SI BREVE (EUROPEAS)
El duelo
Esta campaña ha sido también un enfrentamiento soterrado entre lo que queda de la izquierda a la izquierda del PSOE, ese nombre tan largo como para
que signifique algo
Guillem Martínez 8/06/2024
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1- La idea es hacerles un resumen estilizado del debate electoral de TVE. Tan estilizado y en modo jornada de reflexión que no resuma el debate, sino la vida –o, al menos la campaña, el tema, lo que hay–, para luego, así, pasar a hablar de otra cosa importante: el no-debate, la pugna, el pifostio entre Sumar y Podemos que, todo apunta a ello, está llegando a su tercer acto. Algo exótico, pues en política se accede muy pocas veces al tercer acto. El resumen adquirirá aspecto de, zas, dramatis personae, que es la forma más rápida de saber de qué va una peli. Aparten a los niños, etc.
2-Dolors Montserrat. Hija del cuerpo –su mamá era chica PP–, peso pesado del PP en Europa, y peso pluma del PPE. Los políticos no suelen tener épocas, sino que flotan o se hunden apoyados en la suya propia, que es el momento, la lógica, el sentido común imperante en el instante de su incorporación a la Gran Política. Montserrat, así, saltó a la palestra en el rajoyato, lenta distorsión del aznarato, por lo que su formación/especialidad es, como en todo aquel volquete de políticos PP, la teoría de marcos, el sofisma, la polarización, que nos llegaba de los USA en los 2000, cuando Bush Jr. Y no le va mal con esas herramientas –prehistóricas, superadas por el uso del fake 24 sur 24–, pues con ellas ha enviado al garete –aunque nadie lo sepa en Cat, me temo– la inmersión lingüística. Para ello le resultó suficiente a) fletar hasta Cat una comisión de europarlamentarios, sesgada y entregada a la causa antes de llegar a BCN, y b) la habitual incompetencia de un Govern procesista, centrado en sus propios fake, pero no en los de los demás, por lo que no se coscó de la importancia de esa visita, y no la moduló, contrarrestó o contraprogramó. El resultado, un informe parlamentario negativo de la inmersión, que tendrá consecuencias en el futuro. En sentencias judiciales, por ejemplo. Ojo con este modo de hacer, que será aplicado, en la próxima legislatura europea, a otros gobiernos ilegítimos, como el de Sánchez. En el debate televisado pugnó con lo que queda de Ciudadanos y con Vox. Hasta ahora, las derechas solo pugnaban a tenor de su banderita. Hoy observan esos tiempos con añoranza.
3- Teresa Ribera. Ministra de Transición Ecológica y vicepresidenta segunda. Proviene del mundo académico, lo que siempre crea expectativas o frustraciones en los observadores. En las celebraciones del PSOE baila mal, pero contenta y con la boca llena de dientes, lo que indica que tiene la sensibilidad solucionada. Algo loable, y raro, no solo en la política. Es inventora del trade-mark ‘Excepción Ibérica’, un objeto que explicará una época. El Neoliberalismo. Consistía en que el ciudadano y el Estado –con la pasta del ciudadano– pagan los beneficios descomunales de las energéticas, directamente, fuera del mercado, y sin pasar por la casilla de salida, de manera que, con ese sacrificio a la Diosa Kali, Kali/las energéticas se contentan y no exigen más sangre. Parece un chiste. Lo es. Pero la ocurrencia salvó a miles de familias peninsulares, y su no exportación condenó a miles de familias europeas. Estados como Alemania sufrieron, a su vez, un déficit inasumible, suicida. Ribera, en el debate, a) no entró a liarse con preguntas de guerra cultural, emitidas por otros candidatos, lo que indica cierta sabiduría en lo suyo. Y, en otro orden de cosas, gastó b) la cara de comisaria europea, esos seres que c) contestan lo que quieren y que, como dice Scorsese, d) se mueven despacio, para demostrar que no se mueven por nadie. Ribera es ya una colina que huele a Bruselas.
4- Jorge Buxadé es, esta mañana a primera hora, un gran ideólogo de Vox, responsable del alejamiento nacional-catolicista respecto al PP, y de su aproximación a una idea de Imperio más niquelada. Perteneciente a la extrema derecha antigua –señores/as cabreados/as, sin novio/a, y que hablan viejuno–, por lo que observo, y en muy poco tiempo, ha dado el salto a la nueva extrema derecha, esa juerga. Buxadé, esta mañana a primera hora, ríe, sonríe, y utiliza, en ocasiones, y en vez de agua bendita o porra extensible, algo parecido al humor. A la vez, transporta en su cuello, en vez de corbata, un collar de surfer, o de señor de bar de carretera, símbolo de libertad personal, de ser un tipo enrollado por un tubo. Por lo que, tal vez, lleva en sus muñecas las chorrocientas pulseras de tela y metal del recién divorciado y del recién integrado en las nuevas extremas derechas. En el debate progresó adecuadamente. Ejerció cierto singular gracejo. No tuvo que sobreactuar mixed emotions cuando salió el tema inmigración, pues la extrema-derecha ya ha cambiado la percepción de ese fenómeno. Importante: emitió discurso antieuropeo, menos matizado que en otras emisiones. Esas contradicciones solo las puede hacer la extrema derecha, dispuesta a enfrentarse a pecho descubierto, como jabato, a los chupatintas de Bruselas, mientras cobran de ellos lo que no está escrito. Por lo demás, yo siempre creí que la extrema derecha sería peligrosa solo cuando hablara de capitalismo, explotación o igualdad, como en los años treinta. Pero lo han llegado a ser sin tener que aludir a esos temas. Socorro.
