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Tribuna

Operación Errejón

El político madrileño es la personificación del alma conservadora del 15-M y por ende de la solución conservadora a la crisis de las clases medias, que, por otra parte, nadie como él supo interpretar

Emmanuel Rodríguez 25/09/2019

<p>Iñigo Errejón durante su intervención en el congreso de Podemos en Vistalegre. </p>

Iñigo Errejón durante su intervención en el congreso de Podemos en Vistalegre. 

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Me confieso: soy uno de los sorprendidos con el paso al frente de Íñigo Errejón. Mi asombro no viene tanto de un lapso en el guion; desde Vistalegre II, Íñigo cavila sobre distintas estrategias de derribo y sustitución de Iglesias. La sorpresa la causan más bien los tiempos. Errejón suele acudir tarde a las citas y solo tras un cálculo excesivo; su prudencia por ir sobre seguro a veces se ha confundido con una total falta de agallas. En esta ocasión, sin embargo, ha decidido el vacío: apostar sobre una mesa demasiado estrecha e inestable, tanto que se le puede voltear. 

Pero antes de atribuir todo a su genialidad, conviene hacer las precisiones habituales. Como ocurre siempre detrás de estos giros, que ocupan páginas de prensa y horas de televisión, hay intereses reconocibles. Basta señalar los más obvios. Detrás de la Operación Errejón están sin duda los medios “progres” (Ferreras, Sexta, Prisa, eldiario, etc.), que desde el minuto cero han informado del paso a paso de lo que no deja de ser un movimiento de notables, diseñado en un laboratorio. Naturalmente, en la ilusión de esta inteligencia progre está el agotamiento de Podemos, la fractura de sus coaliciones, la marginación de Iglesias en las próximas negociaciones; en definitiva, un patrón conocido: Errejón como “submarino” del PSOE, torpedo de su izquierda.

Pero nos haríamos un mal favor si convertimos el caso Errejón en una simple trama de conspiración. El relato de la “traición de Errejón”, tan funcional a Iglesias, tan condenado a repetirse estas semanas, podría esconder algo más interesante, que no tiene que ver con la traición política, sino con las fuerzas de fondo de la crisis política española y sus interminables bifurcaciones. Si Errejón tiene alguna posibilidad es porque sin duda reverbera en las aguas de la sociedad española.

Lo que sigue es un ejercicio de búsqueda de la singularidad Errejón, esto es, de su posibilidad social y a la vez electoral. Y como el Errejón político es propiamente el partido de Errejón, biografía y proyecto político se cruzan demasiado como para resistir la tentación de entender su partido a partir de la biografía de su única figura. Como ocurre con los grandes hombres, la obra y el potencial de Errejón resultan indistintos respecto de su vida.

1. ¿Qué país, qué sociedad? ¿Qué hace a Errejón tan atractivo, qué le convierte para tantos en un político ideal?

Íñigo fue criado en Pozuelo de Alarcón, ciudad residencial conocida por los jardines de sus rotondas, la altura de sus setos y las vallas de sus chalets unifamiliares. También por tener la mayor renta per cápita de la península ibérica. Íñigo era buen hijo y buen estudiante. Y estaba rodeado de buenos hijos y de buenos estudiantes. Como jefe de campaña de Podemos, cuidaba hasta el último detalle de los suyos: ropa blanca, inmaculada; retórica de dicción clara, transparente; ideas originales pero que resuenan en la cabeza de todos los españoles, luminosas.

En Errejón se personifica una de las imágenes fuerza del 15M: la de los chicos y chicas que tienen estudios, que se han esforzado, que representan el futuro del país y que merecen más que los empleos precarios y de miseria habitualmente destinados a quienes carecen de estudios y del hábito del esfuerzo, esto es, a los pobres y a los parias. Íñigo Errejón es la personificación material pero también intelectual de esta “juventud sin futuro”. Desde muy temprano (lean los papeles de Vistalegre I, redactados por él mismo) tiene una idea clara de los límites del ciclo político. Este es para mí su principal mérito. El proyecto no es la democracia directa, la ruptura democrática, la impugnación del Régimen del 78, ni siquiera consiste en estirar una situación incierta pero con posibilidades. De lo que se trata es de restaurar el pacto social quebrado por unas élites incompetentes. Traducido a un lenguaje más claro: tenemos que sustituir unas élites corruptas por otras nuevas y moralmente incorruptibles (esto es, “nosotros”); debemos recuperar el viejo pacto social: trabajo seguro, pensión segura, sanidad segura; y obviamente queremos tener lo que nos merecemos, una meritocracia que funcione (“a cada uno según su valía”). Es la democracia de las garantías y el mérito de los jóvenes que ya son viejos. 

