La triatleta paralímpica Susana Rodríguez (Vigo, 1988) ha logrado ser campeona de Europa, del mundo y olímpica en el mismo año. Esta hazaña, al alcance de muy pocos deportistas, le ha permitido agrandar aún más su brillante palmarés, en el que lucen dos oros paralímpicos, seis mundiales y cinco europeos. Su discapacidad visual –solo percibe un 5% en un ojo y un 7% en el otro–, a consecuencia de una patología del nervio óptico provocada por su albinismo congénito, no le ha impedido cumplir grandes objetivos en las dos pasiones que tiene desde la infancia: el deporte, en donde empezó practicando el atletismo antes de centrarse en el triatlón, y la ayuda a los demás como profesional de la sanidad. Licenciada en Medicina Física y Rehabilitación –es la primera médica ciega en España–, fue portada de la prestigiosa revista Time en 2021 gracias a su trabajo durante la pandemia.

¿Soñó en algún momento que podía conseguir la triple corona, ser campeona paralímpica, mundial y europea de triatlón, en el plazo de mes y medio?

Es impresionante conseguir los tres títulos más importantes que tenemos
en juego en el triatlón y más hacerlo en una misma temporada. Lo cierto es que no pensaba en ellos como un todo, sino en cada competición en sí misma, pero al mirar atrás me siento muy orgullosa por ello. Nunca habría soñado con esto… soñaba con ir a unos Juegos y al final la vida da tantas vueltas que he estado en tres, participando en dos modalidades y con dos oros y dos diplomas.

Y eso que en junio sufrió una aparatosa caída que puso en riesgo las citas que tenía por delante.

La caída puso la temporada contra las cuerdas, pero en cuanto supe que ni Sara ni yo teníamos fracturas tuve claro que llegaríamos a París. A partir de entonces cada día hicimos todo lo que estaba en nuestras manos para llegar lo mejor posible… y logramos una gran carrera allí.

Este año empezó con Sara Pérez como su guía y el binomio no ha podido funcionar mejor. ¿Cómo de importante es la compenetración y la relación entre el deportista paralímpico y su guía?

Ambas cosas son imprescindibles para que un tándem funcione. A nivel deportivo hay que trabajar con el mismo objetivo y pulir todos los detalles y a nivel personal es necesaria una buena relación porque se comparten muchos momentos, buenos y malos, y situaciones de mucha tensión. Sara me ha ayudado mucho en este sentido y en París me transmitió tranquilidad, que es lo que necesitaba.

Imagino que echará la vista atrás y pensará que menos mal que no dejó el deporte hace unos años cuando se lo planteó por diversas circunstancias.

En 2020 tuve un momento de gran incertidumbre y preocupación con el diagnóstico de la cardiopatía que sufrí, pero una vez hechos los estudios genéticos que no contraindicaban el deporte de alto nivel tuve claro que quería seguir, con todas las medidas de seguridad, claro está. Miedo a competir no tengo, sí respeto. Cuando hay algún problema con deportistas jóvenes de origen cardiológico me trae recuerdos, pero disfruto mucho de lo que hago.

Miedo a competir no tengo, sí respeto

También aprobó unas oposiciones del Servicio Gallego de Salud y ya puede trabajar en su ciudad, en Vigo, sin tener que desplazarse a Santiago, como hacía antes, lo que le facilita su día a día.

Las aprobé en 2021 al regresar de Tokio y me incorporé en 2023. Estoy muy contenta en mi ciudad y en el servicio de rehabilitación de Vigo, donde trabajo, aunque este año he estado mucho tiempo fuera para poder prepararme de forma óptima para los Juegos y el Mundial.

¿Se ve capaz de decir qué le llena más: su carrera como médico especialista en medicina física y rehabilitación o su condición de deportista?

No tengo respuesta para esta pregunta. Las dos cosas me gustan, pero es obvio que el deporte tiene una edad de jubilación muy temprana y no la profesión médica, por lo que ahora mismo la competición de alto nivel es una prioridad para mí. El día de mañana no podrá ser y creo que es algo que hay que comprender desde dentro y desde fuera.

Son dos ocupaciones que requieren de mucha dedicación y tiempo. ¿Cómo puede hacerlas compatibles?

He podido pedir una reducción de jornada del 33% y tengo permisos para competición y concentración cuando es internacional. A pesar de ello, es muy complicado.

¿Hasta qué punto es importante el deporte como vía de inclusión para una persona con algún grado de discapacidad?

Es una de las mejores herramientas. Yo siempre digo que el deporte es donde más igual me he sentido y no se me ha juzgado por aquellas cosas que no puedo hacer o debo hacer de forma diferente.

Usted ha sido la primera en lograr hitos para los deportistas con discapacidad. Uno de ellos es ser elegida portada de una revista como Time en un reportaje sobre deportistas que lucharon contra el coronavirus mientras se preparaban para competir en Tokio. ¿Qué supuso para usted?

La portada de Time fue un antes y un después en mi vida. Es algo que yo no busqué y me siento agradecida a quien me consideró merecerlo de ello porque dio una visibilidad brutal a las personas con discapacidad.

También fue la primera deportista con discapacidad en lograr el Premio Nacional del Deporte, que le entregaron en 2022. No sé si sueña con el Princesa de Asturias ahora que se lo han dado a Teresa Perales.

Los Premios Princesa de Asturias son muy prestigiosos y les rodea además una celebración muy especial. Los sigo desde hace mucho y también cada historia de cada premiado. Pero, al final, los premios, a diferencia de una competición para la que entrenas y te preparas, los decide un jurado. Yo puedo afrontar retos y tratar de dejar una huella, pero los premios no dependen de mí. Si algún día llega algo así será una alegría, por supuesto.

Puedo afrontar retos y tratar de dejar una huella, pero los premios no dependen de mí

Por si fuera poco, acaba de ser elegida como una de las nueve deportistas a nivel mundial en tener su propia muñeca Barbie por romper barreras, siendo la única española. ¿El servir de inspiración a los demás le motiva o le supone mucha responsabilidad?

Es motivación, pero al mismo tiempo es una responsabilidad grande. Los deportistas recibimos apoyo y cariño y pienso que es nuestra responsabilidad devolver parte de eso a la sociedad.

Usted es un buen ejemplo de que las personas con discapacidad también interesan a las grandes marcas. Es imagen de importantes compañías. Otro camino abierto.

Lo cierto es que yo nunca habría imaginado tener a las marcas que tengo hoy en día apoyándome. Es increíble. Ha habido un cambio enorme en este sentido y hoy las empresas se interesan por el deporte Paralímpico. Todos mis patrocinadores actuales han venido a preguntar, y por eso estoy enormemente agradecida.

Quedan cuatro años para los Juegos de Los Ángeles. ¿Se ve con ánimo de competir allí con 40 años para buscar su tercer oro?

A día de hoy, sí. Me veo con ganas, disfruto y siento que tengo capacidad de pelear por las carreras. De aquí a entonces no sé lo que pasará. Por el momento, seguimos el camino.