5- Jordi Cañas/ lo que queda de C’s. Un tipo divertido y con genio del lenguaje. Algo muy propio de C’s, el partido que estuvo a punto de realizar la revolución lingüística pendiente de la extrema derecha española, y que se quedó a medias. Es posible que esa revolución la acabe haciendo, cuando se aclare, el partido que protagonizó la anterior revolución lingüística, en los 2000. El PP, vamos. Tiene la pasta y la necesidad, denle tiempo. Cañas defendió un acceso propio a la derecha. Lejos de PP, y de su plebiscito anti-Sánchez. Y lejos de Vox, si bien no mucho. Desde un punto que, veremos, tal vez ya no existe.
6- Diana Riba, de ERC, en Ahora Repúblicas. Esposa del antes eurodiputado por ICV y después dirigente procesista Raül Romeva, y vestigio de una época en la que Junts y ERC intentaron tirar indefinidamente con víctimas y parientes del poder judicial en sus listas. Riba habla, no obstante, con criterio y de manera amueblada. Sin duda fue un acierto que no fuera a TVE el candidato mediático de ERC, un hombre del tiempo de TV3. Cuando viajas por el mundo, una buena manera de saber dónde estás es ver a los hombres/mujeres del tiempo por la tele del hotel. Si te tratan como a un tonto del bote, es que en el resto del canal no te van a tratar mejor, que los medios de ese país son chungos, y que la política debe ser, por lo tanto, un lodazal. Y esa ha sido la apuesta mediática de ERC para esta temporada.
7- Aleix Sarri. De Junts. Exasesor del eurodiputado Puigdemont. Intentó marcar perfil propio, de marca, ante un público peninsular con poco contacto con el léxico procesista, exótico cuando no lo comes cada día con patatas. Ya que hablamos de Junts, les hablo de la constitución de la Mesa del Parlament en un plis. Fluye en el ambiente la posibilidad de que Junts facilite la presidència de la Mesa a ERC, a cambio de que ERC proponga la investidura de Puigdemont. La idea sería que Puigdemont viniera a BCN, en modo volveré-y-seré-multitud, que decía Evita, y que pronuncie un discurso de investidura –ante los antidescamisados y los antimontoneros, que hubiera dicho Evita– para, posteriormente, zas, perder la votación, momento en el que, se supone, podría ser presi Illa. El plan es poco probable. Precisa la voluntad de Puigdemont de volver a Cat. Algo que no ha sucedido en chorrocientos años, y que no tiene por qué pasar ahora, con una amnistía aún en modo ogino, poco fiable. Por cierto, aún no se ha promulgado la Ley de Amnistía. Pero no se pongan nervis, que ya ha salido en el Diario de las Cortes, el paso previo. El plan real de Junts, diría, es aún menos probable que el que les he explicado. Se trata de convencer a ERC para ir a elecciones, y concurrir en ellas con una lista conjunta Junts-ERC. Lo que supondría la muerte de ERC. La buena noticia para los amantes del espectáculo es que, si te has suicidado ya una vez, puedes hacerlo el resto de tu vida. Importante: Junts está presionando a tope sobre ERC, a través del método de negociación de los partidos políticos de guerra cultural: el bullying, la presión, el chantaje. Recuerden esto cuando lean el punto 12.
8- Estrella Galán. La destapada de Sumar. Proviene del Tercer Sector. Es una apuesta de Yolanda Díaz. La elaboración de la lista ha sido, de hecho, un ejercicio vertical y/o de alto riesgo. O peor, de varias verticalidades enfrentadas, lo que supone altos riesgos más pronunciados. Lo que es difícil de evitar en la izquierda española, sin estructuras, y con una idea más nítida del enemigo que del compañero. La cosa, sea como sea, puede tener consecuencias no el lunes, sino ya el 9J por la noche –no se pierdan el punto 11–. Hasta ser candidata, Galán fue la directora general de CEAR –Comisión Española de Ayuda al Refugiado–, una gestión que finalizó con un paro sin precedentes en la ONG, apoyado por los sindicatos. Los sistemas de selección verticales tienen esas cosas. Galán es una incógnita. Que no fue disipada en el debate.
