Novela por entregas
García contra la España zombi (XIX)
En el que Rajoy recupera el habla. O algo parecido
Guillem Martínez 26/08/2016
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Resumen de lo publicado: García y el Capitán Estadella han capturado al zombie Mariano Rajoy.
Habíamos capturado a Mariano Rajoy, que resultó ser lo que el National Geographic calificaría como un zombie gallego de toda la vida. Te lo encontrabas en una escalera y, mientras privatizaba la escalera, no abría la boca de la cara. Por otra parte, su mirada, carente de inteligencia, no nos permitía saber, siquiera, si nos entendía. Hartos de no sacar nada en claro decidimos volver sobre nuestros pasos, llevándonos a Rajoy con nosotros.
En la parada del monorraíl preguntamos a un esbirro dónde podíamos bajarnos para ir a tomar algo a un Vips. Nos dijo que no era necesario subir a la superficie. Que cogiéramos la línea 11 y nos bajáramos en Nuevos Nuevos Ministerios. Por lo visto, se trataba de unos re-nuevos ministerios que había construido Esperanza Aguirre en el subsuelo madrileño, para ejercer el gobierno en la sombra. Eran, pues, una obra pública liberal-española, nacida, como todo en ese pack, de la literalidad.
-- No tiene pérdida. Encontrarán un Vips allá en frente, al lado del Tribunal Constitucional Paralelo y el Corte Inglés, también paralelo. Frente a la Almudena Paralela, al lado de la estatua del Héroe de Cascorro Paralelo, liberando Barcelona.
Aguirre, esa mujer, trabajaba fino. Llegamos en un periquete al Vips Paralelo. Allí, nos detuvimos en el quiosco de prensa. Curiosamente, según observé, los diarios eran lo único no paralelo en el Madrid Paralelo y subterráneo que acabábamos de descubrir hacía unas horas. Los diarios peninsulares, en fin, en un momento dado entre el último cuarto del siglo XX y las primeras décadas del siglo XXI, se habían pasado tanto de vueltas que sólo informaban de una realidad paralela que, por casualidad, sólo coincidía con la vida cotidiana de Chochonistán, una antigua república soviética independizada en 1990 y consagrada, desde entonces, al cultivo del opio. Visto lo visto, Chochonistán había decidido clausurar toda su industria informativa para adquirir, diariamente, diarios españoles. Con lo que ahorraban, habían construido un parque acuático en el desierto de Gobi.
Ojeamos las portadas del día. El País arrancaba con un "Mariano Rajoy se aparece a tres pastorcillos". El Mundo se estiraba con un "Rivera demuele ocho diputaciones con su poder mental". El barcelonés La Vandurria brillaba con luz propia con un "Puigdemont, tras cambiar el calendario juliano, de manera que un mes pasa a ser 8 años, asegura que la independencia sigue programada para 18 meses". La Raza con un "Las pruebas: Podemos planea sustituir el concurso de Miss España por el de Miss Venezuela, en lo que es un atentado a la belleza de la mujer racial española". El valenciano La Veu de la Vicenteta se descolgaba con un "La destrucción de la costa levantina garantizará la existencia del amenazado cocodrilo de agua salada". Me fijé que todos los diarios tenían en portada algún artículo o repor que trataba al zombie desde una perspectiva positiva. ABC: "El Santo Apóstol Santiago fue zombie". Lo Carquinyoli Català: "El primer zombie va ser de Sabadell". OKCorral: "Franco engañó a Hitler con su proverbial ingenio, y no entregó zombies que reclamaba la Gestapo". Y, por todo ello, me percaté, de repente, de que teníamos una prensa zombie --un zombie es, de hecho, un vivo muerto, un vivo paralelo--, que jamás informaría de la Transición Zombie --supongo que también modélica, y bla-bla-bla- que estábamos viviendo--.
Fue en ese momento cuando Rajoy emitió sus primeras señales comunicativas. Señaló un Marca y dijo:
-- Maaaarcaaaa.
Le compramos el diario deportivo y nos fuimos al bar. Estadella pidió unas tortitas, yo un spritz y Rajoy esa horchata que piden los zombies cuando recuperan el habla. Rajoy, más contento que una anchoa, leía El Marca como un poseso. Lo que dijo a continuación, sin apenas levantar la vista de El Marca, nos hizo empezar a sospechar que llevaba la tira en estado zombie.
-- ¿Quién ha ganado la Liga?
-- El Barça.
Rajoy me miró con cara de tipo listo y conspicuo, y me preguntó:
-- ¿Y la europea?
