1. Número 1 · Enero 2015

  2. Número 2 · Enero 2015

  3. Número 3 · Enero 2015

  4. Número 4 · Febrero 2015

  5. Número 5 · Febrero 2015

  6. Número 6 · Febrero 2015

  7. Número 7 · Febrero 2015

  8. Número 8 · Marzo 2015

  9. Número 9 · Marzo 2015

  10. Número 10 · Marzo 2015

  11. Número 11 · Marzo 2015

  12. Número 12 · Abril 2015

  13. Número 13 · Abril 2015

  14. Número 14 · Abril 2015

  15. Número 15 · Abril 2015

  16. Número 16 · Mayo 2015

  17. Número 17 · Mayo 2015

  18. Número 18 · Mayo 2015

  19. Número 19 · Mayo 2015

  20. Número 20 · Junio 2015

  21. Número 21 · Junio 2015

  22. Número 22 · Junio 2015

  23. Número 23 · Junio 2015

  24. Número 24 · Julio 2015

  25. Número 25 · Julio 2015

  26. Número 26 · Julio 2015

  27. Número 27 · Julio 2015

  28. Número 28 · Septiembre 2015

  29. Número 29 · Septiembre 2015

  30. Número 30 · Septiembre 2015

  31. Número 31 · Septiembre 2015

  32. Número 32 · Septiembre 2015

  33. Número 33 · Octubre 2015

  34. Número 34 · Octubre 2015

  35. Número 35 · Octubre 2015

  36. Número 36 · Octubre 2015

  37. Número 37 · Noviembre 2015

  38. Número 38 · Noviembre 2015

  39. Número 39 · Noviembre 2015

  40. Número 40 · Noviembre 2015

  41. Número 41 · Diciembre 2015

  42. Número 42 · Diciembre 2015

  43. Número 43 · Diciembre 2015

  44. Número 44 · Diciembre 2015

  45. Número 45 · Diciembre 2015

  46. Número 46 · Enero 2016

  47. Número 47 · Enero 2016

  48. Número 48 · Enero 2016

  49. Número 49 · Enero 2016

  50. Número 50 · Febrero 2016

  51. Número 51 · Febrero 2016

  52. Número 52 · Febrero 2016

  53. Número 53 · Febrero 2016

  54. Número 54 · Marzo 2016

  55. Número 55 · Marzo 2016

  56. Número 56 · Marzo 2016

  57. Número 57 · Marzo 2016

  58. Número 58 · Marzo 2016

  59. Número 59 · Abril 2016

  60. Número 60 · Abril 2016

  61. Número 61 · Abril 2016

  62. Número 62 · Abril 2016

  63. Número 63 · Mayo 2016

  64. Número 64 · Mayo 2016

  65. Número 65 · Mayo 2016

  66. Número 66 · Mayo 2016

  67. Número 67 · Junio 2016

  68. Número 68 · Junio 2016

  69. Número 69 · Junio 2016

  70. Número 70 · Junio 2016

  71. Número 71 · Junio 2016

  72. Número 72 · Julio 2016

  73. Número 73 · Julio 2016

  74. Número 74 · Julio 2016

  75. Número 75 · Julio 2016

  76. Número 76 · Agosto 2016

  77. Número 77 · Agosto 2016

  78. Número 78 · Agosto 2016

  79. Número 79 · Agosto 2016

  80. Número 80 · Agosto 2016

  81. Número 81 · Septiembre 2016

  82. Número 82 · Septiembre 2016

  83. Número 83 · Septiembre 2016

  84. Número 84 · Septiembre 2016

  85. Número 85 · Octubre 2016

  86. Número 86 · Octubre 2016

  87. Número 87 · Octubre 2016

  88. Número 88 · Octubre 2016

  89. Número 89 · Noviembre 2016

  90. Número 90 · Noviembre 2016

  91. Número 91 · Noviembre 2016

  92. Número 92 · Noviembre 2016

  93. Número 93 · Noviembre 2016

  94. Número 94 · Diciembre 2016

  95. Número 95 · Diciembre 2016

  96. Número 96 · Diciembre 2016

  97. Número 97 · Diciembre 2016

  98. Número 98 · Enero 2017

  99. Número 99 · Enero 2017

  100. Número 100 · Enero 2017

  101. Número 101 · Enero 2017

  102. Número 102 · Febrero 2017

  103. Número 103 · Febrero 2017

  104. Número 104 · Febrero 2017

