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FLORENTINO FELGUEROSO / EXPERTO EN MERCADO LABORAL

“En España el peor empleador es el sector público”

Mónica Andrade / Soledad Gallego-Díaz / Miguel Mora Madrid , 5/10/2016

<p>Florentino Felgueroso.</p>

Florentino Felgueroso.

Foto cedida por el autor

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Florentino Felgueroso (Bruselas, 1966) es  uno de los mayores expertos españoles en mercado laboral. Investigador asociado de Fedea, y profesor de la Universidad de Oviedo, sus campos de estudio son el funcionamiento de los mercados de trabajo y las instituciones laborales, las políticas de empleo y la educación. Economista cuya “ideología es el empirismo que contrapone al apriorismo”, defensor del contrato único y colaborador habitual del blog Nada es Gratis, Felgueroso confirma en esta entrevista algunas tendencias y errores de las políticas públicas y desmiente con datos algunos mitos y leyendas.

Cada vez que se publican datos sobre el empleo, las interpretaciones que se hacen de ellos difieren considerablemente. ¿Hay un uso político de los datos sobre el mercado laboral?

Sí, lo hay.

¿Y existe algún referente para determinar la interpretación correcta de los datos?

Las estadísticas están en un contexto que puede ser interpretable. Por ejemplo, referentes al paro tenemos la EPA y el SEPE (Servicio Público de Empleo Estatal); y parece que a veces dicen cosas contrarias. Las interpretación de las estadísticas requiere de un conocimiento especializado de las mismas. Los institutos estadísticos no pueden interpretar los datos. Creo que le corresponde al mundo académico colaborar en las interpretaciones, con análisis rigurosos.

¿Esto sucede en todos los países?

En otros países el problema del paro no es tan grave. Aquí hay una tasa altísima y, sobre todo, un problema de precariedad y de dualidad del mercado. Los datos siempre se usan de forma política, con interés propio, pero en España, tal vez, más. En uno de los últimos debates entre los candidatos a la presidencia del Gobierno se habló de la temporalidad y fue una discusión dramática. El problema en España es que no se va más allá de la superficie, y de esta forma no aprendemos. Si no detectamos bien el problema es imposible solucionarlo. Si unos lo niegan y otros lo exageran, es imposible corregirlo.

Los datos siempre se usan de forma política, con interés propio, pero en España, tal vez se utilicen más que en otros países europeos

¿Qué tasa de temporalidad hay en el mercado laboral español?

Rajoy decía que tres de cada cuatro trabajadores tienen un contrato indefinido, el resto decían que nueve de cada diez tienen contrato temporal. Y las dos cosas son ciertas. Las fuentes estadísticas es lo que dicen, pero luego hay que analizar esos datos y explicar el problema.

Y, cuando se analizan esas estadísticas, ¿qué resultado se obtiene? 

Si ahora haces una foto del mercado laboral, 3 de cada 4 personas tienen un contrato indefinido y hay uno que tiene un contrato temporal, hoy. Pero el que tiene contrato temporal, mañana probablemente estará en el paro y le sustituirá otro. Entonces lo que ocurre es que los temporales son más de un cuarto. Si coges a lo largo de todo el año, ves que hay mucha gente que está en la temporalidad, en la precariedad, y lo que ocurre es que un día salen en la foto y otros no. Entonces, ¿cuántos han sido temporales a lo largo de un año? Más, alrededor de un tercio de los trabajadores. Las estadísticas te dan solo un fotograma, luego hay que mirar al conjunto.

Pero hay encuestas mensuales, trimestrales. ¿La manera correcta de analizar los datos es anual?

Todo tiene que ver con la honradez del mensajero. Si exageras o minimizas el problema es lo mismo que darle la espalda. Se ha repetido miles de veces que gran parte de la precariedad se debía, al menos antes de la crisis, a la construcción. ¿Eso es así? No. El año pasado hemos batido el récord de temporalidad. Ha habido más de 16 millones de contratos temporales en un año y hay más de dos millones menos de empleos en la construcción y en industrias auxiliares. Por tanto, no puedes echarle la culpa a ese sector. El tema de la precariedad tiene mucho que ver con la cultura que se ha ido fomentando en los últimos 30 años y que será muy difícil de erradicar sin cambios regulatorios e incentivos.

¿Se está avanzando en esa dirección?