El Errejón de 2019 sigue siendo el de 2015. Y su imagen, parecida. Errejón resulta fiable al PSOE, moderado a quienes mandan, reformista y posibilista a su clientela política. Para el PSOE no hay problema alguno con Errejón; para Errejón no hay problema alguno con el PSOE. Cultura del pacto entre equivalentes. Más País es el Ciudadanos de izquierdas. Más País es el joven PSOE. 

2. ¿Qué proyecto? ¿Qué nos ofrece Errejón?

Un Íñigo intelectualmente en maduración escribe su tesis sobre la experiencia boliviana a partir de las claves teóricas que se describen más abajo. El gobierno Evo se analiza como una virtuosa operación “populista”, de “construcción de un pueblo”, de reunión bajo un “significante vacío nacional-popular” de una cadena de “demandas heterogéneas”, bla bla, bla bla... Para la realización de este trabajo, cuenta no obstante con experiencia de campo. Íñigo forma parte de una generación de jóvenes intelectuales, activistas y profesores precarios que se formó en el ciclo de gobiernos progresistas latinoamericanos y que pudo disfrutar de estancias más o menos prolongadas en esos países como asesores o colaboradores de sus gobiernos. 

En esta experiencia aprende dos cosas: la política es el Estado, y al Estado se llega si tu “discurso” se funde con el de la mayoría social del país. Tres palabras cargadas de magia: discurso, pueblo, Estado. La obsesión es traducir el discurso (el famoso relato) en votos y este en gobierno. La herramienta de todo conjuro es el lenguaje: la palabra crea al pueblo, pero la palabra habita en el pueblo. En clave latinoamericana, la palabra es la patria, la nación, España. Estudien ahora el uso histórico de estas palabras en este país y verán los límites a su “resignificación”. En el fondo del proyecto errejoniano habita una tierna ingenuidad, pero que puede residir también en el corazón de una parte de nuestra sociedad, especialmente de aquellos viejóvenes con ansias de interpretarla.

3. ¿Qué izquierda? ¿Por qué Errejón no es Podemos y es legítimo que no lo sea?

Íñigo es, de jovencísimo, militante libertario. Practica las posiciones dogmáticas y sectarias propias de la edad, todas ellas, por otra parte, casi imprescindibles en este largo proceso de formación. Estudia en el campus de Somosaguas de la Universidad Complutense, en la entonces Facultad de Sociología y Ciencias Políticas, centro relevante del movimiento estudiantil madrileño y cantera tanto de militancias variadas en la izquierda extrema como en la política profesional. Íñigo piensa y evoluciona en sus años de estudio, disfruta de una larga estancia en California, arranca de la vieja teoría de la dependencia y de cierto marxismo autónomo, pero incorpora progresivamente, en el formato juvenil característico del misticismo intelectual y del fetichismo conceptual, las lecturas de lo que gráficamente pero de forma imprecisa se llama postmarxismo. Refrito que en el caso de su referente mayúsculo, Ernesto Laclau, argentino ya fallecido y profesor de sociología en el sur de Inglaterra, combina peronismo de izquierdas, estudios culturales, psicoanálisis lacaniano, desencanto con los viejos partidos comunistas y más peronismo. 

De la izquierda española, Errejón hace en consecuencia un desprecio, quizás con razón. La vieja izquierda es, para él, un lastre, una corriente anclada en una sociedad que ya no existe y ensimismada en sus símbolos y referentes, lo que alguno ha llamado una “sopa de estrellas rojas”. Si había una deriva a evitar en Podemos era la de volver a ser “de izquierdas”. Iglesias tomó ese camino. Errejón lo quiso enmendar, pero no lo consiguió. Desgraciadamente, el gran momento populista de la política española está ya atrás. Y hoy a Errejón solo le queda practicar una versión rejuvenecida y depurada de lo que ha sido el gran partido de la clase media progresista española. Mucha suerte. 

4. ¿Qué partido?

Íñigo es hijo de sus padres. Es hijo de un alto funcionario con posiciones en los gobiernos de Zapatero. Padre de militancia en la extrema izquierda, pero bregado en el agitado, carnal y brutal mundo de los aparatos sindicales y de la política de Estado. Esto es importante; allí se aprende un oficio transmisible por vía familiar, que consiste en diseñar y organizar la física de flujos del poder interno de una gran organización corporativa. La fontanería es después del marketing el segundo gran oficio del político profesional. Y Errejón es extremadamente ducho en ambos.

