–Buenas noches, bienvenidos una vez más a mi consultorio. Creo que hoy la línea está que arde, estamos on fire. ¿Me pasáis la primera llamada?

–Hola, ¿con quién hablo?

–Iván, soy Yolanda.

–Encantado, Yolanda, dime en qué te puedo ayudar.

–Llevo mucho tiempo en la empresa, pero creo que ha llegado el momento de hacerme autónoma y montar mi propio negocio. ¿Cómo lo ves tú, Iván?

–Vamos a ver qué dicen las cartas. Dime cuándo tengo que parar. 

–Ahora.

–Bien, me sale el Ocho de Espadas, una mujer con los ojos vendados. Tienes que quitarte esa venda, no hace falta que mires el futuro, ya eres tú el futuro. Hay que entender el momento, lo nuevo no tiene que pedir permiso. Puedes ser una líder de líderes en tu sector, todos se van a fijar en ti. 

–Ay, ¿de verdad? Yo creo que no puedo quedarme en una esquinita, debo ir por el carril central.

–Espera, voy a descubrir esta otra carta. Aquí la tienes, el Rey de Tezanos. Desde estas bases, fuera convencionalismos: si enfocamos bien el ajedrez que se avecina, tienes altas probabilidades de ser la primera mujer presidenta de tu sector. Y, ojo, cuanto más se alargue el proceso, mejor para ti. 

–¿Pero qué pasa si mi socio decide adelantar la campaña de ventas?

–Olvídate de los clientes, ahora tienes que pensar en los competidores. Estás en un momento muy especial de tu vida. Sé audaz. Te digo una cosa, nadie puede ganar solo esta carrera, porque es la carrera la que te tiene que elegir a ti.

–Gracias, Iván.

…

–Sí, ¿con quién hablo?

–Hola Iván, soy Leonor.

–Hola Leonor, ¿qué te preocupa, salud, amor o trabajo?

–Trabajo, me gustaría saber si encontraré empleo en lo mío.

–A ver, las cartas me dicen que no depende de ti, que tu familia te tiene que apoyar, el negocio lleva siendo familiar muchas generaciones. Sin apoyo familiar esto no sale. Cuidado con el abuelo. 

–¿El abuelo vuelve?

–Me sale la carta del Ermitaño, tu abuelo está muy solo y, cuanto más solo está, más se le envenena la sangre. ¿Tú sabes si le ha puesto una vela negra a Bárbara Rey?

–Yo creo que sí.

–Ten mucho cuidado. Los negocios familiares son así, te sale un pariente malo y lo fastidia todo. No aceptes nada de tus padres, renuncia ya a la herencia y vete a vivir por tu cuenta en cuanto puedas. 

–¿Pero tú crees que la gente me querrá?

–Por supuesto, amiga. Los enamorados de la restauración estuvieron acorralados por la mitad más joven del censo hace diez años. Los años pasan. Y hoy la generación de la democracia son ya más del 40% del censo electoral. Y, sin embargo, tú ganas por 15 puntos.

–Ya me quedo más tranquila, Iván. Muchas gracias.

…

–¿Con quién tengo el gusto de hablar?

–Iván, soy Santiago. 

–¿Qué tal, Santi?

–Estoy perdiendo momentum.

–Bueno, cómprate un poco de ónix, mira nuestra web, te lo enviamos a domicilio. 

–Me siento estancado, no avanzo. ¿Qué me recomiendas?

–¿Qué montón prefieres, el derecho o el izquierdo?

–Mejor el derecho.

–Aquí está la carta, el Colgado. Pendes de un hilo, tus rivales te copian, quieren ser como tú. Tienes que radicalizarte más. 

–¿Y entonces, qué?

–Santi, hazte de Jusapol, di que vas a ir por los inmigrantes, que son delincuentes, yo se lo recomendé a un amigo de Badalona y funcionó.  

–¿No hay otra solución?

–Tienes que romper la ventana de Overton, que lo monstruoso se vuelva natural. 

–Gracias, Iván.

…

–Sí, ¿quién llama?

–Iván, me llamo Isabel.

–Dime, Isabel, ¿qué quieres saber?

–Hay un compañero que me hace la vida imposible.

–¿Cómo se llama esta persona?

–Pablo, se llama Pablo.

–¿Qué te está haciendo tu compañero Pablo?

–Yo quiero hacer la convención de la empresa antes de marzo, pero él me lo atrasa todo el tiempo. Parece que no le gusta que me vaya bien.

–Isabel, la primera carta que me sale es el Sol. Tienes que estar tranquila. Sea cuando sea la convención, te va a ir fenomenal. El otro se retuerce de envidia. Puedes provocar un terremoto. Sé que no es fácil distinguir la señal frente a tanto ruido. Los que no creen en el método profesional arremeten contra los estrategas, pero yo te digo que lo vas a pintar todo de azul. Primero investigación y luego ideología. Tú éxito se debe a tres palabras, Isabel, Isabel, Isabel. Hay muchos que no lo entienden. Peor para ellos. 

–¿Pero qué hago entonces?

–Nadie es nada sin un líder y un equipo detrás. Éste es el primer paso hacia la victoria. Y a partir de ahí siempre comienzan las mejores estrategias. Y la magia.

–Gracias, Iván, ya me voy más tranquila.

–Encantado de hablar contigo, cuando quieras puedes hacernos una visita en nuestra situation room.

–¿En el outlet de las Rozas?

–Sí, salida 27 de la M–50.