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La imagen de la semana es un rey recibiendo. Desde el Palacio de la Zarzuela Felipe VI, apuntador de la mayor partida de ajedrez de los últimos años en España –no se recuerda nada igual desde el Karpov-Kasparov en Linares- recibía, apretaba manos y escuchaba las propuestas ajedrecísticas de cada uno de los líderes y jugadores, que discretamente le dejaban en la mano un papelito doblado con el movimiento apuntado –oficialmente conocido como disposiciones para el entendimiento- para que el rey, una vez despedido el visitante, moviera desde su despacho las figuras por los escaques indicados según las coordenadas del papel, dibujándose así poco a poco el tablero de la nueva política que puede desembocar en gobierno o en tablas electorales.
Majestad. Buenos días, Albert. Soy catalán. Sí, algo había oído. Y español y danés. Sí, estoy al tanto de todo ello. Quería informarle de que como catalán, español y danés que soy, y por responsabilidad institucional, pongo a disposición del buen funcionamiento del tablero todas las piezas que tengo para que los partidos de la vieja política, que hay que cambiar, las usen a su antojo. Apunte ahí, majestad: jugador 4 coge el puñado de figuras, las mete en una bolsa con un lazo y una tarjetita a la atención del señor Rajoy y el señor Sánchez o cualquiera de sus eventuales suplentes que pudieran sentarse al tablero a lo largo de la partida. Apuntada la jugada, Albert. Viva España, majestad. Que viva. Y Dinamarca. Claro, por qué no, que viva Dinamarca también, Albert.
Si bien la jugada de Albert, consistente en meter las figuras en una bolsa, no tiene nombre técnico en la disciplina por el momento, sí que lo tiene la jugada que Pablo Iglesias llevó a Zarzuela.
Qué tal, Felipe, ¿cómo estás? Lloviendo un poco hoy, Pablo. Es buena el agua y preciosos los ciervos de ahí afuera, una maravilla. Sí, una maravilla, Pablo. Bien, al turrón: vengo con el ataque a la descubierta, eres el primero en saberlo, por lealtad institucional y porque quería darle una sorpresita a Pedro, usted ya me entiende, majestad. Entiendo. Apunte ahí: muevo el caballo catalán de aquí a aquí y dejo mi torre social con streaming incluido en la peana frente al rey de Pedro, al que no quiero hacerle el jaque, sino apoyarlo en la investidura ¿Y dices que esto no lo sabe Pedro? Está a punto de enterarse, ciudadano Felipe; Alberto ya lo sabe porque le puse un whatsapp con el asunto “ministerio” mientras le echaba de comer a los ciervos.
El Rey apuntador, mesándose la barbilla en su despacho, movió el caballo y efectivamente comprobó cómo la torre quedaba situada frente al rey de Pedro, al que habría de recibir a continuación.
Buenos días, Majestad. Buenos días, Pedro. Qué altura, su altísima, podría haberse dedicado usted al baloncesto como hice yo, ¿sabía que jugué al baloncesto? Algo había oído, pero hablemos de ajedrez que ya me han contado que vas a ser presidente. Los Borbones siempre con ese sentido del humor, sí, quiero serlo pero le voy a explicar cómo: ¿ve aquella fila de peones? Pues muevo el rey a punto de ser embestido y lo coloco justo detrás, donde la torre de mi vicepresidente no me alcance y dejando vía libre, claro está, para que Rajoy lleve la iniciativa de la partida.
Rajoy viajaba en coche de palacio a palacio, de Moncloa hasta la Zarzuela, “con muchos fuerzas y ganas de que españoles nos entendamos” con el papelito doblado que supuestamente decía "tomo la iniciativa del juego".
Voy a ir al grano, Mariano: ¿quieres someterte a la investidura para ser presidente? Declino, majestad. ¿Del verbo declinar? Del mismísimo verbo, señor. ¿Falta de tiempo libre? ¿Agenda ocupada? Apunte ahí que se lo explico: muevo el rey hacia la derecha dos escaques y aquí puede usted ver cómo mi torre salta al rey y se sitúa a su izquierda: enroque y me voy al refugio antinuclear de Doñana.
Ni revisando tutoriales en Youtube ni visionando las mejores jugadas del campeonato de Linares, Felipe VI lograba poner en pie lo que el tablero de su despacho le contaba:
--Tablerito, tablerito, ¿quién es el que más apoyos tiene para ser investido del reino?
--Pues ahora mismo como no se proponga usted, majestad…-.
La imagen de la semana es un rey recibiendo. Desde el Palacio de la Zarzuela Felipe VI, apuntador de la mayor partida de ajedrez de los últimos años en España –no se recuerda nada igual desde el Karpov-Kasparov en Linares- recibía, apretaba manos y escuchaba las propuestas ajedrecísticas de cada uno de...
Autor >
Gerardo Tecé
Soy Gerardo Tecé. Modelo y actriz. Escribo cosas en sitios desde que tengo uso de Internet. Ahora en CTXT, observando eso que llaman actualidad e intentando dibujarle un contexto. Es autor de 'España, óleo sobre lienzo'(Escritos Contextatarios).
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