  105. Número 105 · Febrero 2017

  106. Número 106 · Marzo 2017

  107. Número 107 · Marzo 2017

  108. Número 108 · Marzo 2017

  109. Número 109 · Marzo 2017

  110. Número 110 · Marzo 2017

  111. Número 111 · Abril 2017

  112. Número 112 · Abril 2017

  113. Número 113 · Abril 2017

  114. Número 114 · Abril 2017

  115. Número 115 · Mayo 2017

  116. Número 116 · Mayo 2017

  117. Número 117 · Mayo 2017

  118. Número 118 · Mayo 2017

  119. Número 119 · Mayo 2017

  120. Número 120 · Junio 2017

  121. Número 121 · Junio 2017

  122. Número 122 · Junio 2017

  123. Número 123 · Junio 2017

  124. Número 124 · Julio 2017

  125. Número 125 · Julio 2017

  126. Número 126 · Julio 2017

  127. Número 127 · Julio 2017

  128. Número 128 · Agosto 2017

  129. Número 129 · Agosto 2017

  130. Número 130 · Agosto 2017

  131. Número 131 · Agosto 2017

  132. Número 132 · Agosto 2017

  133. Número 133 · Septiembre 2017

  134. Número 134 · Septiembre 2017

  135. Número 135 · Septiembre 2017

  136. Número 136 · Septiembre 2017

  137. Número 137 · Octubre 2017

  138. Número 138 · Octubre 2017

  139. Número 139 · Octubre 2017

  140. Número 140 · Octubre 2017

  141. Número 141 · Noviembre 2017

  142. Número 142 · Noviembre 2017

  143. Número 143 · Noviembre 2017

  144. Número 144 · Noviembre 2017

  145. Número 145 · Noviembre 2017

  146. Número 146 · Diciembre 2017

  147. Número 147 · Diciembre 2017

  148. Número 148 · Diciembre 2017

  149. Número 149 · Diciembre 2017

  150. Número 150 · Enero 2018

  151. Número 151 · Enero 2018

  152. Número 152 · Enero 2018

  153. Número 153 · Enero 2018

  154. Número 154 · Enero 2018

  155. Número 155 · Febrero 2018

  156. Número 156 · Febrero 2018

  157. Número 157 · Febrero 2018

  158. Número 158 · Febrero 2018

  159. Número 159 · Marzo 2018

  160. Número 160 · Marzo 2018

  161. Número 161 · Marzo 2018

  162. Número 162 · Marzo 2018

  163. Número 163 · Abril 2018

  164. Número 164 · Abril 2018

  165. Número 165 · Abril 2018

  166. Número 166 · Abril 2018

  167. Número 167 · Mayo 2018

  168. Número 168 · Mayo 2018

  169. Número 169 · Mayo 2018

  170. Número 170 · Mayo 2018

  171. Número 171 · Mayo 2018

  172. Número 172 · Junio 2018

  173. Número 173 · Junio 2018

  174. Número 174 · Junio 2018

  175. Número 175 · Junio 2018

  176. Número 176 · Julio 2018

  177. Número 177 · Julio 2018

  178. Número 178 · Julio 2018

  179. Número 179 · Julio 2018

  180. Número 180 · Agosto 2018

  181. Número 181 · Agosto 2018

  182. Número 182 · Agosto 2018

  183. Número 183 · Agosto 2018

  184. Número 184 · Agosto 2018

  185. Número 185 · Septiembre 2018

  186. Número 186 · Septiembre 2018

  187. Número 187 · Septiembre 2018

  188. Número 188 · Septiembre 2018

  189. Número 189 · Octubre 2018

  190. Número 190 · Octubre 2018

  191. Número 191 · Octubre 2018

  192. Número 192 · Octubre 2018

  193. Número 193 · Octubre 2018

  194. Número 194 · Noviembre 2018

  195. Número 195 · Noviembre 2018

  196. Número 196 · Noviembre 2018

  197. Número 197 · Noviembre 2018

  198. Número 198 · Diciembre 2018

  199. Número 199 · Diciembre 2018

  200. Número 200 · Diciembre 2018

  201. Número 201 · Diciembre 2018

  202. Número 202 · Enero 2019

