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Aficionados de toda Europa ya se están preparando para seguir a sus equipos por el viejo continente en los próximos meses con motivo del inicio de la Liga de Campeones, la competición futbolística más importante a nivel de clubes de todo el mundo. Seguidores que en muchas ocasiones sacrifican días de vacaciones y hacen un gran esfuerzo económico para disfrutar de esa ilusión. Hay clubes que se aprovechan de ello y les exprimen, cobrándoles entradas a un precio desorbitado.  Hasta ahora, la posición de fuerza la tenían los equipos, que hacían y deshacían a su antojo, pero parece que algo está empezando a cambiar.

Football Supporters Europe (FSE) es la asociación europea de hinchas más importante de Europa. Está formada por representantes de 45 países y es el interlocutor que les defiende ante organismos como la UEFA. Su labor es que se escuchen sus demandas, propiciando que se conviertan en un actor importante dentro del fútbol. Su más reciente logro ha sido conseguir arrancar de la UEFA y de los clubes un compromiso para fijar esta misma temporada unos precios máximos para los aficionados visitantes tanto en los partidos de la Liga de Campeones como en los de la Liga Europa. Estos no podrán superar los 70 euros en la máxima competición continental y los 45 euros en el segundo torneo en importancia. La pasada campaña, por ejemplo, el FC Barcelona llegó a cobrar 119 euros a seguidores del Liverpool y del Manchester United por acceder al Camp Nou. Un precio equivalente a una de las entradas que tiene la UEFA para ver la final de la competición. Según datos de FSE, el 12,5% de los partidos disputados en la Champions la pasada campaña tuvieron un precio para las hinchadas visitantes superior al fijado tras el acuerdo.

Las tarifas vigentes a partir de esta temporada podrían haber sido incluso inferiores. FSE había pactado con la UEFA que los precios fueran de 40 euros en los partidos de la fase de grupos de la Champions y de 60 en los de las eliminatorias. Pero fue precisamente el FC Barcelona el que más presionó al resto de clubes para elevarlos hasta las cantidades finalmente aprobadas. El director ejecutivo de FSE, Ronan Evain, explica a CTXT que “habíamos trabajado en un límite de inicio mucho más bajo y que fuera creciendo gradualmente a lo largo de los torneos. Desafortunadamente, algunos de los culpables habituales, los clubes que invierten menos en ofrecer condiciones de hospedaje aceptables pero que cobran más a los hinchas, presionaron fuertemente contra eso. Después de haber aumentado constantemente sus precios en las últimas temporadas, el FC Barcelona estaba claramente entre esos clubes”. 

Pese a ello, el balance que hace Evain de la gestión es satisfactorio. En su opinión, este caso deja claro el camino que hay que seguir de cara al futuro. “Sin la movilización de los aficionados a nivel de clubes para protestar contra los precios más atroces y la presión de Football Supporters Europe dentro de la UEFA, el límite de precios nunca habría visto la luz. Cuando nos enfrentamos a los intereses de algunos de los clubes más poderosos de Europa, solo una fuerte unidad y una demanda conjunta de los seguidores europeos pueden conducir a resultados positivos”. El objetivo de FSE es volver a tratar este tema al final de la presente temporada tanto con clubes como con la UEFA, ya que considera que los precios siguen siendo demasiado altos.

Esta medida sigue los pasos de otras tomadas en la misma dirección por campeonatos nacionales. La liga francesa anunció de forma reciente que los aficionados visitantes podrán entrar a los campos por un precio de 10 euros en la primera división y de 5 euros en la Segunda. En Inglaterra se aplica desde hace tiempo y actualmente no se puede cobrar más de 34 euros a las hinchadas visitantes. En España, la única iniciativa en este sentido la han puesto en práctica esta temporada los equipos vascos de primera y el Osasuna, que han decidido cobrar 25 euros a las aficiones visitantes cuando se enfrenten entre ellos. Pero a nivel nacional no parece que esté cerca un acuerdo.

El responsable de FSE considera que los clubes deberían tener en mejor consideración a los hinchas y pensar el sacrificio que para muchos supone estos desplazamientos. “Los fanáticos gastan mucho dinero para seguir a su equipo, especialmente en las competiciones europeas. Tienen que viajar durante varios días y merecen ser tratados de manera justa. En Francia, Inglaterra o los Países Bajos, los clubes y los organismos rectores del fútbol reconocieron tanto sus sacrificios como la contribución que hacen a la atmósfera. Realmente juegan un papel esencial en el juego, y es por eso que la Premier League llegó a recomendar que el sector visitante se coloque a nivel de campo. Desafortunadamente, muchos clubes europeos consideran que los aficionados no son parte del juego. Los ven como un problema, una carga que les impone la UEFA”. 

En algunos casos, ocurre que además de cobrar cifras muy altas por una entrada, los clubes colocan a estos seguidores en las peores zonas de los estadios y en unas condiciones que dejan mucho que desear, una situación que FSE también quiere que se acabe. Ronan señala que “con demasiada frecuencia, los aficionados visitantes son tratados como clientes de clase secundaria, alojados en sectores alejados, sin inodoros adecuados o con malas vistas al campo. Peor aún, su propia seguridad está puesta en riesgo por un estilo policial inaceptable. Hemos progresado significativamente con la policía española en los últimos dos años, pero aún muchos clubes españoles no ofrecen servicios básicos aceptables. Vamos a trabajar en ello con la UEFA en los próximos meses y esperamos alcanzar un progreso significativo”. Tras años de atropellos y abusos por parte de los clubes, las aficiones parecen no estar dispuestas a seguir tragando con todo. Y han encontrado la fórmula: la unión hace la fuerza.