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DIRECTO

Puigdemont vuelve y se volatiliza; Illa, president

Crónica, minuto a minuto, de la investidura más surrealista de la historia

Guillem Martínez Barcelona , 8/08/2024

<p>Pleno de investidura de Salvador Illa. / <strong>Parlament de Catalunya (Sergio Ramos Lavedesa)</strong></p>

Pleno de investidura de Salvador Illa. / Parlament de Catalunya (Sergio Ramos Lavedesa)

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08:30

Única entrada al Parc de la Ciutadella, no muy sometida a tensión a las 8:30.

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09:00

Los cat con prótesis de cadera gritan “no volem Illa President”, mientras que, más arriba, en Arc de Triomf, aparece Puigdemont en modo ninja. Como no reconduzca esto, esto tira para Capitolio.

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09:03

Vallas de contención en el Parc de la Ciutadella, el Washington DF donde está sito el Capitolio Cat.

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09:15

Discurso de Puigdemont, traducción. No es un discurso político. Es un discurso de victimización, de sentimentalización –los materiales del procés, un proceso de sentimentalización antes que político; lo sentimental sigue siendo su límite esta mañana a primera hora, parece– y, se entiende que de despedida, antes de ser detenido. Posteriormente, tras los vivas de rigor en este tipo de tendencias, Puigdemont marcha hacia el Parlament, junto con sus minions, que son asesorados por voluntarios, a pelo, sin más información, y en el rol de app Tsunami. Puigdemont marcha, me dicen, con diversos all-stars, entre ellos Rull, el presi del Parlament. Se supone que, llegados a un punto, Rull ordenará a los mossos que abran la puerta, oh, Sésamo. Puigdemont, muy ambiguo en su discurso –el sentimentalismo tiene eso: solo puedes decir te amo, y no me piro y te dejo a los niños–, no ha dado instrucciones a sus minions para cuando, llegado el caso, sea detenido. La única garantía de que esto no acabará en modo Capitolio parece ser la media de edad. El final de lo de hoy sigue siendo abierto. A menos que los aludidos voluntarios, esa app con patas, tengan una buena nueva.

La única garantía de que esto no acabará en modo Capitolio parece ser la media de edad

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09:27

Tendencias policiales. Hoy, en el Parlament y alrededores, prima el mosso d’esquadra cachas. Si no hubieran aprobado las oposiciones, serían aizkolaris o numerarios de Desokupa. Hay policía, de manera discreta, pero mucha y en modo glory days. Un comando, o como se diga, de polis, ha salido disparado, hace poco, en dirección a Puigdemont, que finalmente ha optado por una sencilla y funcional mini-Marcha sobre Roma, una Marcha sobre Roma happy meal y cortita, desde Passeig de Sant Joan hasta Ciutadella.

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09:29

Puigdemont ha delegado el voto. Quizás eso sea el mensaje menos críptico que ha emitido hoy.  Es decir, se votará. Habrá sesión de investidura de alguna manera. Es decir, no confían en interrumpir la sesión, o no descartan que eso no se produzca.

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09:39

Los all-stars de Junts van llegando al Parlament, entre ellos, Rull. Pero no aparece Puigdemont. ¿La mini-marcha sobre Roma ha dado pie a un Fantasma de la Ópera? ¿Ha sido detenido? ¿Aparecerá en lugar de la chica cuando el mago abra el baúl?

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09:46

Rumores de que Puigdemont ha entrado en territorio sacro, como lo denomina Rull. Cuando un parlamento es sagrado, por cierto, es que ha habido una revolución espiritual en modo Irán. Un parlamento debería ser democrático, previsible, útil. Y no sacro, como es el caso.

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09:55 

Los Mossos informan al mundo que Puigdemont no está detenido, pero sí localizado. Como el Everest.

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10:00

Suena el timbre llamando a sesión, como en el teatro, como en los JJ.OO. de París hacen con un bastón. En un periquete empezará el mayor espectáculo del mundo –ese concepto de la política del siglo XXI; y, glups, de los años treinta y cuarenta– o, todo lo contrario, una sesión de investidura cutre, como todas. 

