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La tarde comenzó en el Metropolitano con la alegría del homenaje al equipo femenino y acabó con doble fiesta en el césped. La de los futbolistas de Simeone por lograr un triunfo que les aseguraba acabar entre los tres primeros por undécima temporada consecutiva y la participación en la siguiente Supercopa, y la de los jugadores de la Real Sociedad, que a pesar de la derrota, tenían motivos para celebrar, pues se acababan de clasificar para la siguiente Champions debido a la derrota del Villarreal. En medio hubo un partido de fútbol donde se impuso lo táctico a la brillantez y en el que Griezmann fue, una vez más, el verso suelto que desató el nudo que proponía la pizarra.
Simeone sorprendió con Reguilón en el once inicial y sin un nueve de referencia. El motivo estaba claro. Colocar un lateral específico para intentar parar a Kubo, el hombre más en forma de los donostiarras. Aunque le costó en el arranque, se puede decir que consiguió el objetivo porque el japonés apenas pudo generar peligro. El Atleti se afanaba en cerrar huecos por dentro para evitar las combinaciones de los de Imanol. A esa tarea se dedicó en los primeros minutos a la espera de encontrar sensaciones y buscar el momento preciso para llegar al área rival situándose con un 5-4-1 que dejaba a Griezmann como hombre más adelantado. Enfrente tenía a un equipo que también saltó al campo con un plan claro: evitar las contras rojiblancas y no equivocarse. Y eso lo llevó a cabo a través de la posesión pero sin profundidad.
Y con los dos equipos más pendientes de molestar al contrario que de arriesgar y buscar la verticalidad, durante la primera media hora apenas hubo peligro en las áreas. Solo Sorloth logró en una ocasión entrar en el área con ventaja, pero pegado a la línea de fondo no encontró compañeros y su centro se perdió sin que hubiera un rematador. A base de paciencia, el Atleti pudo ir estirándose de forma tímida, buscando especialmente a Carrasco por la izquierda, aunque sus intentos acababan siempre rechazados por la férrea defensa donostiarra, como en un buen pase cruzado de Nahuel que buscaba Reguilón y que sacó Zubeldia a córner con una gran intervención, o en disparos del propio Carrasco o Hermoso. Los rojiblancos lanzaron varios saques de esquina, pero ahí también se mostraron sólidos los zagueros visitantes.
Griezmann es el jugador de la Liga que ha intervenido en más goles, con 15 tantos y 15 asistencias
Ambos equipos se estaban anulando cuando en el minuto 37 apareció el mejor desatascador para estas situaciones. De Paul recuperó un balón en el centro del campo y abrió rápido a Griezmann, que recibió cerca de la línea de banda con los realistas algo abiertos. El francés avanzó, eludió a Aihen con un quiebro y junto al pico del área grande soltó un fuerte disparo cruzado que acabó en el fondo de la portería para hacer el 1-0. Remiro ni siquiera se tiró a por el balón por culpa de la maniobra de despiste que supuso que Saúl se cruzara junto a Zubeldia en la trayectoria de la pelota. El francés es el jugador de la Liga que ha intervenido en más goles, con 15 tantos y 15 asistencias. Y eso que estuvo muchas jornadas sin salir al campo hasta el minuto 60 por el problema de su contrato. Desde luego oposita al MVP de la Liga.
La Real acabó la primera parte sin probar a Grbic. Lo más cerca que estuvo fue justo tras encajar el tanto, cuando un despeje defectuoso de Witsel lo recogió Oyarzabal, pero su disparo con pierna derecha se marchó alto. Fue la única aparición del atacante realista en el partido. Con Kubo tapado y Sorloth desactivado, el conjunto vasco no encontró la vía para generar peligro.