  203. Número 203 · Enero 2019

  204. Número 204 · Enero 2019

  205. Número 205 · Enero 2019

  206. Número 206 · Enero 2019

  207. Número 207 · Febrero 2019

  208. Número 208 · Febrero 2019

  209. Número 209 · Febrero 2019

  210. Número 210 · Febrero 2019

  211. Número 211 · Marzo 2019

  212. Número 212 · Marzo 2019

  213. Número 213 · Marzo 2019

  214. Número 214 · Marzo 2019

  215. Número 215 · Abril 2019

  216. Número 216 · Abril 2019

  217. Número 217 · Abril 2019

  218. Número 218 · Abril 2019

  219. Número 219 · Mayo 2019

  220. Número 220 · Mayo 2019

  221. Número 221 · Mayo 2019

  222. Número 222 · Mayo 2019

  223. Número 223 · Mayo 2019

  224. Número 224 · Junio 2019

  225. Número 225 · Junio 2019

  226. Número 226 · Junio 2019

  227. Número 227 · Junio 2019

  228. Número 228 · Julio 2019

  229. Número 229 · Julio 2019

  230. Número 230 · Julio 2019

  231. Número 231 · Julio 2019

  232. Número 232 · Julio 2019

  233. Número 233 · Agosto 2019

  234. Número 234 · Agosto 2019

  235. Número 235 · Agosto 2019

  236. Número 236 · Agosto 2019

  237. Número 237 · Septiembre 2019

  238. Número 238 · Septiembre 2019

  239. Número 239 · Septiembre 2019

  240. Número 240 · Septiembre 2019

  241. Número 241 · Octubre 2019

  242. Número 242 · Octubre 2019

  243. Número 243 · Octubre 2019

  244. Número 244 · Octubre 2019

  245. Número 245 · Octubre 2019

  246. Número 246 · Noviembre 2019

  247. Número 247 · Noviembre 2019

  248. Número 248 · Noviembre 2019

  249. Número 249 · Noviembre 2019

  250. Número 250 · Diciembre 2019

  251. Número 251 · Diciembre 2019

  252. Número 252 · Diciembre 2019

  253. Número 253 · Diciembre 2019

  254. Número 254 · Enero 2020

  255. Número 255 · Enero 2020

  256. Número 256 · Enero 2020

  257. Número 257 · Febrero 2020

  258. Número 258 · Marzo 2020

  259. Número 259 · Abril 2020

  260. Número 260 · Mayo 2020

  261. Número 261 · Junio 2020

  262. Número 262 · Julio 2020

  263. Número 263 · Agosto 2020

  264. Número 264 · Septiembre 2020

  265. Número 265 · Octubre 2020

  266. Número 266 · Noviembre 2020

  267. Número 267 · Diciembre 2020

  268. Número 268 · Enero 2021

  269. Número 269 · Febrero 2021

  270. Número 270 · Marzo 2021

  271. Número 271 · Abril 2021

  272. Número 272 · Mayo 2021

  273. Número 273 · Junio 2021

  274. Número 274 · Julio 2021

  275. Número 275 · Agosto 2021

  276. Número 276 · Septiembre 2021

  277. Número 277 · Octubre 2021

  278. Número 278 · Noviembre 2021

  279. Número 279 · Diciembre 2021

  280. Número 280 · Enero 2022

  281. Número 281 · Febrero 2022

  282. Número 282 · Marzo 2022

  283. Número 283 · Abril 2022

  284. Número 284 · Mayo 2022

  285. Número 285 · Junio 2022

  286. Número 286 · Julio 2022

  287. Número 287 · Agosto 2022

  288. Número 288 · Septiembre 2022

  289. Número 289 · Octubre 2022

  290. Número 290 · Noviembre 2022

  291. Número 291 · Diciembre 2022

  292. Número 292 · Enero 2023

  293. Número 293 · Febrero 2023

  294. Número 294 · Marzo 2023

  295. Número 295 · Abril 2023

  296. Número 296 · Mayo 2023

  297. Número 297 · Junio 2023

  298. Número 298 · Julio 2023

  299. Número 299 · Agosto 2023

  300. Número 300 · Septiembre 2023