9- Irene Montero. Podemos. Asiste al debate con un pañuelo palestino perfectamente doblado y ubicado sobre su hombro. Como un loro. O como Curro Jiménez se ponía la manta. El pañuelo, el vestuario, los símbolos como discurso aluden a la gestión del símbolo como gran baza en la creación de un discurso, tendente a la creación de polarización. Es la guerra cultural, ese viaje a ninguna parte, pero apasionante y cabreado. Montero –que, como todos los usuarios de la guerra cultural, habla sin comas– cultivó en el debate la elaboración de actitudes y esslogans, que buscaban la polarización, el alineamiento más sencillo. Y, muy importante, Montero no buscó, en ningún momento, la sangre, el cuerpo a cuerpo con Sumar/Galán. Lo que puede ser un indicio importante del futuro –o punto 12–. O no, que también pudo ser fruto del cálculo. De que, simplemente, no tocaba.
10- En todo caso, Galán y Montero protagonizaron un duelo. Pues esta campaña es también un duelo entre lo que queda de la izquierda a la izquierda del PSOE, ese nombre tan largo como para que signifique algo.
11- Se trata de dos partidos a) similares –socialdemocracia posibilista; no hay otra–, si bien c) con diferencias. Sumar está a medio dibujar en su estructura, tal vez por falta de liderazgo, algo dramático en un partido vertical. Podemos es una suerte de partido leninista pop. Fuerte liderazgo vertical, forjado a través de tantas expulsiones que han dejado al partido como un partido de vanguardia, que se decía antes, o un partido de cuadros, sin militancia, que se diría hoy. Las campañas de ambos partidos son, a su vez, distintas y con riesgos distintos. La de Sumar, desdibujada, corre el riesgo de definir así a Sumar. La de Podemos, festiva, corre el riesgo de definir así a todo lo contrario, Podemos.
12- Los dos partidos arrastran la misma evolución, que comparten hasta un punto indefinido de 2022-23, pues fueron el mismo partido hasta ese momento. A saber: se empezó con 6 millones de votos. Un polvazo. Que pasaron a cinco, en dos elecciones. Después a 3,7M. A 3 millones. En las últimas autonómicas en MAD, Podemos sacó un 7,4%, lo que para Jaime Miquel –en casa somos muy de Jaime Miquel; ahorra tiempo, como sucede con el conocimiento en general–, supone un 4,5% en España. Esto es, dos diputados. Tal vez tres, dependiendo de la abstención. Poco. Nada. Sin Sumar, Podemos es una anécdota. Sin Podemos, Sumar es un objeto no cerrado y sometido a bullying, la forma de negociar, de hablar, incluso, para la guerra cultural.
13- El duelo lo explica, de manera sencilla, como un botijo, Jaime Miquel. Miquel considera que la diferencia entre Sumar y Podemos puede llegar a ser de un solo diputado –o incluso menos, en algunos sondeos–. Si eso sucede, si Podemos sustrae de ese espacio de votantes comunes 800.000 o 900.000 votos, se produciría “la voladura del espacio”. Esa voladura supondría, a su vez, dos demoliciones por el mismo precio. Demolición a) Sumar quedaría seriamente invalidado. IU no entraría en el europarlamento. Lo que provocaría un gran pitote interno. Tal vez la reorientación de Sumar, rápida e imprevista y hacia otro lado. La demolición b) tampoco está mal. El PSOE tiene garantizado cierto éxito electoral. A menos que Begoña Gómez deje a Sánchez y se líe con Koldo y Lucky Luciano, siempre habrá 8 millones de electores del PSOE. Muchos. Pero que no garantizarían un gobierno progresista en unas elecciones generales, pues fallaría el espacio Sumar-Podemos. Atomizado, inexistente, con sus electores huidos, mientras Podemos sigue con su guerra –personal– contra Sumar, y Sumar no se cierra como objeto político.
14- Tras estas elecciones, Podemos puede tener un objeto con el que negociar –lo que, recuerden, es la gran fantasía de la guerra cultural–, donde “negociar”, como vimos en el punto 7, no significa “negociar”, sino su contrario: imponer. Significa bullying. El objeto que Podemos puede disponer el 9J –tras unas elecciones de circunscripción única, esa cosa esporádica, única y tan rara–, son dos objetos. Su capacidad para impedir el espacio común de las izquierdas, pero también su capacidad para impedir un gobierno progresista. Es posible que Podemos negocie con esas dos bazas. Es más, conociendo el percal, es posible que toda esta movida de ir a las europeas, en Podemos se le llame negociar. Negociar la vuelta al redil. Es decir, a los puestos altos de ese redil denominado listas. Que, muy posiblemente, muchas personas no vuelvan a votar, visto lo visto.
1- La idea es hacerles un resumen estilizado del debate electoral de TVE. Tan estilizado y en modo jornada de reflexión que no resuma el debate, sino la vida –o, al menos la campaña, el tema, lo que hay–, para luego, así, pasar a hablar de otra cosa importante: el no-debate, la pugna,...
Autor >
Guillem Martínez
Es autor de 'CT o la cultura de la Transición. Crítica a 35 años de cultura española' (Debolsillo), de '57 días en Piolín' de la colección Contextos (CTXT/Lengua de Trapo), de 'Caja de brujas', de la misma colección y de 'Los Domingos', una selección de sus artículos dominicales (Anagrama). Su último libro es 'Como los griegos' (Escritos contextatarios).
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