PROCESANDO LA CAMPAÑA EXPRÉS
El debate bis
Párenles los pies a los malos, antes de que aprendan a correr, y en la medida de lo que ustedes puedan, el 23J
Guillem Martínez 14/07/2023
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1- Cada día que se constituye un nuevo Gobierno PP-Vox se formaliza la época, etc. Demasiado, incluso, si pensamos que estamos en campaña, ese momento en el que lo deseable es que todo el mundo se quiera –o, mejor, y más siglo XXI, que todo el mundo se odie–, o cualquier otra cosa, salvo que nada ni nadie se formalice encima, por los clavos de Cristo.
2- Y hoy va y se constituye Gobierno PP-Vox en Extremadura. Seña de identidad: Igualdad, la consejería por la que Guardiola se enfrentó a Vox de forma épica, hasta que pasó a ser de forma ridícula, pasa a Presidencia. Un poco como en la Gene valenciana, ese primer gran intento de guardar ciertas apariencias. Lo que indica que los gobiernos de coalición PP-Vox son, también, y como todos los gobiernos de coalición peninsulares que en el mundo han sido, compartimentos estancos. Igualdad, así, será protegida de Vox en el compartimento estanco PP. Lo que nadie sabe es, glups, cómo se protegerá, en ese compartimento estanco, del PP. Vox, a su vez, se queda, en régimen de compartimentoestanquidad, con el pack Gestión Forestal y Mundo Rural. Parece un programa de Bertín, pero es una consejería. Y, llámenme romántico, pero parece que esa consejería tiene todo el aspecto de ser una suerte de botín. O, al menos, eso se desprende de unas declaraciones –poco lacanianas, en tanto no ilustran el subconsciente, sino la parte más extrovertida y cachonda del consciente– que ha emitido hace escasas horas lady Guardiola. Ahí van. Aparten a los niños: “La protección medioambiental de la mayor parte de nuestro territorio dejará de ser un lastre para nuestro crecimiento”. Lo que es algo inquietante en un biotopo cuyo 34% del territorio está(ba) protegido. Guardiola no es nombre de tango, sino, al parecer, de entrenadores y políticas que quieren ser filósofos, lo que es, a su vez, lo peor que puede pasar en oficios cercanos, por definición, al del portero de discoteca. Empieza una época en Extremadura. Se trata de La época.
3- Pero, como saben, la noticia, la formulación alfa-omega del día, es de ayer. Se trata de la presencia, vía Zoom –esa app en la que, desde la pandemia, todo el mundo comparece desnudo de cintura para abajo–, de la primer ministro italiana Meloni en el guateque que montó Vox en Valencia, mientras los mayores –el PP, vamos– hacían su ceremonia institucional, más aburrida y sin Jägermeister con Red-bull, en otro punto de la capital del Turia, ciudad en la que, por cierto, Rita Barberà ha sido proclamada alcaldesa honoraria. Lo que, conociendo el percal, creo que significa que seguirá cobrando honorarios.
Es la hora de los patriotas. Es decir, de los boinazos a los no patriotas
4- Meloni, una energía, un torrente, un léxico, una electricidad que aquí no existe en esa dimensión, animó a la tropa. En su show, una primer ministro/a europeo auguró un papel importante a Vox “en el futuro gobierno de España”. Su unidad de significado es la frase. Y de todas las frases vertidas posteriormente –Meloni habla bien, como Mussolini, un maestro, un poeta brillante, macabro, salvaje, asesino: “Bombarderemo Barcellona come un martello elettrico”–, mi favorita fue, sin lugar a dudas: “Ha llegado el momento de los patriotas”. Frase que explica La época. Cada día, al menos, paso frente a una plaza, en Barcelona, la del martillo eléctrico, consagrada a un señor, que no conozco, y cuyo oficio, según explica la placa, es el de patriota. Han llegado. Hace tiempo. Tras varios martillazos eléctricos. Es la hora de los patriotas. Es decir, de los boinazos a los no patriotas.
