Roles de género
La violencia machista, una lacra que también se reproduce entre los jóvenes y adolescentes
Un informe de Oxfam advierte que cerca del 10% de los chicos considera que si una mujer consume alcohol se expone a relaciones sexuales no consentidas. La culpabilización de las víctimas es común en asuntos como la vestimenta o el intercambio de mensajes
ctxt 5/03/2021
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Menos visibles, poco identificadas y, en ocasiones, ignoradas desde el mundo adulto. Las violencias machistas, una lacra que sigue recorriendo nuestras sociedades de punta a punta, continúan normalizadas y arraigadas entre las generaciones de menor edad. Esto es lo que denuncia un informe publicado durante los últimos días por Oxfam Intermón, donde se advierte que aún existe un porcentaje importante de la población más joven que justifica alguna de las violencias machistas que sufren las mujeres y culpabiliza a las víctimas por sus modos de vida, en lugar de a sus agresores.
Entre otros datos muy inquietantes, la ONG destaca que un 10% de los chicos menores de 26 años –entre los que se incluyen adolescentes– considera que si una mujer consume alcohol se expone a que un chico tenga relaciones sexuales con ella aunque se encuentre inconsciente.
En total, la ONG ha consultado –a través de formularios online, grupos focales y entrevistas individuales– a 1.500 jóvenes de entre 15 y 25 años sobre asuntos como las relaciones sexoafectivas o los mandatos de género. Los resultados revelan que, si bien hay ciertas violencias machistas, las más evidentes, que son ampliamente rechazadas por la población de menor edad, todavía existen otras menos palpables o acotadas a la vida adulta que sobreviven invisibilizadas en los usos sociales de los jóvenes.
Un ejemplo de ello es que cerca de un 9% de los jóvenes encuestados para el estudio asegura que si una chica se viste de manera provocativa y camina sola por la calle de madrugada se está exponiendo a que le pase algo. “La construcción de la feminidad sigue regida por el mandato de complacer a las demás personas, la validación externa y la comparación entre iguales”, dice el documento sobre estas situaciones.
La relativización de la violencia y la culpabilización de las víctimas alcanza su punto más alto cuando se trata de prácticas asociadas a las nuevas tecnologías: hasta el 44% de los chicos entrevistados para el estudio cree que si compartes contenidos íntimos a través de distintos dispositivos –una práctica conocida como sexting– estás asumiendo el riesgo de que ese contenido sea difundido sin tu consentimiento. Es decir, que la culpa es de la persona que sufre el abuso y no del que lo practica. En el caso de las chicas, el porcentaje que comparte esta lógica llega hasta el 32%.
A pesar de todas estas cifras, el estudio también asegura que existen indicios de que las reclamaciones del movimiento feminista están permeando entre las generaciones más jóvenes y trasformando los imaginarios de esta población. “Los adolescentes cuestionan los mandatos de género y los mitos del amor romántico, dos de los grandes pilares donde se reproducen imaginarios que legitiman violencias machistas”, dice el documento.
Así se puede percibir en opiniones sobre temas centrales como el aborto, que el 82,3% de las personas encuestadas considera como un derecho humano y como una decisión de la mujer. La aceptación de las distintas orientaciones sexuales genera todavía más consenso: el 94,5% de las personas adolescentes y jóvenes legitima el derecho a expresarse con el género que cada uno desee.
Estas posturas, eso sí, son más perceptibles entre las chicas y los grupos disidentes que entre los chicos. Ellos siguen asumiendo con mayor intensidad mitos como la invulnerabilidad emocional, el deseo heterosexual incontrolable y la actitud dominante como canon de atracción. Dos de cada diez jóvenes varones todavía asume postulados como que el amor es algo doloroso, y cerca del 10% piensa que la capacidad de dominar hace a un hombre más atractivo.