Parlament. Pleno. Ha empezado la desconexión. Fundamentalmente, en la línea de wifi del Parlament, que ahora está conectada, ahora no. Algo, por otra parte, muy propio de un parlamento que no tenía previsto ser foco informativo en los próximos planes quinquenales. Hola. Les saludo desde el jueves pasado. Sí, tal vez esto debería haber aparecido el viernes. Pero no tenía nada que decir/interpretar. La situación se me reveló tan aburrida y parecida a sí misma que perdí el mojo. Y es difícil escribir sin mojo. Lo que mola es escribir con mojo, esa electricidad que te hace escribir con la sencillez y efectividad de quien toca una campana, fumando y haciendo aritos guirgueros con el humo. Bueno. Anyway. Parlament. Pleno. Sinopsis: hoy toca votar una ley sobre un registro para parejas de hecho emitida por el Govern en funcions, antes de las elecciones.

Contrariamente a la costumbre de esta prestigiosa firma parlamentaria en las últimas semanas, lo de hoy no es ni mucho ni muy épico. En argot parlamentario --que me acabo de inventar, como un aro de humo--, esto es un pleno medio-polvo. Pero es lo que hay, tal y cómo ha quedado la cosa tras el 27S. La cosa, tras etc, en fin, ha quedado momentáneamente --o definitivamente, o igualmente, o como-anteriormente, que no se sabe--, en el limbo. Y el limbo, ese sitio en el que no suele pasar nada es, a su vez, el lugar en el que vivíamos todos los catalanes antes del advenimiento del Cruiffismo, escuela de pensamiento que defiende el vitalismo, la capacidad de ir por la vida dando espectáculo --ahora mismo, acabo de hacer un aro con el humo que haría ponerse en pie a la afición--, y la posibilidad, incluso, de ganar un partido, de 0 a 4 y riendo con la boca llena de dientes. Esta escuela, snif, no ha recibido traducción en la literatura, en la cultura, en la política locales. Vamos, que el limbo es un sitio muy familiar en el biotopo catalán/peninsular, mientras que lo contrario viene de Holanda/es un extranjerismo apenas arraigado. El pleno de hoy, en ese sentido, es un pleno-limbo de toda la vida. Puro trámite. Algunos dipus miran la cosa con la cara con la que uno asiste a las reuniones del AMPA, mientras otros lo hacen con la de jubilado en el trance de mirar una obra, y unos pocos lo hacen con cara de estar votándose encima. Los portavoces, a su vez, van hablando. Independientemente de lo que votarán --votará sí hasta el gato--, escenifican diferencias irreconciliables. Sí, en efecto, con el parlamentarismo que nos ha salido desde 1945 -1978, en el País-Favorito-de-la-Divina-Providencia-, era cuestión de tiempo reinventar la yenka, o acabar creando el ParlamentoZzzzz EuropeoZzzzz.

El limbo es algo sumamente inquietante, demasiado parecido a la vida como para no tenerlo en cuenta como posibilidad real. Dante, cruiffista, lo describe con juego de piernas. Es una explanada infinita --lo infinito, siempre da canguelo; el infinito no se puede decorar ni con todos los Ikeas del mundo--, repleto de grupos humanos, que se mueven a la deriva, sin orden ni rumbo, como las bandadas de pájaros cuando cae el sol. Se trata de almas de personas justas, con toda la eternidad por delante, pero que, no obstante, no pueden acceder al Paraíso o al Infierno, pues no conocieron la alianza de Abraham, o la alianza2.0, aún más publicitada. Al Limbo, por tanto, se accede por desinformación. Y quizás es eso lo que está pasando.

Desde el 27S nadie sabe lo que pasa y eso es lo que pasa --rayos, he citado a Ortega; si quiero remontar este artículo debo de hacer un aro de humo rococó--. A saber: a) el Parlament ha votado una resolución elástica/líquida en la que se emplaza a sí mismo a la ruptura en 30 días, a partir de no se sabe bien qué fecha; b) la resolución, además y por el mismo precio, se aplaza hasta que haya President; c) Junts pel Sí sólo considera a Artur Mas, el artífice de la austeridad y los recortes democráticos en Catalunya, como el único candidato posible a President; d) la CUP, al parecer, no votará a Mas, por lo que, e), la resolución no será puesta en práctica. Aun así, f), CUP y JxS siguen negociando. En torno, por lo visto, a g) un rescate social, y a h) medidas de regeneración y desobediencia que, en efecto, garanticen que JxS se quedará en el barco, no capitaneado por Mas, cuando el barco abandone el Limbo, esa cosa de la que Dante --sabía un güevo de Limbos-- decía que no se podía salir.

Desde el jueves, se sabe, por otra parte, que no hay pasta para un rescate social, que la Gene sigue intervenida --algo de lo que hemos hablado muy poco en los últimos años, y que lo cambia todo; cambia, por ejemplo, gran parte de la información vertida sobre el tema; una persona en el trance de ser intervenida, por ejemplo, de amígdalas, tiene poca capacidad de movimiento--. Y que la presión del Estado --si bien no se ha confirmado la amplitud de la cosa--, se ha empezado a orientar hacia retrasos llamativos en la transferencia de líquido. Sea lo que sea que está pasando, esto no es el Gran Estado de Missouri contra la Unión. El Estado de las Autonomías no es un Estado Federal, ni siquiera --en contra de la opinión del Ilmo. Colegio de Tertulianos-- es el Estado más descentralizado de Europa, tal y como informó una sentencia del TC en la que se aseguraba que la división en autonomías era lo contrario a un Estado Federal, y tal y como ilustra el comportamiento gubernamental. La presión gubernamental con la pasta ilustra, incluso, una incapacidad cultural para entender el federalismo: el Estado Central se comporta como si el dinero fuera suyo.

