En CTXT podemos mantener nuestra radical independencia gracias a que las suscripciones suponen el 70% de los ingresos. No aceptamos “noticias” patrocinadas y apenas tenemos publicidad. Si puedes apoyarnos desde 3 euros mensuales, suscribete aquí
Otro día de moverse en la cuerda floja, otro día de tener que remontar, otro día de aliarse con los últimos minutos, otro día en el que los cambios tienen que arreglar un problema, otro día que el resultado está por delante del juego, y otro día que no era un día más. Eran los 700 partidos del Cholo como entrenador del Atleti y la tarde acabó como los jugadores rojiblancos querían: pudiendo dedicarle el triunfo al míster, aunque el sofocón previo para sacar adelante el choque fue de los buenos. El Alavés no estaba para celebraciones y puso todo de su parte para irse con algo positivo del Metropolitano. Le faltó muy poco para conseguirlo.
Corría el minuto 7 de partido cuando Carlos Vicente metió un centro al área que Galán, de forma absurda, cortó con la mano levantada justo sobre la línea del área grande. Error del lateral rojiblanco y claro penalti que Guridi se encargó de transformar engañando a Oblak. Sería el único remate vitoriano a puerta en todo el partido. Viéndose tan pronto por delante, los de Luis García optaron por pertrecharse atrás y complicar la vida a un equipo que, un día más, demostró que cuando se ve obligado a llevar la iniciativa del juego y encontrar soluciones ofensivas ante un contrario cerrado, tiene muchos problemas.
Y eso pasa porque le cuesta imprimir un ritmo alto de juego, por no saber desplazar la pelota a mayor velocidad para desarbolar a un contrario bien plantado, porque no tiene exceso de jugadores desequilibrantes y lo que estaban ayer de inicio no brillaron: Lino no es del año pasado, Llorente volvía después de dos meses de baja, Griezmann quiere estar en varios sitios, se dispersa y no brilla y Correa no destaca en contextos donde tiene que hacer de delantero único encerrado entre defensas. Simeone había optado por dar descanso a los que habían estado con sus selecciones, pero ahora mismo componer un once sin la amenaza de Julián y Sorloth y la energía de Giuliano le resta potencial ofensivo al equipo. Habrá quien diga que para ganar a un Alavés debería bastar para ganar con lo que salió de inicio. Pues sí, pero esta vez no.
Con este panorama, no es extraño que el bagaje ofensivo rojiblanco en los primeros 45 minutos se reduzca a una clara ocasión de gol. Un remate de Lino, tras dejada de Griezmann, que se estrelló en el larguero tras rozar el portero Sivera con la cara. El resto de los intentos se reduce a dos tiros de Llorente desde fuera del área bien detenidos por el arquero. El Alavés no salía de su parcela de campo, con Kike siendo un islote en ataque, pero apoyado en la buena actuación de su zaga, apenas sufrió ante un equipo que se mostró “frío”, como posteriormente definió su técnico.
En el descanso, Simeone retiró a sus dos bandas, Galán y Llorente para meter a Giuliano y Sorloth. El equipo ganó en actitud, en intensidad, adelantó líneas y presionó más alto. Le metió más “calor” (Simeone dixit). Con dificultad, pero empezó a generar más peligro. Lenglet cabeceó solo una falta en el área enviada por Griezmann, pero mandó el balón desviado. Giuliano recibió en carrera para entrar en el área y rematar con la zurda, evitando Sivera el gol con la punta de su pie. El partido era un ejercicio de ataque contra defensa, pero el Alavés resistía y los minutos pasaban. Se fue Lino y entró De Paul y poco después, Riquelme lo hizo por Koke.
La presencia de Sorloth invita a colgar balones al área para que el gigantón noruego busque el remate. Eso hizo De Paul con un centro que tocó de cabeza el delantero con Abqar pegado a él. El salto desequilibró al zaguero, que cortó el balón con el brazo, algo elevado, en posición antinatural. Tan cierto es que la acción es involuntaria como que el balón iba a portería. El colegiado García Verdura señaló el punto de penalti ante el enfado visitante por una jugada tan desafortunada. Griezmann se encargó de transformar la pena máxima con un disparo fuerte a media altura. Era el minuto 76.
Luis García, que justo había hecho sus dos primeros cambios antes del gol, quitando a Kike y Guridi por Toni y Diarra, intentó contener el apretón final colchonero quitando a Carlos Martín y a un castigado físicamente Mouriño, para dar entrada a Sedlar y Conechny. El plan no le salió porque en el 86, un gran pase filtrado entre la defensa de De Paul encontró el desmarque de Sorloth, que dentro del área en posición un poco esquinada, conectó un gran disparo con su pierna derecha que mandó el balón a la escuadra para culminar la remontada. Un día más, los que entran desde el banquillo terminan siendo decisivos para sacar adelante un partido. El argentino y el noruego parecen estar creando una pequeña sociedad, porque no es el primer partido que se encuentran con resultado final de gol.
En el tiempo restante, el Alavés intentó generar en el ataque lo que no había hecho en todo el partido y el Atleti mantuvo cómodo la ventaja con alguna oportunidad incluso de anotar un tanto más, como en un remate de Griezmann desde la frontal que Sivera desvió a córner. Así, a impulsos y agarrado a destellos individuales en ataque, logró el equipo rojiblanco su quinta victoria consecutiva entre todas las competiciones. Sigue quedando por mejorar. Esperamos que con los buenos resultados llegue el buen juego.
Otro día de moverse en la cuerda floja, otro día de tener que remontar, otro día de aliarse con los últimos minutos, otro día en el que los cambios tienen que arreglar un problema, otro día que el resultado está por delante del juego, y otro día que no era un día más. Eran los 700 partidos del Cholo como...
Autor >
Ricardo Uribarri
Periodista. Empezó a cubrir la información del Atleti hace más de 20 años y ha pasado por medios como Claro, Radio 16, Época, Vía Digital, Marca y Bez. Actualmente colabora con XL Semanal y se quita el mono de micrófono en Onda Madrid.
Suscríbete a CTXT
Orgullosas
de llegar tarde
a las últimas noticias
Gracias a tu suscripción podemos ejercer un periodismo público y en libertad.
¿Quieres suscribirte a CTXT por solo 6 euros al mes? Pulsa aquí