Según un estudio reciente de la Asociación Marroquí para la Integración de Inmigrantes, el 74% de las personas de origen árabe se han sentido discriminadas en la búsqueda de vivienda en España, un 44% percibe discriminación en el acceso al empleo, un 40% en el sistema sanitario y un 37% en el educativo. Estos datos se han extraído de una encuesta a 570 personas residentes en España con orígenes en diversos países árabes (Marruecos, Argelia, Siria, Mauritania, Túnez y Egipto). En total, hay cerca de un millón y medio de personas originarias de países árabes en España, la mayoría de Marruecos.

Entre las personas encuestadas que han buscado vivienda, un 74% afirma haberse sentido discriminada, y de ellas, un 77% señala que le ha ocurrido en más de una ocasión. El nombre, el idioma y el acento son factores de discriminación. Según un estudio de Provivienda de 2020, el 72% de las inmobiliarias aceptan dar un trato discriminatorio explícito a la población migrante. Las personas encuestadas han tenido más éxito buscando vivienda a través de amigos y familiares que recurriendo a agencias inmobiliarias.

El informe señala también la baja proporción de vivienda social en España respecto a otros países de Europa occidental, así como las especiales dificultades de la población migrante para acceder a ella debido a los requisitos: diez años de residencia, contrato de trabajo, etcétera. Según Provivienda, el 60% de las personas que solicitan una vivienda social son extranjeras, pero solo se les adjudican el 26%.

En cuanto al empleo, un 44% de las personas encuestadas se han sentido discriminadas por su origen. A la hora de buscar trabajo, las mujeres encuestadas consideran que el uso del velo produce el descarte a priori en muchos casos. En otros, dejar de llevarlo es un requisito para el puesto. La búsqueda presencial es considerada la vía más efectiva para encontrar empleo, seguida de cerca por las redes de familiares y amigos.

La mayoría de las personas encuestadas ha tenido experiencia laboral en España y el 77% de ellas ha trabajado en la hostelería y los cuidados, los sectores con mayor precariedad de nuestra economía. Hay grandes diferencias por género: los hombres trabajan en sectores como la agricultura, las mujeres en empleos de hogar y cuidados.

El 60% de las personas participantes en este estudio asegura haber tenido problemas en la atención médica

El 60% de las personas participantes en este estudio asegura haber tenido problemas en la atención médica por dificultades con el idioma. Un 38% de las personas encuestadas, además, afirma recibir un trato diferenciado por parte del personal sanitario en comparación con las personas que no eran de origen árabe.

Por último, un 37% percibe situaciones discriminatorias en los centros educativos. Más del 50% de las personas participantes en el estudio muestran grados de insatisfacción altos y muy altos con el sistema educativo.

La falta de formación y de habilidades para trabajar con alumnado extranjero o la desmotivación del profesorado son algunas de las causas por las que la población participantes muestra esos niveles altos de insatisfacción.

Pese a la puesta en marcha de protocolos y proyectos interculturales, el informe denuncia que en los centros educativos siguen produciéndose agresiones y burlas racistas.

El 60% de las personas encuestadas estaba en situación administrativa regular en España, el 11% en situación irregular y el 26% tenía la nacionalidad española. Un 37% llevaba diez años o más en España y un 18% había nacido en el país.

De acuerdo con otro informe de la Asociación Marroquí, solo el 6% de las personas afectadas denuncia formalmente este tipo de discriminaciones. Los principales motivos para no denunciar son la idea de que no serviría para nada, la normalización de estas agresiones, el desconocimiento de los recursos legales y la desconfianza en las instituciones. Un mayor tiempo de residencia en España se relaciona con una mayor desconfianza en ellas.