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10:07

Rull toma la palabra con su habitual voz de párrocoZzzzz. Fuera, los manifestantes guardan silencio, al pasar por el territorio sacro. No hay conatos bisontistas. Esa debía ser la consigna de los hombres app, los chicos y chicas tsunamis que informaban a los manifestantes sobre su futuro, penal, o no. Rull declara inaugurada la sesión de investidura. Cede la palabra a Illa. No hay suspensión de la sesión, por ahora.

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10:29

Illa empieza citando a Tarradellas. Importante. Tarradellas, su vuelta, supuso la paralización de la Transi en Cat, su modulación conservadora, y un giro también conservador en el catalanismo, al punto, que, tras él, vino Pujol –y no la izquierda, como estaba calculado– y su reformulación derechista del catalanismo, que hoy disfrutamos 24h sur 24h, por ejemplo en el cerco que ahora vive este Parlament, para evitar la investidura de alguien que no encaja del todo con ese catalanismo. Su huella, su futuro fue tan temido por izquierdas y derechas que en el primer Estatut se prohibió la posibilidad de que el presi no fuera diputat, no sea que se colara Tarradellas, cuando estaba vivo, y enviara al garete el sistema de partidos cat, nuevamente. Tarradellas, un hombre que, a través del Gremi del Cotó, de Pla, de Vicens Vives, intentó una jugada ambigua, en los años cincuenta, para emitir política desde Cat, en pleno franquismo, junto con el franquismo, más que sociológico y vinculado al –lo que quedaba del– catalanismo conservador –como señala Jordi Amat en El fill del xofer–, no siempre fue honesto –diversos escándalos en la República y en la Guerra Civil, apuntan a ello; la ulterior venta de sus archivos a la Gene es una metáfora–, fue un tipo listo, que las sabía ver venir, al punto de ser el primer pollo que, mucho antes que los nuevos políticos profesionales, entendió el R’78 –lo entendió, hay señales de ello, antes que Suárez–. Y es un mito, una tercera vía –no pujolista, no maragallista– en Cat, un acceso catalanista moderado, institucionalista, que conoce y evita la naturaleza –en ocasiones peligrosa, como se ha visto también en estos tiempos– del nacionalismo español.

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10:39

Puigdemont, últimas tendencias: a) Rull, antes de ceder la palabra a Rull, ha anunciado que se han pedido dos delegaciones de voto. Y ninguna es de Puigdemont. Como no se presente en la votación, Junts perderá, más aún, la votación, perderá la votación en caso –nunca despreciable– de incidencia o error. Lo que es una metáfora de los grandes planes de CDC/PDeCAT/Junts: grandes coreografías/masa/clímax. Y, posteriormente, cero patatero. Canetti en estado puro. La cosa b) es que el Molt Il·lustríssim Col·legi de Mossos, o como se llame, ha anunciado que Puigdemont se ha marchado, zas, en modo Houdini. Recordemos: en una sola mañana una Marcha sobre Roma, un Fantasma de la Ópera y un Houdini. Nadie da más por menos. Quizás solo una página web guarri.

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10:55

Ah, una fuente de los Mossos, ese cuerpo que hace un plis-plas tenía localizado a Puigdemont, informa de que, sin un pacto que facilite su detención, será muy difícil, incluso, localizarlo. El comando policial Puigdemont debería ser el encargado, snif, de ejecutar los desahucios. Rayos, ha finalizado la intervención de Illa. Sinopsis: una defensa de la aplicación de la amnistía, una descripción de la época y de las extremas derechas y “derechas radicales”. Una explicación del programa, que define como la III gran transformación de Cat –tras la de Pujol, institucional, y los tripartits, social–, y una descripción del programa, que parte de los pactos con ERC y Comuns –en su mayor parte, me temo, de difícil o nula aplicación, tras sentencias varias del TC–. El discurso culmina con descripciones y llamamientos a la unidad social, a su reconstrucción. La unidad social se ha perdido, de manera dramática, como indica el descenso del uso social del catalán/el mayor y más consenso social, no político, vivo, y/o un parlamento cercado para intentar revertir una votación/una sociedad ya habituada a las expulsiones de su seno por causas ideológicas.

