MÚSICA
Spotify, la revolución permanente
La compañía sueca de ‘streaming’ de música sigue creciendo pese a sus competidores, las críticas de la industria y la falta de rentabilidad
Manuel Gare 15/06/2016
Discover Weekly, un servicio de Spotify, ofrece una recomendación de música usuario por usuario.
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Matices. Las pérdidas, aunque siguen aumentando año tras año, están ralentizándose y, durante el último ejercicio han crecido menos que en los anteriores —al mismo tiempo que sus ingresos por suscripciones siguen sumando. Algo indispensable para explicar las pérdidas de Spotify es hablar de lo que paga a la industria: de los 1900 millones de euros que ingresó el año pasado, 1600 millones fueron a parar a royalties.
Casi el 90% de lo que Spotify ingresa va a parar a las discográficas
No deja de ser paradójico que las críticas al servicio por lo poco que paga a los artistas —algunos artistas de primer nivel, como Taylor Swift, que según Daniel Ek pueden llegar a cobrar seis millones de dólares anuales a través del servicio, han retirado su música del servicio— se topen con una realidad en la que casi el 90% de lo que Spotify ingresa va a parar a las discográficas. Una cifra que va en aumento: lo dedicado a pagar royalties en 2015 fue el doble que en 2014.
Más datos. La industria musical británica ingresó más en 2015 a través de la venta de vinilos que desde Youtube —24.4 millones de libras de la plataforma de vídeo frente a los 25.1 millones que dejaron los eternos LPs—, donde la posibilidad de que el artista vea las reproducciones transformarse en dinero es bastante más remota. Los términos cambian cuando nos referimos a los ingresos obtenidos a través de servicios de streaming de música como Spotify: 146.1 millones de libras.
Mucho más que música por ‘streaming’
Independientemente del funcionamiento interno de la industria musical, que sigue siendo buena parte del problema a la hora de avanzar en otras direcciones, Spotify ha logrado marcar su propio ritmo. 100 millones de usuarios registrados, de los cuales 30 millones tienen una suscripción de pago. En 2014 eran solo 10 millones los usuarios suscritos.
A Spotify le sientan bien sus competidores. El poco fructífero Tidal —promovido por grandes nombres de la música— o la aparición de su principal rival, Apple Music, actualmente rondando los 13 millones de suscriptores, no han hecho sino aumentar su comunidad de usuarios, atraídos por las novedades del servicio.
Con todo tipo de nuevas ideas, que incluyen contenido original en vídeo —llegará en los próximos meses a Spotify— y un componente cada vez más social, la compañía sueca sigue sobreviviendo gracias a sus inversores. Mientras, sacan pecho de sus altos sueldos, que crecen a la par que el resto de gastos. "Si no somos capaces de retener, atraer e integrar personal cualificado, la capacidad de crecimiento de nuestro negocio podría verse perjudicada", declaran desde Spotify, a la vez que abogan por una cultura de “innovación, enfoque y trabajo en equipo” para seguir prosperando.
Discover Weekly, que ofrece una selección de música usuario por usuario, acumul ya 40 millones de usuarios
La cultura Spotify es la responsable, también, de nuevas funcionalidades que van desde recomendaciones basadas en tus gustos musicales, a listas autogeneradas para salir a correr y que varían en función de tu ritmo. La lista Discover Weekly, actualizada cada lunes para ofrecer una selección de música usuario por usuario, es un ejemplo ilustrativo de una nueva tendencia enfocada en la máxima personalización del servicio.
Y parece que funciona. Discover Weekly acumula ya 40 millones de usuarios que recurren a ella cada semana. Hay más personas escuchando una lista de reproducción que si sumamos los usuarios de Apple Music y Tidal.
Spotify continúa su complicada travesía en la que los números no terminan de salir, pero en la que el sueño de Daniel de convertirse a una súper compañía parece haberse cumplido. Tienen la música, el público y el medio para conectarlos. Hemos dejado de hablar de piratería para empezar a hablar de si los músicos ganan más o menos. La revolución musical que emprendieron hace años ha dado sus frutos: el presente y futuro de la industria es inherentemente digital, y eso ya no puede cambiarlo nadie, ni siquiera Taylor Swift.
Autor >
Manuel Gare
Escribano veinteañero.
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