Estamos emprendiendo un nuevo camino y hay una nueva preocupación: la economía digital, pero en el actual escenario político nadie habla de ello. Hablamos de la robotización pero no de cómo está cambiando las relaciones laborales. Por ejemplo en Estados Unidos acaba de surgir un sindicato de freelance, de trabajadores autónomos muy potente. La uberización del trabajo ¿Qué significa esto en el mundo de la empresa? Pues que ahora resulta mucho más fácil contratar por horas. No sólo en empleos que requieren de menos cualificación. Hay gente que se ha especializado en hacer algo muy bien y le contratan por horas. Eso está pasando en Estados Unidos, donde incluso contratan así a directivos. Son personas que trabajan para muchas empresas a la vez haciendo una cosa determinada que saben hacer muy bien y tienen buenos salarios. Pero en este contexto, ¿qué ocurre con la Seguridad Social? Un autónomo puede cotizar al mínimo durante años. Este tipo de economía generará serios problemas de ingresos a la Seguridad Social.

El año pasado hemos batido el récord de temporalidad. Ha habido más de 16 millones de contratos temporales en un año

Aquí parece que no se ha abierto ese debate.

No. En otros países como Francia, sí. Están debatiendo soluciones como, por ejemplo, cuentas individuales. Mi impresión es que o lo intentamos controlar ahora o pronto generará serios problemas con la protección del empleo, la protección al desempleo, las prestaciones sociales.

En España tenemos el problema de los falsos autónomos.

Sí, pero esto es una reacción de los empresarios contra una legislación.

¿Cómo se soluciona el problema de la Seguridad Social? ¿Financiándola con impuestos…?

Habrá que buscar fórmulas, vías alternativas. Asturias, por ejemplo, es una comunidad con déficit en la Seguridad Social desde hace más de diez años. Nuestras pensiones suponen un 17% de lo que producimos y solo ingresamos un 8%. Esto es lo que nos decían que iba a tener España en 2050. Pero, de momento, como contamos con una caja única y parece que estamos protegidos, hay una especie de desidia, una inercia, que evita el planteamiento político del problema.

¿Qué países están más avanzados en estos debates?

De momento, Estados Unidos. Pero el problema es que aún no hay demasiadas estadísticas, allí tampoco. Se habla de decenas de millones de personas que ya están trabajando de forma independiente. Muchos complementan su empleo asalariado con otras situaciones laborales. La uberización del trabajo está llegando a todas partes. No son solo taxis, son hoteles, restaurantes, sectores que están desarrollando un nuevo contexto laboral donde los salarios y otras condiciones laborales, los contratos y la protección del empleo ya no se determinarán de la forma tradicional.

La uberización del trabajo está llegando a todas partes

¿La economía colaborativa es el futuro?

Va tener un peso muy importante, aunque seguirá habiendo empresas muy grandes y también pequeñas, aunque no tendremos claro cuál es su tamaño real. Por otra parte, los empresarios van a querer seguir haciendo contratos indefinidos pero esta opción será menor. La fórmula de contratar por móvil es muy fácil. La digitalización de las relaciones laborales extiende además el fenómeno de la globalización en el ámbito laboral. Ahora buscas a alguien para una tarea determinada y encuentras a una persona que te lo hace desde la India.

En definitiva, está en cuestión el modelo de Estado del bienestar.

Mi preocupación está más ahí que en la adaptación del trabajador a este nuevo contexto de relaciones laborales. Habrá que debatir pronto y aportar soluciones sobre cómo se financiará, dado que las vías tradicionales no serán suficientes.

Hasta ahora estaban los sindicatos para proteger y garantizar una serie de derechos. Si esto tampoco va a existir, ¿entonces quién va a defender a los trabajadores?

El problema es que las estructuras sindicales que conocemos ya no son las adecuadas para hacer frente a retos tales cómo la uberización del trabajo. No quiere decir que no hagan falta. Todo lo contrario. En Nueva York ya ha surgido un gremio de conductores independientes por medio de Uber. Surge, de nuevo, la necesidad de estar asociados para defender unos derechos. Esto va a existir siempre, pero será con nuestras estructuras asociativas y demandas distintas de las que se hacen a los sindicatos tradicionales. Surgirán cada vez más conflictos entre el viejo y el nuevo modelo.

¿Entre el nuevo y el viejo modelo?

Creo que la uberización del trabajo puede generar un conflicto intergeneracional más rápido de lo que se podía prever sólo con el envejecimiento demográfico. Ya no es sólo el menor peso de las nuevas generaciones, sino la precariedad que llevan sufriendo cohorte tras cohorte, y ahora una menor contribución financiera al sistema a través del trabajo independiente.

