 219 · Mayo 2019

  220. Número 220 · Mayo 2019

  221. Número 221 · Mayo 2019

  222. Número 222 · Mayo 2019

  223. Número 223 · Mayo 2019

  224. Número 224 · Junio 2019

  225. Número 225 · Junio 2019

  226. Número 226 · Junio 2019

  227. Número 227 · Junio 2019

  228. Número 228 · Julio 2019

  229. Número 229 · Julio 2019

  230. Número 230 · Julio 2019

  231. Número 231 · Julio 2019

  232. Número 232 · Julio 2019

  233. Número 233 · Agosto 2019

  234. Número 234 · Agosto 2019

  235. Número 235 · Agosto 2019

  236. Número 236 · Agosto 2019

  237. Número 237 · Septiembre 2019

  238. Número 238 · Septiembre 2019

  239. Número 239 · Septiembre 2019

  240. Número 240 · Septiembre 2019

  241. Número 241 · Octubre 2019

  242. Número 242 · Octubre 2019

  243. Número 243 · Octubre 2019

  244. Número 244 · Octubre 2019

  245. Número 245 · Octubre 2019

  246. Número 246 · Noviembre 2019

  247. Número 247 · Noviembre 2019

  248. Número 248 · Noviembre 2019

  249. Número 249 · Noviembre 2019

  250. Número 250 · Diciembre 2019

  251. Número 251 · Diciembre 2019

  252. Número 252 · Diciembre 2019

  253. Número 253 · Diciembre 2019

  254. Número 254 · Enero 2020

  255. Número 255 · Enero 2020

  256. Número 256 · Enero 2020

  257. Número 257 · Febrero 2020

  258. Número 258 · Marzo 2020

  259. Número 259 · Abril 2020

  260. Número 260 · Mayo 2020

  261. Número 261 · Junio 2020

  262. Número 262 · Julio 2020

  263. Número 263 · Agosto 2020

  264. Número 264 · Septiembre 2020

  265. Número 265 · Octubre 2020

  266. Número 266 · Noviembre 2020

  267. Número 267 · Diciembre 2020

  268. Número 268 · Enero 2021

  269. Número 269 · Febrero 2021

  270. Número 270 · Marzo 2021

  271. Número 271 · Abril 2021

  272. Número 272 · Mayo 2021

  273. Número 273 · Junio 2021

  274. Número 274 · Julio 2021

  275. Número 275 · Agosto 2021

  276. Número 276 · Septiembre 2021

  277. Número 277 · Octubre 2021

  278. Número 278 · Noviembre 2021

  279. Número 279 · Diciembre 2021

  280. Número 280 · Enero 2022

  281. Número 281 · Febrero 2022

  282. Número 282 · Marzo 2022

  283. Número 283 · Abril 2022

  284. Número 284 · Mayo 2022

  285. Número 285 · Junio 2022

  286. Número 286 · Julio 2022

  287. Número 287 · Agosto 2022

  288. Número 288 · Septiembre 2022

  289. Número 289 · Octubre 2022

  290. Número 290 · Noviembre 2022

  291. Número 291 · Diciembre 2022

  292. Número 292 · Enero 2023

  293. Número 293 · Febrero 2023

  294. Número 294 · Marzo 2023

  295. Número 295 · Abril 2023

  296. Número 296 · Mayo 2023

  297. Número 297 · Junio 2023

  298. Número 298 · Julio 2023

  299. Número 299 · Agosto 2023

  300. Número 300 · Septiembre 2023

  301. Número 301 · Octubre 2023

  302. Número 302 · Noviembre 2023

  303. Número 303 · Diciembre 2023

  304. Número 304 · Enero 2024

  305. Número 305 · Febrero 2024

  306. Número 306 · Marzo 2024

  307. Número 307 · Abril 2024

  308. Número 308 · Mayo 2024

  309. Número 309 · Junio 2024

  310. Número 310 · Julio 2024

CTXT necesita 15.000 socias/os para seguir creciendo. Suscríbete a CTXT

reportaje

El bloqueo de EEUU agrava la crisis alimentaria y energética de Cuba

Según Naciones Unidas, en 2018, las seis décadas de embargo financiero y comercial de Estados Unidos a Cuba habían costado a la economía de la isla 130.000 millones de dólares

