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USTED SE ENCUENTRA AQUÍ.Esta semana el juicio concluye una región. La próxima inicia otra, con mossos, políticos y –esto es importante– consellers que decidieron dejar de serlo antes del inicio del tramo final del procés, no-sea-qué. Lo importante de esta semana que ha muerto ha sido, no obstante, esto. Esto: “Son reos de sedición los que, sin estar comprendidos en el delito de rebelión, se alcen pública y tumultuariamente para impedir, por la fuerza o fuera de vías legales, la aplicación de las leyes o a cualquier autoridad, corporación oficial o funcionario público, el legítimo ejercicio de sus funciones, o el cumplimiento de sus acuerdos, o de las resoluciones administrativas o judiciales”. La cosa sale por un pico de años. Se trata del articulete 544 del Código Penal. Esta semana, vamos, Fiscalía ha tirado la toalla, diría, con la cosa rebelión. Y se ha empleado para con la cosa sedición. Se dibujaría, siempre según fiscalía, en los días 20S y 1O. La protagonizarían, en ambos casos, los manifestantes. Los inculpados se relacionarían con ella a través de los Mossos, que no practicarían ya la violencia centroamericana necesaria para la rebelión, sin una actitud de estar de perfil, de pasar de todo. Con este cambiazo, de rebelión a sedición, Fiscalía reconoce su fracaso inicial. La desmesura. No está claro que no siga en la desmesura –creo, en ese sentido, que sedición sigue siendo algo muchas tallas más grandes a lo ocurrido; ocurrió una idea precaria, española, de política, y una idea descomunal, española, de propaganda–. Pero tampoco está claro que aquí, en la cosa sedición, Fiscalía no tenga nada que rascar.

FISCALÍA. Guillem Soler Solé, magistrado en BCN, ha publicado en su blog un artículo muy sexy al respecto. Explica que, en lo penal, al principio es el verbo. Algo cierto, si bien puntualizado por Gramsci –“In principio era il verbo... No, in principio era il sesso”, La città futura, 1917-18; vamos, que el verbo está sometido a una pasión previa, incluso en el derecho; o, glups, incluso más–. Para el caso que nos ocupa, Soler Solé explica que, en la definición de la cosa rebelión, el verbo va antes que el adverbio. Adverbio = “violentamente”, y verbo = “los que se alzaren”. Vamos, que, incluso si hubiera habido violencia, sin alzamiento no hay rebelión, por lo que, en este caso, no hay rebelión. Es más, las manis del 20S y del 1O no tenían como objetivo la indepe, ese –se supone– alzamiento, sino la protesta. Lo que les da más aire, incluso, de ejercicio de derechos que de rebelión. En el caso de sedición, no obstante, la cosa puede no quedar tan clara. No hubo ninguna intención en los días 20S y 1S, en ese sentido, de forzar la indepe, pero puede ser posible que las manifestaciones de esos días impidieran la actuación de las fuerzas policiales. Con lo que, zas, nos vamos de cabeza al 544. Por lo que podría haber marrón en ese sentido. La belleza del derecho es su sencillez, mientras que su fealdad es su alambicamiento. Así, Fiscalía, tras tocar hueso con un alambique, se tira a otro. Otro en el que puede quedar muy tocado el derecho de manifestación. Por ejemplo, cuando lo ejercen sindicatos de inquilinos, con el fin de protestar y dificultar un desahucio. El procesismo, clase media un tanto conservadora, que siempre había dicho sí y que, de pronto, dijo no, no valoró, en tanto que todo ello, la represión, esa cosa que creía que sólo se puede ejercer contra chorizos charnegos e inmigrantes. Dejar a huevo esa ampliación, en este juicio, del concepto sedición –sobre ellos y sobre objetos más beligerantes y útiles– sólo es, brrrrr, otro logro del procés. Espero que las defensas se apliquen con ahínco, pues la fijación de este delito trascendería al propio procés.

DEFENSAS. Por ahora, creo, han sometido a duda la fiabilidad de los testimonios policiales. Y han sembrado serias dudas en la pasividad de los Mossos –cumplían un plan pactado con GC y PN–, así como en la vinculación de los Mossos respecto del Govern –ha quedado claro, diría, que los Mossos, como cuerpo, no se apartaron de las directrices jurídicas, ni recibieron consignas gubernamentales, que al parecer no hubieran aceptado–. Pero, glups, el derecho no es solo verbo, sino que, como todo, tiene sexo previo –que se lo digan a los de Alsasua–. El hecho de no poder contrastar al momento las declaraciones de los polis con los videos, ha provocado, por otra parte, cierta barroquización en las defensas. Y cierta crispación en sus preguntas. No obstante, su actuación, cuando se puedan ver los videos, supondrá, o no, un menoscabo a algunos testimonios policiales. Lo que es mucho, si pensamos que aquí no se enjuicia la actitud de la policía, sino que se trata de que su testimonio quede o no reconocido. La actitud violenta de la policía, por otra parte, queda avalada no por este Tribunal, o por el Código Penal, sino por la Toráh –ese otro verbo después del sexo–, cuando se describe a Leviatán, ese monstruo desmesurado y sometido sólo a sí mismo, que puede hacer con una porra esa parte de todo denominada casi-todo.

