10. La Atlántida futura
CRÓNICA DE LA GRAN DEGOLLINA: LA TABASKI EN GUET N'DAR
Alain-Paul Mallard 28/08/2019
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A lo largo del verano y en sintonía con la Aïd al-Adha —que cae este año el 11 de agosto—, CTXT propone a sus lectores ávidos de aventura una crónica africana de mano de nuestro colaborador Alain-Paul Mallard. Se trata de un intenso testimonio en primera persona —tanto con la pluma como con la lente— sobre la primera entre las fiestas musulmanas, tal como la celebra un singular barrio de pescadores al norte de Senegal. Última entrega.
Demasiado ocupado con el presente, Guet N’dar vive sin pensar en su ominoso futuro. Más temprano que tarde —sin duda en el curso de una vida humana—, la erosión costera y el aumento de nivel de los mares darán cuenta de la estrecha Langue de Barbarie. Su simpático y pululante negrerío, ¿a dónde podrá ir? ¿Sabremos acogerlo en Europa? Desprotegida por el dique de arena, también la isla de Saint-Louis será engullida por las aguas.[i]
Bajo las olas quedará un laberinto submarino de rotas callejas de hormigón, sus mil oscuros recovecos ofreciendo asidero a anémonas, lapas y bivalvos. Sólo entonces el impredecible y alucinado Frobenius tendrá su Atlántida africana, bastante más al noroeste de las junglas sombrías donde afanosamente, hace ya más de un siglo, la buscó en vano.
A mi regreso a París, llamo por teléfono a mi amigo Jacques. Le doy cita para compartir lo visto en una terraza de la Place d’Italie. Hay sobre la mesa dos tacitas de café —mi noissette, su expresso serré—, cucharitas, dos vasos de agua, un pretencioso cenicero ‘design’.
Jacques sigue mi relato sosteniendo entre el índice y el medio un cigarrillo satinado. Todo desde mi vuelta, me quejo, me resulta aséptico, insulso, paliducho.
Recién vuelve de Níger, Jacques.
Aspira, aguanta el humo en los pulmones, echa la cabeza para atrás y expele suavemente hacia arriba.
En Niamey, la capital, los animales de la Tabaski —me tienta Jacques— se ponen a asar enteros, abiertos en cruz y plantados verticalmente. Nueve o diez en torno a una pira central... Rondas terribles de crucificados que la humazón afantasma: un lienzo de José Clemente Orozco. De la tierra al cielo se elevan, por toda la ciudad, columnas espigadas. En las grandes hogueras crepitan, tosen, se chamuscan y abrasan los últimos ralos arbolitos que quedaban aún en el vastísimo y sediento Níger.
[i] Los niveles marinos, en alza como resultado del cambio climático —emergencia climática, opta por llamarla el diario The Guardian, consciente de que las batallas políticas también deben darse desde la semántica—, amenazan de manera real y dramática a quienes, como los Lebou, viven en primerísima línea de playa. El fenómeno, un problema global, tiene desde hace tiempo un nombre preciso: erosión costera. En Senegal, cada año el Atlántico roe las playas y las olas se comen, con gran estruendo, dos puñados de casas. Sólo en la comuna de Saint-Louis, unas 250 familias han perdido su hogar y han debido ser reubicadas, tierra adentro, en campamentos temporales.
La Langue de Barbarie está llamada a desaparecer. El 1° de octubre del 2003, presionado por la población san luiseña a resolver el problema de las inundaciones fluviales recurrentes en la isla, el gobierno senegalés ordenó precipitadamente que se cavara una brecha de 4 metros de ancho por 1,5 de profundidad en la parte más angosta de la barra de arena entre río y mar. Las inundaciones en la isla amainaron, sí, pero al día siguiente la brecha medía 80 metros, tres semanas más tarde 300, y hoy mide casi dos kilómetros. El pueblo ribereño de Doun Baba Dièye, antaño protegido por la barra, fue íntegramente erosionado del mapa: sólo emergen de las olas saladas las ramas secas, amparo de negros cormoranes, de un árbol muerto. Era el antiguo arbre à palabres del poblado.
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Parte 1, parte 2, parte 3, parte 4, parte 5, parte 6, parte 7, parte 8, parte 9, parte 10.
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Proyecto apoyado por el Fondo Nacional para la Cultura y las Artes.
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Autor >
Alain-Paul Mallard
Escritor, coleccionista, fotógrafo, viajero, cineasta, dibujante, Alain-Paul Mallard (México, 1970) es autor de 'Evocación de Matthias Stimmberg', 'Nahui versus Atl', 'Altiplano: tumbos y tropiezos'. Vive en Barcelona.
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