Las estructuras sindicales que conocemos ya no son las adecuadas para hacer frente a retos tales cómo la uberización del trabajo

La singularidad tecnológica hace que muchos trabajos vayan a desaparecer. No solo empleos sin cualificación sino otros como cirujano o piloto que llegarán a hacer las máquinas. ¿Se acabará el empleo tal y como lo conocemos?

De momento, cosas muy sencillas, cosas que incluso podría hacer un niño, las máquinas no pueden hacerlas. La sustitución nunca va a ser del 100% y existen muchas complementariedades. Con la introducción de las nuevas tecnologías, siempre se produce un debate tremendo entre economistas: ¿crean o destruyen empleo? La historia dice que el saldo neto siempre ha salido positivo porque surgen nuevas actividades y ocupaciones. La preocupación de nuevo, esta vez con la inteligencia artificial, es que el empleo pueda ser seriamente dañado. Por otro lado, lo que nuevas tecnologías de la información y de la comunicación han posibilitado es que se abran muchas oportunidades: hay gente que desde un pueblo remoto del Pirineo está vendiendo sus productos a todo el mundo, por ejemplo. Y se abren oportunidades para el más débil y vulnerable. Detrás de la pantalla no se ve si uno es bajo, alto, gordo, feo, mujer, negro. Solo se ve si es bueno o no en lo que se hace. Porque en el mundo laboral surgen las desigualdades a pesar de tener la misma formación. Eso ocurre en menor medida con las nuevas tecnologías.

Sí, pero existe una desigualdad previa en la formación, en el acceso al conocimiento.

Ahí entramos en el acceso a la educación, que está muy relacionado con lo que nos ocurra, no sólo con nuestra trayectoria laboral, sino en toda nuestra vida. Ahí es donde hay que actuar definitivamente.

Pero precisamente ahí ha habido muchos recortes.

Sí, en educación, en formación, y en políticas activas de empleo.

¿Está cuantificado ese recorte?

En formación para el empleo, por ejemplo --ahora se ha recuperado un poquito-- llegó a caer el 40%. Ahora debe situarse en el 30%. A mí me preocupa, sobre todo, el recorte educativo, porque los recortes no son neutrales. Al final crees que en el presupuesto has ahorrado 1.000 euros pero depende de dónde hayas ahorrado 1.000 puede que mañana tengas que pagar 2.000. O, todo lo contrario, generar más crecimiento y por lo tanto más ingreso.

En el mundo laboral surgen las desigualdades a pesar de tener la misma formación. Eso ocurre en menor medida con las nuevas tecnologías

¿A qué se refiere cuando dice que no son neutrales?

Si miras los datos de educación te das cuenta de que la inversión por alumno no ha caído tanto. Y nos pueden decir ‘pues nos han vendido un recorte que no es cierto’. En realidad, lo que ha ocurrido es que muchas familias han  aumentado su gasto en educación, y han compensado así el recorte público. Pero el problema es que no todas las familias han podido hacerlo. Y las que no han podido son mayoritariamente las que utilizan la escuela pública y dependen de esos recursos públicos. Se ha recortado mucho en apoyo escolar, en atención a la diversidad, a los más vulnerables, y esos son quienes no han podido pagarse las clases extra. Los datos de abandono escolar han bajado pero los que no lo han hecho son los datos de fracaso escolar de jóvenes cuyos padres ya venían del fracaso escolar. Esto lo vas a tener que pagar mañana porque vas a tener que gastar más en políticas activas de empleo, en prestaciones por desempleo. Esto es lo que en política económica llamamos responsabilidad fiscal.

No parece que los políticos estén teniendo mucho en cuenta ese planteamiento.

La responsabilidad fiscal no es recortar para satisfacer a los mercados. Hay recortes que te van a hacer pagar más el día de mañana. La educación infantil, por ejemplo, ¿tiene que ser universal y gratuita, para todos? Los que menos acuden a la educación infantil en España son los niños de hogares de renta baja. Los de renta alta van prácticamente todos. Ahí es donde se inician diferencias entre niños que pueden luego mantenerse a lo largo de todo el periodo educativo.

El propio sistema de acceso a las plazas públicas de educación infantil no está bien pensado porque en varias comunidades autónomas el acceso a las plazas públicas de educación infantil se facilita a los niños cuyos padres trabajan, puntúan más que los que no trabajan. Al final estás haciendo un programa de educación infantil con plazas públicas para gente que se lo puede permitir en la privada, y excluyendo a los colectivos a quienes sí te tendrías que dirigir para promover la igualdad de oportunidades desde el inicio.

Me preocupa, sobre todo, el recorte educativo, porque los recortes no son neutrales

¿Lo que está diciendo es que hay una gran carga ideológica en cómo se han hecho los recortes?

