La carrera judicial, equitativa en la base pero desigual en la cumbre
Un informe con datos de distintos organismos y administraciones sitúa a Madrid y Catalunya en la lista de comunidades donde más se ha potenciado este modelo. El gasto público en salud sigue por debajo de los niveles de 2009
ctxt 9/04/2019
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Listas cremallera, paritarias o equitativas. La promoción de la igualdad en el mundo de la política alcanza su punto álgido –y a veces propagandístico– en tiempo de elecciones. Es inevitable, así lo marca la ley. Para aquellas mujeres que terminan formando parte del poder legislativo y ejecutivo la realidad, sin embargo, sigue siendo caprichosa. De las cinco candidaturas principales a presidir el Gobierno de España en las próximas elecciones, cinco están encabezadas por hombres. Algo parecido ocurre con el tercer poder del Estado: juezas y magistradas ya son casi el 54% de personas que componen la institución, pero en el Tribunal Supremo apenas superan el 18%. Y es algo que se repite en el resto de los órganos más importantes del país.
Estos son algunos de los principales resultados publicados recientemente por el Consejo General del Poder judicial en su informe anual sobre la estructura de la carrera judicial en España. Los datos, eso sí, han mejorado en los últimos años, con la incorporación de más mujeres a los puestos de la magistratura. En 2014, ocho Comunidades Autónomas tenían más jueces que juezas. A comienzos de 2019, ellas son mayoría en quince regiones, con País Vasco (61,6%), Madrid (58%) y Galicia (57,9%) a la cabeza.
Existen, además, importantes diferencias por edad. En las franjas más jóvenes, entre los 20 y los 50 años, hay más de un 60% de juezas. Entre 61 y 71 años, ellas ya solo son uno de cada cuatro, mientras que entre los magistrados más longevos apenas representan el 6,5% de los que ejercen en nuestro país.
En el Tribunal Supremo, por su parte, el número de magistradas ha pasado de 9 a 15 en el último lustro… Pero apenas existe una sala completamente paritaria y ellas siguen siendo una de cada cinco personas dentro del conjunto del tribunal, el más importantes del Poder Judicial. Según los datos ofrecidos por el informe del CGPJ, esta infrarrepresentación de las mujeres también ocurre en los órganos centrales del Estado, donde ellas apenas constituyen el 30% del cuerpo de magistrados.
La tendencia, además, se repite en prácticamente todos los órganos colegiados, donde, a diferencia de los unipersonales, los hombres son mayoría. Las mujeres son cuatro de cada diez en la Audiencia nacional; el 37,4% en los tribunales superiores de Justicia; o el 38,5% en las audiencias provinciales. Ellas también son mayoría entre los jueces y magistrados que se encuentran a expectativa de destino, con el 65%.
La brecha de género entre hombres y mujeres en las principales instancias judiciales también se reproduce en la configuración del Tribunal Constitucional, una institución independiente del CGPJ. De las 12 personas que lo componen, solo dos –el 17%– son mujeres. La misma proporción que existía en 2001, hace cerca de 18 años.