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Donde antes faltaba contundencia, ahora la hay. Donde antes no había confianza con el balón, ahora aparece el atrevimiento. Donde antes reinaba la lentitud, ahora surge el vértigo. Donde antes existía fragilidad defensiva, ahora se impone la solidez. El Atleti que llegó al parón por el Mundial sumido en un mar de dudas se ha convertido en un equipo que gana, disfruta y divierte. ¿Qué ha pasado para que haya habido esa metamorfosis? Difícil saberlo. Quizá la cita de Qatar tuvo a muchos despistados en el vestuario, quizá el hecho de jugar un partido por semana les haga llegar más frescos, quizá las variaciones que hubo en la plantilla en el mercado de invierno han cambiado algo… Vaya usted a saber. La realidad es que los de Simeone atraviesan el mejor momento de la temporada, como demostraron ante un Valencia voluntarioso pero sin pólvora arriba, que cayó derrotado por 3-0 y que aún pudo recibir alguno más.
La primera media hora de los rojiblancos en el encuentro es para dejar sin argumentos a todos aquellos que siguen con la cantinela de que el Cholo aburre con el juego que propone. Cuando el equipo funciona, ni se nota la temida ausencia de Reinildo ni parece influir que se forme con una línea de cuatro en defensa o con tres centrales, como se está jugando desde que se lesionó el mozambiqueño. Con un Hermoso imperial, dando salida al balón desde atrás y sumándose en ocasiones al ataque. Con Koke manejando el ritmo del partido desde esa posición de mediocentro que no es la que más le gusta, pero que le está viniendo bien al equipo. Con Griezmann, un día más, apareciendo por todo el campo y mejorando la jugada cada vez que toca el balón. Con un Llorente incisivo a la carrera y con un Carrasco que está alcanzando su mejor momento de la temporada, el Atleti fue un vendaval.
El primero en acercarse al gol fue el belga, que tras un regate en el área disparó cerca del poste. Poco después fue Llorente el que, tras dejada de Memphis en la frontal, tiró raso a colocar junto al palo, pero el balón se le fue por unos centímetros. También la tuvo el propio Memphis, que culminó un buen centro de Griezmann con un remate de cabeza junto a la línea del área pequeña que picó demasiado, y el balón se fue muy cerca de la escuadra tras botar en el césped. El neerlandés estuvo a punto de poner la rúbrica a una jugada de fantasía generada por una aparición por sorpresa en ataque de Hermoso, que tras hacer una pared con De Paul cedió en el área de primeras a Memphis para que éste rematara con la zurda raso, pero el balón salió centrado y permitió que llegara Mamardashvili. Solo faltaba el gol. Parecía que era cuestión de tiempo.
Y llegó. Un buen pase de Savic superando la primera línea del Valencia lo recibió Llorente, que con espacio avanzó y cerca del área combinó con Griezmann, que corría desmarcado delante de él. El francés tuvo suerte porque el balón le pegó en su bota más que hacer el control que buscaba, pero lo cierto es que ese toque le permitió ganar la posición a su marcador y con un disparo raso colocado puso el 1-0 en el minuto 23. El tanto hacía justicia a lo que se estaba viendo en el césped. El partido pudo cambiar poco después. Memphis fue derribado por Foulquier cuando buscaba un pase de De Paul. El toque del valencianista en el talón del delantero colchonero fue tan claro que lo vio todo el estadio. Como prueba quedó la bota fuera del pie. Pero Munuera Montero, que en el minuto 3 ya había irritado a los locales mostrando una amarilla a Griezmann del todo exagerada, no señaló nada. El Valencia montó el ataque y un pase de Yunus a Hugo Duro en el interior del área lo envió el delantero a la red eludiendo la salida de Oblak. Protestaron los rojiblancos y la acción fue revisada por el VAR, que avisó al colegiado para que fuera a verla al monitor. Tras una larga comprobación, al fin se decidió a pitar la infracción. La falta, por cierto, estuvo a punto de mandarla De Paul al fondo de la portería, pero su disparo directo se fue pegado al poste.
El Atleti siguió encontrando autopistas en los carriles para entrar en la defensa visitante, y si en los primeros minutos volcó más el juego hacia la zona izquierda, donde estaba Carrasco, en la recta final del primer tiempo el protagonismo lo acapararon Nahuel y Llorente en la derecha. El internacional español, olvidado por De la Fuente para la selección, puso un buen balón cruzado de lado a lado del área para que Yannick rematara en semifallo. Y poco después fue el lateral argentino el que realizó una internada que culminó con un nuevo pase de derecha a izquierda para que Carrasco rematara de primeras obligando a intervenir al guardameta. La mejor noticia al descanso para el Atleti era que ganaba y jugaba bien. Para el Valencia era que solo perdía por 1-0.
