1- Cada constitución de un gobierno PP-Vox es un momento de formulación de la época. El otro día, el Govern balear formuló así la pepevoxidad en cantidades generosas, como para una boda. Y hoy ha sido el momento del Govern valencià. En el discurso del presi entrante, se describió la cosa como una suerte de revolución nacional, que llevará a la valencianidad al momento, por fin, de plenitud que el mundo entero esperaba. Sí, suena como suena. Pero lo divertido es lo que sucede debajo de todo eso. En primera instancia, sucede una reducción generosa del tramo autonómico del IRPF, y la anulación completa, zas, del impuesto de sucesiones / que lo pague Txapote. Son aproximaciones estéticas hacia la CAM, otro punto de plenitud nacional como un pino, si bien calificado por la OSCE como, sic, paraíso fiscal europeo. En su discurso de coronación, el presi ha apurado en todo momento la curva, y no ha citado para nada a su socio, Vox. Es feo ocultar a tu pareja en público. En lo que confiere a Vox, snif, estética melancólica de formulación del maestro Quiroga. Ya saben: “Soy la que no tiene nombre / la que a nadie le interesa / la perdición de los hombres / la que miente cuando besa. / Ya lo saben: yo soy esa”–. Al parecer, el PP solo saldrá de la manita con Vox en provincias, donde incluso irá a comer con sus padres –las provincias son el centro del mundo para Vox, ese partido que, de una forma u otra, aparece en Calle Mayor, de Bardem, 1956, peli que muestra la brutalidad cotidiana de la provincia–, y no en ciudades grandes, con Ciutat de les Ciències o, al menos, con pipicán. En esos puntos cosmopolitas, el Movimiento de Liberación Español desaparecerá del discurso PP con más rapidez que lo hizo el MVL.

Al parecer, el PP solo saldrá de la manita con Vox en provincias, donde incluso irá a comer con sus padres

2- Ha habido más formulaciones en las últimas 24 horas. Gordas. En puntos más estructurales. Siendo el punto a) Feijóo, que con motivo de estas entrañables fechas ha emitido su ya tradicional saludo orbi et urbi trumpista, en el que avisa, queridos niños y niñas, de una conjura judeo-masónica en Correos, que sería lo único que podría impedir su elección, decidida por el propio Zeus. Lo que tiene su punto cool: Feijóo, incluso Zeus, pudieran tener cierta desconfianza ante lo que pueda suceder el 23J, que al fin y al cabo es el destino, esa cosa tan chunga a veces. Sea como sea no todo el mundo vale para decir cosas trumpistas. Esas cosas son la extrema-derecha, la mayor amenaza para la democracia en América y Europa desde 1945. El punto b) es la ex Casa Real. Es decir, Juan Carlos I, que ha hecho saber a su afición que volverá al país favorito de la Divina Providencia tras la hipotética reelección de Feijóo. Un anuncio peligroso para JCI y para PP, al establecer asociaciones –ilícitas–, lo que apunta que –como mínimo– el PP, más allá de la gestión de la comunicación en modo trumpista, carece de gestión alguna, de límite alguno para sus fantasías, aparte de no morrearse en provincias. No hay nadie al volante. El PP es una gramática sin nadie al volante. Lo que es un signo de su éxito actual, pero también un indicio de su muerte futura. La derecha española, reconvertida ya en extrema derecha trumpista, tiene muchas fantasías como para no domarlas o priorizarlas. Lo que nos lleva al tema del día de hoy.

