La segunda edición del Huercasa Country Festival que se celebrará los próximos 10 y 11 de julio en Riaza (Segovia), contará entre sus cabezas de cartel con Laura Cantrell. Los asistentes podrán ver su primer y único concierto en España.

Laura Cantrell nació en Nashville, Tennessee, ciudad del country por excelencia, aunque como adolescente de los 80, sus gustos se acercaban más a la new wave de Nick Lowe o The Pretenders que a Hank Williams. Sin embargo, el último verano antes de irse a estudiar a la Universidad de Columbia, trabajó como guía turística en el Country Music Hall of Fame donde pudo empaparse de la herencia de los artistas que grabaron en Nashville. Con ese legado musical se trasladó a Nueva York para estudiar Derecho y Contabilidad, lo que quizá explique que compaginara las leyes y los números con sus ratos de pinchadiscos en la radio universitaria. En esos primeros años, comenzó a colaborar con algunos artistas de la siempre activa escena neoyorquina. Una de sus primeras y más visibles apariciones fue en el disco Apollo 18 (1992) de They might be giants.

The guitar (The lion sleeps tonight), 1992. They might be giants

En 1993, lo que pudo ser un simple pasatiempo de estudiante derivó en un maravilloso programa en la prestigiosa emisora de radio de Nueva Jersey WFMU. Durante una docena de años, cada tarde de sábado presentaba The Radio Thrift Shop, donde pinchaba desde el Delta blues de Charlie Patton hasta canciones de bandas emergentes de alt-country. Gracias a esta experiencia en las ondas empezó a tocar con aficionados como ella y, de toda la música que seleccionaba cada fin de semana, sacó la mejor materia prima para las versiones que grabó años después.

Aunque en 1996 grabó el EP Hello, su primer disco no se publicó hasta 2000. Not the tremblin’ kind fue distribuido en Estados Unidos por Diesel Only Records, el sello de su marido, Jeremy Tepper, quien además era cantante del grupo de honky tonk The World Famous Blue Jays. Además de composiciones propias, Laura Cantrell ofreció su propia versión country del tema power pop que da nombre al disco, y que George Usher grabó con The Decoys en 1981. Este disco reflejó su buen gusto en la selección de las temas, una buena costumbre que nunca ha abandonado.   

Las buenas críticas que recibió este disco alababan la renovación del género desde su respeto a la tradición. Sin embargo, su mayor hazaña fue caerle en gracia al periodista y disc-jockey británico John Peel, quien llegó a decir que era su favorito de los últimos diez años e incluso de toda su vida. Nada menos. Gracias a eso, Laura Cantrell grabó cinco de sus famosas sesiones para la BBC.

Además del programa de radio, Cantrell era directiva en el área financiera del Bank of America, algo que no resultaba muy habitual en el mundillo alternativo neoyorquino. Eso le permitía costearse su vida artística pero le obligaba a usar sus vacaciones para, por ejemplo, telonear a su admirado Elvis Costello en su gira estadounidense de 2002. En ella presentó su flamante segundo disco, When the roses bloom again, donde volvía a mezclar el country y el pop, con temas propios y ajenos.

When the roses bloom again

Un ritmo tan frenético exigía un parón, al menos temporal, en alguna de sus facetas. Cantrell dejó su trabajo en el banco en 2003 y en 2005 fue el turno de su programa de radio, aunque esporádicamente siguió realizando nuevas emisiones. 

Como no podía ser de otra manera, dedicó su tercer álbum, Humming by the flowered vine (2005), a la memoria de John Peel, fallecido el año anterior, y en él siguió luciendo su sensibilidad como compositora y como rastreadora de joyas escondidas de la música americana. Letters es el ejemplo perfecto de ello: una de las primeras y más bellas canciones de Lucinda Williams que no había incluido en su discografía.

Hasta seis años después Cantrell no volvió a aparecer con un nuevo disco pero esta vez estaba formado casi íntegramente por versiones. Kitty Wells Dresses: Songs of the Queen of Country music (2011) homenajeaba a esta pionera femenina del country, que abrió puertas a las mujeres en un género tan cerrado y machista en los años 50.

I don’t claim to be an angel.

Tras muchos años grabando en Nueva York, qué mejor ocasión que este tributo para probar suerte en Nashville. Y en ningún sitio mejor que en la mítica casa-estudio Beech House de Mark Nevers. Este genio del sonido era conocido por haber grabado discos para artistas de todo calibre, desde los más veteranos como Bobby Bare hasta nuevas promesas como Caitlin Rose, e incluso de otros grupos dispares como Lambchop, Andrew Bird o Why?

Grabar en su ciudad natal fue muy especial para Laura Cantrell, por lo que decidió repetir la experiencia con su siguiente álbum, No way there from here (2014). A Mark Nevers se sumaron Jim Lauderdale, Kenny Vaughan, Paul Burch y Caitlin Rose entre otros representantes de la comunidad country de Nashville. Tras ocho años sin haber publicado material de su puño y letra, Cantrell volvió a contar sus propias historias, enraizadas en el country pero con preciosos arreglos pop y folk-rock contemporáneos.

All the girls are complicated

Riaza será testigo de la actuación de esta embajadora del country de ciudad en un festival que, por si fuera poco, contará con la actuación única en España de Emmylou Harris y Rodney Crowell, además de una segunda fila de muchísima calidad con Old 97’s, US Rails, Nat Simons y HCF All Stars Band.