El primer Podemos fue la obra más acabada de Íñigo. Un partido concentrado, reducido al “comando mediático”, que en 2014 se nos presentó como una verdadera “máquina de guerra electoral”. Por debajo, los círculos, sin poder, concebidos como meras correas de transmisión de consignas y “memes”. Al margen, lejos, todo lo demás: los partidos de izquierda, los sindicatos, los movimientos sociales. Sobre este esquema que nunca modificó, Errejón dedicó su tiempo a construir partido. Pero “partido” no es aquí una organización voluntaria y democrática, sino una tupida malla de cargos administrativos y liberados, fieles y eficaces, que dominan todas y cada una de las funciones públicas de Podemos. La primera lucha de poder con Pablo, interna, dentro de Podemos, fue cuando este último se dio cuenta de que lo único que tenía en el interior del partido era a sí mismo y a su imagen pública. Todo lo demás eran los chicos y chicas de Íñigo.

Hoy Errejón se nos presenta como un hombre “obsesionado” por no repetir los errores del verticalismo del primer Podemos, de la improvisación que obliga a reproducir estructuras de mando y delegación, etc. Bien, ahora pregúntense cómo se van a hacer las listas en cada una de las provincias en las que se presente y en las que Errejón no puede obrar el milagro del pan y los peces de su automultiplicación, o miren quiénes eran las “bases” del partido en la reunión del Centro Cultural Galileo hace unos días. Más País será partido, partido, partido.

El proyecto, la imagen, la propio persona de Errejón coincide, sin duda, con una parte del país. Íñigo, el político, no es un artificio, al menos no los es como Rivera de Ciudadanos o Sánchez del PSOE. Hay en él la inteligencia, las maneras y el proyecto en el que se pueden reconocer jóvenes con aspiraciones pero de futuro incierto, padres y abuelos de niños-bien preocupados por la deriva del país y gentes modestas que trabajan duro y obviamente no reciben lo que les corresponde. Errejón es la personificación del alma conservadora del 15-M y por ende de la solución conservadora a la crisis de las clases medias, que, por otra parte, nadie como él supo interpretar. Es un síntoma más del cierre definitivo del ciclo político que abrió el 15-M, la encarnación de su lectura más conservadora y la solución conservadora a lo que fue una gran apertura.

Errejón y su aspiración a la transversalidad tienen un hueco sociológico evidente, que disputa en la izquierda del PSOE, la izquierda de Ciudadanos y el hartazgo con Podemos. Esta no es la mayoría del país, pero es el segmento en el que el país se mira, su España. Su atractivo para la inteligencia progre reside en lo que representa. Veremos si el tiempo lo acaba convirtiendo en el juguetito roto que es todo político pasado su tiempo. Mientras tanto tenemos a Mas País, y unas elecciones, en las que su victoria o su fracaso se medirán en lo que consiga en la circunscripción de Madrid y en relación a su viejo amigo y rival, Pablo Iglesias. Otro que tal baila.

El 1 de octubre, CTXT abre nuevo local para su comunidad lectora en el barrio de Chamberí. Se llamará El Taller de CTXT y será bar, librería y espacio de debates, presentaciones de libros, talleres, agitación y...

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Autor >

Emmanuel Rodríguez

Emmanuel Rodríguez es historiador, sociólogo y ensayista. Es editor de Traficantes de Sueños y miembro de la Fundación de los Comunes. Su último libro es '¿Por qué fracasó la democracia en España? La Transición y el régimen de 1978'. Es firmante del primer manifiesto de La Bancada.

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23 comentario(s)

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  1. JRG

    Me parece que sobra esa obsesión con las conspiranoias, sinceramente. Dejando estas aparte, me parece un buen artículo… si no fuese por la recurrente inclinación del autor a escribir desde arriba “mirando por encima del hombro” sea lo que sea aquello de lo que habla, como si ya estuviera de vuelta de todo. Es incluso gracioso reducir cualquier movimiento político a conspiraciones, confabulaciones y “operaciones”.

    Hace 4 años 6 meses

  2. JRG

    Me parece que sobra esa obsesión con las conspiranoias, sinceramente. Dejando estas aparte, me parece un buen artículo… si no fuese por la recurrente inclinación del autor a escribir desde arriba “mirando por encima del hombro” sea lo que sea aquello de lo que habla, como si ya estuviera de vuelta de todo. Es incluso gracioso reducir cualquier movimiento político a conspiraciones, confabulaciones y “operaciones”.