Sí, pero también en la interpretación de los recortes. Yo no diría educación infantil (de 0 a 3 años) universal y gratuita porque hay gente que se lo puede pagar.

Pero el reconocimiento universal de ese derecho es básico para que se reconozca...

Sí, absolutamente. Pero aquí no tiene por qué haber educación infantil gratuita en el sentido de que no hay recursos para todos y lo que hay que hacer es establecer reglas para que quien tiene menos renta sea quien tiene preferencia y, además, tienes que promocionar entre ese segmento los beneficios que tiene ir a la escuela desde muy niño. Un euro bien invertido en educación infantil es el que tiene mayor rentabilidad a lo largo de todo el sistema educativo.

Pero la gran mejora en la educación en España llegó de la mano de la universalización.

En Europa la idea de que la educación y la formación son un medio para no desclasarse o perder una determinada clase social también está muy arraigada. Sin embargo, entre las rentas bajas eso no está tan claro. Hay veces que los padres se preguntan por qué sus hijos tienen que estudiar más que ellos, que pueden seguir viviendo de la misma manera que lo hacen ellos porque no está tan mal.

Un estudio reciente de Cáritas decía que la pobreza se hereda. Que el 80% de los hijos de familias pobres lo seguirá siendo en su vida adulta.

Así es. Es la transferencia intergeneracional de la pobreza. También vemos que los hijos de gente con rentas más bajas, aunque vayan a la universidad, acaban teniendo sueldos menores aun teniendo mejores notas.

¿Cómo se puede romper esa tendencia?

Nunca se rompe del todo. Creo que hay que  seguir apostando por la igualdad de oportunidades y por el mérito. El que tenga un talento tiene que poder expresarlo. El problema es cuando se ponen límites a esa igualdad y a reconocer los talentos, por creer que son incompatibles.

En Europa la idea de que la educación y la formación son un medio para no desclasarse o perder una determinada clase social también está muy arraigada

Si para mejorar el trabajo hay que mejorar la igualdad de oportunidades, el acceso a la educación resulta básico...

Esa es la regla número uno para todo; para mejorar el trabajo pero también para la felicidad del individuo. El acceso a una educación y formación de calidad a lo largo de toda la vida, en cualquier momento.

Y en ese aspecto, ¿España dónde está? ¿Hemos mejorado o retrocedido?

En el tema de igualdad de oportunidades faltan estudios que prueben una cosa u otra claramente. Yo tengo la intuición de que ha empeorado porque los recortes no son neutrales y porque los recortes de gasto público tampoco son neutrales en sí. Sí hay datos que muestran que ha habido recortes brutales en algunas comunidades autónomas en apoyo al estudiante, por ejemplo, y por lo tanto esto tiene que tener efectos. Todavía no se han medido pero se hará. La  I+D también es importante pero también en esta materia ha habido grandes recortes. ¿Cómo podemos pensar en crecimiento económico sin I+D? Esto significa menor crecimiento para mañana y esto, a su vez, son más gastos en prestaciones para mañana.

Pero el modelo neoliberal apunta hacia la desaparición de las prestaciones, diciendo que son vagos, que no quieren trabajar…

Entre los economistas, creo que cabe claramente distinguir dos extremos. A unos les da igual hablar de educación que de gominolas; el Estado no tiene que financiar gominolas, ni tampoco educación, los impuestos tendrán que ser mínimos, etc. Nunca entenderán por qué la educación pública es importante, que no sólo forma parte del Estado de bienestar de un país, sino que es necesario para su crecimiento. En el otro extremo están los que creen que todo se puede arreglar a través del sector público, desde el problema del paro hasta el sistema financiero. En lo personal, intento huir de ambas perspectivas. Creo que se basan en un serie de apriorismos que en muchas cuestiones no encajan con la evidencia empírica.

¿Qué ocurre con la brecha salarial de género?

En los países escandinavos han encontrado desde hace tiempo mecanismos de igualdad de oportunidades que se extienden a varios ámbitos sociales, que van desde la escuela (pública al 100%, incluyendo la universidad) a la igualdad que han obtenido en el mercado de trabajo, en salarios con una negociación colectiva tradicionalmente muy centralizada. Las diferencias salariales entre hombres y mujeres son reducidas. Pero la sorpresa viene cuando miras la segregación ocupacional. Tienes mujeres para unas ocupaciones y hombres en otras. Estados Unidos es lo contrario: diferencias salariales enormes entre hombres y mujeres pero mucha menos segregación ocupacional. Así que los países nórdicos tampoco han resuelto el problema del todo. Tiene que haber igualdad e integración. Las mismas oportunidades en los mismos sitios. Hablamos de mujeres pero cualquier colectivo vulnerable, desde discapacitados a inmigrantes, tienen estos mismos problemas. La cuestión no es tan sencilla.