  301. Número 301 · Octubre 2023

  302. Número 302 · Noviembre 2023

  303. Número 303 · Diciembre 2023

  304. Número 304 · Enero 2024

  305. Número 305 · Febrero 2024

  306. Número 306 · Marzo 2024

  307. Número 307 · Abril 2024

  308. Número 308 · Mayo 2024

  309. Número 309 · Junio 2024

  310. Número 310 · Julio 2024

  311. Número 311 · Agosto 2024

  312. Número 312 · Septiembre 2024

  313. Número 313 · Octubre 2024

  314. Número 314 · Noviembre 2024

Ayúdanos a perseguir a quienes persiguen a las minorías. Total Donantes 3.340 Conseguido 91% Faltan 16.270€

Normalización

El plan de la extrema derecha para ocupar Bruselas

Los ultras pueden ser la primera fuerza en nueve países europeos y conseguir el 25% de los escaños en la Eurocámara. No aspiran a los puestos principales, pero confían en nombrar comisarios de peso

Steven Forti 6/06/2024

<p>Jorge Buxadé y Giorgia Meloni, vicepresidente y presidenta de la formación ultraderechista europea ECR. / <strong>X @Jorgebuxade</strong></p>

Jorge Buxadé y Giorgia Meloni, vicepresidente y presidenta de la formación ultraderechista europea ECR. / X @Jorgebuxade

En CTXT podemos mantener nuestra radical independencia gracias a que las suscripciones suponen el 70% de los ingresos. No aceptamos “noticias” patrocinadas y apenas tenemos publicidad. Si puedes apoyarnos desde 3 euros mensuales, suscribete aquí

En Veinte mil leguas de viaje submarino, Julio Verne nos explicó que debajo del mar pasan muchas cosas. Pues, sin ir más lejos, también en las profundidades de la política europea pasan cosas cuando estamos a las puertas de las elecciones cruciales de este 9 de junio. Si se atreven a ponerse un buen traje y una máscara de buceo y se tiran al agua, seguramente no se cruzarán con el capitán Nemo y su fantasmagórico Nautilus. Tampoco serán rescatados por un arponero canadiense llamado Ned Land. Sin embargo, eso sí, se darán cuenta de que se están moviendo cosas. Y, últimamente, más de lo esperado, sobre todo en el lado derecho del espectro político. Les adelanto ya que no descubrirán ni la mítica Atlántida, ni llegarán a las plácidas islas de la Polinesia. Más bien, se toparán con bichos peligrosos con traje y corbata que mueven fichas para poder subir hasta la superficie y surfear las olas del descontento y el resentimiento, vendiéndose como gente presentable y respetable. ¿Listos? Empecemos pues nuestro viaje.

Las corrientes de fondo

Debajo de las olas del Mediterráneo y del Atlántico hay muchas corrientes peligrosas. Incluso no se puede descartar del todo el riesgo de un tsunami. Sin metáforas: la extrema derecha puede ser la primera fuerza en nueve países europeos –entre ellos, Francia, Italia, Polonia, Países Bajos, Hungría y Austria– y conseguir el 25% de los escaños en la Eurocámara. Sería, con diferencia, su mejor resultado desde la creación del Parlamento Europeo. Por primera vez puede haber una mayoría alternativa a la gran coalición europeísta –populares, socialistas y liberales– que ha gobernado la Unión Europea hasta la fecha. Por primera vez también los populares les han abierto la puerta a los ultraderechistas, olvidándose, como ya ha pasado en la mayoría de los países, de la importancia de los cordones democráticos.

