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El jueves 14, horas después del atentado que ensangrentó Niza, pocos durmieron en la Argentina. Con siete meses en el poder, el Gobierno de Mauricio Macri enfrentó por la noche su primer cacerolazo en distintos puntos del país. Esa protesta popular, motivada por el impagable aumento de tarifas de los servicios públicos, marcó el fin de la luna de miel de la gestión de Cambiemos, el mismo día en que la justicia encontró más de 4, 6 millones de dólares en dos cajas de seguridad de Florencia Kirchner, hija de la expresidenta, mientras investiga por sospechas de corrupción el patrimonio de la familia que gobernó el país durante los últimos 12 años. La política argentina de los próximos meses estará marcada por las consecuencias de estos dos hechos.
Convocadas por las redes sociales, las manifestaciones contra el tarifazo macrista (“cacerolazos transclase y transorganizaciones políticas”, según la ensayista Beatriz Sarlo) hicieron pública la disconformidad por el modo en el que el ministro de Energía, Juan José Aranguren, expresidente de Shell Argentina, aplicó el aumento de las tarifas de gas y electricidad, servicios públicos cuyo costo el kirchnerismo mantuvo congelado para los usuarios, a pesar de la inflación y la devaluación, desde 2003.
Entonces y ahora se negó la realidad: si aquel dispendio fue la enfermedad (motivando la desinversión), estos aumentos, presunto remedio, no tuvieron en cuenta que la población no podría pagar todo el sinceramiento tarifario de una vez, agravando el estado de cosas.
“Hay que desdramatizar, la gente tiene derecho a protestar” se oía en los pasillos oficiales, mientras las cacerolas tecleaban su malhumor incluso frente a la Quinta Presidencial, donde se reunieron unas 300 personas. “Si en invierno estás en remera (camiseta) y en patas adentro de tu casa, estás gastando de más”, había declarado Macri esta semana, tratando de incentivar el ahorro energético, con modos que fueron muy criticados entre propios y ajenos.
El mal manejo del tema tarifario, que ha opacado otras medidas sociales de gran valor simbólico tomadas por el Gobierno (como la decisión de pagar las deudas con los jubilados que ganaron juicios contra el Estado que el kirchnerismo desoyó por más de una década), motivó presentaciones que ya llegaron a la Corte Suprema de Justicia.
Mientras ésta se expide, numerosos amparos judiciales presentados por los vecinos lograron primero revertir los porcentajes iniciales (obligando al Gobierno a dar marcha atrás y fijar un tope del 400% del total de la boleta al aumento domiciliario; antes de eso se llegó al 1000% en algunos casos), y, luego, suspender el aumento. El porcentaje es tremebundo pero debe leerse en el marco de una inflación que anualizada, de junio de 2015 a junio de este año, supera ya el 47%.
En este marco, la bronca fue imparable y llevó a miles de argentinos a protestar a pesar de la lluvia, con banderas y pancartas: “Estoy harta de no poder comprar nada”, decía la que portaba una mujer en el Obelisco, donde se reunieron unos 3.000 ciudadanos, aludiendo a los efectos del 3,1% de la inflación del último mes en la vida cotidiana.
La moneda está en el aire y el Gobierno tiene todavía la posibilidad de rectificar (varios ministros han admitido ya que el modo en que se implementó el aumento fue un error) y evitar la profecía de Sergio Berensztein, analista político que el martes advirtió en relación con el tarifazo : “Esta puede ser la 125 de Macri”, aludiendo a la resolución del Ministerio de Economía que en 2008 inició el conflicto con el campo que jaqueó la primera presidencia de Cristina Kichner.
El otro tema que marcó el jueves se relaciona con las investigaciones a las que está siendo sometida la expresidenta Cristina Kirchner. Esa misma noche, por orden judicial, y como parte de los procesamientos que se llevan adelante contra ella en distintas causas (Hotesur, enriquecimiento ilícito, etc), se procedió a abrir varias cajas de seguridad de Florencia Kirchner, hija de la expresidenta de la Nación, una joven de 26 años, sin actividad profesional conocida, que en declaraciones públicas casi había arengado para que las abrieran y terminaran con un presunto "show mediático” en su contra.
Se hallaron unos 4, 6 millones de dólares (más de 4.130.000 euros), empaquetados en tres bultos cuya imagen impresiona. La joven había heredado, entre dinero, propiedades y acciones, 2 millones y medio de dólares aproximadamente, al morir su padre, el expresidente Néstor Kirchner, en 2010.
“A esta gente no le cierra ni siquiera el dinero declarado en blanco”, afirma Margarita Stolbizer, diputada del GEN, querellante en la causa Hotesur, una de las investigaciones que ha motivado la inhibición de los bienes de Cristina. La Justicia deberá analizar ahora si ese dinero es consistente con las declaraciones juradas realizadas ante el fisco.
Si algo ha cumplido siempre la Argentina es la promesa implícita de doblar la apuesta de lo imaginable: conviene alquilar balcones para ver lo que sigue.
El jueves 14, horas después del atentado que ensangrentó Niza, pocos durmieron en la Argentina. Con siete meses en el poder, el Gobierno de Mauricio Macri enfrentó por la noche su primer cacerolazo en distintos puntos del país. Esa protesta popular, motivada por el impagable aumento de tarifas de los...
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Raquel Garzón
Raquel Garzón es poeta y periodista. Se especializa en cultura y opinión desde 1995 y ha publicado, entre otros libros de poemas, 'Monstruos privados' y 'Riesgos de la noche'. Actualmente es Editora Jefa de la Revista Ñ de diario Clarín (Buenos Aires) y Subdirectora de De Las Palabras, un centro de formación e investigación en periodismo, escritura creativa y humanidades.
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