La contaminación quita más de 210.000 años de salud a los jóvenes europeos
Un estudia analiza los efectos de varios factores ambientales sobre el nivel de salubridad de los menores de 18 años. Entre los componentes más nocivos están las partículas en suspensión, el humo del tabaco y el ozono
ctxt 3/05/2019

Fábricas en una ciudad alemana.
PIXABAYEn CTXT podemos mantener nuestra radical independencia gracias a que las suscripciones suponen el 70% de los ingresos. No aceptamos “noticias” patrocinadas y apenas tenemos publicidad. Si puedes apoyarnos desde 3 euros mensuales, suscribete aquí
Espacio realizado con la colaboración del |
|
Las malas condiciones medioambientales, entre las que se incluyen numerosos factores contaminantes como las partículas en suspensión, el ozono o el humo del tabaco, afectan de forma severa al bienestar de los menores europeos. Así lo asegura un reciente estudio, en el que se contabilizan en cerca de 210.000 los años de vida saludable que pierden los jóvenes de la región por esta situación.
La investigación, publicada por el International Journal of Environmental Research and Public Health y realizada por expertos del centro de estudios ISGloblal, señala que la exposición infantil a la contaminación supone, al menos, un 2,6% del total de años saludables que pierde este grupo de población en la Unión Europea cada año. Entre todos los factores de riesgo analizados, las partículas suspendidas en el aire son las más nocivas, y generan el 59% de estos impactos sobre la salud de los menores. Esto son, aproximadamente, 125.000 años de salud menos para el total de la población joven de la UE.
Junto a las partículas suspendidas en el aire, el instituto barcelonés de salud pública ha evaluado otros seis factores nocivos para la salud de los menores de 18 años. Entre ellos destacan los problemas derivados del consumo diario de cigarrillos. Hasta el 20% de la disminución del bienestar infantil en la región depende del consumo pasivo del humo del tabaco. Un extremo que, además, no puede sonar extraño en nuestro país: hasta el 65% de la población en España es fumadora pasiva.
Los altos niveles de ozono, por su parte, ocupan la segunda posición de elementos más dañinos, y derivan en síntomas respiratorios que rebajan en cerca de 24.000 los años de vida salubre de los jóvenes europeos.
Otro factor de riesgo para la salud incluido en el estudio es el exceso de humedad en los hogares. En el caso de España, cerca del 18% de la población reconoce vivir en lugares que presentan esta situación. En otros países estas condiciones pueden llegar a afectar a un tercio de sus habitantes, como es el caso de Eslovenia o Hungría.
Por último, los investigadores también señalan que muchos de estos factores medioambientales que rebajan los índices salud infantil en la Unión Europea superan abiertamente las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud. Ningún Estado miembro cumple con los niveles aceptables de ozono establecidos por la organización en la región.
En el caso de las partículas suspendidas en el aire –compuestas de materiales como los metales pesados, el hollín o el cemento–, no pasan el corte 22 de los 28 países del espacio comunitario, y solo se ajustan a las recomendaciones del organismo algunos de los nórdicos –Suecia, Finlandia, Dinamarca–, además de Irlanda, Estonia y Luxemburgo.
Los efectos de los distintos agentes contaminantes están teniendo un impacto cada vez más grande sobre la salud de la población de la UE. Recientemente, la Agencia Europa de Medio Ambiente ha señalado que casi medio millón de personas mueren de forma prematura cada año en la Unión Europea a causa de la contaminación del aire.
En España, una investigación del Instituto Internacional de Derecho y Medio Ambiente advirtió hace pocos meses que en España mueren más de 1.500 personas al año de forma prematura solo por las emisiones que provocan las centrales térmicas de carbón.