¿Cuáles son las particularidades del mercado español? ¿Por qué tenemos una tasa de paro tan elevada?

Gran parte de nuestros males está en nuestro retraso educativo, un retraso que ya se generó hace siglos

El paro en España es de un 22% más o menos. Italia tiene el 10% pero en términos de empleo está peor que nosotros. El paro es algo que cambia entre países pero que te da una señal distinta. Nosotros tenemos más paro porque somos un país más activo que Italia donde las mujeres a los cuarenta y tantos abandonan el mercado de trabajo. No están activas y, por lo tanto, no son consideradas como paradas.  Las tasas de empleo u ocupación, es decir, el porcentaje de población empleada en edad de trabajar te dan una visión algo distinta. Si miramos la evolución de esta tasa, antes de la crisis estábamos cerca de Alemania y habíamos pasado a Francia en porcentaje de empleados. Lo que no hay que olvidar es que gran parte de nuestros males está en nuestro retraso educativo, un retraso que ya se generó hace siglos. En Estados Unidos el nivel de abandono escolar a principios del siglo pasado era parecido al nuestro antes de la crisis; el porcentaje de jóvenes que iba a la universidad en Estados Unidos en la época de la guerra de Vietnam es lo que nosotros tenemos desde hace pocos años, y el nivel de alfabetización que tenía Escandinavia en el siglo XVII es el que tenían los españoles al inicio de la Transición. Estos retrasos luego también se pudieron constatar en materia de alfabetización digital. Aunque vamos convergiendo poco a poco, los demás siguen avanzando también, siempre con una ventaja.

¿Entonces?

Las mejoras educativas que has hecho hoy las irás viendo pero lo que no has hecho hoy lo vas a sufrir durante al menos 40 años, toda tu vida laboral. Todo el abandono escolar que hemos tenido --todavía hoy tenemos un 20%, que es bestial-- marcará nuestro mercado de trabajo para los próximos 40 años.

¿Qué se puede hacer ahora con esa gente?

Políticas activas de empleo y formación. En un contexto que demanda más educación, ese es el problema. Las nuevas tecnologías están sesgadas a favor de las personas que adquieren un mayor nivel de educación. Con lo primero que han acabado es con las tareas repetitivas. Los más afectados en los últimos 20 años han sido los administrativos. Donde necesitabas a 4, ahora con un software sólo necesitas a una persona, y muy probablemente tengas el servicio externalizado. La clave está en la formación y la educación. Determinados conocimientos, como los idiomas, han pasado a recompensarse con un mayor salario, a simplemente penalizarse con la imposibilidad de conseguir un empleo si no se tienen.

¿Qué peso tiene el turismo en el mercado laboral español? ¿Somos un país de camareros?

No. Pero sí está creciendo el peso de la hostelería en esta fase de recuperación. Del millón de empleos que hemos creado en los últimos dos años, el 23% se ha producido en la hostelería.

Del millón de empleos que hemos creado en los últimos dos años, el 23% se ha producido en la hostelería

Pero es un empleo muy precario, muy estacional.

Sí, y ahí te preguntas por qué en Canarias, donde la temporada es alta todo el año, tienen tanta precariedad. Canarias es el sitio de España con mayor temporalidad. ¿Por qué? ¿Será la regulación? Probablemente. La cultura, el abuso que hay detrás de esto. Llevamos tres décadas, desde mediados de los ochenta que se cambió la legislación, con temporalidad creciente. Hemos llegado a ser el país más precario de Europa en términos de contrato. Ahora es Polonia.

¿Así que somos los segundos de Europa en precariedad?

Por contrato temporal en cada momento, sí.

¿Qué daño hace ese contrato temporal?

La semana pasada salió la sentencia del Tribunal de Justicia Europeo y cada uno ha interpretado una cosa para no hablar del problema y de su resolución. La temporalidad es como el colesterol:  hay una buena y otra mala. Si en verano crece el empleo en la hostelería muchas personas pueden encontrar un trabajo: estudiantes… Eso es bueno. El colesterol malo es el del abuso. En España el sector público es el peor empleador del país. Puedes tener a una persona durante 10 años con un contrato en el que no le vas a reconocer ninguna indemnización. En el sector de la sanidad los médicos tienen en media más contratos que en los peones de la construcción. Eso pasaba incluso antes de la crisis. ¿Cómo es posible que el sector supuestamente más cualificado sea un sector tan precario?