Rodrigo Acuña (Truthout) 1/05/2024

<p>Un grupo de personas hace cola para usar un taxi en La Habana (Cuba). El precio del combustible ha subido un 400%. / <strong>RTVE</strong></p>

Un grupo de personas hace cola para usar un taxi en La Habana (Cuba). El precio del combustible ha subido un 400%. / RTVE

En CTXT podemos mantener nuestra radical independencia gracias a que las suscripciones suponen el 70% de los ingresos. No aceptamos “noticias” patrocinadas y apenas tenemos publicidad. Si puedes apoyarnos desde 3 euros mensuales, suscribete aquí

La isla de Cuba atraviesa su peor crisis económica desde la caída de la Unión Soviética en 1991. Hace unas semanas, el Gobierno de La Habana solicitó oficialmente al Programa Mundial de Alimentos (PMA) de Naciones Unidas leche en polvo para niños menores de 7 años. A mediados de marzo, como señaló CBS News, “pequeños grupos de manifestantes salieron a las calles en la ciudad oriental de Santiago” para criticar los “cortes de luz de hasta ocho horas”, así como la escasez de alimentos en todo el país. A finales de marzo, al puerto de Matanzas llegó un cargamento de emergencia con 715.000 barriles de crudo procedente de Rusia –el primer envío de petróleo de este país a Cuba en un año–, mientras que, recientemente, China ha accedido a entregar 70 toneladas de arroz, el primero de seis envíos por un total de 400 toneladas.

En Nueva York, en un acto de solidaridad, The People's Forum (una ONG local) ha iniciado una campaña llamada “Let Cuba Live: Bread for Our Neighbors” (‘Dejen a Cuba vivir: pan para nuestros vecinos’) con el objetivo de enviar “800 toneladas de harina de trigo a Cuba como ayuda humanitaria legal”.

Zuldaimis Biart, una contable de 35 años que vive en La Habana, declaró a Truthout que la crisis actual “está afectando directamente a las personas con ingresos bajos, a los trabajadores, a las madres con hijos y a los ancianos”. En su caso particular, su salario “no cubría las necesidades mínimas como alimentos, medicinas, higiene personal, ropa y calzado básico”.

No todo el mundo tiene acceso a la moneda digital convertible, ya que no todo el mundo recibe remesas de familiares en el extranjero

Biart señaló que no todo el mundo tiene acceso a la moneda digital convertible conocida como MLC (moneda libre convertible) que se introdujo hace tres años, ya que no todo el mundo recibe remesas de familiares en el extranjero. Biart opina que la situación de la educación y del sistema de salud pública se está deteriorando porque “todas las instituciones del Estado están siendo víctimas de la emigración masiva y la falta de recursos”.

Asiel Álvarez, un habanero de 34 años trabajador de la construcción, comentó a Truthout que también está estresado debido a los recientes cambios del sistema monetario cubano y explicó que su “salario carece de valor para comprar ningún producto”. Según Álvarez, ahora los cortes de luz son constantes.

En un comentario publicado en el Boston Globe sobre su reciente viaje a Cuba, Micho Spring –estratega de comunicación de la empresa de marketing Weber Shandwick– señalaba que se ve mucha basura por La Habana, mientras que el transporte público ha disminuido considerablemente sus operaciones. “Fuera de La Habana”, escribió Spring, “me sorprendió lo delgada que está la gente”.

Hace tres años, cuando estallaron las protestas en ciudades de toda Cuba contra los continuos cortes de luz y el empeoramiento general de la situación económica del país, el presidente Miguel Díaz-Canel salió rápidamente a las calles de La Habana donde se originaron las manifestaciones. En unas acaloradas conversaciones con vecinos de la zona, que fueron grabadas por la televisión estatal cubana, Díaz-Canel expuso el punto de vista del gobierno acerca de la crisis. “¡Querida, hemos tenido que cortar la luz porque no tenemos suficiente combustible!”, le dijo a una anciana visiblemente angustiada. En una región donde los presidentes rara vez dan la cara durante una crisis, y mucho menos se reúnen con los manifestantes, la decisión de Díaz demostró valentía política. Hoy, sin embargo, la crisis continúa.