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11:06

Receso. En Junts están rarunos, como hundidos. Algo ha fallado. O algo no ha sido comunicado. O no se ha comunicado nada más abajo del vértice de la pirámide trófica de Junts, como siempre. En breve, tras el receso, se sabrá si Puigdemont entra –¿cómo?– en el Parlament, a darle la réplica a Illa, pacta su detención, o se va a Las Vegas con su número de escapismo. Parece, en todo caso, que el pleno, contra pronóstico, se va a culminar. Lo que será un fracaso propagandístico, que contrastaría con el éxito propagandístico de la tocata y fuga de Puigdemont. Por cierto, se han iniciado las cargas en el exterior –nuestras polis pueden no encontrarse el culo con ambas manos, como hoy se ha vuelto a intuir, pero cargan de maravilla, en ocasiones con un formidable revés; una pena que no exista el Nobel al Poli Psicópata–, al parecer porque los manifestantes han intentado, pobrets, un Capitolio en modo Imserso. En lo que es una historia condensada del procesismo, cuando los minions ya no son útiles al líder, a nadie le importa su destino.

En Junts están rarunos, como hundidos. Algo ha fallado. O algo no ha sido comunicado

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11:20

Se han colado un par de centenares de puigdemontettes en el recinto del Parc de la Ciutadella. Cantan himnos y cosas de esas, algunos llevan gadgets divertidos –el bisontismo es, eso parece, una gramática planetaria de señoras y, más aún, señores, solitarios, ante una pantalla–. Los antidisturbios les miran con esa mirada melancólica con la que yo, ahora mismo, la verdad, miraría un bocata de jamón, de aquel con rayitas blancas.

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11:23

Gritos de ‘no volem Illa president’. Esto es una mani contra una mayoría parlamentaria electa, no contra la no aplicación de la amnistía. Siempre lo ha sido. El líder se ha ido, pero nos deja su obra.

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11:38

La SER informa de que Puigdemont se habría ido en coche entre la multitud. Citan fuentes policiales y afirman que “tienen algunos números y letras de la matrícula pero les faltan otras”. A lo que se podría agregar: sabemos que, en todo caso, se trata de unidades decimales del 1 al 10, y se construiría el mejor chiste del verano, que vendría inmediatamente después de, sin duda, el mejor chiste del año:
– ¿Dónde vas con ese cuerpo, bonita?
– Al bosque, a enterrarlo.

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11:45

Diversos cats en el trance de irse de vacas me informan, por el pinganillo, de que las autopistas están jalonadas por controles policiales, buscan a Puigdemont con la misma intensidad que el staff procesista buscó un Presi en 2015 debajo de las piedras. En la Jonquera, me dicen, registran maleteros, y obligan a los motoristas a sacarse el casco. Si no hubiera dejado una masa bisontista en el Parlament, mayor desunión social, y mayor tontería, de la de toda la vida, a su paso, Puigdemont sería un tipo divertido.

