Start-up nation
El número de autónomos jóvenes ha descendido un 26% en la última década
Las llamadas al emprendimiento contrastan con la realidad laboral del autoempleo de los últimos 10 años: en 2014, un 35% de los autónomos menores de 39 años estaba en riesgo de pobreza
ctxt 12/02/2020
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Emprender, convertirse en empresario o innovar en proyectos personales. Las bondades asociadas al trabajo por cuenta propia llevan años copando la agenda de los representantes públicos como medida infalible ante las fallas de mercado laboral. Mantras que, en muchas ocasiones, han ido dirigidos a la población de menos edad: qué mejor forma de escapar del desempleo galopante que ser tu propio jefe. Las cifras, sin embargo, demuestran una realidad muy distinta. España no es país para autónomos jóvenes. Según los datos que ha recopilado la Federación Nacional de Asociaciones de Trabajadores Autónomos (ATA), durante la última década el número de trabajadores por cuenta propia menores de 35 años se ha reducido en nuestro país en un 26,5%.
Traducido en cifras absolutas, esto supone la pérdida de cerca de 166.000 autónomos jóvenes desde finales del año 2009, poco después del comienzo de la recesión económica. Pero ni siquiera los años de recuperación han servido para estabilizar las cifras: desde 2014, el número de autónomos menores de 35 años ha descendido en cerca de 70.000 personas.
Esta situación, que para la Federación tiene relación con la ineficacia de las políticas activas de empleo y la falta de apoyo al emprendimiento juvenil, es todavía más grave cuando se comprueba que la pérdida de ‘emprendedores’ jóvenes ha ocurrido en un contexto de crecimiento continuo del número de trabajadores autónomos, que aumentó durante los últimos diez años en casi 110.000 personas.
Principalmente, el crecimiento se registró en los grupos de mayor edad, incluidas las personas con más de 65 años, que duplicaron su participación en la última década. Por su parte, los mayores de 55 años han pasado a representar el 22% del mercado laboral por cuenta propia al 27%.
La pérdida de más de un cuarto de los autónomos jóvenes que reflejan las cifras de ATA es un nuevo ejemplo las enormes dificultades y la precariedad que siguen atravesando las personas de menor edad dentro del mercado laboral. Un extremo que se reproduce todavía con mayor crudeza en el ámbito del trabajo por cuenta propia: según un estudio elaborado por la Comisión Europea, en 2014 más de un tercio –35%– de los trabajadores autónomos menores de 39 años de nuestro país estaba en riesgo de pobreza.
Aquí, la comparación con los socios comunitarios es sonrojante y explica en gran medida el descenso continuado del número de trabajadores jóvenes en relación al aumento de los de más edad: en 2014, la tasa de pobreza entre autónomos menores de 39 años de España era la segunda más alta de la UE, a casi 11 puntos de la media regional. Además, en ningún otro país existía una diferencia tan alta entre las condiciones socioeconómicas de la población autoempleada joven y la más mayor.
Los mantras que rodean el mundo del emprendimiento también se resienten cuando se comprueba que los jóvenes que han permanecido en ámbito del autoempleo lo han hecho, en la mayoría de los casos, por necesidad o falta de oportunidades. Así lo aseguraba un estudio del año pasado publicado por el Banco de España, que destacaba que seis de cada diez autónomos de entre 15 y 24 años elige trabajar por su cuenta al ver que no disponen de ninguna otra alternativa laboral.
En comparación con lo que ocurre en la Unión Europea, las cifras son de nuevo alarmantes: de media, solo el 22% de los jóvenes comunitarios se ven empujados de forma involuntaria al autoempleo, un porcentaje 38 puntos más bajo que el de nuestro país.
Por otro lado, los datos recopilados por la Federación demuestran que, si bien la brecha de género dentro del ámbito del autoempleo ha descendido en los últimos diez años, todavía existen una amplia infrarrepresentación femenina en el sector: apenas un 36% de las personas que trabaja de forma autónoma es mujer, un porcentaje cerca de 2,5 puntos superior al de hace una década.
Otras cifras generales, que atañen al conjunto de trabajadores autónomos, indican cómo, lejos de solucionarse, la situación laboral que atraviesan muchas personas autoempleadas sigue siendo especialmente complicada: según una encuesta realizada hace pocos meses por la Asociación de Trabajadores Autónomos (ATA), el 28% de los autónomos asegura que trabaja 11 horas o más al día. Uno de cada cinco, que no descansa ni desconecta ningún día de la semana. En el caso de los jóvenes, solo uno de cada cinco autónomos de entre 26 y 35 años es capaz de conciliar su vida profesional y personal.
Junto a esto, fenómenos como el de los falsos autónomos, que según el Banco de España se sitúa en torno al 12% y que desde hace un año el Gobierno trata de revertir, han encontrado un nuevo empuje en la llamada economía colaborativa de las plataformas. Un fraude que la Comisión Europea ya relacionaba en su informe de 2017 con las altas tasas de pobreza entre los trabajadores autónomos más jóvenes.