Por primera vez puede haber una mayoría alternativa a la gran coalición europeísta –populares, socialistas y liberales– que ha gobernado hasta la fecha

Como explicaba hace unas semanas, la política europea es un encaje de bolillos. Los nombramientos de los llamados top jobs, los puestos más importantes de las instituciones comunitarias (presidencia de la Comisión, del Consejo y del Parlamento; Alto Representante de la Unión para Asuntos Exteriores; presidencia del Banco Central Europeo, etc.), se pactan conjuntamente en una especie de paquete entre los jefes de gobierno de los 27 Estados miembros y los líderes de las formaciones políticas europeas. El Parlamento tiene un peso importante, y en consecuencia lo tienen las aritméticas parlamentarias que puedan darse, pero más aún lo tienen los presidentes de los principales países, empezando por Francia y Alemania. No olvidemos que en 2019 fueron Macron y Merkel los que pusieron sobre la mesa el nombre de Ursula von der Leyen, junto a los de Charles Michel, David Sassoli, Josep Borrell y Christine Lagarde.

Las próximas tres semanas serán cruciales para entender a qué tipo de acuerdo se llegará y cuáles serán los equilibrios políticos de la nueva legislatura europea. Marquen en sus calendarios los días 27 y 28 de junio, fecha del próximo Consejo Europeo en Bruselas. Será ahí cuando, presumiblemente, se decidirá todo: de ese consejo debería salir el nombre de la persona que ocupará la presidencia de la Comisión. Mientras tanto, se formarán los grupos parlamentarios y, más tarde, el 16 de julio, se celebrará el primer pleno del nuevo Parlamento. Hace cinco años, Von der Leyen consiguió por los pelos la mayoría absoluta en la Eurocámara a mediados de julio. El objetivo es que se respete más o menos el mismo calendario para evitar seguir con la incógnita durante el mes de agosto. La elección de los comisarios se pactará después con los gobiernos de los Estados miembros y la nueva Comisión, así como el nuevo presidente del Consejo, comenzarán su mandato oficialmente el 1 de diciembre.

El akelarre de Vistalegre

Ahora bien, si esta es a grandes rasgos la situación, ¿qué se ha movido en las profundidades del mar y también en la superficie? La extrema derecha está crecida y expectante, pero también nerviosa. Han pasado al menos dos cosas importantes en las últimas semanas. En primer lugar, como saben, Vox y los Conservadores y Reformistas Europeos (ECR, formación de ultraderecha presidida por Giorgia Meloni y formada por Hermanos de Italia, los polacos de Ley y Justicia, Vox, los Demócratas Suecos y el Partido de los Finlandeses, entre otros) han organizado un encuentro en Madrid, llamado Europa Viva 24. Los ultras quisieron sacar pecho y demostrar que se sienten fuertes. No obstante, no fue solo el clásico mitin electoral. Por un lado, participaron líderes de formaciones europeas que iban más allá del ECR, como el húngaro Viktor Orbán –tras su expulsión de los populares en 2021, su partido, Fidesz, no tiene grupo parlamentario en Estrasburgo–, la francesa Marine Le Pen o el portugués André Ventura, miembros de Identidad y Democracia (ID), el otro partido europeo de extrema derecha. Algo, como mínimo, inusual. Por otro lado, asistieron exponentes de la Internacional Reaccionaria del otro lado del Atlántico, como el argentino Javier Milei, el chileno José Antonio Kast o los trumpistas Roger Severino y Matt Schlapp. Por último, intervino también Amichai Chikli, ministro de Asuntos de la Diáspora de Israel y lucha contra el Antisemitismo del Gobierno Netanyahu. Hay que recordar que el Likud es miembro de ECR.

Hace una década la extrema derecha pedía el desmembramiento de la UE y la salida del euro, ahora quiere tocar poder

