Pagos de servicios médicos, en mantenimiento de mobiliario o para la reparación de vehículos. El nivel de seguridad económica que disfrutan los hogares son un indicativo más de sus condiciones de vida. En España, sin embargo, la vulnerabilidad asociada a este tipo de dificultades sigue siendo muy común, con un 36,6% de la población que todavía no puede afrontar gastos financieros imprevisto, según datos publicados recientemente por Eurostat.

Esta situación, que afecta a más de una de cada tres personas en el país, ha mejorado en los últimos años, pero sigue afectando a más porcentaje de población que en la media de la Unión Europea –33,9%–, mientras que al mismo tiempo la tasa desciende en nuestro país a un ritmo más lento que en el conjunto del continente: entre 2016 y 2017, el volumen de personas que no podían hacer frente a gastos no esperados descendió en España dos puntos, mientas que en la UE de los veintiocho bajó 2,5 puntos.

Este descenso de los ratios en España no ha evitado, según las cifras del portal estadístico, que el porcentaje de personas que afrontan este tipo de problema sigan siendo más alto que antes de la recesión, lo que sigue dando muestra de la desigual recuperación que ha vivido el país. En 2008, el porcentaje de población que no pudo hacer frente a gastos económicos inesperados fue del 29,9%, casi siete puntos menos que en la actualidad. Tras unos años en los que la tasa superó el 40% (2012, 2013 y 2014), la tasa comenzó a descender en 2015.

Por otro lado, las importantes diferencias en el nivel de impacto de este tipo de situaciones entre grupos socioeconómicos también son una muestra de cómo ha eclosionado el problema de la desigualdad en el país. Para las personas con ingresos menores al 60% de la mediada nacional, la tasa creció entre 2007 y 2017 más de 14 puntos, pasando del 52,4% al 66,6%. Para aquellos que tienen rentas por encima del 60% de la mediana de ingresos nacional, el ratio subió en el mismo periodo.

Existen además otros grupos de población que también son especialmente vulnerables ante los gastos imprevistos. Especialmente, las personas solas con hijos al cargo, entre las que más del 55% no pueden hacer frente a estas coyunturas económicas. En España, el 80% de las familias con un solo adulto a cargo está encabezado por mujeres –y el 10% de ellas en situación de pobreza severa–, por lo que se puede prever un importante componente de género en este tipo de situaciones.

De hecho, la brecha en el porcentaje de hombres y mujeres que viven solos y no pueden afrontar gastos imprevistos es de casi siete puntos, con tasas del 38,8% y el 45,6%, respectivamente.

En la comparativa europea, las poblaciones de Malta (15,8%), Suecia (19,7%) y Luxemburgo (20,4%) son las que tienen menos problemas para afrontar gastos financieros inesperados, mientras que Letonia (59,9%), Croacia (56,2%) y Bulgaria (52,2%) son los que arrojan una tasa más alta. Según los datos del portal estadístico, todos los países de la Unión Europea mejoraron sus ratios en este ámbito durante el último año, excepto Estonia y Dinamarca, donde el porcentaje aumentó 4,7 y 0,6 puntos, respectivamente.

Durante 2017, las familias españolas registraron mínimos históricos en sus niveles de ahorro, que de media apenas alcanzaron el 5,7% de la renta disponible. Precisamente, unas tasas igual de bajas que justo antes del comienzo de la crisis. El aumento del ahorro en los años de recesión no evitó que los gastos imprevistos hayan impactado a una parte importante de la población.