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12:10

Se reanuda la sesión. Toma la palabra Albert Batet, uno de los oradores menos brillantes del Parlament y, aun así, portavoz de Junts, lo que es un signo bípedo de lo que es la selección negativa, esa máquina de desaprovechar ocasiones. Como la de hoy. Antes de empezar a hablar, saluda a todas las autoridades presentes. Empieza a enumerar presis. No sabía que hubiera tantos, de manera que dan ganas de comprarse uno. Al final, resulta que Puigdemont no ha sido citado. No está. No había plan. El plan era venir, incentivar sentimentalismo, su clímax y pirarse. Otra vez Canetti. En su discurso, por lo que veo, Batet une el triunfo de Puigdemont contra la poli –brillante, divertido, si no fuera por la que ha dejado liada: ha dejado liada un Capitolio de provincias– al triunfo del 1-O, personalizándolo. Posteriormente, hilvana un hilo sentimental, de dolor y sufrimiento. Hoy ha quedado visto, me temo –y no deja de ser una epifanía– que el procesismo es la capacidad –ojo: coral; ojo: espectacular– de congregar masa para elaborar un clímax sentimental, momento en el que la masa se disgrega. Lo que emparenta el procesismo con sus ancestros –el fascismo–, y con sus parientes –los trumpismos, esas cosas que no son los fascismos de los treinta, ni mucho menos, pero que son la mayor amenaza a la democracia desde entonces–. Alguien debe de estar tomando nota de todo esto en MAD, otro punto de polarización trumpista, que tarde o temprano tendrá también problemas con la ley. Hoy no los tiene, no los tiene por la muerte por dejación de 7.291 ancianos, no los tiene con el tráfico de influencias y corrupción, pero sólo porque la ley, su aplicación desde algunos tramos de la judicatura, es el problema. En su discurso Batet prolonga mitos procesistas, sin renovación en años –el franquismo como realidad actual, la guerra sucia del Estado como hecho determinante en el procés, el lawfare, el referéndum, y no una mayoría social, que no existe, como piedra angular, el 155, en el que Junts colaboró absolutamente, como arma arrojadiza; todo ello visto como dolor y drama, no como política–, y que culminan con la no aplicación de la amnistía. Desde luego, una no aplicación de dudosa legalidad, que dibuja el drama democrático en el tramo alto de la Justicia. Pero que no ha sido el tema de hoy, que ha congregado a manifestantes que, simplemente, quieren otro presi, porque Illa no es, literalmente, humano, sino alguien sometido a deshumanización por el procesismo. Batet prosigue reformulando el marco republicano. No es el republicanismo histórico cat. Es un republicanismo rampante, reivindicativo, hot, y ultraconservador, de manera que lo no conservador es no cat y no republicano, y se le denomina esp. Es la carlistización del republicanismo cat, suplantado, tal vez definitivamente, snif. Ah, en un momento dado, afirma que Puigdemont acudirá al hemiciclo a votar. Masa y clímax, esta vez televisado, que es mejor.

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13:22

Toma la palabra ERC/Josep María Juvé. El portavoz modula un tono nuevo, relajado, cívico, lejos de las consignas, la mística, el dolor del procesismo, y los círculos y espirales de frases hechas –¿será este el tono de ERC tras su congreso de octubre?–. Se desmarca, estilísticamente, de Junts, a quien expone, más que recrimina, los desencuentros durante el periodo procés, fundamentalmente durante el periodo Govern Aragonès. Pero también se distancia del PSC, a quien dará el voto. Es decir, potencia la voz propia, algo muy inteligente, una vez que la había perdido. Es importante que se sume a lo que –supongo– es lo importante de hoy, cuando se vota a un presi con un programa –un par de pactos, con ERC y Comuns– de difícil aplicación a la realidad en algunos de sus tramos –lo más importante; hoy les pasaré, espero, un articulete sobre eso–: el abandono de la caza y captura del diferente, el fin del supremacismo implícito, que ha llevado a Cat al filo de su ruptura y anecdotización. Juvé habla “contra los carnets de malos catalanes y malos indepes”, “contra la división social”, “por un país inclusivo”. ERC se pronuncia contra la única realización práctica y efectiva que llevó a cabo el procesismo. Lo que es una buena noticia. Sin unidad social –la única unidad sexy–, las otras unidades, nacionales, imperiales, de destino en lo universal, acostumbran a ser camelos, autoritarismos, fantasías esencialistas. El día, tras el chimpún de Puigdemont –francamente brillante, si no fuera por su olor a trumpismo–, evoluciona hacia la comedia, hacia la desdramatización, esos enemigos del símbolo rampante y las mixed emotions. De las emociones y las sensaciones. Parece ser que vuelve otro tono más sereno y cabal. Durará unos años, hasta que, por ausencia de cambios, vuelvan los místicos. O, al menos, el canon es ese. Ah, los mossos han detenido a un mosso, por ser la ayudante del mago en el momento de su desaparición. Parece que será su gran detención del día, tal vez del quinquenio, si no hay entrega o pacto.

