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Griezmann remata de cabeza en la acción del gol frente al Mallorca, 25 de noviembre. / Atlético de Madrid
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Vuelta del parón de selecciones, cansancio en las piernas y en la cabeza de algunos jugadores internacionales que obligaban a hacer rotaciones; un rival incómodo que en los últimos años te ha dado más de un disgusto y que, además, llegaba con ganas después de tres semanas sin competir; un técnico enfrente que es especialista en minimizar las virtudes de los rivales; y la posible distracción de un partido vital de Champions en el plazo de 72 horas. Eran varios los condicionantes que ponían en riesgo la impresionante racha de victorias consecutivas que lleva el Atleti en el Metropolitano. Y aunque durante muchos minutos rondó la posibilidad de que se acabara el hechizo, el cuento volvió a tener un final feliz gracias a la intervención del ‘Principito’, apodo con el que se conoce a Griezmann, que, con un gol de efeméride histórica para él, impidió que se estropeara la noche en la que su gran amigo Koke entraba un poco más en la leyenda al cumplir 600 partidos de rojiblanco.
Imaginando lo que se iba a encontrar enfrente, Simeone alineó a Morata y Correa como dupla atacante, retrasando la posición en el campo de Antoine, como ya hiciera ante el Celtic. Si entonces dio buen resultado, esta vez la idea no fue tan fructífera. El francés pudo entrar poco en juego en los primeros 45 minutos, quizá porque le faltó frescura tras la acumulación de minutos jugados en los últimos días con su selección, pero también por el buen planteamiento defensivo de los insulares, con un Samu Costa muy pendiente de él y con varias ayudas que le quitaban espacios y líneas de pase. Si Griezmann no brilla, el Atleti lo acusa. Lino se postuló como una solución para encontrar resquicios en el muro defensivo planteado por Javier Aguirre, pero no le fue fácil ya que Gio no le dio ni un centímetro de espacio, ni un segundo de respiro.
Koke entró un poco más en la leyenda al cumplir 600 partidos de rojiblanco
En una de las pocas jugadas en la que pudo superar a su marcador, el brasileño generó la ocasión más clara de la primera parte, con una internada en la que dio el pase atrás para que Correa en posición ventajosa en el área grande rematara alto con el pie izquierdo. Si en estos partidos incómodos, con un rival pegajoso delante, donde no hay espacios, logras marcar pronto, la historia cambia por completo. Pero en caso contrario, ya sabes que te va a tocar pasarlo mal. Ni siquiera en los varios saques de esquina que lanzó el Atleti pudo generar peligro, aunque en uno de ellos Hermoso reclamó un penalti por el claro agarrón de un defensa que le impidió saltar para rematar bien de cabeza.
El Atleti dominaba, controlaba la pelota, pero cuando llegaba a tres cuartos no encontraba soluciones. Llorente no aparecía por la derecha, Correa entraba poco en juego, Morata caía varias veces en fuera de juego y se perdían pases por falta de entendimiento en los movimientos. El empuje inicial de los rojiblancos se fue apagando con el paso de los minutos dando paso a una espesura en la que Barrios fue el que más chispa y claridad puso en el juego. Seguramente lo más destacado del primer tiempo fue la ovación que le dio a la afición a Koke en el minuto 6 al aparecer en los videomarcadores el recuerdo de la impresionante cifra de partidos que alcanzaba el capitán. Las estadísticas al descanso dejaban claro lo que estaba siendo el partido. Ni un disparo a puerta. Oblak y Rajkovic podían haberse quedado en el vestuario y no hubiera pasado nada.
Griezmann alcanzó los 170 goles como jugador atlético, lo que le deja en la segunda posición de máximos goleadores histórico del club
Sin embargo, nada más empezar la segunda parte, ya tuvo que intervenir el portero del Mallorca para desviar un buen cabezazo de Morata a centro de Azpilicueta. Fue el aviso de que el Atleti había metido una marcha más a su juego, moviendo más rápido el balón y buscando una mayor profundidad. De nuevo fue Lino el que desequilibró por su banda para dar un pase en el área a Morata, pero el delantero no precisó bien su disparo saliendo cerca del poste. El propio Morata buscó sorprender al guardameta con un disparo desde fuera del área que se fue cerca de la escuadra. Y Correa tuvo una buena ocasión al rematar de primera un pase de Azpilicueta mandando el balón muy cerca de la portería. El Atleti ya no sólo dominaba. Ahora también remataba y finalizaba jugadas, aunque la puntería seguía siendo defectuosa.
Simeone retiró al homenajeado Koke y a Correa dando entrada a De Paul y a Riquelme, lo que propiciaba que Griezmann adelantara su posición. Quizá fue casualidad, aunque habrá quien piense que tenga más de causalidad, pero lo cierto es que no llevaba ni un minuto en el papel de atacante cuando en el minuto 64 llegó la magia. Hermoso envió un largo centro tenso al área donde Antoine se adelantó a su marcador para conectar un precioso cabezazo a la altura del punto de penalti que mandó la pelota a la red por la escuadra de la portería. Rajkovic se limitó a mirar como espectador de excepción. Imposible que llegara a despejarlo. Un gol que es el 170 de Griezmann como jugador atlético, lo que le deja en solitario en la segunda posición de máximos goleadores en la historia del club, a tan solo tres ya de Luis Aragonés.
Memphis tuvo poco tiempo, pero protagonizó buenas combinaciones y remató dos veces con peligro
Entonces sí, sin nada ya que defender, el Mallorca adelantó líneas y empezó a acercarse al área rojiblanca. El canadiense Larin, que había entrado al campo por Abdón Prats, metió en algún problema a la zaga local con su velocidad y movilidad, aunque el primero que puso a prueba a Oblak fue el lateral Gio con una gran volea con la zurda desde fuera del área que obligó al esloveno a estirarse para mandar el balón a córner. Pero la gran oportunidad del Mallorca para haberse llevado algo positivo llegó en un balón que robaron a Barrios. Darder envió a Amath, que tras una corta carrera se plantó solo ante Oblak, pero el remate del mallorquinista se fue desviado para desesperación de Aguirre.
En los minutos finales se produjo la reaparición de Memphis tras dos meses de baja. El delantero neerlandés tuvo poco tiempo, pero protagonizó buenas combinaciones con sus compañeros en la frontal del área y remató dos veces con peligro. Si le respetan las lesiones, es sin duda un refuerzo importante para el ataque colchonero.
El Atleti logró llegar al final del partido con la mínima ventaja a su favor y con ello sumar su decimoctava victoria consecutiva en su campo entre Liga y Champions. Esto le sirve para colocarse en la tercera posición de la Liga y para afrontar con confianza los dos importantes y difíciles retos de los próximos días: el Feyenoord en Champions y el Barcelona en Liga. En ambos casos teniendo que ejercer como visitante. A ver qué tal se le da lejos de su recinto talismán.
Vuelta del parón de selecciones, cansancio en las piernas y en la cabeza de algunos jugadores internacionales que obligaban a hacer rotaciones; un rival incómodo que en los últimos años te ha dado más de un disgusto y que, además, llegaba con ganas después de tres semanas sin competir; un técnico enfrente que es...
Autor >
Ricardo Uribarri
Periodista. Empezó a cubrir la información del Atleti hace más de 20 años y ha pasado por medios como Claro, Radio 16, Época, Vía Digital, Marca y Bez. Actualmente colabora con XL Semanal y se quita el mono de micrófono en Onda Madrid.
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