¿Eso cómo es posible?

Porque mucha gente ha aprovechado la legislación, entre ellos el sector público. Te ahorras costes laborales: para conseguir un trienio o un quinquenio tienes que trabajar muchos más años. Porque si hoy trabajas y mañana te mando a la calle lo que cuenta son los días que has trabajado. A mí me lo contaba una enfermera que llevaba trabajando cinco años e iba a tener derecho a su primer trienio. Sumas centenas de contratos pero no sumas prácticamente duración, es decir, antigüedad. Esto es un ahorro de costes...

¿Y qué se ahorra realmente a medio plazo?

Te ahorras costes que en realidad no suponen un ahorro real. ¿Crees que si cambias de médico cada poco a un paciente vas a mejorar sus problemas de salud? ¿No van a aumentar los gastos farmacéuticos? ¿Vas a resolver su problema de salud o lo vas a empeorar? ¿Qué exceso de gasto farmacéutico provoca la precariedad laboral? ¿Has ahorrado precarizando? Probablemente no. Este también es un ejercicio de responsabilidad fiscal. Más allá de que tengas o no conciencia de la precariedad, de que esta sea justa o injusta, es una irresponsabilidad clara.

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Mónica Andrade / Soledad Gallego-Díaz /

Autor >

Miguel Mora

es director de CTXT. Fue corresponsal de El País en Lisboa, Roma y París. En 2011 fue galardonado con el premio Francisco Cerecedo y con el Livio Zanetti al mejor corresponsal extranjero en Italia. En 2010, obtuvo el premio del Parlamento Europeo al mejor reportaje sobre la integración de las minorías. Es autor de los libros 'La voz de los flamencos' (Siruela 2008) y 'El mejor año de nuestras vidas' (Ediciones B).

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6 comentario(s)

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  1. Jesús Díaz Formoso

    Y como vamos a concluir "entre todos" el "nuevo contrato social" ... pues eso, ya se puede y tal: http://blogs.publico.es/escudier/2016/10/tonto-el-que-lo-lea/ - Desde el mismo título ("En España el peor empleador es el sector público") el artículo/entrevista APESTA A NEOLIBERAL GLOBALISTA. La corrupción de lo público no es el motivo para limpiarlo, sino para sustituirlo por poderes privados más apestosos todavía. No leer; no comprender lo que se lee, y luego "construir entre todos" ¿qué? Pues lo que dicen los titulares al unísono; "lo público ha de ser sustituido por poderes privados exorbitantes". El fin de la historia, si señor. No sustituir a los corruptos gestores de lo público, sino lo público. Quememos los bosques para evitar los incendios forestales.

    Hace 8 años 1 mes

  2. Jesús Díaz Formoso

    Lo que es de todos: Pongamos un ejemplo: Pensemos en el espectro de frecuencias radioeléctricas. Era de todos, hasta que se convirtió en público. Incluye el vacío existente entre las células de nuestro cuerpo. Era de todos y podíamos utilizarlo con radioemisiones sin autorizaciones ni licencias. Luego se reguló. Es entonces cuando se comienzan a repartir las licencias entre los de siempre. Ahora SÓLO los corruptos pueden dar licencias para comunicar emitiendo señales de radio. Partimos de un hecho cierto: hay muchas emisiones; hay que regularlas (aquí, tachán!, desaparece la bondad de la “mano invisible”, y se convierte en puño de hierro). Lo de regular supone dar a los nuestros negocio. Pronto las guerras serán privatizadas –en realidad hace tiempo que lo están-; vernos –ya lo vemos tiempo ha- guerras por el beneficio mercantil. Ese es el neoliberalismo. Primero se extrae de lo que es de todos lo que pasa a ser público. Luego se reparte entre los corruptos. Con todo; hasta con los intersticios de nuestros propios cuerpos. Empezó hace siglos en Inglaterra con las tierras “de todos” que se regalaron a los Aristócratas (a menudo piratas exitosos en sus matanzas y saqueos; así nació el Derecho Mercantil; en el que n hay ninguna “mano invisible”, ¡sólo manos que se ocultan a la vista. Manos manchadas de nuestra sangre, que no queremos ver; en las que no queremos pensar. Las cosas van rápido en esta era tecnológica. Nuestros derechos Humanos han muerto; aunque se anuncie ahora el sepelio, el cadáver está ya descompuesto y fermentando. Hoy me han censurado –como de costumbre- un comentario en Público: éste. “..y como la guerra contra el terrorismo es una guerra interna -a la vez que internacional-, pronto se derogarán los DDHH. Y lo aplaudirá la mayoría de los nuevos siervos que desean ser esclavos (que tienen un valor de mercado, y por tanto, resulta conveniente que estén alimentados, fuertes y sanos). Supongo que lo censurarán; como todo lo que comento y excede de un "gracias"; es la derogación ya antigua del Derecho a la Libertad de Expresión. ¿Derogación por desuso?”. El tema del artículo era la derogación de los Derechos Humanos - http://blogs.publico.es/david-bollero/2016/10/07/uk-fallon-ddhh/ . Y nosotros seguimos caminando en circulitos (masónicos, por cierto), yendo a ninguna parte. Justo cuando es tan importante tener las cosas claras. El sistema construye sus monstruos destruyendo nuestra razón. Palabros bonitos, que te llevan a dónde nunca querrías llegar.