    Hace 4 años 6 meses

  3. Repartidor de pizzas

    El problema del artículo de Emmanuel Rodríguez es que carece de preámbulo. Con su permiso, sería el siguiente: Tras el rechazo de un análisis marxista de la sociedad inteligible que tenga el legado de la Ilustración y la razón como referentes, la “izquierda posmoderna” se divide en diferentes frentes respondiendo cada cual a su propio coctel de influencers filosóficos. Todos estos frentes o corrientes (el autor del artículo se inscribiría en uno de ellos con Toni Negri como gran gurú, Errejón en otro, la caduca socialdemocracia reconvertida en socioliberalismo en otro, etc.) tienen un denominador común llamado Postestructuralismo. A partir, de este “denominador común” el lenguaje y en concreto la semiótica será la piedra filosofal del devenir humano. Quedará así abierta la veda para la invención y ocurrencia de nuevos y diversos vocablos cada cual más rimbombante cuya “profundidad conceptual” solo será apta para quién sepa descifrar la metafusión rizomático-simbólica que se nos avecina en esta nuestra “compleja” cotidianidad de precariedad, sueldos de mierda y jornadas agotadoras de trabajo asalariado absurdo.

    Hace 4 años 6 meses

  4. jose

    El inicio de Rejón del Psoe fue original: en los locales de la UGT.

    Hace 4 años 6 meses

  5. antonio

    '' ¿Y los ahorrazos que os conseguimos en multas de la Ley Mordaza, que me dices? '' Si esto es todo lo que puede presumir Errejon sobre su gestión política , dicho hace unos meses en un barrio de Madrid a un grupo amplio de chavales obreros que lo acorralan y le tachan de '' vende-obreros'', que se puede esperar de el??. Si, se puede esperar que registrase la marca política por un lado diciendo, por otro, que no se presentaría a las elecciones generales. ‘'Una manada de hombres pastando en el presupuesto'' dijo en su momento y volvería a decir hoy Benito Pérez Galdos, y un sujeto regresivo más de un ciclo de lucha de clases en su fase regresiva desde los años 80, diría, quizás, la ciencia económica socialista.

    Hace 4 años 6 meses

  6. Carlos Ávila

    Conociendo los escritos habituales de Rodríguez me esperaba un palo de dimensiones cósmicas. Pues no, Errejón es el ala conservadora del 15M. No está mal porque conservadora sí, pero del 15M. Como decía un amigo mío allá por los setenta: “Soy conservador si lo que hay que conservar es bueno”. Solo en la frase final, “otro que tal baila” se nota el rencor habitual en Rodríguez, pero antes ha realizado un buen análisis. No me siento identificado con lo de los jóvenes, Pozuelo, etc. (tengo setenta años), pero tal y como está el panorama hasta concibo algunas esperanzas en la irrupción de algo en principio diferente aunque con un riesgo evidente de hacerse viejo en dos meses.

    Hace 4 años 6 meses

  7. Mark

    Mucha, demasiada generosidad. Lo peor de Podemos al cuadrado: el jonsismo peronismo de Errejón y sus pijoprogres no sólo es tan rídículo y rastrero como el paleocarrillismo sino responsable directo de los males y trampas organizativos e ideológicos desde Vistalegre. La cháchara vacía, el verticalismo autoritario, el plebiscitarismo, el gobernismo multiplicados por un factor de desvergüenza al cubo. Menuda cara se nos quedó a los qué perdimos el culo con el manifiesto mover ficha al descubrir ya en junio el percal trepista de fachada asamblearia de los círculos y el golpe peronista schmittiano de otoño. Sólo es más asqueroso lo de estos pijazos sin escrupulos que apestan a Falange chic lo de los viejos exestalinistas de Unidas Podemos babeando con Salvini y Fusaro mientras sus pupilos dicen necesades desde la soberbia y los "afiliados" aplauden como hooligans. ¿Qué puede salir mal?

    Hace 4 años 6 meses

  8. fersant

    Nace ya como juguete roto, como trilero es un chapucero, le pillaron copando la dirección de Podemos con fieles, le pillaron la operación jaque pastor por dejarse un ordenador abierto y le han pillado registrando la marca antes de que recorriera las televisiones negando por activa y por pasivo que estaba pensando en el salto a la política nacional.

    Hace 4 años 6 meses

  9. Seb

    Bla bla bla bla

    Hace 4 años 6 meses

  10. Darío

    Osea q la gente de izquierdas que quiere tener hijos, darles de comer y que vivan bajo un techo son "conservadores" o reaccionarios. Ok Pero me ha parecido la hostia el artículo, es solo que me ha fascinado lo del "alma conservadora del 15-M" tócate los cojones.