Sin embargo, el mitin fue importante también por lo que se ha dicho. Más allá de la habitual retórica identitaria, nacionalista y ultraconservadora de la extrema derecha, hubo tres mensajes relevantes. Primero, en palabras de Orbán, “vamos a ocupar Bruselas”. Se completa así el giro de 180 grados respecto a hace una década: si por aquel entonces la extrema derecha pedía el desmembramiento de la UE y la salida del euro, ahora quiere tocar poder. Sabe que los números se lo podrían permitir. Segundo, y relacionado con lo anterior, Europa es, en palabras del ex primer ministro polaco Mateusz Morawiecki, “ante todo una unión de naciones”. Traducido: no somos antieuropeístas, pero no queremos una verdadera integración política. Al contrario, su modelo es una confederación de Estados soberanos. Lo que significa: no se metan con nosotros si en un país en el que gobernamos ponemos en entredicho el Estado de derecho, es decir si debilitamos la separación de poderes, el pluralismo informativo y los derechos de las minorías. Tercero, y quizás más importante, “la justicia social es aberrante”, en el lenguaje agresivo al cual nos tiene ya acostumbrados Javier Milei. Atención porque esto significa el lanzamiento de una bomba atómica en contra del consenso social creado tras 1945. Milei afirma lo que Margaret Thatcher pensaba, pero jamás se hubiese atrevido a decir. Se trata de un ataque directo y violento contra la izquierda desde el punto de vista ideológico. En la sombra, unos cuantos populares aplaudían: los “bárbaros” les está asfaltando una autopista para poder girar aún más a la derecha sin parecer radicales.

Le Pen mueve ficha

En segundo lugar, y justo después del encuentro madrileño, Le Pen hizo un doble movimiento. Por un lado, con el apoyo de Matteo Salvini, expulsó a Alternativa para Alemania (AfD) de Identidad y Democracia. La razón fue, oficialmente, las declaraciones del candidato de AfD, Maximilian Krah, al periódico italiano La Repubblica en las que minimizaba los crímenes de las SS durante la Segunda Guerra Mundial. En realidad, el distanciamiento entre Le Pen y los alemanes viene de lejos y se ha acelerado después de conocerse que miembros de AfD asistieron, el pasado mes de noviembre, a un encuentro en Potsdam en el que se planteó un plan de expulsión masiva de extranjeros, definidos como “no asimilados”.

A Le Pen le interesa seguir su camino hacia la normalización como una líder política aceptable. El vínculo con AfD era un lastre

La decisión tiene también que ver con las recientes acusaciones a AfD de recibir dinero de Rusia y China, con detención, incluso, de un colaborador del mismo Krah, y con las agresiones a políticos socialdemócratas por parte de activistas de extrema derecha en el país germano. A Le Pen le interesa seguir su camino hacia la total desdemonización, es decir, su definitiva normalización como una líder política aceptable, en la que lleva trabajando en Francia desde hace más de una década. Por más que puedan elegir una veintena de diputados, el vínculo con AfD era un lastre. Dicho de forma coloquial: mejor alejarse de la kriptonita.

Por otro lado, la líder de la Agrupación Nacional francesa ha propuesto a Meloni unir fuerzas y crear un único grupo de extrema derecha en Estrasburgo. Posiblemente, el de Le Pen es un abrazo del oso para no quedar fuera de juego, vista la centralidad que ha cobrado Meloni en los últimos tiempos. La presidenta del Gobierno italiano no solo ha ido tejiendo una excelente relación con Von der Leyen, sino que ha conseguido que se la considere una política seria y fiable por gran parte del establishment europeo, gracias a sus credenciales atlantistas. La presidenta de la Comisión Europea lo ha dicho explícitamente en más de una ocasión; también otros miembros del Partido Popular Europeo (PPE), el primero su presidente, el también alemán Manfred Weber. Vale la pena repetirlo una vez más: Meloni no se ha convertido, como por arte de birlibirloque, en más moderada. Sencillamente, es pragmática y ha entendido que, si quiere durar en Roma y tocar poder en la UE, debe cuidar las relaciones con Washington, apoyar a Ucrania y no tensar demasiado la cuerda con Bruselas.

La esfinge Meloni

De momento, la líder de Hermanos de Italia no ha contestado a la propuesta de Le Pen. ¿Es por incomodidad? ¿O es que quiere dejarse todas las puertas abiertas? Esta es la madeja que hay que desentrañar. En primer lugar, ¿se asumirá la línea Von der Leyen: la aceptación de la extrema derecha como animal de compañía presentable con la única condición de que sea atlantista y no pida la salida de la UE y el fin del euro? Una parte del PPE ha dejado claro que esta opción le encanta. Pero en esta ecuación, ¿podrían entrar también ultras menos “normalizados”? Y, otra cuestión clave: ¿se tragarán este sapo también los liberales de Macron? Quizás el presidente francés no, pero una parte de la abigarrada formación que se conoce con el nombre de Renew Europe está ya en esa tesitura.

