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No hay aficionado o simpatizante del Atlético de Madrid que, a lo largo de su vida, no haya tenido que lidiar con diferentes encuestas y enfoques mediáticos surrealistas, destinados a dudar de su equipo a favor del que más vende. Si el Madrid, como suele suceder, ocupa el centro de los focos, y el Atlético se enfrenta al Barcelona, no hay atlético que no sepa qué menú degustación le van a cocinar desde los fogones de los medios, en radio, televisión como prensa. La pregunta suele ser así: ¿Qué prefieren los atléticos, ganar al Barça o perder para que perjudicar al Madrid? O en su defecto, la óptica es viene a ser algo así: ¿será capaz el Atleti de ganar al Barça para echarle una mano al Madrid? Es decir, al Atleti se le usa, manosea y ningunea, poniéndole en una falsa encrucijada, con la intención de orientar el partido hacia los intereses particulares de un equipo que no juega.

Primero, exigen al Atleti que eche una mano al Madrid, como si el Atleti no saliera a ganar todos y cada uno de sus partidos, como si una victoria del Atleti tuviera que serlo, sin jugar, propiedad del Madrid. Segundo, y más grave, a través de encuestas, preguntas absurdas y debates de todo a cien, se pone en solfa la competitividad de los profesionales del Atleti, a los que se pretende sobreexcitar con una presunta obligación moral de hacer aquello que el Madrid no ha podido o sabido hacer cuando le ha tocado demostrarlo. Y tercero, y más divertido, se pretende interpretar el sentimiento del aficionado atlético, al que se sugiere que debe estar contento si gana porque cumple con lo suyo, pero que igual puede ser el doble de feliz si pierde para fastidiar al Madrid. El objetivo, meter al Atleti en una historia que ni le va, ni le viene, pero en la que le meten, para distorsionar la realidad. A la carta.

Este fin de semana se juega el Madrid-Barça. Ya saben, la matraca del mal llamado, de manera cursi, ‘clásico’. Días de plasta mediática, de pegote por sistema, del pelmazo por bandera, de horas y horas de debate cansino, paliza y petardo, basado en la cultura del “y tú más”. En aras de explotar aún más el producto, en plena era de las redes sociales y con el apoyo inestimable de un público que pide calidad con la boca pequeña, mientras devora dosis desaconsejables de forofismo a la carta y estiércol informativo, surgirán las famosas encuestas. ¿Madrid o Barça, quién es el favorito? ¿Quién es mejor, Messi o Cristiano? ¿Quién se debe quejar más de los árbitros, Madrid o Barça? Y así, hasta el infinito y más allá, hasta convertir el duelo ficticio en una cuestión de estado que ha de llevarse hasta Estrasburgo y el Tribunal de La Haya, si hace falta, previa consulta con la ONU y con los señores de la NASA. Semana de ‘clásico’, semana de turra. Madrid-Barça, la gran pereza.

Pues bien, en el país de las encuestas sonrojantes y de las preguntas kafkianas, donde sólo importan el Madrid y el Barça, este fin de semana se enfrentan los dos. Y lo hacen en un marco clasificatorio curioso. El Barça es líder con 11 puntos de ventaja, que serían 14 en caso de vencer. Y el Madrid es cuarto, teniendo por delante al Atlético de Madrid y además, al Valencia. Pues bien, con ese panorama por delante, servidor tiene más que claro que los aficionados atléticos se quedarán sin ver, escuchar o poder leer a ninguna radio, televisión o diario, nacional o deportivo, que el Madrid debe ganar para poder echarle una mano al Atlético de Madrid y además, al Valencia. ¿Saben por qué? Porque para ellos, sólo existen dos equipos y el resto, por más que digan, les parecen relleno y pura alfalfa.

Si el Madrid gana el mal llamado ‘clásico’ y el Atleti y el Valencia ganan sus partidos, se colocarían a tres y cinco puntos del líder, respectivamente. Ustedes no van a tener la inmensa fortuna de poder leer en ninguna columna de opinión que el Madrid puede echarle una mano al Atleti. No podrán escuchar ningún debate radiofónico en el que se dude de si el Madrid será capaz de echarle un cable al Atleti. Y se van a quedar con las ganas de ver, con sus ojitos, una tertulia televisiva en la que alguien se pregunte, en voz alta y con socarronería, si los aficionados del Madrid comulgan con ayudar al Valencia. ¿Saben por qué? Porque, queridos lectores, este país, a nivel mediático, vive una gran mentira. Una de cartón piedra, donde sólo importan dos y el resto reciben trato de comparsas. Y no es que los atléticos quieran resarcirse ahora con este tipo de encuestas, preguntas o debates ridículos, es que quieren que les dejen en paz, que les respeten y no les involucren en historias para no dormir. Si quieren seguir vendiendo la gran plasta mediática con el insufrible clásico, perfecto. Y si quieren continuar jaleando y explotando el bucle infinito del “y tú más”, adelante, pero por Dios, dejen al resto de equipos en paz. No es mucho pedir.