Un partido ante el Getafe es como una visita al dentista. Nada agradable. Así se esperaba que fuera el compromiso del Atleti ante los de Bordalás y así sucedió. Solo puede minimizar la incomodidad del encuentro el hecho de ponerte rápido en ventaja, pero si no es así, aparecen las dificultades. “Esto es fútbol, papá”, que diría el técnico alicantino. Justo lo que les pasó a los rojiblancos, que deben dar gracias al discutido Sorloth por haber sumado una victoria más a la enorme racha de los de Simeone. Y ya van 11.

Los colchoneros salieron al campo con la idea de intentar que el choque no se hiciera bola. Intensos, con alto ritmo de juego, con prisa por querer marcar cuanto antes, como si fuera la recta final del encuentro y necesitara un gol. Combinar velocidad y precisión no es fácil y menos ante un rival cerrado y que trabaja bien en defensa. Por eso, aunque dominaban la pelota y vivían en la parcela de campo visitante, no resultaba fácil desarbolar al rival. Sabedor de lo que iba a tener enfrente, el Cholo mantuvo a Lino en el once, confiando en su desequilibrio, pero el atasco tanto en los carriles como por el centro era importante. 10 metros más allá de la línea del centro del campo, el césped se convertía en una batalla llena de minas.

El Getafe no suele conceder muchas ocasiones así que para los contrarios es fundamental aprovechar las que tenga. Lino tuvo las dos más claras del primer tiempo. En ambas ganó bien la espalda de Nyom en el área para recibir buenos pases de Giuliano y de De Paul, pero sus remates, casi a bocajarro, uno con la derecha y el otro con la zurda, se fueron desviados.

Para entonces el público empezaba a desesperarse con los recursos del Getafe para intentar romper el ritmo de juego del Atleti. Demora en los saques de portería, retraso a la hora de sacar de banda, quedarse caído en el césped lo máximo posible cada vez que había una falta… Nada que no se haya visto en la historia del fútbol, y que con las limitaciones de potencial de los getafenses es completamente entendible. 

Uno de los más activos del partido fue Galán, que se ha ganado a pulso su titularidad. No dejó de insistir por su banda izquierda y se mostró firme en defensa. En una de sus incursiones puso un gran centro al área que Giuliano remató desviado de cabeza. Y antes del descanso enlazó el Atleti su mejor combinación en ataque, con varios pases al primer toque que culminó Julián con un disparo con la zurda desde el área grande que le salió centrado y fácil para Soria. En la portería contraria, Oblak fue un espectador de lujo. El mejor bagaje azulón más allá del medio campo fueron algunas buenas presiones cuando se decidió a adelantar un poco las líneas, pero quedaron en nada.

Parecía claro que el Atleti necesitaba otra solución en ataque y Simeone dio entrada a Sorloth por Lino para comenzar la segunda parte. Barrios tuvo la primera de la reanudación tras una recuperación alta de Julián que el canterano mandó al lateral de la red.

El partido seguía por los mismos derroteros. El Atleti buscaba las bandas, principalmente por la derecha, pero seguía predominando la precipitación, y los pases de Giuliano o Llorente al área no encontraban rematador. Bordalás quitó a Keita y Yellu para meter a Uche y Sola mientras que Simeone renovó toda la banda derecha. Fuera Llorente y Giuliano y dentro Nahuel y Correa.

Los cambios parecieron sentar mejor al Getafe, que se encontraba cómodo. Ya no sufría agobios defensivos y empezaba a animarse a mirar a la portería contraria. En ese tramo tuvo sus mejores oportunidades. Uche disparó fuera desde el área grande, Giménez casi se metió un gol en propia puerta al rebotarle un balón tras un saque de esquina y el propio Uche remató de cabeza cruzado cerca del poste un pase servido desde la izquierda, pero el balón se le fue ligeramente alto. Para entonces, Griezmann había dejado su lugar a Koke en una decisión que en ese momento parecía algo arriesgada teniendo en cuenta que el francés, aunque no brille, siempre puede decidir con su calidad. 

Y cuando el dentista amenazaba con convertir la tarde en algo aún más doloroso, apareció la sedación para los locales. El Getafe comete una falta en el centro del campo. Álvaro se pone delante del balón para molestar el lanzamiento, pero Koke saca logrando pasar el balón entre las piernas del rival, recibe De Paul que abre rápidamente a Nahue, y este desde la banda derecha mete un centro largo y preciso al área donde aparece Sorloth a la altura del segundo palo para rematar de cabeza picado a contrapié de Soria. Era el minuto 69. Otra vez, los suplentes dando réditos. Importante para la confianza del lateral campeón del mundo, que todavía tiene sus detractores, dar una gran asistencia de gol.

El Getafe buscó el empate en la recta final pero no tuvo más oportunidades que una falta cerca del área, que se inventó Soto Grado, y que Milla lanzó alta. Más que temer por el resultado, los aficionados se indignaron en esos últimos minutos con varias decisiones del árbitro, que mostró amarillas a Koke y De Paul sin motivo, pitó varias faltas contra los locales discutibles y dejó sin castigo de tarjeta alguna infracción visitante.

El Atleti ha cumplido con el propósito que se puso tras la fea derrota del Villamarín. Ganar todo lo que venía por delante hasta la visita al Barcelona aprovechando que el calendario era favorable en la mayoría de los casos. Claro que una cosa era decirlo y otra cumplirlo. En esta Liga hay trampas esperándote en cada esquina, como se está demostrando. Metido ya de lleno en la pelea por el liderato tras aprobar los parciales, le llega el gran examen trimestral antes de las vacaciones de Navidad. Uno que le va a poner a prueba de verdad.