Pero los posibles fantasmas que siempre hay con un marcador ajustado se disiparon pronto. A los cuatro minutos de reanudarse la segunda parte, nueva internada de Llorente por el centro del área, su disparo con la zurda lo repele Mamardashvili, Memphis toca el balón pero no puede mandarlo a la portería, el despeje de la defensa lo recoge Carrasco, hace una pared precisa con De Paul y en posición algo esquinada y entrando en el área pequeña cruza el balón al palo largo para poner el 2-0. Se lo merecía el belga, que era el que más había rematado en el primer tiempo sin suerte.
El Valencia acusó el golpe y el partido se le hizo muy cuesta arriba. Le costaba mucho pisar el área de Oblak, que vivió un partido relativamente tranquilo. Guillamón llegó para conectar un envío desde la banda izquierda, pero Giménez se interpuso en la trayectoria y cortó el remate. Hugo Duro quedó dolorido en el área tras buscar un balón en una pugna con Giménez. El uruguayo le cayó encima del pie al despejar, pero la acción no daba para penalti. Simeone decidió mover el equipo. Con 2-0, pudo haber metido cambios para conservar el resultado, pero optó por dos hombres ofensivos, Morata y Lemar, en sustitución de Memphis y De Paul. Y la jugada no le pudo salir mejor. Apenas llevaban cuatro minutos en el campo cuando Morata recibió un pase abierto a la banda izquierda de Griezmann. Recortó a Foulquier y dentro del área sirvió con la zurda un pase medido a Lemar, que se desmarcó bien de su defensor y conectó un cabezazo a contrapié del portero que ponía el 3-0 y sentenciaba la victoria en el minuto 67. Un dato importante es que el Atleti es el equipo de las cinco grandes ligas europeas en el que los suplentes han marcado más goles, hasta un total de 13. Si teniendo cinco cambios para hacer, y con la calidad que hay en el banquillo colchonero, los que entran al campo lo hacen enchufados y con ganas de aportar, el Atleti tiene ahí una fortaleza que está explotando.
Griezmann pudo hacer el cuarto con una volea con la derecha tras saque de esquina, pero el balón se fue alto. A partir de ahí llegaron más cambios. En los locales se fueron dos de los destacados, Carrasco y Llorente, dando entrada a Barrios y Correa. Baraja, que ya había dado entrada con anterioridad a Moriba y Lino por Correia y Yunus, también retiraba a Nico y un enfadado Hugo Duro por Almeida y Cavani. Fue Lino, al que se esperaba con expectación en el Metropolitano por aquello de que pertenece al Atleti y en principio volverá el próximo verano, el que protagonizó la mejor ocasión de los ches, con un remate con la zurda cruzado en el área grande que se fue al poste. Ni siquiera encontró el Valencia el gol de la honra, ese que hubiera roto una sequía como visitante que se alarga a seis partidos consecutivos, una racha histórica, pues nunca se había dado con anterioridad. Una estadística que se completa con la de siete encuentros seguidos perdidos lejos de Mestalla. Así es muy difícil escapar de la parte baja de la tabla en la que se encuentra.
El Atleti se dejó ir en la recta final del choque y el Valencia lo intentó, como con un disparo de Comert que rechazó Oblak, pero sin éxito. El pitido final certificaba una nueva victoria de los rojiblancos, que encadenan siete partidos ganados y tres empates en las 10 últimas jornadas, tiempo en el que son el mejor equipo del campeonato. Demasiado tarde para luchar por los títulos, dirán con razón muchos de ustedes. Como eso ya no se puede remediar, ahora se trata de intentar mantener esta nueva versión del equipo. Eso servirá para acabar la temporada lo mejor posible y seguro que también ayudará de alguna manera para la que viene. ¿Parece poco? Quizá, pero no está mal viendo cómo estaba el panorama a principios de noviembre.
Donde antes faltaba contundencia, ahora la hay. Donde antes no había confianza con el balón, ahora aparece el atrevimiento. Donde antes reinaba la lentitud, ahora surge el vértigo. Donde antes existía fragilidad defensiva, ahora se impone la solidez. El Atleti que llegó al parón por el Mundial sumido en un mar de...
Autor >
Ricardo Uribarri
Periodista. Empezó a cubrir la información del Atleti hace más de 20 años y ha pasado por medios como Claro, Radio 16, Época, Vía Digital, Marca y Bez. Actualmente colabora con XL Semanal y se quita el mono de micrófono en Onda Madrid.
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