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A esa primera hora de la tarde que tan poco le gusta a Xavi Hernández para jugar al fútbol, cuando el sol aprieta de firme, Barcelona y Atlético de Madrid protagonizaron un duelo de pistoleros en el que hubo intensidad, remates, ocasiones y mucha munición de fogueo. Ambos apretaron mucho el gatillo, pero como les pasaba a los soldados imperiales en Star Wars, los disparos siempre iban desviados. El único que tiró con munición real fue al que quizá menos se esperaba, un Ferran Torres que apareció por sorpresa en la alineación y que con su gol deja la Liga a punto de caramelo para los azulgranas. El que se quedó agazapado detrás de la barra del salón y no apareció cuando pudo hacerlo fue el VAR. El partido deja en los rojiblancos una moraleja ya sabida de antemano: para aspirar a las grandes conquistas les falta gol.
No había empezado el partido y el Atleti ya tenía que asimilar una mala noticia. Koke, con una sobrecarga sufrida el día antes, se caía del equipo dejando su lugar a Witsel. La ausencia del capitán, unida a las de Llorente y Memphis, dejaba mermado al equipo y con pocas soluciones desde el banquillo. Pese a ello, el arranque de los de Simeone fue prometedor. Una presión alta sobre Busquets permitía a Correa robarle el balón y ceder a Griezmann para que el francés disparara desde la frontal y el balón, tras superar a Ter Stegen, se estrellara en el travesaño, botando a continuación a pocos centímetros de la línea de gol. El francés volvía al campo en el que no fue feliz durante dos años y parecía dispuesto a ofrecer, un día más, su mejor versión.
La lucha estaba en el centro del campo. El Atleti defendía unos metros más atrás que en los últimos encuentros pero tapaba bien a Busquets con Correa y Griezmann, dejando que la creación de juego la comenzaran Araujo, Marcos Alonso y Koundé. En ataque, Nahuel y Carrasco ganaban mucha altura en el campo, lo que unido a la aparición de Griezmann hacía que el Atleti buscara la superioridad en esa parcela. El Barcelona hacía algo parecido con Balde entrando por su carril izquierdo y metiendo a Ferran más en el medio para buscar las combinaciones junto a Lewandowski.
La principal vía de ataque de los locales era la banda de Raphinha
La principal vía de ataque de los locales era la banda de Raphinha, que metió en problemas a Hermoso como el año pasado le ocurrió en el mismo escenario con Adama. Carrasco intentaba ayudarle pero eso hacía que apareciera menos de lo deseado en ataque. Al que se seguía viendo era a Griezmann, que realizó una gran combinación en el área con Correa pero el envío del francés desde la línea de fondo no encontró lo que le faltó casi toda la tarde al equipo: un rematador. Hasta pasado el minuto 15 no apareció con peligro el Barcelona en el área. Lewandowski se deshizo de Savic, y cuando quiso tirar en el área, Hermoso, interceptó el remate, el balón le quedó franco a Ferran pero en el último momento llegó Lemar para rechazar el disparo.
Correa no tuvo un partido fácil jugando como referencia ofensiva. Todas las veces que tuvo una disputa le tocó hacerlo con Araujo, que ganaba el balón por la diferencia física. El argentino sí pudo aparecer en una acción en la que recibió de Carrasco, pero su disparo raso desde el área grande lo detuvo sin problemas Ter Stegen. Cuando al Atleti le funcionaba la presión y robaba, era cuando tenía la posibilidad de manejar el balón con cierto criterio. De Paul ayudó mucho en ese sentido, acompañado, a veces, por Witsel y Lemar. Los de Simeone querían minimizar riesgos y por eso empezaban la jugada con saques en largo de Oblak buscando las bandas. Ahí tuvieron más problemas porque casi nunca Nahuel y Hermoso lograron prolongar el balón.