    Hace 4 años 6 meses

  11. Carmen

    De verdad, muchas gracias por escribir este artículo. Es magnífico.

    Hace 4 años 6 meses

  12. Fernando

    Pues mi hija y sus amigas también son jóvenes con sus títulos universitarios, másteres, cursos, becarías y otras actividades más desde el comienzo de la crisis, y no piensan votar por Errejón ni los suyos

    Hace 4 años 6 meses

  13. Julio Loras

    Estaría mucho mejor si te hubieses limitado a exponer hechos evitando que tus valoraciones personales y pseudomorales contaminaran un artículo que a priori tenía interés.

    Hace 4 años 6 meses

  14. Treitoiras

    Muy interesante el retrato político de Iñigo Errejón y su relación con las aspiraciones del 15-M. Veremos cuales serán sus resultados; si son pésimos, su palabrería y construcción de relatos (La Sexta mediante) hará el resto. Su gran éxito sería tener el resultado suficiente para pactar con el PSOE, e incluso Ciudadanos si llegara el caso.

    Hace 4 años 6 meses

  15. OKy

    Todo esto que comentas sobre lo que quiere Errejón, sobre que es una conspiración, sobre que si es un conformista y que es un niño pijo; que afirmas tan rotundamente, en qué te basas para decirlo ? Conoces a errejón y su entorno? Conoces lo que quiere ? O es simple paranoia desacreditadora, crítica de una izquierda rancia que vuelve a cerrarse para sí misma. Podemos hizo cosas mal, pero si algo hizo bien fue conseguir que mucha gente saliese de su cueva y se diesen cuenta de que así iban a conseguir poco. Está bien la discrepancia, pero inventarse conspiraciones y difamar sobre una persona que puede ayudar a cambiar este país es, cuanto menos, poco inteligente.

    Hace 4 años 6 meses

  16. seve

    me gustaría que el autor explicase en que consiste "la izquierda de Ciudadanos". Como tantas otras, la palabra "izquierda" ha sido totalmente tergiversada. A este paso no faltará quien se refiera a la izquierda de Vox. Supongo que el partido de errejon algun día nos dará a conocer su programa en forma de medidas prioritarias a las que se compromete, y no un discurso para iniciados o destinado simplemente a no mojarse con nada.

    Hace 4 años 6 meses

  17. Marco

    Excepcional retrato político: parece que ya los retratos de "clase" no suelen gustar porque más de uno se ve reflejado, y, para uno de los comentaristas, es obvio que la frase de "carece de estudios y hábito de esfuerzo, los parias y los pobres", está dicho con ironía. Sólo se echa en falta la " fatalidad " a la que se va a ver enfrentado Errejón, o, al menos, el ideario que representa: que la meritocracia, tan pronto como vino, se fue. Sin un cambio de modelo económico y una transformación radical de las relaciones sociales, en este caso desde la falta de ruptura del estrecho marco del 78, ninguna de las promesas del errejonismo podrá ser cumplida. En este capitalismo senil y con retos como el clima, sin esa ruptura esto va a ser un "salvese quien pueda". Saludos

    Hace 4 años 6 meses

  18. Enrique

    O sea, Emmanuel, que Errejón es un pijo. ¡Pero si ya lo sabíamos!

    Hace 4 años 6 meses

  19. Roso

    Otro marioneta del Ibex, pierde el ayuntamiento de Madrid y se presenta para hacer perder Podemos. Pobre España siempre del lado de los perdedores.

    Hace 4 años 6 meses

  20. jose

    En definitiva, cuanto rábano (rojo por fuera, blanco por dentro) hay escribiendo grandilocuentemente y siendo descrito... Aquella izquierda ahora despreciada consiguió éxitos mundiales que abarcó a cientos de millones de habitantes. ¿Que han conseguido estos post anglosajonizados?

    Hace 4 años 6 meses

  21. jose

    "Íñigo es, de jovencísimo, militante libertario" ¿De los de Cipriano Mera?

    Hace 4 años 6 meses

  22. jose

    " carecen de estudios y del hábito del esfuerzo, esto es, a los pobres y a los parias"... Está claro que este chico nunca ha trabajado en una mina, o en una construcción a pleno sol en verano, o en alta mar, o de camarero 12 horas,,, Que audaz es la mediocridad.

    Hace 4 años 6 meses

  23. jose

    ¿¿¿¿¿¿¿Como ocurre con los grandes hombres?????? ¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡Pobre España!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

    Hace 4 años 6 meses

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