    Hace 8 años 1 mes

  3. Jesús Díaz Formoso

    Cuando se deja la organización a la "mano invisible" que mece la cuna, se ha de vestir bonito, para que no piten los oídos. Planificar la economía es política. la única política. El resto, incluyendo la "uberización" (que palabra para sustituirla desgastada y malsonante palabra " neoliberal"), es contra lo que estamos luchando. El Dios mercado va sumando adeptos.

    Hace 8 años 1 mes

  4. juan

    Me ha parecido una entrevista estupenda. Creo que hay que escuchar a todos, y me parece mal como a veces se etiqueta demasiado talibánicamente a FEDEA que también cuenta con economistas progresistas. En un momento en que la sociedad sufre cambios fuertes como la globalización, envejecimiento, risgos medioambientales, el nuevo concepto de justicia social deberá de ser acordado entre muchos, el nuevo contrato social.

    Hace 8 años 1 mes

  5. Jesús Díaz Formoso

    Neoliberales hasta en la sopa !! No es que nada sea gratis. ES QUE NOS LO HAN ROBADO TODO!! Nos desahucian del planeta. ¿Nos Lanzarán al hiperespacio? BASTA YA !! VIVA LA REPÚBLICA!! VIVA LA FRUGALIDAD REPUBLICANA.

