El Oráculo de Delfos echó humo del siglo VII a.C. al V d.C. Su final fue, por tanto, el final de una época, esa cosa que, como el hambre, o el amor, siempre acaba mucho antes de su final. En general, los finales van precedidos de decadencia. Si uno quiere saber algo sobre la decadencia, objeto del que no se sabe nada cuando viajas en su interior y a toda leche, debe saber que la de Delfos se produjo en dos pasos. Ahí van. Paso 1) los mensajes de la Pitia dejaron de ser poemas lúcidos para pasar a ser prosa cutre-salchichera. El paso 2) fue, a su vez, impresionante e irrepetible –al punto que creo que les hablaré de ello este domingo–: el mismísimo Apolo tomó la palabra para explicar el game over y pedir que el último apagara la luz. Las épocas, hoy, son más breves que cuando Delfos. Ayer por la mañana, sin ir más lejos, viví una gran época. Por lo mismo, la democracia griega, que duró ciento ochenta y pico años, lo que en sus tiempos era muy poco, ha acabado durando más que la democracia europea que, definitivamente, zas, cambió de aspecto –en Esp, con una reforma constitucional en modo Dickens– en la anterior crisis. De lo que se deduce que en esta crisis la cosa será la monda. Para liarla más, ya no hay dioses que den por concluidas las épocas con cierta deportividad, por lo que hay que oler su final a pelo. Y lo único que sabemos del final de las épocas, gracias a Delfos, es que son indicios de lo que viene y tal. Pero en prosa, sin poesía alguna. En este articulete les pasaré indicios del fin de lo viejo y del nacimiento de lo nuevo en los últimos siete días. Prosaicos. Aparten a los niños, etc.

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1- AMÉRICA, AMÉRICA.  Por fin lo sabemos todo del plan de Trump. Es decir, no sabemos nada. Lo que es el plan. En todo caso, sabemos lo que puede abarcar. Va desde a) nada a b) bastante –eliminar el proceso de transición hacia Biden; Biden llegaría así a la Casa Blanca a las tantas, desorientado y con problemas para abrir la puerta, como todo el mundo cuando llega a un piso turístico con maletín nuclear–, a c) mucho –una guerra o acción bélica en un tercer país bombardeable, para crear recuerdos de lo que pudo haber sido–, o d) muchísimo –un golpe de Estado, a través de diferentes vías para que el Poder Judicial de cada estado nombre sus propios electores–. The Guardian, unos cachondos, propone otro punto. Creen que es el a) –nada–, pero es el z). Procesismo: Trump cede la presidencia el 20 de enero, y jurando en arameo, pero fuera de ella instaura un gobierno alegal, que no ilegal, simbólico, confederal, blanco, bajo el trade mark “legítimo”, que iría creando marcos. Sí, el mundo es un pañuelo. Sucio. Y en prosa. Importante sobre b) lo más probable, y constante en todos los casos. Un periodo de tres meses sin transición es un elemento que aportará inestabilidad planetaria. Pandémica, nuclear y convencional. Y mayor decadencia USA. Máxime cuando, desde esta semana, el mayor mercado del mundo está oficialmente en Asia y Oceanía. Este 2020 es el 1918 de USA. Recordemos que Europa se tomó muy mal su 1918 y siguió jugando, en prosa, al juego sin sentido del poderío, al punto que dos décadas después unos europeos fabricaban jabón con otros, ese poder cósmico, salvaje y absoluto cuando ya no eres nada ni nadie.

Este 2020 es el 1918 de USA. Recordemos que Europa se tomó muy mal su 1918

2- EUROPA, EUROPA. Hungría y Polonia han bloqueado los fondos de reconstrucción. Básicamente, porque a) pueden hacerlo. Y b) en contra de la condicionalidad de ser usufructuario del Estado de Derecho para recibir esos fondos. Habrá pelea. A muerte. Pero, con la que está cayendo, para que los fondos lleguen a los Estados rapidito, antes que para defender el Estado de Derecho. Todo apunta, ya veremos, a una primera victoria de los Estados iliberales. Dos Estados, y un estado de ánimo al respecto, mayor o menor, en todos los Estados. La prosa, vamos. El presi del Parlamento Europeo, por otra parte, ha optado por la poesía en otro tema. Ha pedido que los gastos-covid no sean asumidos por la ciudadanía –por varias generaciones de ciudadanía–, sino por la emisión de deuda común. Un brindis al sol, tal vez. O, al menos, la política, estresada, en piloto automático, atiende sólo a la prosa. Incluso la política en los Estados del Sur, que en su día no se presentaron al combate, poético, por esa causa democrática, despreciada por la prosa.

3- ÁFRICA, ÁFRICA. Se suceden oleadas de inmigrantes en Canarias. Más del 50% de ellos son marroquíes. Son la hostelería marroquí en pandemia, que huye a otro Estado con lo que tiene. Nada. El trato inhumano en su salida y en su llegada ilustra la brutalidad, similar, de dos Estados. Prosa. Experimental. No se trata de presión marroquí a Esp –todo apunta a ello– para que se quede quieta-pará con lo del Sáhara. Algo que no es necesario. Esp, en todos sus gobiernos desde el 75, ha optado al respecto por la prosa. Es más bien un indicio de que Marruecos no controla la costa saharaui, ese Belfast. Lo llamativo de esta crisis es que no dibuja la época. Es anterior. Y posterior. Lo que dibuja la época es la actitud del Gobierno esp. Una suma de poesía y prosa. De condenar el trato a inmigrantes y al pueblo saharaui, a ejercerlo. Que indica lo que es un gobierno en Europa cuando Delfos se hunde. Prosa y toda la poesía que quieras, a cambio de que opte por la prosa.

4- EL PAÍS FAVORITO DE LA DIVINA PROVIDENCIA. Por aquí abajo conviven datos que confirman una pandemia sin control alguno, con otros que confirman que esto se va reconduciendo. Uno empieza a comprender todo mejor cuando comprende que en la última reuni en el consejo inter-territorial –CC.AA. + Gobierno; cogobernanza, etc– se acordó un nuevo protocolo de detección anticipada Covid. Sinopsis: priman los test de antígenos sobre las PCR. Un coladero. Es decir, prima lo inestable, lo poco fiable, sobre los datos. Prima la comunicación sobre la transparencia y la solución. Lo oscuro. La prosa del futuro. Y, con todo ello, la exportación del modelo MAD. Normalidad económica y subnormalidad en las propuestas sanitarias gubernamentales. Arbitrarias, acientíficas y poco efectivas sanitariamente. Pero grandes escenificaciones de poder. Algo intrínsecamente peligroso. Es el dibujo de que los derechos son cada vez menos importantes. Por otra parte, o por la misma, el BBVA y el Sabadell se fusionan. Y la Bolsa sube en modo vacuna. En la anterior crisis desaparecieron las cajas de ahorros. En su prolongación, esta, se están creando oligopolios. Algo peligroso a) por ese palabro, y por el hecho de que b) la banca no desea como clientes al 50% de sus clientes. Ese 50% de clientes tiene menos asideros en esa banca con pocos nombres artísticos, que se está creando en tan solo una década. Y eso también es la prosa del futuro.

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