Lo que ha ocurrido recientemente en Países Bajos es paradigmático: los liberales de Mark Rutte –que tiene muchos números para convertirse en el próximo secretario de la OTAN– y los democristianos de Pieter Omtzigt han pactado una alianza de gobierno con el ultraderechista Partido de la Libertad de Geert Wilders que, hasta hace poco, alababa a Putin. Es una bomba que ha explotado en medio de la campaña electoral. Y casi nadie ha dicho ni mu.

En segundo lugar: ¿se unirá la extrema derecha? Es indudable que si se reunieran todos los partidos miembros de ECR e ID, excepto AfD, pero recuperando a Orbán, la extrema derecha sería el segundo grupo en la Eurocámara. Pero no es fácil ni automático: hay rencillas y malos rollos. ¿Meloni permitiría a Salvini entrar en el mismo partido? ¿Y Le Pen haría lo mismo con Zemmour? Difícil. Si esta opción se concretara, para los populares sería mucho más complicado, por no decir imposible, aceptar, al menos de momento, una alianza con todos los ultras, atlantistas y rusófilos. A la líder de Hermanos de Italia, entonces, el tiro le podría salir por la culata: se podría bloquear de golpe su proceso de normalización y quedaría nuevamente relegada al grupo de los impresentables.

También podrían darse otros escenarios. Por ejemplo, que Meloni pactara por su cuenta en el Consejo Europeo y, en un segundo momento, aceptara un proceso de unificación con las demás ultraderechas, quizás no todas. El proceso sería complejo, pero cosas más extrañas hemos visto en estos últimos tiempos.

Asomar la patita

A día de hoy, la madre del cordero no es la de tener un líder ultraderechista en la presidencia de la Comisión o del Consejo. La correlación de fuerzas aún no lo permite y el procedimiento de decisión para los puestos principales concede todavía un peso notable a los presidentes de los principales países europeos. Es cierto que la derecha gobierna en la mayoría de Estados de la UE, pero Francia y Alemania tienen un presidente liberal y uno socialdemócrata, respectivamente. Y después de Italia, el cuarto y el quinto país con más población son España, con un ejecutivo de izquierdas; y Polonia, con el presidente de los populares, Donald Tusk, firmemente contrario al ECR, al que pertenece Ley y Justicia que quería encarcelarlo en Varsovia.

Así pues, en la Comisión seguirá Von der Leyen u otro nombre mediáticamente potable, conocido o no, como la presidenta del Parlamento Europeo, la popular maltesa Roberta Metsola, o, como algunos han sugerido, el expresidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi. Para el Consejo se baraja el nombre del ex primer ministro portugués, el socialista António Costa, mientras que para el cargo de Alto Representante para Asuntos Exteriores cobra fuerza el de la primera ministra estonia, la liberal Kaja Kallas, firmemente atlantista. Sería el clásico compromiso a la europea, donde se intentan tener en cuenta no solo las filiaciones partidistas (una popular, un socialdemócrata y una liberal), sino también la procedencia geográfica (norte/sur, este/oeste, países grandes/países pequeños). Así parecería que todo sigue igual.

¿Es esto cierto? La verdad es que no. Primero, porque no se puede descartar que haya un cambio de alianzas tras el 9 de junio, con una mayoría donde se excluya a los socialdemócratas, sustituidos por el ECR. Este es el sueño de la extrema derecha, lo que repite Meloni desde hace meses en cada mitin. Sin embargo, este programa de máximos es difícilmente realizable, de momento. La verdadera batalla para la extrema derecha es la de asomar la patita. Esto implica, por un lado, seguir el camino recorrido en el último bienio, llegando a acuerdos con los populares y, a veces, los liberales, para votar conjuntamente en la Eurocámara durante la próxima legislatura. También para retroceder en asuntos como el Green Deal o para endurecer aún más la política migratoria. Por otro, y principalmente, implica conseguir comisarios de peso en la nueva Comisión.