En Venezuela, la producción de petróleo está en su nivel más bajo en décadas debido a las duras sanciones económicas de Estados Unidos y a la incautación de la petrolera CITGO por parte de Washington. Cuba, que depende en gran medida de las importaciones de petróleo venezolano, lleva varios años afectada por esta situación, que la ha sumido en una crisis energética. A estos problemas hay que añadirle que la isla aún no se ha recuperado de la pandemia de la covid que la obligó a cerrar su industria turística (el sector más importante de su economía) y a aislarse del mundo exterior.

En enero de 2021, en un intento de estabilizar la economía, el Gobierno puso fin a más de 25 años de doble circulación monetaria

En enero de 2021, en un intento de estabilizar la economía, el Gobierno puso fin a más de 25 años de doble circulación monetaria y volvió a utilizar el peso cubano (CUP), que en aquel momento tenía un tipo de cambio de 24 pesos por dólar estadounidense. Para complicar aún más las cosas, con la abolición del peso cubano convertible (CUC), el gobierno introdujo una nueva moneda digital conocida como MLC. Con un aumento de la inflación del 70% solo a finales de 2021, la medida del gobierno resultó muy impopular entre los cubanos de a pie y, a principios de febrero de 2024, el ministro de Economía, Alejandro Gil, fue destituido. Ahora, según una declaración del gobierno cubano, el ministro está siendo investigado ya que “la dirección de nuestro Partido y gobierno nunca ha permitido, ni permitirá, la proliferación de la corrupción, la simulación y la insensibilidad”.

Sin embargo, el mayor culpable de las dificultades económicas de Cuba es el Gobierno de Estados Unidos, que lleva imponiendo un duro bloqueo económico a la isla desde hace más de 62 años. En abril de 1960, en un memorando del subsecretario de Estado adjunto para Asuntos Interamericanos Lester D. Mallory, el funcionario estadounidense señaló que la mayoría de los cubanos apoyaban al joven líder revolucionario Fidel Castro, cuyo Movimiento 26 de Julio había derrocado al brutal dictador Fulgencio Batista, apoyado por Washington, en enero de 1959. Basándose en su análisis, Mallory escribió:

“Deben emprenderse con prontitud todos los medios posibles para debilitar la vida económica de Cuba. Si se adopta dicha política, debe ser el resultado de una decisión positiva que exija una línea de actuación que, siendo lo más hábil y discreta posible, avance al máximo para negar dinero y suministros a Cuba, reducir los salarios monetarios y reales, provocar hambre, desesperación y el derrocamiento del Gobierno”.

Durante la Guerra Fría, Cuba consiguió reducir el impacto del bloqueo económico estadounidense comerciando con países del bloque socialista. Como la Unión Soviética compraba azúcar, minerales de níquel, ron y tabaco cubanos a precios ventajosos, entre 1960 y 1985, según un experto, “el importe total de las subvenciones soviéticas al azúcar superó los 22.000 millones de dólares”. En 1992, un año después de que la caída de la Unión Soviética sumiera a la economía cubana en una grave crisis conocida como “período especial”, el cineasta estadounidense Jon Alpert le pidió a Fidel Castro que hablara sobre la economía. La respuesta de Castro fue sencilla: “Nuestro problema es el bloqueo y el fin del Bloque Socialista”, dijo, “el 85% de nuestro comercio era con los países socialistas”.