3- Se están sucediendo diversos manifiestos en todo el Estado. Aparecerán, me dicen, más. Agrupan a colectivos de personas que analizan el momento español, europeo y mundial, y piden el voto a las izquierdas para el 23J. Es importante que sean manifiestos, así, en plural, y no EL manifiesto, así, en singular. Por lo mismo, es importante que no pidan el voto a ningún partido en concreto, pues ello habla de sociedad civil, esto es, de sociedad a secas, preocupada con lo que pueda venir, si bien, por eso mismo, también por establecer vínculos, diálogo, consigo misma, con los demás. De manera implícita, interpreto eso también como una velada crítica a las izquierdas, que nos han quedado más institucionales que sociales. Una amigui psicoanalista lacaniana me ha hecho llegar, en ese sentido, un manifiesto singularmente hermoso, elaborado por la Escuela Lacaniana de Psicoanálisis. Es interesante por varias razones. Por estar emitido por a) una asociación profesional y académica, desde la ética del conocimiento y del trabajo, y no por un partido, o un grupo de activistas. Por ser, además, una asociación que b) nunca jamás, me dicen, había hecho nada parecido. Lo que habla, a su vez, del c) momento político, histórico incluso, sumamente dramático. Como en el siglo pasado casi por estas fechas. El manifiesto, además, es de una d) inteligencia y calidad singular, una exhibición sencilla y efectiva de poderío civil. Les paso unos entrecomillados.

4- Presenta la nueva ultraderecha como “alejada de los fascismos que acosaron Europa”. Explica que esa ideología “no solo está entrando en las instituciones, sino que lleva años esparcida por las (…) RR.SS. administrando pasiones y siniestros fantasmas”. “Su hoja de ruta es la de un control de la población mediante la derogación (…) de derechos de las minorías (…), de los avances en los derechos y protección de las mujeres, aplicando para ello el yugo del ideal homogeneizante a toda la ciudadanía”. “Permitir desplegar la alfombra roja al borrado de la memoria histórica, a la exclusión, al rechazo y a la segregación, son caminos, todos ellos –lo alertó Jacques Lacan– que nos llevarán a lo peor”. “Como ciudadanas y ciudadanos, y como psicoanalistas orientados por el discurso y la ética del psicoanálisis, ante el avance de la extrema derecha en España, su conexión orgánica con el franquismo y las consecuencias que se pueden derivar para los cimientos de la democracia, la vida de la ciudadanía y, por extensión, de la práctica misma del psicoanálisis, emitimos este comunicado”. Dejo para lo último la joya, el regalo que nos hace el manifiesto.

El placer es la clave de bóveda de toda esta nueva derecha

5- El manifiesto afirma, en su inicio, que el fenómeno de la extrema derecha “presenta al menos dos polos de tracción en los electores: por un lado, el miedo, y por el otro, la fascinación”. Algo importante, desde el momento en que, me chivan, el miedo y la fascinación, en Lacan, es el goce. La nueva derecha se conjuga, existe, se articula desde el placer. El placer, lo estoy viendo en estos articuletes diarios, es la clave de bóveda de toda esta nueva derecha. Por lo mismo, esa extrema derecha es sufrimiento, cuando el placer no compensa el miedo, no compensa lo que se ve con otras gafas que no son las del goce.

6- En la última encuesta de Ipsos/La Vanguardia, el Gobierno de Sánchez recibe una buena valoración –43%–. Existe, al parecer, incluso, la idea colectiva de que Feijóo lo hubiera hecho diferente y peor –solo el 32% cree que lo hubiera hecho mejor–. A pesar de ello, una mayoría votará al PP –sobre el 35%, según esa encuesta–. Una tendencia que parece nacer del goce, pues integra en sí misma el miedo: el 60% de los encuestados están bastante o muy preocupados ante la eventualidad de una coalición PP-Vox. Solo un poco más de la mitad está igual de preocupada por una coalición PSOE-Sumar. Aun así, ese miedo no detendrá la fascinación y, con ella, el goce.

7- Existe un torrente de goce, imparable, que nos conduce hacia un punto oscuro, a pesar de que el miedo sea denso, mayor incluso que el goce.

8- Les animo a hacer sus manifiestos. En su trabajo, en su barrio, en su pueblo, en su ciudad. Y animo a los psicoanalistas junguianos a que hagan el suyo. Si necesitan algún mito para explicar el momento, aquí les paso uno, Cástor, Pólux y José María El Tempranillo.