5- Me sorprendió sobremanera que, cuando Merkel abandonó su cargo, no rematara su legado. En pleno póquer con las extremas derechas europeas, en un momento en el que Hungría y Polonia ya eran algo diferente a una democracia liberal, Merkel abandonó, cuando empezó a ejercerla, toda presión y, lo dicho, desapareció, se fue, no asentó un precedente contra esos gobiernos. No sé leer este suceso. En todo caso, ese segmento sin significación clara tiene continuación con otro segmento parecido, la elección de Von der Leyen como presi de la Comisión, en 2019, por los pelos, con solo nueve votos de margen, gracias al apoyo de los grandes: el grupo popular, el liberal y el socialdemócrata –no todos los individuos que forman ese grupo fueron disciplinados y la votaron; es posible que fueran determinantes también los votos de Movimiento Cinco Estrellas y de Ley y Justicia / los patriotas polacos–. Ese momento es fundacional para una rivalidad, difícil de dibujar, pues todo tiene un dibujo difícil en la políticaZzzz institucionalZzzz europeaZzzz, entre Von der Leyen y Manfred Weber, líder del eurogrupo PP y del PPE, que esperaba, y así se le informó por parte de alguien, que sería el nuevo comisario. A lo largo de la legislatura europea, esa rivalidad se ha ido dibujando y radicalizando. Weber pretende ensanchar el PPE hacia su derecha. Por a) ideología, claro. Pero también b) para acceder a la presidencia de la Comisión, a través de otras mayorías distintas a las usadas, oficialmente, por Von der Leyen. Weber, de hecho, se ha ido abriendo hacia las nuevas extremas derechas. Las ha ayudado, les ha echado capotes, glamour europeo, normalidad, cuando ha sido necesario. En España, por ejemplo, se posicionó con el PP con motivo del desastre de Doñana. Les dio oxígeno. Les comunicó que compartían La época. La época puede acelerarse en 2024, si Manfred Weber es el ganador de esas elecciones sumamente indirectas, desangeladas, inodoras, que son las elecciones europeas. Esto es, si es la persona que sabe gestionarlas en la dirección de su acceso a la presidencia de la Comisión. Para esa época es importante el ascenso de la nueva extrema derecha –una mezcla de lo que es Vox, es un decir, y de lo que es Weber; los PP, vamos–. Y está ascendiendo. En Holanda, en Suecia, Finlandia, Italia… Está ascendiendo hasta en Alemania, donde está por ver si el partido de Weber aceptará a Weber o, como hasta ahora, se negará a pactar con la extrema derecha. Si se acepta a Weber, eso posibilitará, en breve, que varias generaciones de nacidos en Alemania –el motor, o el exmotor europeo–, que nunca hablan de sus abuelos, puedan por fin hablar de ellos. En términos nuevos e insospechados. Podrían pasar a ser –ese es el itinerario de las nuevas derechas: iliberalizar el liberalismo, la democracia– unos visionarios que lucharon por una Europa unida, por el liberalismo en un momento en el que Stalin iba a acabar con él. Unos héroes que se trajeron como recuerdo de la guerra un Stradivarius, que se encontraron por ahí, en el suelo, que hablaron en voz alta y sin complejos de temas que esta democracia absurda y fascista impide hablar hoy en día, etc.
6- Para ello sería fundamental que esa nueva derecha gane, triunfe incluso, en España.
7- No es natural haber llegado hasta aquí, por cierto. Ni ha resultado fácil. Es más, llegar aquí ha sido un costoso sobreesfuerzo, una inversión, como lo demuestra el debate televisado de ayer entre los portavoces del Congreso. Meditación sobre el debate: las dos extremas derechas –la de Meloni, la de Weber–, potentes, cotidianas, explosivas, y que suelen copar el espacio, el tiempo y el sonido, quedaron reducidas al dibujo animado, al ridículo, en a) un debate bien moderado, y en b) la mezcla y exposición a una mayoría de portavoces, sumamente parecidos a las sociedades reales de por aquí abajo. Lo que indica que suprimir a) y b) ha sido una decisión, cara y sostenida.
8- Párenles los pies a los malos, antes de que aprendan a correr, y en la medida de lo que ustedes puedan, el 23J.
1- Cada día que se constituye un nuevo Gobierno PP-Vox se formaliza la época, etc. Demasiado, incluso, si pensamos que estamos en campaña, ese momento en el que lo deseable es que todo el mundo se quiera –o, mejor, y más siglo XXI, que todo el mundo se odie–, o cualquier otra cosa, salvo que nada...
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Guillem Martínez
Es autor de 'CT o la cultura de la Transición. Crítica a 35 años de cultura española' (Debolsillo), de '57 días en Piolín' de la colección Contextos (CTXT/Lengua de Trapo), de 'Caja de brujas', de la misma colección y de 'Los Domingos', una selección de sus artículos dominicales (Anagrama). Su último libro es 'Como los griegos' (Escritos contextatarios).
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