Economía
La desigualdad en España crece desde antes de la crisis
Un estudio apunta que el problema ha sido subestimado. Desde 2002, la cuota de ingresos que controla el 1% más rico de la sociedad ha pasado del 11,6% al 15,5%
CTXT / Observatorio Social ‘la Caixa’ 18/08/2020
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De la misma forma que ha ocurrido con la pobreza infantil o la precariedad juvenil, la desigualdad en España está más cerca de ser un problema estructural que un fenómeno adscrito exclusivamente a la crisis económica de 2008 y los años de recuperación. Así lo asegura un reciente estudio publicado por investigadores de la Paris School of Economics, donde se advierte que estamos ante un problema mayor de lo que suponían otras estimaciones y que ya estaba en fase de ascenso desde comienzos de la década de los 2000.
Según las cifras recopiladas en el documento, la ligera reducción de la desigualdad que se registró en España con el cambio de milenio dio paso rápidamente a un desequilibrio en los niveles de riqueza. Ya desde el año 2002 se puede distinguir una tendencia que, acelerada en los meses de la recesión, ha llevado a que los ingresos del país se concentren cada vez en menos manos. Y lo que es peor: esta concentración se ha ido construyendo a costa de las personas con menos recursos.
Así, y mientras en los últimos años se han registrado subidas y bajadas más o menos importantes en la proporción de ingresos que llegan a manos de cada clase social, solo un grupo ha experimentado una mejoría clara: la élite más rica, cuya “posición relativa no ha dejado de progresar”. Las cifras más recientes no dan lugar a confusión: en 2015, el 1% de la población más rica ya acaparaba el mismo porcentaje de ingresos que el 50% más pobre.
En este grupo, el de las personas que cuentan con menos recursos, la tendencia ha sido completamente inversa. En 2003, la clase baja del país controlaba casi el 19% de los ingresos totales. Esto son cerca de siete puntos más que el porcentaje que llegaba a manos de la población más rica. Desde ese momento, su peso en la distribución de los ingresos ha descendido hasta situarse en el 14,6%, frente al 15,5% de los que acaparaba la élite económica del país a cierre de 2015.
Por su parte, tanto la clase alta –a excepción del 1% más rico– como la clase media han mantenido en este periodo una cuota de ingresos más o menos constante. Para los primeros, el cambio de milenio supuso una pérdida relativa de los ingresos, pero se estabilizó rápidamente hasta alcanzar su pico en 2008. Para los segundos, mantener una posición relativa similar a la que tenían en 2002 no significa que sus ingresos no descendieran durante la crisis, pero lo hicieron de forma menos abrupta que los de la clase baja.
Para realizar estos cálculos y valoraciones, el estudio ha recurrido a la información disponible en las cuentas nacionales, los datos fiscales y las encuestas sobre ingresos. Según los autores, este método, usado por economistas como Gabriel Zucman y Thomas Piketty, permite una aproximación más precisa al fenómeno de la desigualdad, entre otros motivos porque incluye mayor diversidad de fuentes y permite una mejor comparación internacional.
En este sentido, el estudio corrobora que durante los últimos años España se ha ido distanciando paulatinamente de países más igualitarios como Francia, al tiempo que ha entrado en una mayor convergencia con las dinámicas de desigualdad que se experimentan en Estados Unidos.
Así se puede comprobar si se atiende a los cambios en la concentración de ingresos que ha ido acumulando la clase alta de nuestro país y, especialmente, la élite económica de la sociedad. Entre 2003 y 2007, el porcentaje de ingresos que acaparaba el 1% más rico de la población ascendía aproximadamente al 11,5%, una cifra similar a la de Francia. Desde ese momento, la concentración se ha exacerbado en España hasta situarse, durante el año 2015, casi cinco puntos por encima de la del país vecino, donde se han mantenido unos índices mucho más estables a lo largo de los años.
Si bien es cierto que Estados Unidos sigue siendo el país donde la élite acapara el mayor porcentaje de ingresos y el único de los tres donde la desigualdad no ha parado de crecer desde el cambio de mileno, España se ha convertido en el país de la comparación donde la acumulación de ingresos en pocas manos se ha intensificado más desde 2007.
Según los investigadores, esto se debe principalmente a los ingresos generados por los rendimientos del capital, que tienden a concentrarse más que los del trabajo y terminan por perpetuar la desigualdad: “La mayor parte de la gente obtiene pocos ingresos a través de esta vía, mientras que para los ricos es cada vez más importante”, explica el estudio. Esto no ha impedido, además, que el 1% de la población también haya conseguido acaparar un mayor porcentaje de los ingresos derivados del trabajo, aunque con un crecimiento no tan acelerado durante los últimos años.
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Este artículo ha sido elaborado a partir de lo expuesto en el texto La desigualdad de ingresos en España: un problema creciente y subestimado, de Clara Martínez-Toledano, Facundo Alvaredo y Miguel Artola, de la Paris School of Economics, publicado en el Observatorio Social de “la Caixa”.