Despoblación
España, encaminada a pasar medio siglo con un crecimiento vegetativo negativo
Las proyecciones del INE señalan que los fallecimientos superaran a los nacimientos hasta 2070. Solo la migración consigue equilibrar la balanza demográfica. Sin embargo, el crecimiento de población que se espera en las próximas décadas no evita una tasa
ctxt 23/09/2020
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Apenas han bastado seis meses para que la pandemia de coronavirus comience a hacerse notar en las cifras demográficas y las proyecciones sobre población. Así se puede comprobar en la serie estadística que acaba de hacer pública el INE, donde se asegura que para el cierre de este año España tendrá un exceso de mortalidad cercano a los 50.000 fallecimientos y un descenso en la esperanza de vida de casi un año.
Estas cifras, que dejan constancia del impacto del virus en la población de más edad, se recuperarán sin embargo rápidamente en 2021, al contrario que otros problemas a los que también alude el INE y que dibujan un panorama complicado para la demografía del país en el largo plazo: según las proyecciones del instituto demográfico, España se encamina a un periodo de crecimiento vegetativo negativo que durará cerca de medio siglo.
El crecimiento vegetativo hace referencia a la diferencia que existe entre el número de muertes y el número de nacimientos que suceden a lo largo de un año. La primera vez que se registró un balance negativo en esta medición fue recientemente, en 2016, pero ahora los cálculos del INE auguran que el fenómeno será duradero y se mantendrá, si persisten las tendencias demográficas, al menos hasta el año 2070.
Para el cierre de este año España tendrá un exceso de mortalidad cercano a los 50.000 fallecimientos y un descenso en la esperanza de vida de casi un año
Entre otros motivos, el saldo vegetativo negativo se explica por un envejecimiento poblacional que tiene como consecuencia un “progresivo e ininterrumpido aumento de las defunciones”, así como por un descenso de la natalidad que comenzó en 2009 y se alargará hasta 2028. A partir de ese momento, las generaciones nacidas en la segunda mitad de los 90, más numerosas, comenzarán a tener hijos, y la tasa de fecundidad pasará de los 1,23 hijos por mujer que hay en la actualidad a los 1,31 que habrá en 2034. Pese a esto, en los cincuenta años que ocupan el periodo 2020-2070 el número de fallecimientos siempre será más alto que el de nacimientos.
¿Cómo es posible entonces que las cifras del instituto de estadística también recojan un crecimiento de población en el país para las próximas décadas? Por la migración, que ya lleva años equilibrando la balanza demográfica en el país. Los movimientos de población permitirán que España gane casi un millón (954.497) de habitantes para el año 2035. “En 2070 la población alcanzaría los 50,6 millones, con un incremento de 3,2 millones de personas”, añade el documento.
Sin embargo, este crecimiento del número de personas que viven en el país tampoco bastará para reducir otros problemas demográficos, como el propio envejecimiento de la población o el ratio de dependencia. En el primer caso, el INE señala que la población más numerosa que hay ahora en el país, la nacida entre 1970 y 1979, seguirá siendo el grupo más grande allá por el año 2050. En esa fecha, el porcentaje de gente por encima de los 65 años ya representará un 31,4% de población total, frente al 19,6% actual.
Comunidades cómo Asturias, Castilla y León y Extremadura perderán en los próximos 15 años entre un 8,3% y un 10% de la población
Por su parte, el ratio de dependencia compara, de forma porcentual, la población en edad de trabajar –de 16 a 64 años– con la que no lo está –menores en edad de escolarización o mayores jubilados–, y sirve como un indicador de aproximación a cuestiones como la sostenibilidad de las pensiones o de los servicios del Estado de Bienestar. En este sentido, las proyecciones del INE ofrecen de nuevo cifras preocupantes, con una tasa cercana al 81% en el año 2050. Esto es, por cada diez personas en edad de trabajar habrá ocho niños dependientes y/o mayores retirados.
Algo similar se puede concluir sobre otros fenómenos sociales, como el de la despoblación, que seguirán enraizándose y cronificándose si se mantienen las tendencias actuales. Comunidades que ya encabezan el mapa de la España vacía cómo Asturias, Castilla y León y Extremadura perderán en los próximos 15 años entre un 8,3% y un 10% de población. En el extremo contrario aparecen Illes Balears (+14,9%), Comunidad de Madrid (+9,1%) y Canarias (+8,4%), que seguirán ampliando la brecha entre regiones.
Si bien el INE advierte que todas estas cifras no pueden ser consideradas como predicciones o hechos consumados a futuro, sino que se tratan de proyecciones que indican “la evolución que seguiría la población de España en el caso de mantenerse las tendencias demográficas actuales”. La coyuntura provocada por el coronavirus hasta el mes de julio ya deja evidencias sobre un saldo migratorio positivo muy bajo durante este año, lo que provocará “que la población crezca durante los primeros años de la proyección más lentamente de lo previsto en proyecciones anteriores”.