En 1996, con la introducción de la Ley de Democracia Cubana y la Ley Helms-Burton, la soga económica en torno a Cuba se tensó

En 1996, con la introducción de la Ley de Democracia Cubana y la Ley Helms-Burton, la soga económica en torno a Cuba se tensó. Aprobadas por el Congreso y promulgadas por el presidente Bill Clinton, dichas leyes establecían que cualquier empresa no estadounidense que tratara con Cuba podía ser objeto de acciones legales. En un informe para la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa, al comentar la Ley Helms-Burton, el político español Fernando González Laxe señaló que la “dimensión extraterritorial de la legislación se manifiesta en el hecho de que las empresas de terceros países pueden ser demandadas ante los tribunales estadounidenses, y a sus ejecutivos, junto con sus familias, se les prohíba entrar en Estados Unidos”. Para González Laxe, “las empresas y ciudadanos canadienses, europeos y latinoamericanos serían los más afectados”.

Cuando el presidente Barack Obama visitó Cuba en 2016 y suavizó el bloqueo, un comentarista señaló que “el régimen de sanciones más antiguo de la historia no se desmanteló por completo, pero el progreso fue inmenso, con beneficios percibidos casi de inmediato por los trabajadores cubanos”. El respiro para los cubanos, sin embargo, duraría poco.

Salim Lamrani, autor de numerosos libros sobre Cuba y profesor de la Universidad de La Reunión, manifestó a Truthout que con Donald Trump, “Washington volvió a la política de confrontación e impuso 243 nuevas sanciones en cuatro años, más de una sanción por semana, dirigidas a sectores vitales de la economía cubana, como la exportación de servicios médicos, el turismo y las remesas”. Entre esas sanciones, señaló Lamrani, “cincuenta fueron impuestas en medio de la pandemia de la covid, lo cual privó a la isla de equipos vitales como respiradores y afectó gravemente al sistema de salud”.

Peor aún, en 2021, el gobierno de Trump volvió a incluir a Cuba en la lista de Estados a los que Estados Unidos acusa de promover el terrorismo. Antoni Kapcia, profesor emérito de la Universidad de Nottingham, declaró a Truthout que aunque esta medida “no recibe el apoyo de la Unión Europea, Canadá o el Reino Unido”, ha “afectado a las operaciones europeas en Cuba, ya que los bancos y aseguradoras europeas se niegan a procesar pagos a entidades cubanas o a dar cobertura de seguro para estancias en Cuba”. Según Kapcia, la inclusión de Cuba en la lista de Estados que promueven el terrorismo “hizo aún más difícil de lo que ya era antes de 2017 para Cuba comprar y pagar las importaciones (en particular petróleo, medicamentos y productos alimenticios), lo que contribuyó sustancialmente al profundo empeoramiento de la situación económica”.

Cuando se le pidió que explicara por qué la Administración de Biden no retomó la política anterior de Obama hacia Cuba, Helen Yaffe, autora del libro We Are Cuba! How a Revolutionary People Have Survived in a Post-Soviet World, declaró a Truthout que, si bien “inicialmente Biden no hizo cambios significativos en la política del país hacia Cuba” después de las protestas del 11 de julio de 2021, “Biden estaba claramente advertido de que el Estado revolucionario era vulnerable y estaba a punto de derrumbarse, y no tendría que hacer mucho para atribuirse el mérito de ser el presidente de EE.UU. que finalmente monitoreó el hundimiento del socialismo cubano”. Aunque, según Yaffe, la idea de que el Estado estaba a punto de hundirse es inexacta, la Administración de Biden ha redoblado la apuesta añadiendo algunas sanciones propias.

Ahora que más de 400.000 cubanos han abandonado la isla entre 2022 y finales de 2023 y con Estados Unidos en pleno año electoral, Yaffe señala que Biden ha tomado algunas medidas para “reducir la inmigración cubana a Estados Unidos”; sin embargo, no ha eliminado las “causas que impulsan esa migración, es decir, la escasez y las penurias causadas en gran medida por el bloqueo estadounidense”. Según Naciones Unidas, en 2018, las seis décadas de embargo financiero y comercial de Estados Unidos a Cuba habían costado a la economía de la isla 130.000 millones de dólares.

La desesperación y la rabia de los ciudadanos cubanos con los que habló Truthout es palpable.

“No veo futuro para la población”, dijo Asiel Álvarez, trabajador de la construcción de La Habana. “Y en mi caso, no veo futuro”.