Los de Imanol parecieron salir en la segunda parte más predispuestos al ataque y Sorloth recibió un buen pase en el área, pero tras ganar la posición tardó en disparar. Witsel tuvo tiempo de rehacerse y metió el pie para desviar el balón. El marcador desnivelado hizo que el partido empezara a ser menos táctico y que se llegara con más facilidad a las porterías. El Atleti empezó a encontrar más huecos y una contra llevada por Carrasco acabó con el balón en los pies de Reguilón, que lanzó un disparo desde el área grande que rechazó Remiro. Poco después, un robo de Giménez propició que el balón le llegara a Griezmann. El francés se fue de un defensor junto a la banda, remontó la línea de fondo y cerca del poste intentó superar al portero con un túnel, pero el balón se quedó atrapado en sus piernas.
El técnico realista arriesgó e hizo tres cambios de golpe, metiendo a Brais, Gorosabel y Barrenetxea. Este último fue el que más peligro generó en ataque desde que salió al campo, incisivo y desequilibrante por la izquierda. Suyo fue un duro disparo en el área grande que rechazó Grbic tras un pase suicida de Hermoso en paralelo al área, lo que no debe hacerse nunca con el rival presionando tu salida. Minutos más tarde, Imanol metería más pólvora con Cho y Carlos Fernández. Simeone respondió quitando a un cansado Reguilón, retrasando a Carrasco y metiendo en ataque a Correa.
La entrada del argentino tuvo efectos inmediatos. Mejoró un pase de Nahuel con una finta preciosa cerca del centro de campo con la que rompió la presión rival para cederle el balón a Griezmann, quien lo devolvió a Nahuel que seguía el ataque. Tras entrar en el área, el lateral soltó un tiro que rozó en Zubeldia, cogió altura y acabó en la red. Magnífica jugada combinativa colchonera para poner el 2-0 en el minuto 73.
Simeone retiró a De Paul que había forzado una tarjeta absurda perdiendo tiempo a la hora de sacar una falta, lo que le hará perderse la visita a Villarreal, y que estuvo a punto de irse expulsado. Entró Barrios en su lugar. Mientras, Barrenetxea seguía a lo suyo, haciendo trabajar a un Grbic que se mostró seguro en los remates y más solvente que otras veces en los balones por alto.
Lo que ya no pudo resolver el guardameta croata fue el mano a mano que afrontó con Sorloth. El noruego recibió un buen pase de Brais y superó la salida del portero con un disparo que suponía el 2-1 en el minuto 88. La aparente tranquilidad para los de casa dio paso a unos últimos minutos de zozobra, en los que la Real fue con todo a por el empate ante un Atleti que no lograba salir de su campo. Giménez cortó de manera providencial un pase al corazón del área y Grbic detuvo la última ocasión con un cabezazo de Carlos Martínez tras dos prolongaciones previas.
No hubo tiempo para más. Pocas veces un resultado deja tan satisfechos a los dos equipos, pero las circunstancias que se dan en el epílogo de la Liga tienen estas cosas. La victoria rojiblanca tiene su mérito ante un rival que llegaba a la cita con la mejor racha de partidos sin perder del campeonato, siete, pero la fuerza que ha encontrado el Atleti en el Metropolitano en la segunda vuelta, con nueve victorias consecutivas, volvió a aparecer en la despedida ante sus aficionados. El ambiente en el estadio ha cambiado tanto de la primera vuelta a la segunda como lo ha hecho el equipo. Está claro que una cosa va indefectiblemente ligada a la otra.
La tarde comenzó en el Metropolitano con la alegría del homenaje al equipo femenino y acabó con doble fiesta en el césped. La de los futbolistas de Simeone por lograr un triunfo que les aseguraba acabar entre los tres primeros por undécima temporada consecutiva y la participación en la siguiente Supercopa, y la...
Autor >
Ricardo Uribarri
Periodista. Empezó a cubrir la información del Atleti hace más de 20 años y ha pasado por medios como Claro, Radio 16, Época, Vía Digital, Marca y Bez. Actualmente colabora con XL Semanal y se quita el mono de micrófono en Onda Madrid.
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