Lewandowski, mucho mejor a la hora de combinar que a la de rematar, dejó un buen balón a Ferran que corrió al espacio y desde la línea de fondo metió un pase cruzado a Raphinha, que llegaba solo por el otro lado, pero a Oblak le dio tiempo a meter la mano y desbaratar la jugada. Los ataques del Barcelona se quedaban en intentos ante la firmeza de la zaga visitante. Con voluntad pero sin claridad. Como en la disputa entre De Jong y De Paul en el área grande en la que el barcelonista, caído en el suelo, logró rematar pero mandó el balón por encima del travesaño. Más claras eran las llegadas en el otro lado del campo. Una de las mejores volvió a ser, como no, para Griezmann, que tras una buena internada de Carrasco, recogió el balón en el área grande y su disparo con la zurda lo sacó Ter Stegen con apuros.
Se acababa la primera parte y el Barcelona aún no había tirado a puerta, pero en una salida del Atleti en la que Araujo hizo falta a Griezmann, merecedora de tarjeta, que no pitó el árbitro por dar la ley de la ventaja, el balón fue a la banda a Nahuel, que retrasó a Giménez en un pase algo comprometido. El uruguayo se quitó la pelota de encima llegando a Araujo. Éste, rápido, volvió a enviar el cuero a la parcela de campo atlética con un pase en largo a Raphinha. Hermoso y Giménez reclamaban fuera de juego sin darse cuenta de que Savic lo rompía por detrás. El brasileño le ganó la disputa a Hermoso, se dio la vuelta y vio llegar por el centro a Ferran. Nahuel no cerró por el otro lado, llegando tarde al desmarque de Lewandowski por el carril contrario, lo que provocó que los centrales dudaran en el movimiento y dejaran hueco para que Ferran disparara desde la línea del área grande. El balón no fue muy esquinado, pero a Oblak le pilló ligeramente a contrapié y no pudo detener el envío. Nada más sacar de centro se acabó la primera parte. Jarro de agua fría para los rojiblancos que se iban al vestuario por debajo sin haberlo merecido.
La segunda parte se inició con el Barcelona más suelto en ataque. Lewandowski controló un envió al área y remató sin dejar caer al el balón pero detuvo Oblak. Poco después probó suerte Ferran con un disparo que el portero esloveno pudo desviar. Seguro que Simeone había incidido en el descanso en dar más balones a Carrasco y el belga empezó a ser más protagonista. En su primera internada tras la reanudación conectó un disparo en parábola en el área grande que se le fue desviado. Faltaba mucho, pero el partido empezaba a romperse y se llegaba con cierta facilidad a las dos áreas. Raphinha lo intentó con un disparo que se marchó fuera.
Nahuel también tuvo buenas incursiones por su banda. En una de ellas, en la que corrió desde la banda al centro, combinó con Lemar, que recortó en el área, Carrasco se quedó con la pelota y tras buscarse un hueco conectó un tiro raso que no encontró portería por poco. Llegábamos al minuto 60 y era el momento de los cambios. Simeone quitaba a Witsel y Correa dando entrada a Barrios y Morata, mientras que Xavi retiraba a Marcos y Ferran por Eric y Pedri, que reaparecía. Al canario se le notó la inactividad después de dos meses de baja y no apareció mucho.
Gavi estuvo muy cerca de ampliar la ventaja para los azulgranas tras ganar dos disputas y lanzar un disparo raso cruzado en el área grande que se fue rozando el poste. De lo que pudo ser el 2-0 al posible 1-1. Otra jugada de Carrasco, que se imponía de nuevo a la defensa y envío raso al centro del área donde De Paul, solo, remataba raso con la zurda pero el balón se le iba desviado. El partido era una sucesión constante de ocasiones sin acierto. En ese momento parecía difícil pensar que no fuera a haber más goles…
Morata fue el único que destacó algo de los que entraron desde el banquillo
Si en un área desabordaba Carrasco, en la otra lo hacía Raphinha. Otra nueva acción del extremo acabó en un envío al área donde Pedri hizo un remate de espuela que mandó el balón desviado. Nahuel seguía intentándolo por su carril y tras recibir una gran prolongación de Griezmann envió un buen pase al área pequeña que Morata estuvo a punto de rematar delante de Ter Stegen. Le faltaron unos pocos centímetros para ello. El propio Nahuel entró al área a recoger un pase de De Paul pero llegó muy forzado y no pudo rematar bien, desviando un defensa. Hasta dos seguidas y más claras las tuvieron a continuación los de Xavi. De nuevo Raphinha mandó un balón de gol al área pero Gavi, solo, no puso bien el pie y el remate se fue desviado. Lewandowski siguió la jugada y cerca de la línea de fondo metió un pase tenso a media altura que tocó Raphinha sin poder precisar el remate, saliendo el balón justo a donde estaba Oblak. Para entonces ya estaba en el campo Saúl que había entrado por Lemar, pero el ilicitano apenas tuvo presencia en el partido, más o menos igual que Barrios. Morata fue el único que destacó algo de los que entraron desde el banquillo.
