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Algunos domingos íbamos a comer a la Font d'Adam i Eva. Estaba al lado de casa, pero a mí me parecía lejísimos. De hecho, cuando volvíamos, al final del día, lo hacía sucio y dormido, en los brazos de papá o mamá, agotado. Éramos muchos. Una gran familia. Hoy no queda nadie. Tal vez yo, en el caso de que un individuo sea una familia, y no un ruido constante. En el momento en el que escribo estas líneas, mi familia vuelve así a existir, y vuelvo a escuchar ese ruido único. La risa de mamá, las bromas de papá. Los sonidos indescifrables de mi abuelo. Los hombres discutiendo con gravedad la calidad del melón. Las mujeres, con delantal hasta en los domingos, llorando de risa. Los niños, danzando como indios alrededor del fuego. La voz baja del postre, cuando los adultos hablaban de la guerra perdida y de decisiones que se estaban tomando en París y México, y que nunca se tomaron. La Font d'Adam i Eva era para mí el Paraíso. Literalmente. Creía que Adán y Eva habían nacido y vivido allí. Que hubieran sido expulsados de aquel paraíso, pero que nosotros, sus descendientes, pudiéramos volver a él cada domingo, hablaba de un mundo bondadoso, de un Dios del Castigo que no había podido sostener en el tiempo una apuesta imposible y salvaje. Recuerdo parar de comer o de jugar sólo para observar toda la belleza de aquel paisaje, que consideraba sin duda único. Y que me copaba. Era tanta belleza que solo ahora puedo ver que la fuente estaba destrozada y medio seca y que, cuando éramos indios, nuestra pradera era un vertedero de uralita y de cabezas de muñecas defectuosas, de alguna otra fábrica. Que la escasa hierba estaba manchada de aceite de motor. Que el tren lo rompía todo. Que vivíamos en una suerte de vía.
Aquella fuente, el Paraíso, era mi país. No se puede ver a tu país de frente. Nunca. O, al menos, cuesta años. O un precio aún mayor.
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Guillem Martínez
Es autor de 'CT o la cultura de la Transición. Crítica a 35 años de cultura española' (Debolsillo), de '57 días en Piolín' de la colección Contextos (CTXT/Lengua de Trapo), de 'Caja de brujas', de la misma colección y de 'Los Domingos', una selección de sus artículos dominicales (Anagrama). Su último libro es 'Como los griegos' (Escritos contextatarios).
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