Yolanda Sánchez, exmaestra de 61 años, prefirió hablar con Truthout bajo seudónimo, ya que depende del Gobierno cubano para renovar su licencia para regentar un pequeño establecimiento de alojamiento y desayuno en La Habana Vieja.

Sánchez reconoció que “durante la presidencia de Barack Obama hubo un florecimiento en la economía cubana y más oportunidades para iniciar negocios en el sector privado, así como la adquisición de productos de primera necesidad para el pueblo”. En opinión de Sánchez, la pandemia de la covid fue desastrosa, al igual que el momento elegido por el Gobierno poco después para llevar a cabo los cambios monetarios que introdujo.

Afirma que “todo el sistema se derrumbó” mientras aumentaba el coste de todo: “alimentos, medicinas, vivienda, higiene ambiental”. Desde la perspectiva de Sánchez, la inflación no se ha detenido mientras que el “propio Estado ha aumentado el precio de los productos de primera necesidad”.

Carlos Rivera es un trabajador sanitario de 40 años de un hospital público de La Habana, que también pidió utilizar un seudónimo. Para Rivera:

“Hoy la crisis no tiene fin, no sabemos dónde va a terminar todo esto. Vemos que se silencian los hospitales, cuando los servicios de salud son una fuente  importante de divisas para el país y ni siquiera son capaces de mejorar al menos las condiciones laborales de quienes trabajan en ese sector. Por otra parte, la crisis del  petróleo nos está golpeando duramente. El problema del transporte es muy grave”.

Según Rivera, en La Habana, la gente puede pasar hasta tres horas esperando el transporte público, un tiempo que desearían poder utilizar para otros fines.

En comunicación con Truthout, Iramís Rosique Cárdenas –periodista cubana del colectivo de medios de comunicación La Tizza, con sede en Cuba– dijo que “en estos momentos también hay un enorme problema de abastecimiento de la cesta básica regulada (una bolsa de alimentos subvencionada), por ejemplo, no ha llegado el arroz de abril, un alimento básico”. A su juicio, “el futuro de nuestro mundo es incierto” ya que “cualquier oportunidad de futuro para nosotros depende de que Cuba pueda completar su inserción en el mercado mundial (con todo lo que ello implica para bien y para mal), algo que impide la guerra económica a la que estamos sometidos”.

Para Fulton Armstrong, investigador principal del programa latinoamericano de la American University de Washington y antiguo miembro del Consejo Nacional de Inteligencia (NIC, por sus siglas en inglés) que dependía de la CIA, a pesar de factores como la pandemia de la covid, la crisis económica de Venezuela y los propios errores económicos y la falta de reformas del Gobierno cubano, el principal factor de los actuales males de la isla sigue siendo el bloqueo económico estadounidense. En declaraciones recientes a la emisora pública alemana DW, Armstrong señaló que mientras algunas protestas contra el Gobierno cubano han sido expresiones espontáneas de las frustraciones de la gente, otras han sido cuidadosamente planificadas y apoyadas por actores externos mediante el uso de medios sociales y cuentas bot. Según Armstrong, National Endowment for Democracy (la Fundación Nacional para la Democracia) es uno de esos actores interesados en el derrocamiento del gobierno cubano y ha gastado 600 millones de dólares a lo largo de los años en “promover la democracia” (es decir, intentar derrocar el actual sistema político cubano) en la isla.

Durante la Guerra Fría, Estados Unidos promovió campañas similares contra la revolución cubana. Tras la fallida invasión de Bahía de Cochinos en 1961, Washington ignoró los flagrantes actos de terrorismo cometidos por elementos de la comunidad de exiliados cubanos de la extrema derecha en Miami, Florida, hasta los atentados de 1997 contra hoteles en Cuba (los últimos actos de terrorismo contra la isla). En 1971, la CIA y un grupo anticastrista fueron acusados de haber introducido en la isla el virus de la peste porcina africana, lo que provocó el sacrificio forzoso de 500.000 cerdos para evitar una epidemia animal a gran escala.