    Hace 8 años 1 mes

  6. Jesús Díaz Formoso

    Todo comienza con la visión de Bernard Mandeville (1670-1733), y su "Fábula de las abejas", conforme a la cual "los vicios privados hacen la prosperidad pública". Tras él, llegó Adam Smith con el "laissez faire". Dejemos hacer. Demos recorrido a los “vicios” privados como conformadores de la sociedad. Como advierte Kropotkin, en el final de sus días, “Desde 1723. Mandeville, el autor anónimo que escandalizó a IngIaterra con su Fábula de las abejas y los comentarios que añadiera, atacó de frente la hipocresía de la sociedad disfrazada con el nombre de moral. Manifestaba cómo las costumbre sedicentes morales no son más que una máscara hipócrita; cómo las pasiones que se las cree dominar con el código de la moral vigente toman, por el contrario, una dirección tanto más perniciosa cuanto mayores son las restricciones de este mismo código”. Es decir, estamos ante el “sentimiento moral”: Intentando describirlo llevamos muchos siglos. Sobre ello, de nuevo Kropotkin, escribe “Adam Smith ha puesto el dedo sobre el verdadero origen del sentimiento moral. No va a buscarlo en las ideas religiosas o místicas; lo encuentra en el simple sentimiento de simpatía. Veis que un hombre pega a un niño; comprendéis que el niño apaleado sufre; vuestra imaginación hace sentir en vosotros el mal que se le infringe, o bien sus lloros, su compungida carita os lo dice; y, si no sois un cobarde, os arrojáis sobre el hombre que pega al niño, se lo arrancáis a la fuerza. Este ejemplo por sí solo explica casi todos los sentimientos morales. Cuando más poderosa es vuestra imaginación, mejor podéis comprender lo que siente un ser afligido, y más intenso, más delicado será vuestro sentimiento moral, más compelido os veréis a sustituir a ese otro individuo; con mayor agudeza sentiréis el mal que se le haga, la injuria que le ha sido inferida, la injusticia de la cual ha sido víctima; mayor será vuestra inclinación a impedir el mal, la injuria o la injusticia; más habituado estaréis por las circunstancias, por los que os rodean, o por la intensidad de vuestro propio pensamiento y de vuestra propia imaginación a obrar en el sentido en que el pensamiento y la imaginación os empujan. Cuanto mayor sea en vos ese sentimiento moral, mayor predisposición tendrá para constituirse en hábito”. * NOTA: La referencia de Kropotkin a Adam Smith, lo es, no a su obra "La riqueza de las naciones", sino al primer Adam Smith, el de la "Teoría de los sentimientos morales". Así, cuando se pretende llenar el concepto y la realidad del Hombre como mero "ser de naturaleza política", se incurre en un narcisismo "colectivo" que nos lleva a rechazar los Derechos Humanos, los derechos de las minorías (todos, de una u otra manera, somos parte de alguna minoría, no lo olvidemos), en aras de una mejor "sociedad". Pero la sociedad no es sino la suma de los individuos, todos con una misma finalidad: alcanzar deseos o evitar males, tanto monta. El aspecto Social existe aquí, no obstante. Los individuos humanos somos la colectividad. Y nuestra naturaleza, es biológica, siendo la faceta social un mecanismo de garantía de supervivencia de la especie. La sociedad como soporte -medio- del individuo; frente a la sociedad como fin -"destino en lo universal" se llegó a llamar- en si mismo. ¿Mamíferos o insectos? La Perfección es un deseo –inalcanzable, por lo demás. Y como tal deseo, es eminentemente subjetiva. La Democracia Perfecta, por tanto, es un concepto contingente, nunca absoluto. Pero empecemos por acercarnos en su búsqueda. La perfectibilidad (perfección como proceso; dinámico), en cuanto a la Democracia, está en directa dependencia del Principio de Separación de Poderes. Siempre Montesquieu. Sin perder vigencia tal principio, si evoluciona su comprensión. Actualmente, el reto es recuperar el Poder de hacer Leyes. El Parlamento secuestrado por los poderes fácticos, que ya no vemos como el lugar en que nos autoregulamos (nunca lo fue; ahora se ve con claridad el proceso antecedente al “hoy”). No nos autoregulamos. Nos regulan. Y no en nuestro beneficio, sino en el de los “señoritos” de ayer y hoy. La Ley no es expresión de la Libertad individual, sino expresión de la jaula de cristal en que la hemos encerrado. Las Leyes aprobadas por este remedo institucional son despreciadas por la inmensa mayoría. Pero nada podemos hacer al respecto en la situación de falta de Libertades, de destrucción de la educación y de la misma comprensión lectora, de inanidad, de desesperanza, en que nos encontramos. La Ley es rechazada por la mayoría. Esa es la situación que comenzamos a percibir con claridad. Entonces, el reto es recuperar el poder de hacer leyes por parte de la mayoría. Recuperar el Poder Legislativo. Y en eso estamos. Una posibilidad –por la que me decanto rotundamente- es un sistema en red por el que los individuos sean los que decidan –por mayoría- las leyes que han de ser promulgadas. Aquí entra una concepción “postmodernista”, que asumo: La ideología, como la religión o la ética (dejemos al margen ahora la moral), son asuntos del individuo. Que habrán de regir sus decisiones y actos, desde su interior. Con ello nos acercaremos a una “nueva sociedad”, que no sólo a una “nueva política”. Asumiendo como decisión propia las decisiones de la mayoría –no representada, sino presente directamente en la toma de decisión–, sin renunciar a sus propias convicciones, que le pertenecen al individuo, y que son objeto de la Libertad de Expresión. Acepto como propia la voluntad de una mayoría, de la que discrepo. Desde esa recuperación del poder de dotarnos de leyes, podremos encauzar la actuación de los otros dos poderes clásicos, el Poder de Ejecutar las Leyes, y el Poder de aplicarlas al caso concreto (poder Ejecutivo y Poder Judicial). Es un proceso. Y está en marcha. ¿Para bien? Depende de nosotros, de nuestra implicación en el proceso, de la asunción de la necesidad de aprender, y sobre todo, de extraer de nosotros lo que es “más” común. Que es mucho. Evitar las divisiones, encontrándonos unos a otros, conforme a nuestra naturaleza solidaria (por altruismo o por egoísmo, no es la cuestión; lo siento por los Bentham y compañía) es el único remedio para que el proceso de “perfección” de la Democracia sea verdaderamente tal. Y para ello hemos de esforzarnos. Esforzarnos en aprender con la mirada limpia, esforzarnos por compartir. Esforzarnos, en suma, por perder el miedo a la Libertad, que deseamos y tememos. Deseamos conforme a nuestra naturaleza; tememos conforme a la naturaleza del poder de imponernos lo que nos es extraño. Porque al final, todo el tinglado del poder se sostiene mediante la Organización de la violencia estatal. O lo que es lo mismo, mediante nuestros impuestos, gracias a nuestro trabajo.

    Hace 8 años 1 mes

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