El día, tras el chimpún de Puigdemont, evoluciona hacia la comedia

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14:04

Me llama una amiga. Ha tardado una hora y media en recorrer un periplo de 1,5 kilómetros en BCN, gracias a la Operació Gàbia, el dispositivo de los mossos para detener el Vietcong e impedir así, de forma definitiva y sostenible, su acceso al delta del Mekong, que el Pentágono ha calificado como un plan brillante y que culminará con la entrada en Hanoi más pronto que tarde. Por lo demás, este chiste catalán de la fuga de Puigdemont dejará de ser eso, un chiste inofensivo, para pasar a ser un arma sangrienta en la Corte en 3, 2, 1, cuando llegue a Mad con todo su peso. Se trata de una bicoca comunicativa para el PP y el Deep State, consistente en recalcar y repetir que lo sucedido es una burla al Estado, una burla al –una orden de detención del– TS, y que la culpa es del Gobierno Sánchez. Se prepara una buena. Esta vez no será anecdótico. Como a todos los implicados en este drama, lo único que les va a salvar es, tal vez, que es agosto, ese mes en el que nadie está para crisis gubernamentales, tan solo se está para crisis matrimoniales. Ah, finaliza el discurso de Alejandro Fernández, PP. Un gran orador, ingenioso, con estilo. Pero que nunca abandona o desmiente los fakes implícitos de la casa matriz, sus ejes. Abandonen toda esperanza con el PP. O, como decía Dante, de manera que quedaba más serio, lasciate ogni speranza. Entre su discurso, empero, se ha colado una descripción real, que es, por otra parte, el mayor peligro no solo de las izquierdas, sino del centro izquierda o moderado: el procesismo, el hecho de que lo que uno proponga, no se llegue a realizar. Lo decía aludiendo, no a la Ley Mordaza, como ya supondrán, sino a la nueva financiación que Illa integra en su programa. 

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15:41

Hola. Acabo de venir de comer con Manel Lucas, gran periodista y, sin embargo, amigo e imitador de Franco en Polònia. En la comida me explica que “España se enfrenta a la pertinaz sequía, pero los ruegos y oraciones de los españoles no serán baldíos”, así como otras palabras de amor, sencillas y tiernas. Por lo demás, vamos para bingo. Junts a) pide la suspensión del pleno, hasta que “se normalice la situación”. En Bangladesh, se supone. Y b), Catalunya Ràdio informa, y TV3 lo niega, que los mossos, ese cuerpo tan despierto, despierta y pide, como poli judicial, la detención de Turull –se supone que por colaboración con banda de escapistas–, al aparecer, durante un tramo de calle, junto a Puigdemont, en su show de la matiné. Si esto se confirma, puede presagiar una cascada de detenciones, de manera que en el Parlament podría quedar solo el apuntador. El procesismo siempre aporta frikadas, y el Estado, desmesuras legales y policiales reales y a tiempo real. La investidura, que la iba a dar para el pelo la subversión del orden, finalmente, puede ser, será dada para el pelo por el orden a secas. Asfixia. Paren que me bajo. 

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15:45

A todo eso, la sesión se tenía que haber retomado a las 15:35, y en el momento en el que escribo estas líneas –las 15:45– la cosa está más paralizada que un show de Nacho Cano. ¿Los diputados/as están esperando, en el restaurante, que el servicio acometa los Pechê Melba? ¿Ha triunfado la petición de suspensión del pleno de Junts? No. Se nos informa que ha sido rechazada por la Mesa. ¿El rechazo de la mesa ha sido rechazado por Rull? Ni idea. Pero algo huele a podrido en la sala de prensa. Literalmente. Algo huele fatal en esta sala, como a WC estanco. Socorro. Vaya, suena el timbre. Se inicia la sesión. Yupi. Oh, no, sigue sonando el timbre, pero la mesa se pira. Raruno.

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15:56

El portavoz de Junts toma la palabra. Pide la suspensión de la sesión, por la orden de detención de Turull, su secretario general, por parte de los mossos –que niegan los mossos, según TV3–. Aún vibra en el aire la “n” de la palabra “suspensión”, porque Rull la coge al vuelo y proclama, rapidito, sin el tono sacro habitual, la suspensión del pleno. Lo han conseguido. Pleno suspendido. A ver cuánto dura. Justo ahora que iba a hablar Vox. Para ganar tiempo, les resumo su futura intervención: “Se trata de otro fracaso de la dictadura progre y filomusulmana que bla-bla-bla”.

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16:07

La orden de detención de Turull pasa a ser una citación para declarar sobre lo acaecido en el paseo matinal de Puigdemont. Pero la confusión, ese ingrediente de la extrema derecha, ha sido suficiente para, en modo plis-plas, suspender el pleno. Como en los viejos tiempos/2017. Zzzzzz.

