Narrativa
Todas las novelas históricas
Con el paso de las décadas no hay ficción que no se escape de recrear una época que ya no es la nuestra
Gonzalo Torné 1/09/2023
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El desmentido del futuro. Todas las novelas están condenadas a ser históricas. Con el paso de las décadas no hay ficción que no se escape de recrear una época que ya no es la nuestra. Si reservamos el término “novela histórica” a las que el novelista reconstruye un tiempo pasado para él es por la presunción de que las novelas que recrean su tiempo lo harán bien. Desconfiamos de la reconstrucción y confiamos en la recreación. ¿Cómo no iba a conocer bien una persona de la época en la que vive? Esta distinción es plausible, pero insuficiente. También el futuro desmiente las recreaciones históricas. Es el futuro de cada época el que configura sus rasgos definitorios, y solo desde el futuro podemos evaluar si un novelista supo atrapar el nervio de una época o si se enredó en fruslerías.
Barrios. La obra de un escritor es como un barrio dentro de las ciudades de la literatura. Algunos barrios se construyeron antes de que naciéramos; en cambio otros los vemos edificarse (edificio a edificio) mientras vivimos; unos ocupan una posición sólida y transitada, otros suben y bajan en el mercado del interés, algunos son olvidados, y la mayoría sufren la lenta degradación del olvido.
La datación. Por la importancia histórica de algunos acontecimientos, o por la machacona insistencia de las ficciones, asociamos épocas y siglos a una determinada manera de vestir, de comportarse y de viajar (también por supuesto de amar, de trabajar, de cometer delitos y de batallar). En épocas de aceleración técnica y desgarros históricos es sencillo que ficciones separadas por pocos años parezcan representar siglos distintos. Es lo que ocurre con las ficciones previas a la Primera Guerra Mundial (o incluso las que se escriben después como si no hubiera pasado nada): la navegación a hélice y la amabilidad codificada dan paso a la velocidad de los aviones y a la destrucción técnica. Envejecidas antes de tiempo, estas ficciones (o testimonios, algunos tan deliciosos como la crónica de Mann de su navegación entre dos guerras mundiales hacia Nueva York, repartiendo el tiempo entre el ocio burgués que le ofrece la cubierta y el examen, severo y apasionado del Quijote) desprenden una luz especial antes de que la narrativa europea se oscureciese durante décadas: una mirada literaria sin resquemor ni cinismo, donde el interés genuino por la belleza natural y el hábito de encarar a los personajes desde una perspectiva delicada dulcifica incluso la sátira. Un tono tan peculiar que permite datar una novela con precisión parecida a como el estilo de la fotografía delata la década en la que fue rodada una película.
El desmentido del futuro. Todas las novelas están condenadas a ser históricas. Con el paso de las décadas no hay ficción que no se escape de recrear una época que ya no es la nuestra. Si reservamos el término “novela histórica” a las que el novelista reconstruye un tiempo pasado para él es por la...
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Gonzalo Torné
Es escritor. Ha publicado las novelas "Hilos de sangre" (2010); "Divorcio en el aire" (2013); "Años felices" (2017) y "El corazón de la fiesta" (2020).
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