Las mujeres apenas ocupan el 30% de los escaños en los parlamentos de Europa
En España el balance es sensiblemente mejor, donde ellas representan cuatro de cada diez puestos de las Cámaras. El Gobierno saliente también tiene mayor paridad que los del resto del continente, con la mitad de los ministerios dirigidos por mujeres
ctxt 8/03/2019
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Los techos de cristal en Europa tampoco son ajenos al ámbito político. Ese mismo sobre el que recae gran parte de la responsabilidad para regular este problema, frenar la desigualdad o promover medidas y políticas públicas que logren una equidad efectiva. Según datos publicado recientemente por Eurostat, apenas el 30% de los escaños de los parlamentos nacionales de la Unión Europea están ocupados por mujeres.
En España, por su parte, sí que existe una mayor paridad a nivel de representación en el Parlamento, con un 39,5% de los asientos de ambas cámaras ocupados por mujeres. Esto es, casi diez puntos por encima de la media comunitaria y tercer mejor ratio de la UE, igualado con el de Bélgica.
Según el portal estadístico, esta infrarrepresentación de las mujeres en los puestos parlamentarios de los distintos países de la UE ha mejorado en los últimos años, aunque de forma claramente insuficiente. Hace tres lustros, en 2003, la presencia de mujeres en las cámaras europeas ascendía al 21%, nueve puntos porcentuales menos que ahora.
Nuestro país, por su parte, también ha experimentado una mejora –menos pronunciada en términos porcentuales– de la presencia de representación femenina en el Congreso y el Senado. Hace algo más de una década, cuando Zapatero ganó sus segundas elecciones generales, las mujeres componían un tercio de las cámaras. En 2011, cuando Rajoy se hizo con la presidencia, el ratio bajó al 28%, mientras que ahora ellas son cuatro de cada diez en las Cortes.
Por países, Suecia (46,7%), Finlandia (41,5%), Bélgica y España (39,5%) tienen el mayor porcentaje de mujeres ocupando escaños en sus parlamentos. En el lado contrario están Hungría (12,6%), Malta (14,5%) y Chipre (18,2%).
Los datos de Eurostat, extraidos, también señalan que, a nivel gubernamental, el ejecutivo saliente de Pedro Sánchez sí que demuestra una paridad de género total en la composición de las carteras, con el 52% de las mismas ocupadas por mujeres. En Europa, de nuevo, existe un déficit importante, con apenas un 30% de mujeres en los Gobiernos nacionales.
Desde la aprobación de la Ley de Igualad en 2007, en España es de obligado cumplimiento que las formaciones políticas presenten listas paritarias en los distintos procesos electorales que se celebran en el país. La actual composición de las cámaras, eso sí, está rozando el mínimo exigido por la normativa, que impone un ratio de 40/60 tanto para mujeres como para hombres.
Esta situación se explica porque, si bien el actual ordenamiento señala estos porcentajes, no existe al mismo tiempo una imposición sobre qué puestos de las listas electorales deben ocupar hombres y mujeres. La única exigencia es que por cada tramo de cinco candidatos haya mínimo un 40% de representantes de cada sexo. De esta forma, y aunque los partidos políticos pueden cumplir la legislación, no tienen porque acogerse a la famosa ‘cremallera’.
Así ocurrió, por ejemplo, en las elecciones de diciembre de 2015, durante la entrada de los nuevos partidos en las Cámaras. En aquellos comicios, el 78% de las cabezas de lista de Ciudadanos par a el Congreso era hombres, y cerca de 44% de sus candidaturas por región no tenían a ninguna mujer en los dos primeros puestos. Por su parte, el PSOE fue la única formación que aplicó una cremallera estricta en sus listas, que estuvieron encabezadas en un 53% de los casos por mujeres.
El resto de diferencias de género se podrían explicar por los resultados electorales y, de forma bastante menos convincente, por el propio sistema electoral, tal y como hace la página web del Senado de España. Esto no explica, sin embargo, que los cuatro principales candidatos –seis si se toman más partidos– a la presidencia del gobierno para las próximas elecciones generales sean hombres.