MARCHENING. Marchena sigue, diría, ecuánime. Con alguna pequeña sombra que, sin ensuciar el garantismo, no lo adornan. Es decir, no ensucian el verbo, pero pueden interpretarse como el sexo al verbo previo. Así, se ha impedido la puesta en libertad de los acusados. En la respuesta del Tribunal a la petición, no obstante, no creo que haya nada que pueda llamar la atención del TEDH, un Tribunal que leerá sólo el procedimiento, no la substancia de la causa. No obstante, hubiera quedado mono y hubiera rebajado los ánimos ahora que queda como claro que rebelión nada, y que sedición es más sexo que verbo. La puesta en libertad hubiera evitado fotos como la de la rueda de prensa de Jordi Sánchez, junto a la banderita y al retrato del rey más preparado de la historia, etc. La foto, por sí misma, evidencia la falta total de preparación en las altas esferas esp/cat durante varios años y hasta esta mañana a primera hora. Lo de los videos de las polis arreando. Es un engorro, pero legal y sometido a una lógica explícita: trasladar la cosa a las probatorias. Por otra parte, el Tribunal prosigue con su marrón/karma. Marrón/karma: no se trata de poner en orden unos hechos, que sobrepasan al Tribunal –literalmente; el procés está en varias instancias judiciales; esta es sólo una–, sino de dictar sentencia frente a unos hechos puntuales que, en su fenomenología y puntos de vista, no quedan recogidos plenamente en esta causa sin unidad. Verbigracia: esta semana han ganado centralidad en la causa dos personas –Trapero y Jové, a quién la prestigiosa firma Moleskine le debe una copa– que no figuran como acusados en la causa. Lo que tendría guasa, si no dibujara lo dramático del caso. Un caso que puede suponer varios años en la vida de los acusados, y muchos más años en la vida de los votantes de los acusados, y de los de C's, PP y Vox. Por otra parte, la sentencia futura del Tribunal, opte por el verbo o por el sexo, no satisfará a nadie. Ni siquiera las croquetas gustan a todo el mundo, imagínate el sexo o el verbo.

AVOXGADOS. Cada vez que hablan los avoxgados, un gatito de Vox grita árbitro-la-hora. Un desastre, vamos. Que haría llorar, si no hiciera reír. Por otra parte, eso da igual. Su función era participar en un spot de varios meses. Con los beneficios comunicacionales, los dos avoxgados son las cabezas de lista por Madrid DF. Les ira bien, o al menos hasta que abran la boca. Pasa un poco como en el procesismo, que ha llenado sus listas de presos, pero también de familiares de presos. Este juicio está visualizando lo que pasa. Pasa una época. Pasa la peor clase política en generaciones. Pasa la culminación de la selección negativa. Pasa que la política institucional, en un Estado deslocalizado, se reduce a la sentimentalidad, lo único que uno comprende en esta Europa sin sentimientos. Socorro.

CAMPAÑA. Más sobre selección negativa. En plan campaña, ERC y JxC han emitido señales de que apoyarán a Sánchez por encima del Trifachito. Vamos, los que no votaron los presupuestos, ahora votarán cosas más importantes y determinantes. Se trata de un indicio de la capacidad de análisis de escenarios, correlaciones y consecuencias por parte del procesismo, esa cosa que está en el banquillo por hechos no calculados ni valorados en su día por ellos mismos. El procesismo –sentimentalidad, nacionalismo, neoliberalismo y líderes en conexión con sus votantes, en tanto comparten cosmovisión y la misma formación e información–, no es una seta. Es el futuro. Son los ingredientes de C's y Vox. Pero también del PP Casado Style y, a tramos, del resto. En el futuro, no se necesitarán los medios de comunicación, habiendo redes sociales, con las que el líder está en contacto directo con su votante. En las redes es donde se produce el sentimiento y las noticias parciales que te den la razón. Por otra parte, empiezan a haber indicios de que ERC –más– y PDeCAT empiezan a rebajar los tonos, y a acercarse a su propio futuro. Un futuro en el que el independentismo –yo diría mejor, el procecismo, esa ni chicha-ni limonada– será el autonomismo del futuro.

COSAS DIVERTIDAS. Es poco probable que Puigde acceda al Parlamento Europeo. En el trance de no acceder, es posible que haya impedido también el paso del PNV. Vamos, que ha firmado su ruina. En todo caso, se ha establecido un debate sobre sus posibilidades de entrar en el Parlamento y, en ese trance, adquirir su inmunidad. En ese sentido ha aparecido un informe de los Servicios Jurídicos del Parlamento Europeo, conforme que, si adquiere acta finalmente, tendría que ir a Madrid a recogerla y jurar la Consti. Es decir, donde se le condenaría a galeras. Pero no está claro, me dicen. Se trata de un informe, por lo que no es vinculante. Por otra parte, está a debate si el eurodiputado adquiere su inmunidad con su acta, o con su proclamación electa, en la misma noche electoral. Por si fuera poca claridad, no está claro que la Junta Electoral no puede desplazarse al lugar de domicilio del eurodiputado, para que preste juramento y adquiera el acta. Ya pasó, de hecho. Hay un precedente. Ruiz Mateos, ese adelantado a su tiempo.