El comercio justo crece en España, pero todavía se encuentra a una distancia enorme del volumen de transacciones que genera este sector en el resto de países de Europa. Así lo asegura un reciente informe publicado por la Coordinadora Estatal de Comercio Justo, que señala que en nuestro país cada ciudadano gasta de media apenas 1,67 euros en productos sostenibles provenientes del comercio justo.

Esto supone una facturación en el conjunto del país de cerca de 78 millones de euros durante 2018, de los que casi tres tercios se vendieron en supermercados o grandes superficies. La cifra es, a su vez, un 53% superior a la del ejercicio anterior, cuando las ventas de productos de comercio justo se cifraron en poco más de 50 millones de euros. El principal motivo de este aumento es, según apunta la Confederación, la incorporación de un grupo importante de marcas procedentes de la economía convencional al sistema de comercio justo.

Pese a ello, las cifras de este sector económico en España todavía son casi diez veces inferiores a las que se registran en el conjunto de Europa. Según el informe de la Confederación, el gasto medio anual en comercio justo del resto del continente asciende a cerca de 15 euros por persona. Solo Polonia, con unos 60 céntimos anuales, presenta peores cifras que nuestro país. 

Por su parte, en el extremo contrario aparecen países como Suiza, donde el mercado de consumo sostenible tiene una media de más de 80 euros por habitante al año; Irlanda, con 71,5 euros; o Finlandia, que alcanza los 42,4.

Tal y como advierte el informe, el comercio justo se centra en la incorporación a la economía de una serie de directrices sobre producción y consumo sostenibles, especialmente centradas en el desarrollo y la integración del sur del planeta. Según datos de la Organización Mundial del Comercio Justo, este mercado ya sirve de sustento a cerca de dos millones de personas en el mundo. 

Por tipos de producto, prácticamente todo el consumo de productos de economía justo en España se concentró en el ámbito de la alimentación (95%). Y aquí, el cacao, el café y el azúcar son, con diferencia, los principales dinamizadores del mercado sostenible –cerca del 88% de la facturación llegó de ellos–. En segundo puesto, muy lejos de la alimentación, aparece la artesanía, donde el textil supone alrededor de un 2% de las ventas de productos sostenibles.  

A día de hoy, en España existen casi 200 marcas que comercializan más de 860 productos asociados a la economía justa. Sin embargo, es el mercado exterior el que sigue dominando, de ahí las todavía modestas cifras de este sector económico en nuestro país: apenas 49 de las marcas que operan son autóctonas, mientras que el resto tienen origen en el extranjero. 

En este sentido, también cabe destacar el papel residual del sector público para con este tipo de comercio, ya que las compras de productos sostenibles por parte de las diferentes administraciones apenas supusieron el 2% de las ventas del comercio justo durante el año pasado.