Meloni busca conseguir una comisaría de peso, quizás la de Defensa, que tendrá un papel notable debido a la coyuntura internacional

Hay que recordar que cada país miembro tiene el derecho de nombrar a un comisario. Hace cinco años, solo había dos países con gobiernos ultraderechistas en la UE: Polonia y Hungría. Kaczinski y Orbán consiguieron las comisarías de Agricultura y Ampliación, respectivamente. Aunque intentaron marcar la agenda, se quedaron aislados y, prácticamente, sin poder ni margen de maniobra. Había un tercer gobierno nacionalpopulista en las pasadas elecciones europeas: el de la Liga y el Movimiento 5 Estrellas. No llegaron a nombrar comisario porque Salvini hizo caer antes al gobierno. Así, la responsabilidad del nombramiento recayó en el siguiente ejecutivo, de centroizquierda, que eligió a Paolo Gentiloni, para alivio de Bruselas.

Unas comisarías de peso

La jugada de Meloni es, pues, conseguir una comisaría de peso, quizás la de Defensa, que tendrá un papel notable debido a la coyuntura internacional. En Roma se barajan los nombres del actual ministro de Economía, el liguista Giancarlo Giorgetti, del ministro de Políticas Europeas, el exberlusconiano Emanuele Fitto, o el de la diplomática Elisabetta Belloni, desde 2021 directora del Departamento de Información para la Seguridad. Algo similar puede decirse de los demás países en los que gobierna la extrema derecha –Hungría, Países Bajos, Finlandia, República Checa y Croacia–, aunque, excepto en Budapest y Praga, son gobiernos de coalición presididos por los populares o por independientes. Además, entre julio y diciembre la presidencia del semestre europeo recae en Hungría: Orbán se frota las manos desde hace meses.

Si esto pasase, las cosas no seguirían igual, aunque aparentemente nada cambiase. Sería otro paso hacia el definitivo blanqueamiento de la extrema derecha. Aceptar que uno o más gobiernos ultraderechistas nombraran a un comisario de peso en Bruselas, marcaría una deriva que sería difícil frenar en el futuro. Valga el ejemplo de Berlusconi en la Italia del lejano 1994. El cavaliere integró a los neofascistas de Fini y a los liguistas de Bossi en sus ejecutivos, convirtiéndose así en su principal garante. El resultado salta a la vista: cuando la extrema derecha entra en los palacios del poder, no hay quien la saque.

¿Qué posibilidades quedan, pues? Ir a votar este 9 de junio y movilizar a amigos, conocidos y desconocidos, explicándoles lo que nos jugamos. A muchos, Bruselas les parece algo lejano, pero lo que ahí se decide marca nuestra vida mucho más de lo que se piensa.

Siento que este viaje a las profundidades del mar no haya sido tan bonito. Los mares del sur, como nos enseñó Manolo Vázquez Montalbán, son, a menudo, menos idílicos de lo que nos imaginamos.

En Veinte mil leguas de viaje submarino, Julio Verne nos explicó que debajo del mar pasan muchas cosas. Pues, sin ir más lejos, también en las profundidades de la política europea pasan cosas cuando estamos a las puertas de las elecciones cruciales de este 9 de junio. Si se atreven a ponerse un buen...

Este artículo es exclusivo para las personas suscritas a CTXT. Puedes iniciar sesión aquí o suscribirte aquí

Autor >

Steven Forti

Profesor de Historia Contemporánea en la Universitat Autònoma de Barcelona. Miembro del Consejo de Redacción de CTXT, es autor de 'Extrema derecha 2.0. Qué es y cómo combatirla' (Siglo XXI de España, 2021).

Suscríbete a CTXT

Orgullosas
de llegar tarde
a las últimas noticias

Gracias a tu suscripción podemos ejercer un periodismo público y en libertad.
¿Quieres suscribirte a CTXT por solo 6 euros al mes? Pulsa aquí

Artículos relacionados >

Deja un comentario


Los comentarios solo están habilitados para las personas suscritas a CTXT. Puedes suscribirte aquí