Perdonaba el Barcelona y perdonaba el Atleti. Morata recortaba en el área grande a su marcador y metía un pase en paralelo a la línea de gol para que Griezmann rematara de tacón. Tiró de ese recurso porque le llegaba el envío un poco retrasado. El balón salió centrado a las manos de Ter Stegen. Claro que si hablamos de perdonar, la palma se la llevó Lewandowski. Un balón en largo que deja pasar de forma errónea Savic, le llega al polaco que se encuentra con Oblak saliendo del área grande a la desesperada. Raphinha le acompañaba completamente solo a su derecha. Si le pasaba el balón era gol seguro, pero el ex del Bayern quiso resolver y su disparo lejano se fue desviado. Parecía imposible que dos equipos de esta calidad perdonaran tantas ocasiones.
Simeone quiso dar un giro al equipo en los últimos minutos retirando a Hermoso para meter en el lateral a Reguilón, buscando que entrara por su banda y formara dupla con Carrasco. Un centro del exmadridista lo remató cruzado de cabeza Morata en buena posición pero el balón se le marchó fuera. El partido entró en un festival de tarjetas amarillas, nada menos que nueve enseñó Sánchez Martínez en el último cuarto de hora, lo que ralentizó el juego. Todavía hubo tiempo para la polémica. Falta que lanza De Paul, remata Giménez de cabeza en el área y el balón toca en el brazo de Busquets que estaba de espaldas en el aire. Una jugada que recordó mucho a una protagonizada por Saúl y que acabó con penalti en contra del Atleti en un partido contra el Getafe. El del VAR no invitó al árbitro a ir al monitor y los rojiblancos se quedaron sin la pena máxima. Un día más. Y ya van 33 jornadas de Liga así. Récord en la historia del club.
Con el Barcelona había perdido el Atleti su último partido antes de la racha de 13 encuentros invicto y con el Barcelona ha vuelto a caer en un partido parecido al del pasado 8 de enero en el Metropolitano. Buena imagen, pero falta de acierto a la hora de la verdad. El Camp Nou sigue vetado para Simeone. Alejada ya la remota opción de meterse en la lucha por el título y difícil el segundo puesto, a los colchoneros les toca asegurar la tercera plaza en las jornadas que quedan, acabar con las mejores sensaciones posibles y sacar conclusiones de las carencias del equipo para la próxima campaña. En el Camp Nou, mientras, pueden ir haciendo sitio a una nueva Liga, que será recordada como la del 1-0. Diez victorias llevan ya con ese guarismo.
A esa primera hora de la tarde que tan poco le gusta a Xavi Hernández para jugar al fútbol, cuando el sol aprieta de firme, Barcelona y Atlético de Madrid protagonizaron un duelo de pistoleros en el que hubo intensidad, remates, ocasiones y mucha munición de fogueo. Ambos apretaron mucho el gatillo, pero como les...
Autor >
Ricardo Uribarri
Periodista. Empezó a cubrir la información del Atleti hace más de 20 años y ha pasado por medios como Claro, Radio 16, Época, Vía Digital, Marca y Bez. Actualmente colabora con XL Semanal y se quita el mono de micrófono en Onda Madrid.
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