Desde el jueves, se sabe, por otra parte, que no hay pasta para un rescate social, que la Gene sigue intervenida y que la presión del Estado se ha empezado a orientar hacia retrasos llamativos en la transferencia de líquido

Lo que está sobre la mesa-limbo es una propuesta de proceso constituyente como una casa, o todo lo contrario: la renovación de Mas, una propuesta de prolongación del Limbo --el terreno de juego de CDC y, como mínimo, de los grandes partidos del Régimen-- que, si sale, tendrá una proporciones que ya se podrán considerar artísticas. Si después de todo esto Mas vuelve a ser President, en fin, Mas debería ser incluido, al precio que sea, en el fondo permanente del MoMA.

Como sucede en el Limbo --Dante, en su descripción, no citó que el Limbo tuviera unos medios competitivos--, los medios oscilan entre defender la legalidad constitucional vigente --una tradición en la que los medios patrios han brillado, incluso en periodos sin legalidad constitucional vigente--, y la defensa de movimiento, épica y dinamismo donde no lo hay --el Limbo es, básicamente, estable y estático; por eso, a uno de los bailes más sosos del mundo se le puso limbo-rock--, siempre, claro, que Mas sea Presi. Son, snif, dos lecturas del patriotismo limbero, o limberense, o como se diga.

La presión mediática para que la CUP admita a Mas como animal de compañía es inaudita. Medios públicos y concertados, así como los all-stars del muñozmolinismo catalán --tenemos la tira; con la crisis, es más caro un tupper en el chino que un intelectual; en ocasiones se les paga sólo a través de vanidad lubricada, esa cosa con la que se logran staffs de opinión como los que disfrutamos en la Península--, insisten cada día en el hecho de que si la CUP no garantiza la presidencia de Mas, el Procés, Catalunya y un gatito morirán.

Son artículos tan parecidos que, por otra parte, parece que se los bajen de Google. CDC, a su vez, ha iniciado una presión sobre la CUP más novedosa, a mil años luz de la utilizada frente a ERC --espiritualmente más enclenque--, e inspirada en lo aprendido durante su relación sentimental con Unió: trabajar en su ruptura interna. Una amenaza verosímil. La CUP, una organización municipalista, que opta por la independencia a través de la unidad popular, de la percepción de las clases populares como sujeto, está siendo invitada --se ignora con qué recepción y respuesta--, a todo lo contrario. Es decir, a suspender su ideología y jugar en una suerte de frentismo nacional, ese pack tradicionalmente opuesto a la Primavera. La sensación es que la CUP también trabaja en algo parecido. En potenciar la ruptura en JxS. Algo más difícil. Las parejas más fieles --recuerden a Pixie y Dixie-- suelen ser las unidas por la coyuntura o el interés.

Este fin de semana, por cierto, las CUP hacen un debate --ojo, lo llaman debate, no asamblea; es decir, no votarán; o sí; el léxico de las CUP es, a su vez, otra nación en proceso de independencia--, para hablar de la cosa Mas. Es perceptible cierta discrepancia de puntos de vista. Ya veremos. Rayos. Los dipus ya han votado. Me voy a hablar con Baños. A ver qué.

Medios públicos y concertados, así como los all-stars del muñozmolinismo catalán insisten cada día en el hecho de que si la CUP no garantiza la presidencia de Mas, el Procés, Catalunya y un gatito morirán

Estamos la tira hablando, pero acabamos hablando de la vida. Jamás, en la historia del Parlament català, se escuchó un castellano tan cruyffista. De política hablamos menos, y desde cierto estilo lambada --es decir, no raja mucho, lo que confiere a la cosa ritmo limbo, pero sexy, con movimientos de cadera--. Sinopsis a) "Mas debe de elegir entre ser Cambó o Companys, sin que le fusilen mucho, claro". Sinopsis b): Baños, un punto de vista ágil, radical, poco dogmático, a considerar y a tener en cuenta como posibilidad sincera, cree que la opción de ruptura es posible. Es decir, cree. "Mas no puede comportarse como si no hubiera una demanda de ruptura. En las calles hay un ejército de tietes sans-coulottes" (N del T: tieta, tietes en plural, es intraducible; posiblemente sea señora mayor y de orden; es una imagen del votante medio CDC; sans es sin, y coulotte, a su vez, no es lo que hoy se vende en las lencerías I+D). Fin de la conversación.

Bueno. Nadie sabe lo que pasa y eso es lo que pasa --aro de humo rococó, brrrr--. El Parlament, un parlamento, por otra parte, muy diferente, apunta al Congreso que existirá después de 20D --verbigracia: un partido anticapitalista, con todas las letras, determinante; el primer y el segundo partido utilizando un léxico rupturista--. Esto parece ser un experimento, más nítido que en ninguna otra parte, de proceso constituyente. Y, aun así, gasta estética de limbo continuo. Un limbo que se dilata. En las últimas horas, un Parlament que, en 30 días desde cualquier día menos pensado, se declara desobediente al TC, ha hecho recurso al TC por su dictamen sobre  la proto-declaración de proto-independencia. Mas, como en sus glory days, ha hecho una comparecencia pública, explicando lo de siempre, añadiendo a lo de siempre que el sistema autonómico ha finalizado, frase que, tras tres semanas, empieza a sonar como una región de lo de siempre.

El Limbo es siempre y nunca, lo infinito. Hasta la próxima.