Poco a poco se fue interesando por problemas y realidades que no estaban relacionados con la Liga BBVA. Como los resultados de Segunda, Segunda B, Tercera A, B, y C, divisiones inferiores, la Liga de Fútbol Sala, la de Voleibol femenina, y el estado de ánimo y personal de James. No fue hasta mucho después que empezó a preguntar por fenómenos de corte internacional.
-- ¿Qué ha hecho España en los Juegos Olímpicos?
-Presidente, un diploma más y la delegación española hubiera conseguido el graduado escolar.
-- ¿Tan mal?
-- Hemos ganado a Francia en lucha canaria, y a la inglesa a orujos-- dijo, animoso, Estadella.
Aproveché que el cerebro de Rajoy se estaba poniendo al día para soltarle el caso de la cosa.
-- Presidente, esto... Debe saber, por si no lo sabe, que es un zombie.
-- Sí, claro. A mí me lo va a decir.
-- ¿Desde cuándo lo es?
-- Uy. La tira. Justo antes de serlo recuerdo que aún pensaba que la prima de riesgo era la hija de la hermana de la madre de Mihail Riesgo, centrocampista húngaro.
-- ¿Hace dos legislaturas?
-- Las hará. El tiempo pasa volando cuando eres zombie.
-- Lamento tocar el tema pero... ¿De qué se ha alimentado todos estos años?
-- Parados. Ha sido la única manera de bajar las estadísticas. Y no ponga esa cara. Teniendo zombies me río yo de Keynes. Con medio millón de zombies, llegábamos al pleno empleo en una semana. Un millón de zombies y volvemos al G7. Y nos lo comemos. Medio millón más y se soluciona el problema vasco y catalán, de manera que un Ortega zombie podría publicar, por fin, La España Vertebrada. Dos millones de zombies y el Rif vuelve a ser español. Una población del 100% de zombies y nos zampamos, literalmente, Sudamérica, restablecemos los virreinatos y aún podríamos invadir Polonia, esa espina clavada en el centro-derecha español. Lo tengo todo calculado.
Miré a Estadella. Alucinaba y tomaba notas. Seguramente para un artículo que se titularía "Por un Mundo Constitucionalista", con el que ganaría el Premio Millán Astray de Periodismo Cívico, 40.000 pepinos.
-- ¿Ha mordido a mucha gente? -- pregunté a Rajoy.
-- Lo normal.
-- ¿A quién ha mordido? Quiero decir, ¿a quién ha mordido de entre los all-stars de la política española?
-- Me zampé a Rita Barberà, con lo que regeneré el PP valenciano, aunque, posteriormente, estuve varios meses sin ingesta. Que jartá. Menos omega-3, esa mujer tenía de todo. Fue, si lo recuerdan, aquellos meses en los que subió el paro. Después, que yo recuerde, mordí a Sánchez. Un muerdo sencillo y programado, para expandir el virus zombie por el bipartidismo. También caté el cuello de Francesc Homs, durante las negociaciones para lo de la Mesa. La idea era expandir el negociado zombie también en Catalunya, como en los viejos tiempos.
-- ¿Y a Rivera? ¿Le mordió?
-- ¿Rivera? ¿El chico? No, que yo recuerde. ¿Para qué?
Rajoy hizo unos minutos de silencio mientras meditaba.
-- Eso lo tuvo que hacer el Jefe.
-- ¿Merkel?
-- He dicho el Jefe, no la Jefa.
Había un primer zombie, un zombie alfa-omega por encima de Rajoy. Le hice la pregunta del millón de dólares a Rajoy.
-- ¿Quién le mordió, Rajoy?
-- No puedo decirlo. Le protege la Constitución.
Ya estábamos otra vez. Decidí practicar una táctica que no había utilizado con Rivera, cuando era novato en este Vietnam zombie. La guerra psicológica.
Empecé a pegarle collejas a Rajoy. Hasta que por fin cantó.
-- No puedo decírselo. Pero en mi despacho de Moncloa lo tengo anotado en mi diario. No me pegue más collejas en la cabeza, por favor, que tengo que hacer quinielas.
-- Estadella, pregunte a un esbirro cómo llegamos a Moncloa, que vamos que nos vamos.
Continuará...
Resumen de lo publicado: García y el Capitán Estadella han capturado al zombie Mariano Rajoy.
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Guillem Martínez
Es autor de 'CT o la cultura de la Transición. Crítica a 35 años de cultura española' (Debolsillo), de '57 días en Piolín' de la colección Contextos (CTXT/Lengua de Trapo), de 'Caja de brujas', de la misma colección y de 'Los Domingos', una selección de sus artículos dominicales (Anagrama). Su último libro es 'Como los griegos' (Escritos contextatarios).
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