La grieta en la confluencia andaluza
220.000 andaluces que votaron a IU y a Podemos el 20D no lo hicieron el 26J. ¿El votante perdido llevaba camiseta morada o pin rojo? Es la pregunta del millón, extensible al ámbito estatal.
Gerardo Tecé 29/06/2016
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Si en Ensayo sobre la lucidez, de Saramago, los electores portugueses empezaron, sin previo aviso y sin coordinación aparente, a depositar en masa votos en blanco en las urnas, el pasado domingo 26 de junio, como en una operación sincronizada, los votantes que en diciembre apoyaron a Podemos y a Unidad Popular decidieron volver locos a los analistas políticos que dieron por hecho que cinco más uno era seis, para, provincia a provincia, urna a urna, demostrar matemáticamente que cinco más uno no iba a ser seis, sino cinco.
En Andalucía, la incidencia de este fenómeno se comportó en los mismos términos que a nivel estatal. La suma de votos de Podemos y Unidad Popular resultó no ser una suma, sino una operación de mantenimiento de los escaños conseguidos meses atrás. Como por arte de magia y por explicarlo de manera visual, ese votante que debería ser el que, sumando fuerzas al resto del grupo de amigos, propiciara el crecimiento, salió de casa pero nunca llegó al colegio electoral.
El balance de la confluencia en Andalucía se resume en un escaño más que los logrados el 20D. Jaén, donde por primera vez desde el año 1979 el domingo se repartió un escaño alternativo al bipartidismo, y Sevilla, donde la confluencia consiguió saltar de dos a tres, son las dos únicas provincias andaluzas en las que Unidos Podemos ha logrado el objetivo de avanzar en asientos. En Cádiz, Granada, Huelva, Córdoba y Málaga, las posiciones se han mantenido. En Almería, el escaño logrado por Podemos hace seis meses se ha esfumado con la confluencia. Balance en términos absolutos: un escaño más, gracias a un mínimo aumento del voto efectivo, ese que proporciona escaños, de un 4% con respecto al voto útil --fue el de Podemos el único de la confluencia que generó escaños el 20D-- en las anteriores elecciones. Un 4% que se queda muy lejos del 34% de aumento que prometía el cuento de la lechera, ese que decía que las sumas sumaban.
En números totales, más de 220.000 andaluces que salieron de casa el pasado diciembre y llegaron al colegio electoral para apoyar a Podemos o a Unidad Popular, esta vez desaparecieron por el camino. ¿Dónde están? ¿Qué ha pasado? ¿El votante perdido llevaba camiseta morada o pin rojo? Es la pregunta del millón en Andalucía, extensible al ámbito estatal. Sólo nos queda analizar posibles pistas, ranuras que nos deje este comportamiento, como diría Saramago, aparentemente coordinado de los electores, que nos deja una cifra de referencia: 22%. Es el porcentaje perdido este 26J de media en Andalucía respecto a la suma anterior Podemos más Unidad Popular (IU).
En casa se juega mejor
Las ciudades de Sevilla, Cádiz, Córdoba y Jerez de la Frontera --donde Unidos Podemos cerró su campaña andaluza con Iglesias y Garzón-- fueron los núcleos urbanos de más de 100.000 habitantes que mejor aguantaron el extraño efecto del votante perdido, situándose en cifras inferiores al 20% de voto perdido con respecto a diciembre. Podemos encontrar nexos de unión. Córdoba, ciudad del padre espiritual de la confluencia, Julio Anguita; Cádiz, bastión andaluz de Podemos gobernado por Kichi, y Sevilla y Jerez de la Frontera, ayuntamientos gobernados por el PSOE gracias al apoyo de investidura de las filiales municipalistas de Podemos.
¿Qué ha pasado? ¿El votante perdido llevaba camiseta morada o pin rojo?
Los mejor parados
No hay una incidencia distinta en nivel de voto perdido entre ciudades y pueblos, en los que por lo general el entorno del 22% se repite una y otra vez, pero, si analizamos por provincias, son Jaén, Córdoba y Sevilla las tres de las ocho que, sufriendo la sangría general, salen mejor paradas en cuanto a valor absoluto de voto ganado con el pacto de confluencia. Esto no es traducible en escaños en todos los casos. Mientras en Jaén este mínimo de movilización extra con respecto a diciembre le ha valido el asiento de diputado a Diego Cañamero, en la circunscripción de Córdoba, donde 68.000 votos le dieron un escaño a Podemos el 20D, los 84.000 del pasado domingo no han sido suficientes para aumentar la representación. Justo lo contrario de lo ocurrido en la provincia de Sevilla, donde, con un mínimo incremento del voto que fue útil hace seis meses, la representación aumentó por la aritmética D’Hont.
Los liderazgos y los pesos internos
Si buscamos conclusiones mirando las caras que encabezaban las listas electorales por provincias, hay tres ganadores, Diego Cañamero y Sergio Pascual, que han sumado escaños para Jaén y Sevilla, y Manuel Monereo, mano derecha de Anguita e histórico de IU, ahora en Podemos, que, sin mejorar en escaños, es el cabeza de lista andaluza con mayor incremento de voto respecto al útil del 20D. Y un perdedor, el JEMAD Julio Rodríguez, que se dejó en Almería el escaño logrado por David Bravo meses atrás. En provincias pequeñas donde la cara cuenta para el elector andaluz, parece que los Cañameros y las opciones más a la izquierda se han impuesto a los generales en la preferencia de los potenciales votantes de la confluencia en una Andalucía con IU asentada en los núcleos rurales. Si miramos el peso interno que IU y Podemos aportan en número de votos cosechados en diciembre por provincias a la confluencia, encontramos que Córdoba es el lugar donde mayor peso tenía IU, con amplia diferencia respecto al resto de provincias, y coincide que es esta la circunscripción que más aumentó (sin reflejo en escaños) la participación de voto sumado al que fue útil (Podemos) el 20D. Algo parecido a lo ocurrido en Málaga y en Jaén, donde la proporción voto IU-20D / voto Podemos-20D estaba por encima de la proporción 1/4 y se notó en mayor proporción la suma de fuerzas de la confluencia.
Parece que ese votante que se perdió de camino al colegio electoral tiene, proporcionalmente, más camiseta morada que pin rojo en la solapa.
Si en Ensayo sobre la lucidez, de Saramago, los electores portugueses empezaron, sin previo aviso y sin coordinación aparente, a depositar en masa votos en blanco en las urnas, el pasado domingo 26 de junio, como en una operación sincronizada, los votantes que en diciembre apoyaron a Podemos y...
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Gerardo Tecé
Soy Gerardo Tecé. Modelo y actriz. Escribo cosas en sitios desde que tengo uso de Internet. Ahora en CTXT, observando eso que llaman actualidad e intentando dibujarle un contexto. Es autor de 'España, óleo sobre lienzo'(Escritos Contextatarios).
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