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16:25

Pues aquí, en pleno suspendido. Un concepto que, ahora que lo releo, parece tántrico. Aprovecho estos momentos de paz, próximos, por tanto, al Nirvana, para evaluar lo vivido hoy. De todo lo que podía pasar –a) marchita sobre Roma, b) el Fantasma de la Ópera, c) el Bisonte en el Capitolio, d) nada–, ha pasado todo, más un fabuloso e) momento Houdini. La cosa e) ha sido espectacular, un hito que se estudiará en las academias de Ciencias Políticas Sustentadas en el Vacío. Ese éxito, absoluto, no puede dejar ver el fracaso, importante: no había mucha gente en el momento masa, y la que había no estaba para revoluciones pendientes, sino para ser pasto de la teletienda. Este Do de pecho de la mañana puede haber sido, por todo ello, el canto del cisne de algo. El plan genial que tenía que impedir una investidura, ahora al menos –16:25–, parece inexistente. Y solo quedan sus restos: un intento desesperado de suspensión momentánea de un pleno de investidura, por un fake, por una confusión, una triquiñuela.

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16:55

La diputatibidad, como locomotoras cansadas, que decía Altolaguirre, vuelve al hemiciclo. Batet se acerca al asiento de Rull, y le dice algo, como los abogados al juez en las pelis USA. Rull dice que vale y, al poco, habla al mundo. Que la Mesa ha rechazado la suspensión del pleno. Pero, en contrapartida, cede la palabra a Batet/Junts. Que no solo respeta esa decisión, sino que dice algo razonable: que Illa no tiene nada que ver con la excepcionalidad de la situación –la orden de detención a Turull, o la orden de ir a declarar para Turull, de la que nadie sabe nada, de la que nadie confirma o desmiente nada, en lo que es un signo de los tiempos–. Turno de Vox. Esta prestigiosa firma no recogerá declaraciones de la extrema derecha, salvo que sean de amor. Amor gay, rollo Querelle/Fassbinder, spanky-spanky. En contrapartida por no transcribirles lo de Vox, les paso unas líneas escritas sin utilizar la vocal “e”, algo no exento de interés: “Un otoño, muchos años atrás, cuando más olían las rosas y mayor sombra daban las acacias, un microbio muy conocido atacó, rudo y voraz, a Ramón Camomila: la furia matrimonial”.

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17:13

Sobre las extremas derechas en Cat: son un campo semántico laxo, pues sus posicionamientos las exceden, como sucede en cada vez más parlamentos europeos. Por ejemplo, en el tema inmigración, en el que, me temo, en este Parlamento habría una mayoría absoluta que superaría al número de grupos y diputados formalmente de extrema derecha. Hoy, por otra parte, el portavoz de Vox lleva americana cruzada, una prenda endémica de Alemania, donde puedes ver tipos con una tripa cervecera Baviera Style que gastan americana cruzada de varios kilómetros de perímetro. Por lo que sea, parece que la americana cruzada, que nunca se fue de Alemania, vuelve con fuerza, de manera que se exporta. Sobre el grupo de extrema derecha, si bien con otra banderita, Aliança Catalana, lo único que puedo decir es que hoy se me han colado en la cola del bar del Parlament, con el viejo truco –lo inventé yo– de és que anem junts/es que vamos juntos, y posterior caidita de párpados. Esto, que no ha hecho más que empezar, no va a acabar aquí.

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17:24

Tras lo de Vox, Rull recupera su voz de párroco, de cuando dice cosas importantes, cósmicas. Y, en efecto, emite perorata contra la extrema derecha. Para diferenciarse de ella. Algo que, me temo, empieza a ser común en Europa, biotopo en el que los partidos de derecha convencional, clásicos, importantes, tienden a asumir aportaciones léxicas y programáticas de las nuevas extremas derechas, que están significando la ITV de las derechas clásicas. Algo que, por otra parte, está pasando también en la Península. Hoy, por ejemplo –ahora lo ves y da risa, lo que es bueno–, ha habido un conato bisontista en las inmediaciones del Parlament. Se dice rápido.