En 2017, el Gobierno cubano denunció “un saldo de 3.478 muertos y 2.099 discapacitados” debido a actos de terrorismo contra Cuba “por defender su independencia, soberanía y dignidad”.

Según Fabián Escalante Font, fundador de los servicios de inteligencia cubanos y exjefe del Departamento de Seguridad del Estado de Cuba desde principios de la década de 1960 hasta el año 2000, las autoridades cubanas también contabilizaron 637 planes de asesinato contra Fidel Castro.

Parece que alguna de las crisis sociales que Estados Unidos ha intentado fomentar durante décadas corren el riesgo de afianzarse

Aun así, durante toda esta campaña de violencia contra la isla, las brutales sanciones económicas han continuado constituyendo el núcleo de la política estadounidense hacia Cuba. Ahora, 62 años después de que Estados Unidos impusiera por primera vez el bloqueo, parece que alguna de las crisis sociales más generalizadas que Estados Unidos ha intentado fomentar durante décadas corren el riesgo de afianzarse.

Para quienes conocen los logros de la revolución cubana y las pésimas condiciones económicas de la mayoría de los pueblos del Caribe y América Latina, el derrumbe de la sociedad cubana sería muy lamentable. Para el cubano medio, sería catastrófico.

En 2022, Newsweek señaló que el cubano medio seguía viviendo tres años más que el ciudadano medio de Estados Unidos, cuya esperanza de vida al nacer era de 76,1 años. En 2016, cuando Fidel Castro murió a los 90 años, otro artículo de prensa destacó los logros de Cuba en el campo de la medicina, que incluían ser el primer país en eliminar la transmisión del VIH de madre a hijo, reducir las tasas de mortalidad infantil y desarrollar una vacuna contra el cáncer de pulmón.

En 2000, la educadora cubana Leonela Relys Díaz desarrolló el programa de alfabetización Yo, sí puedo, que en 2014 había ayudado a seis millones de personas a aprender a leer y escribir en 28 países diferentes, incluidas las comunidades aborígenes de Australia.

Las corporaciones globales y los grupos de presión de la extrema derecha cubanoamericana en Miami, Florida, están ansiosos por reafirmar su dominio en la isla. Si la Revolución Cubana se derrumbara, sería difícil que dichos logros perduraran.

—-------------------

Este artículo se publicó originalmente el 20 de abril en Truthout.

La traducción es de Paloma Farré.

La isla de Cuba atraviesa su peor crisis económica desde la caída de la Unión Soviética en 1991. Hace unas semanas, el Gobierno de La Habana solicitó oficialmente al Programa Mundial de Alimentos (PMA) de Naciones Unidas leche en...

Este artículo es exclusivo para las personas suscritas a CTXT. Puedes suscribirte aquí

Autor >

Rodrigo Acuña (Truthout)

Suscríbete a CTXT

Orgullosas
de llegar tarde
a las últimas noticias

Gracias a tu suscripción podemos ejercer un periodismo público y en libertad.
¿Quieres suscribirte a CTXT por solo 6 euros al mes? Pulsa aquí

Artículos relacionados >

2 comentario(s)

¿Quieres decir algo? + Déjanos un comentario

  1. Marcoafrika

    A pesar de las críticas ignorantes o malintencionadas al sistema de gobierno cubano, este artículo explica con bastante objetividad el verdadero problema de Cuba, un Estado socialista valiente a menos de 200km de la costas de su agresor, los insaciables EEUU y, precisamente, los causantes de su desgracia económica. Creo que hay suficientes pruebas para afirmar que los EEUU se han convertido en el Imperio o Estado terrorista mas letal de todos los tiempos y al menos el responsable directo (o indirecto) de todos y cada uno de los conflictos bélicos desde el final de la segunda guerra mundial.

    Hace 2 meses 14 días

  2. juan-ab

    Mister Marshall, "ojalá pase algo que te borre de pronto".

    Hace 2 meses 25 días

Deja un comentario


Los comentarios solo están habilitados para las personas suscritas a CTXT. Puedes suscribirte aquí