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17:49

Jessica Albiach/Comuns. Como Illa, defiende la aplicación de la amnistía/el hipotético, e improbable, retorno de Puigdemont. Pero, a la vez, describe el show matinal de hoy como degradación de la política. Se suma, como Illa, a la defensa de la gestión de Aragonès. Algo que, supongo, se tiene que hacer, por encima de la gestión real y efectiva de aquel Govern, para acabar con la ruptura social/iniciar cierto buen rollo/hacer un punto y aparte/un pelillos a la mar. Si es así, mola. Mucho. Como ERC, Comuns, un partido también devorado por el procés, fenómeno ante el cual no aportó perfil, singularidad y léxico propio –sin palabras propias, no hay historias de amor singulares y estremecedoras, creo recordar; una historia de amor king size con el léxico del suegro es sumamente improbable–, se suma al voto por Illa, pero manteniendo distancias y perfil propio. La vivienda, parece ser, será EL tema. Hace énfasis en el tema social y ecológico, en el tema de una nueva financiación –“federal”, sic–, pero, sorprendentemente, no en el tema inclusivo, en la crisis social, en el peligro amplio, y vivido, de pérdida de la unidad social, como han hecho Illa y ERC –que ha invertido cierto tiempo en ello, lo que, entre los adultos, equivale a una disculpa; lo que es meritorio–. Illa, precisamente para aportar buen rollo, está contestando a todos los grupos, uno a uno. Incluso lo ha hecho con Vox, en vez de explicarles un cuento sin la letra “e”. Lo que Zzzzzz by a tube. Meditación: el buen rollo es más aburrido y plomizo que el mal rollo, como sabe Trump.

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17:57

Algo ha pasado en Junts. Las caras, esta mañana, cuando entraron todos los all-stars en el Parlament, salvo Puigdemont, mutaron. De pletóricas pasaron a ser, en breve tiempo, caras de perplejidad, de no entender nada, de no saber dónde pisaban. Si había un plan, no se había cumplido. Si había un plan, no les fue comunicado. Es posible que se les informara de una entrada de Puigdemont al Parlament, de una detención pactada o de una solución mágica y apoteósica, y no de una fuga, espectacular, divertida, pero fuga al cabo. Esas caras rarunas han ido en aumento a lo largo de la sesión. En este momento, toda la bancada de Junts mira al suelo de manera sincrónica. Uno no mira al suelo, cabizbajo, tristote, tantas veces en la vida. Batet, el portavoz, muy activo durante todo el día, ha cesado toda actividad, como derrotado. Sí, puede ser que todo esto sea porque la hora de la votación se acerca –solo falta que hablen CUP y AC–. Pero diría que es por algo más. Algo, que se les había comunicado, no se ha producido.

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18:29

Laia Estrada finaliza analizando la muerte del procés, al que da ya por pajarito

Laia Estrada/CUP. Discurso social. Denuncia el fracaso en la emisión de medidas sociales con Junts –¿quién lo iba a suponer?– y con ERC. En un momento en el que ERC experimenta una salida al estancamiento procesista, que le pudo costar la vida, y en el que Junts evoluciona hacia el personalismo, y hacia una lenta, pero tal vez imparable asociación con las derechas españolas –votar con PP y Vox en el Congreso, contra el reparto de inmigrantes menores, no es una casualidad; que Feijóo plantee futuras soluciones al problema penal de Puigdemont, no es una casualidad; que Junts sea determinante en un posible y futuro final del gobierno de coalición y su mayoría parlamentaria, puede no ser, finalmente, una casualidad–, la CUP parece ser el único partido procesista que añora un pasado común con Junts y ERC, en vez de vertebrar algo en lo que le va el cuello: la creación de un movimiento indepe de izquierdas, inexistente, engullido por una derecha no necesariamente indepe. Todo lo que se ha aproximado al procés, incluso para comprenderlo, incluso tan solo para no aproximarse al españolismo, ha quedado, en fin, engullido por Junts. Laia Estrada finaliza analizando la muerte del procés, al que da ya por pajarito. En su análisis aparece la idea implícita de que el procés nunca existió. Y hace una autocrítica –lo que es exótico en el biotopo, y siempre, por ello, valiente–: “La CUP se vio empujada por el procesismo”. “Los partidos mintieron”. “Lo que dijeron que estaban haciendo, no se estaba haciendo”. Importante: la CUP no ha visto, o no lo comunica, la posibilidad avanzada de ruptura de la unidad social.

Falta poco. AC y su tradicional intento de bautismo masivo de infieles maniatados, solemne votación del presi de la Gene, simpático popurrí mexicano, el imprescindible chupito de vodka catalán de un solo trago, posterior ruptura del vaso contra el suelo, aparición de Puigdemont ante los pastorcillos, y a la calle. Yupi. Ah, el TSJC comunica que ha hecho una petición de habeas corpus para el mosso d’esquadra detenido esta tarde, por colaboración con lo de Puigdemont. Esto es un no parar.

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18:42

Me dicen que esto acaba a las 20:30. La democracia consiste en que si alguien te despierta a las siete de la madrugada, es para comunicarte que ha finalizado un pleno de investidura.

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19:17

Tras AC, habla Ferran Pedret / PSC. El portavoz, en modo ecuménico, incide en la dinámica cat de ir expulsando izquierdas impuras desde las izquierdas más puras, y catalanes impuros desde el concepto purísimo de catalanidad. Que es, de hecho, el tema que nos ocupa hoy, hermanos. Emite un canto a la cooperación entre izquierdas diversas y entre ciudadanía diversa, contra los patriotismos, antidiversos, como saben y habrán observado allá donde ustedes vivan. Defiende la idea primigenia del pacto: “Acordar no es claudicar”. Alude a lo que ha pasado con esta frase: “¿Es posible ignorarnos, por mucho tiempo, los que hemos sido partidarios de la secesión, y los que no?”. El pacto con ERC, igual es eso. Es decir, tal vez no sea propiamente un programa, es un cambio de ritmo, de atmósfera. Parafraseando al portavoz de ERC, explica que no puede haber dos comunidades políticas en Cat. Y que ese ha sido el riesgo sufrido: la pérdida de la unidad social. Aboga por Cat como sociedad abierta, de manera beligerante. Citando a Sandro Pertini, dice: “Todas las ideas deben ser respetadas. El fascismo, no”. Defiende el carácter social de los pactos con ERC y Comuns, que entiende como un canto a la socialdemocracia. Ibiza Max-Mix posterior sobre diversos puntos del pacto de Govern que, como supondrán, considera niquelado. Ah, me aseguran que no hay orden de detención contra Turull. Se trataba de un intento para suspender el pleno. La sombra de la sombra de la sombra del posible plan que estaba planificado para hoy. Lo que queda del día.

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19:22

Votación. Lenta. A viva voZzzz. Aun así, en la sala de prensa abrimos nuestras últimas cajas de Cardhu, para celebrar que dentro de poco podremos volver a casa en nuestro Morgan, y marcar nuestro ganado, como cualquier otro día.

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19:30

Aplausos –de Junts– cuando se llama a votar a Puigdemont y no acude. Ese ha sido el éxito-fracaso de hoy. Como en el 1-O, hoy tampoco había ningún tipo de plan posterior al 1-O. Es la política sin política. La política del rasgo. Continuo. Un arte dramático que, como gran parte del arte, se debe solo a sí mismo, y no requiere más repercusiones que sobre sí mismo.

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19:39

Yastá. Hasta otra. Smuacs! Gracias por todo.

08:30

Única entrada al Parc de la Ciutadella, no muy sometida a tensión a las 8:30.

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09:00

Los cat con prótesis de cadera gritan “no volem Illa President”, mientras que, más arriba, en Arc de Triomf, aparece Puigdemont en modo ninja. Como no...

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Autor >

Guillem Martínez

Es autor de 'CT o la cultura de la Transición. Crítica a 35 años de cultura española' (Debolsillo), de '57 días en Piolín' de la colección Contextos (CTXT/Lengua de Trapo), de 'Caja de brujas', de la misma colección y de 'Los Domingos', una selección de sus artículos dominicales (Anagrama). Su último libro es 'Como los griegos' (Escritos contextatarios).

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1 comentario(s)

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  1. peioarzak

    Como siempre un placer, Guillem. Gracias por tu lucidez y tu gracia. Ahora sólo espero a que nos cuentes el momento en el que Junts realice una cuestación para comprar el coche del mosso en el que huyó Puigdemont. Lo que será el monumento al rasgo entre un antes y un después.

    Hace 3 meses 13 días

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